NEUROSIS FÓBICA Y SU RELACIÓN CON EL APRENDIZAJE Psp. Graciela Silles PRESENTACIÓN: El presente trabajo tiene como finalidad ubicar el cuadro de neurosis fóbica en relación a las neurosis en general, diferenciándola por sus síntomas y particulares viscicitudes, a través de la articulación de conceptos de diferentes autores. Al psicopedagogo, en verdad, no se le exige un diagnóstico de estructura sino del funcionamiento cognitivo de determinado sujeto. Pero partiendo de una postura clínica, en la que cada sujeto es único, singular y con una historia individual, y en el que sería impensable separar el deseo de la inteligencia, es muy importante contar con las herramientas teóricas para descubrir qué patología o estructura subyace y determina la dificultad de aprendizaje que se nos presenta en el paciente que consulta y en su grupo familiar. INTRODUCCIÓN: Cuando nos encontramos ante un conflicto en el seno del YO, hay por un lado una representación sobrecargada que intenta liberar su exceso de energía y por el otro la presión constante de la represión intentando impedir que fluya esa sobrecarga. La solución a este conflicto será de compromiso: consiste en investir a otras representaciones menos peligrosas que aquella considerada intolerable (sobrecargada). Se trata de un desplazamiento de energía, la carga se transforma pero no por ello deja de tener sus efectos mórbidos. Señala J.D.Nasio: “...este conflicto sobrecarga/represión, en realidad constituye el fundamento de todas las neurosis. La especificidad de cada tipo de neurosis: obsesión, fobia e histeria, dependerá de la modalidad que adopte el decenlace final del conflicto.” En los tres casos hay fracasos de represión: fracaso por desplazamiento de la sobrecarga de una representación a una idea(pensamiento) en la neurosis obsesiva, fracaso por proyección de la sobrecarga del interior psíquico al mundo exterior en la neurosis fóbica y fracaso por conversión de la sobrecarga en el síntoma somático de la histeria. Teniendo en cuenta los desarrollos teóricos de S.Freud ( ver “Inhibición,síntoma y angustia”), podríamos pensar que en la fobia se sustituye un peligro exterior por otro, ya que “...la exigencia pulsional no es un peligro en sí misma, lo es sólo porque conlleva un auténtico peligro exterior, el de la castración. Tanto en los niños como en los adultos lo que subyace es lo mismo: miedo a la castración, sólo que el contenido de la angustia permanece inconsciente, y sólo se hace consciente a través de una desfiguración.” De esta forma en las fobias, a través de la evitación de situaciones “peligrosas” se producen limitaciones en el Yo, pero también puede darse una regresión a vivencias infantiles y omitir así la renuncia. Por ejemplo en la agorafobia ( angustia frente a los espacios abiertos o extensos) en que el sujeto no se conforma con la renuncia, hace algo más para quitar a la situación su carácter peligroso, regresando a épocas infantiles en las que estaba protegido de los peligros que hoy lo amenazan. Así puede andar por la calle sólo si una persona de confianza lo acompaña (acompañante contrafóbico)como si fuera un niño pequeño, no alejándose demasiado de su casa o evitando lugares que no conoce. Podemos esquematizar afirmando que el papel de la amenaza de castración/separación como condición de angustia en las fobias equivaldría a la pérdida de amor en la histeria y a la angustia frente al Super-yo en la neurosis obsesiva. Los síntomas fóbicos pueden encontrarse en los límites de las experiencias normales, por ejemplo vértigo, fobia a la oscuridad o a la soledad en los niños pequeños, que después desaparecen con el crecimiento. También en diversos estados neuróticos como la histeria o la neurosis obsesiva, en los que el neurótico se diferencia del hombre normal por sus reacciones desmedidas frente a los peligros. Cuando hablamos de neurosis fóbica la fobia representa el síntoma prevalente. En la literatura psicoanalítica es llamada indiferentemente como neurosis fóbica o histeria de angustia. DESARROLLO: Los primeros comportamientos de miedo aparecen muy pronto, alrededor de los 8 meses. Más tarde, cerca de los 18-20 meses suelen presentarse terrores nocturnos. Silvia