Agenda Staff Puebla On Line Dos grandes calzadas prehispánicas, enmarcadas por altos y gruesos muros hechos de piedra volcánica, que conducen a un área ceremonial, son el escenario ideal para el inicio de un recorrido por la ciudad-fortaleza de Cantona, en Puebla, considerada una de las urbes más antiguas del país. El sitio de ubica en el municipio de Tepeyahualco, para llegar se toma la carretera hacia Libres-Oriental. Quien visita “La casa del Sol” —significado en español de la palabra náhuatl Caltonal, y que da nombre a esta zona arqueológica— no puede menos que sorprenderse por su gran tamaño. Tan sólo el área abierta al público comprende tres kilómetros, y representan únicamente un 10% del total de esta antigua urbe que estuvo habitada del periodo Preclásico (200 a.C.) al Clásico Temprano (200 d.C.). En este sitio los arqueólogos han detectado alrededor de 32 mil patios y cerca de un millar de estructuras (montículos, unidades habitaciones, adoratorios y pirámides). En Cantona se encuentra la llamada Acrópolis, área en la que se localizan las principales estructuras y que fueron sede de los poderes político, económico y religioso; es por tanto, la mejor de las muestras del asentamiento. De acuerdo a estudios arqueológicos, la población se asentó en las partes bajas del sitio, mientras que en las intermedias las de un mayor rango social, y en la parte superior los dirigentes. 1/3 Agenda Precisamente en las áreas elevadas del sitio se localizan los espacios de índole ceremonial, entre ellos los juegos de pelota, donde se han hallado un total de 24, 12 de los cuales muestran una distribución especial a la que se ha denominado “tipo Cantona”, al integrar conjuntos arquitectónicos alineados en los que generalmente hay una pirámide, una o dos plazas, un altar y varias estructuras en su periferia. Otro de los rasgos que hacen singular a la zona arqueológica de Cantona es la infinidad de patios de aproximadamente 50 x 40 metros, o aún mayores, en algunos de ellos los arqueólogos han encontraron talleres de obsidiana y cantera, por lo que se deduce que hubo una clara división y especialización del trabajo de sus habitantes. 2/3 Agenda Fotos y texto: Cortesía INAH 3/3