Bleichmar dice que el niño es un sujeto en estructuración, por ello habla de nudo patógeno, de síntomas y conflictos infantiles y no de neurosis infantil. En la medida en que”...la primer infancia es toda un proceso altamente complejo que somete al sujeto psíquico en constitución a movimientos lo suficientemente lábiles y masivos para que no hayamos de plantearlos como definitivos.” En el niño pequeño, un peligro de orden interno, como aprehensión ante la muerte, es proyectado al exterior por ejemplo en forma de animal amenazador. Esta respuesta simbólica infantil, si permanece como modalidad se convierte en fobia. S.Freud habla de dos mecanismos de defensaantes de la represión originaria: - Retorno sobre la propia persona - Transformación en lo contrario Es recién a partir de la represión que ocurre la diferenciación definitiva entre el Yo y el Ello y es posible suponer el recorrido de los significantes en los tres sistemas de la segunda tópica, es decir el Inconsciente, el Preconsciente y la Conciencia. Aquí entra en juego la proyección: mecanismo mediante el cual un representante externo es depositario de la actividad de una pulsión ( sexualidad reprimida) y el sujeto se constituye como víctima pasiva de un ataque. Así, efecto de la condensación y el desplazamiento se transmuta lo deseado en temido. Emilce Dio Bleichmar en sus aportes al estudio de las fobias hace un análisis de las teorías Freudiana y Lacaniana señalando que en ambos autores las fobias están ligadas a la angustia de castración y al conflicto edípico. Por lo tanto se supone un aparato psíquico ya desarrollado, aunque el objeto fobígeno representa en uno el miedo a la castración y en el otro el efecto de la inoperancia de la ley paterna. Freud señala dos tipos de fobias en las que el mecanismo de producción (la transposición de afecto) es el mismo. Se trata de las Neurosis de angustia, en las cuales el afecto proviene de una representación reprimida y no hay sustitución. Los objetos peligrosos son ofrecidos por la cultura y el sujeto sobrecarga la angustia al miedo inicial. En segundo lugar las Fobias por sustitución en las cuales el conflicto tiene dimensión psíquica, hay una simbolización más rica. El objeto fobígeno incluye la historia del sujeto. La angustia de una representación reprimida se enlaza a otra representación que guarda relaciones simbólicas individuales con la idea reprimida, convirtiéndose en el objeto o situación fobígena. Podría esquematizarse de la siguiente forma: CONFLICTOS EN LA ETAPA FÁLICA - ANGUSTIA DE CASTRACIÓN MECANISMO DE DEFENSA - REPRESIÓN -REGRESIÓN - DESPLAZAMIENTO CREACIÓN DEL OBJETO FOBÍGENO con relación simbólica con el objeto original por CONTIGUIDAD -SEMEJANZA - HOMOFONÍA Todavía hoy no hay acuerdo en la sistematización de los cuadros fóbicos. Dentro del psicoanálisis diversos autores utilizan diferentes criterios para su clasificación. Emilce Dio Bleichmar utiliza como criterio de clasificación las condiciones de producción, diferenciando: -Fobias por trasposición de la angustia -Fobias por identificación .Fobias por insuficiencia del Yo -Temores del desarrollo -Fobias traumáticas -Formas mixtas o articuladas Creo que desde nuestra disciplina las fobias por identificación sean quizas, aquellas en las que nuestras posibilidades de intervención sean mayores, por ser más accesibles desde el nivel consciente y por ser las mças comunes de observar en niños. Por esta razón haré una breve exposición de esta categoría de Fobia. FOBIAS POR IDENTIFICACIÓN: Tanto los miedos, la creación del objeto fobígeno, como los procedimientos evitativos(rasgos de carácter fóbico) pueden reproducirse por medio del mecanismo de identificación. Ello no se daría por una simple imitación sino que consistiría en una verdadera apropiación basada en una fantasía común inconsciente, por lo cual, no habría que buscar el significado del objeto fobígeno, sino la identificación con la posición del otro en la estructura edípica. El carácter fóbico se adquiere dentro del paquete de atributos con los que el niño se identifica, y en este caso, Bleichmar habla de déficit primario cuando algo no se ha desarrollado por identificación, y de inhibiciones cuando algo sí surgió pero fué reprimido. Parece habitual que los rasgos fóbicos “se hereden” por identificación, lo cual permitiría comprender dicha manifestación antes de la salida del Edipo. La identidad del niño se va formando no sólo con las identificaciones parentales, sino con las imágenes de otros miembros que la familia sobreimpondría, reconociendo en el niño rasgos que “recuerdan” a otro miembro. Más deliberadamente, a veces, los padres proponen cómo desean que el niño sea tratando de modelar su imagen. Este discurso ejerce un gran poder sobre los rasgos que construyen la identidad del Yo. Luego el sujeto habrá de aceptar o rechazar dichos rasgos. Es aquí donde disponemos de un espacio de intervención. El modo de funcionar y la identidad que el niño va adquiriendo es denominado por Bleichmar trasposición categorial: determinados atributos y acciones son trasladados a categorías. Las reglas de enunciación identificatorias serían esos juicios y reglas que nunca fueron formuladas y pensadas como tales por quienes las ponen en práctica. filtro a través del cual se evalúa toda situación. Dentro de las reglas que le son dadas al niño también se encuentran los mecanismos de defensa, a esto se suma luego la fantasía del niño. En estos enunciados de los padres que señalan al mundo como peligroso está implícita otra convicción que el niño hará suya: que el sujeto es débil, impotente, indefenso. Detrás del miedo hay un Yo imaginario vivido como débil. SÍNTOMAS FÓBICOS, DIFICULTADES EN EL APRENDIZAJE Y MOTIVOS DE CONSULTA PSICOPEDAGÓGICA: S.Freud enuncia diferentes momentos en la formación de los síntomas. Uno de ellos es la evitación para preservarse de la angustia, que supone un trabajo psíquico y produce temor, odio, molestia... Cuando esa evitación se realiza de forma sistemática ante una situación, actividad o sentimiento se produce una inhibición en la cual no hay aparente distonía para el Yo. La situación o el sentimiento perturbador se desconocen. Sara Paín, siguiendo a Freud, distingue al síntoma de la inhibición y señala dos posibilidades para el hecho de no-aprender: “...en la primera, éste constituye un síntoma y por lo tanto, supone la previa represión de un acontecimiento que la operación de aprender, de cierta manera, significa, en la segunda se trata de una retrección intelectual del yo. Tal retracción sucede según Freud, en tres oportunidades: la primera cuando hay sexualización de los órganos comprometidos en la acción, por ejemplo la torpeza manual conectada a la masturbación, la segunda cuando hay evitación del éxito o compulsión al fracaso y la tercera cuando el yo está absorbido en otra tarea pasíquica que compromete toda la energía disponible como puede ser el caso de la elaboración de un duelo.La inhibición del proceso sintetizador del yo aparece también como una particularidad rótico.En este caso el sujeto presenta dos reacciones opuestas: una responde al impulso de repetición de la situación traumática y la otra a la necesidad de evitación del lugar que la cicatriz acusa como peligroso, evitación que puede presentarse como inhibición o exacerbarse como fobia.” En los niños es más común observar inhibiciones de orden social, motrices y psíquicas. En las primeras, el niño se aísla, evitando el contacto personal; se manifiesta como timidez, problemas de integración con pares y dificultades para comunicarse y establecer vínculos. Las inhibiciones motrices se presentan como falta de habilidad, rigidez muscular, torpeza y en lo escolar aparecen dificultades témporo-espaciales. Las inhibiciones psíquicas comprometen toda la actividad intelectual, hay un bloqueo de la comprensión, del pensamiento y del placer de conocer (oligotimia). Citando a Freud, podemos pensar en la inhibición como “ la disminución de una función” a causa de una represión exitosa. Si la evitación se dirige al pensamiento, y al exacerbarse se convierte en una fobia ( fobia escolar), inevitablemente habrá consecuencias en el aprendizaje y una modalidad cognitiva característica. Modalidad de pensamiento: Podríamos decir entonces, que en el niño con síntomas de neurosis fóbica, en general, aparece un marcado pensamiento egocéntrico, imponiendo a los objetos su propia legalidad. La inhibición precoz de actividades asimilativo-acomodativas da lugar a procesos adaptativos perturbados. Reboiras encuentra un predominio de la similación en ciertos cuadros con características fóbicas, donde la situación de aprendizaje es integrada en una fantasía de daño, de peligro, movilizando angustia y obturando la posibilidad de aprender. Así el sujeto no puede acomodarse a los datos objetivos de la realidad y pone lo “peligroso” en la situación. Hay una hiper-asimilación, el sujeto transforma la realidad para integrarla a sus posibilidades, pero no puede modificar sus esquemas para adecuarlos a las exigencias de la realidad. La fantasía actúa como esquema asimilador. Queda así suspendida la noción de “necesidad lógica” y predominan los factores emocionales. Hay bloqueo cognitivo. Además la repreción empobrece al Yo y limita sus funciones mnémicas y perceptivas, el niño evita ver aquello que le despierta impulsos y deseos reprimidos. Se presenta un mecanismo mudoque se expresa por “la falta de” ( recuerdos, afectos) . Sabemos que aquello que un niño no puede manifestar con palabras lo expresa a través del dibujo y del juego. Los mecanismos implicados en la formación de síntomas, tales como proyección y desplazamiento, se manifiesta en la expresión gráfica. Se ve reflejada en sus dibujos la necesidad de disociar aspectos del objeto, desplazando al objeto externo lo odiado y las fantasías agresivas. Estos objetos, no tan necesitados, pueden ser así evitados y odiados. El Yo se alivia del dolor y puede ubicar sus impulsos en el objeto externo. Gráficamente se observa en la necesidad de adicionar un nuevo objeto ( por ejemplo en el dibujo de la familia) que será depositario y simbolizante del conflicto. En la evolución normal están presentes los mecanismos de desplazamiento y proyección, su relación con la patología y el grado de la misma está dada por la intensidad y estereotipia de estas defensas, por factores cuantitativos y cualitativos.. En los cuadros fóbicos, a pesar de haber buena capacidad simbólica, aparecen muchas conductas defensivas que limitan la capacidad creativa, observables en la actividad lúdica. Estos niños presentan un bajo umbral de tolerancia a la frustración, evitan cualquier situación u objeto que pueda angustiarlos. A diferencia del niño “normal”,quién también atraviesa por situaciones conflictivas y las pone de manifiesto en el juego, en el niño fóbico el conflicto no opera como motor sino como inhibidor del desarrollo del juego. En el extremo encontramos al niño que no toma ningún contacto con los objetos, como evitación fóbica, la cual puede no ceder pese a los estímulos que se le brinden. Es común también, observar en ellos un pensamiento animista que sumado al mecanismo de proyección hará que, por ejemplo, culpen al frasco de no querer abrirse, o al lápiz de no querer escribir. CONCLUSIONES: Si bien no podemos generalizar porque cada niño es único y las patologías o los síntomas nunca son puros, hay modalidades en el aprender y en el no-aprender que pueden ser indicadores insoslayables. Estando atentos a ello, no sólo contribuimos a un buen diagnóstico, sino que podemos implementar las estrategias adecuadas para trabajar con el niño. Creo que hay mucho por investigar en este campo y entender porqué determinado sujeto fracasa en su despliegue cognitivo nos abre caminos en la búsqueda de intervenciones adecuadas. Para un niño, en nuestro actual sistema cultural, social y educativo, el rendimiento escolar suele ser la “carta de presentación”ante los demás. No sólo su estructura de base condiciona el aprendizaje sino que su desenvolvimiento en el ámbito escolar repercute directamente sobre su psiquismo. Y como hablamos de un sujeto “en estructuración”, es mucho lo que podemos lograr desde nuestro quehacer profesional. BIBLIOGRAFÍA: FREUD,S.:”Inhibición, síntoma y angustia” FREUD,S.: “Obsesiones y fobias. Su mecanismo psíquico y etiología”. BLEICHMAR,Emilce Dio: “ Temores y fobias. Condiciones de gènesis en la infancia”. BLEICHMAR, Silvia: “En los orígenes del sujeto psíquico”. SIQUIER DE OCAMPO,S.: “Las técnicas proyectivas y el proceso psicodiagnóstico.” NASIO,J:D: “El dolor de la histeria”.