Cámara de Apelaciones del Trabajo de Salta, sala I

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Tribunal: Cámara de Apelaciones del Trabajo de Salta, sala I
Autos: Ancely Ovejero, Roxana María c. Panificadora Las
S.R.L.
Fecha: 03/12/2008
5
Marías
Sumario:
De autos, solo puede tenerse por acreditada la relación laboral, por
lo que debe rechazarse el embargo preventivo solicitado por el
trabajador, ante la falta de pruebas de
la existencia de crédito
alguno y de la intención del empleador de perjudicar a futuro los
potenciales derechos del actor.
Vocablos: CREDITO LABORAL - EMBARGO - EMBARGO PREVENTIVO - MEDIDAS
CAUTELARES - REQUISITOS DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
Salta, diciembre 3 de 2008.
Considerando: Dijo el Dr. Figueroa: manifestando disconformidad con lo
resuelto a fs. 9, de no hacer lugar al embargo preventivo solicitado a
fs. 6 vta. interpone la parte actora recurso de apelación por razones
que paso a analizar. Señala el recurrente, que le agravia una
resolución que con absoluta generalidad denegó el pedido de cautela
del crédito, sin debida merituación de los antecedentes, sólo con una
genérica alusión a principios referidos a medidas cautelares y frases
dogmáticas, carentes de correlato con la petición.
Dice que el requisito de la verosimilitud, se halla cumplido a tenor
de la línea jurisprudencial de las Cámaras locales y de encontrarse
reconocida la relación laboral, a tenor de los recibos de sueldos
adjuntados y de la jurisprudencia que dice que las medidas cautelares
adquieren en el fuero laboral mayor flexibilidad, atento al carácter
alimentario de las prestaciones, por lo que no cuestionada la relación
laboral y encontrándose documentado el despido, existe prima facie una
razonable apariencia a favor del solicitante de la medida, sin que
implique abrir juicio sobre la causa del despido.
Agrega, que en autos no sólo está probada la existencia de la
relación,
sino
la
configuración
del
distracto,
todo
mediante
documental no tenida en cuenta; que el requisito del peligro en la
demora es igualmente flexible y va acompañado del primero, en vista de
que en estos pleitos se acciona por créditos de naturaleza
alimentaria, debiendo flexibilizarse su cautela atento a la naturaleza
alimentaria, donde de su percepción depende la subsistencia del
trabajador y su grupo familiar; que se pasó igualmente por alto que se
pidió cautelar sobre bienes muebles destinados a la explotación de la
empresa sobre los cuales el trabajador tiene privilegio (art. 268 y
ss. LCT), que se tornaría abstracto de no receptarse que el
dependiente pudiera efectivizarlo al concluir el pleito; que la medida
no causa ningún perjuicio, en tanto que de asumir la empresa el
carácter de depositaria judicial, los bienes seguirán en su poder y
goce y que por todo ello corresponde revocar la resolución de fs. 9 y
hacer lugar a la medida solicitada, ordenando al Juzgado librar las
diligencias pertinentes para su efectivización.
Entiendo que el recurso no puede prosperar. Incurre en las mismas
generalidades
que
critica,
haciendo
alusión
a
la
naturaleza
alimentaria de créditos laborales que no existen aún y al derecho a la
subsistencia que asiste a trabajadores y familiares, que no por ser
real, autoriza a despachar medidas cautelares que incumplan los
requisitos de fumus boni iuris y perículum in mora, que bien menciona
la señora juez a quo a los párrafos segundo y tercero del considerando
de fs. 9.
La prueba aportada, no satisface en mi concepto la aspiración del
apelante. Si "lo que en definitiva debe verificarse es aquélla
cuestión consistente en si del mérito del autos surge con claridad la
existencia de la relación laboral y del crédito de los trabajadores"
(6 vta., XI, cuarto párrafo in fine), es evidente que no resulta
suficiente una correspondencia donde lo único que se puede tener como
probable es la existencia de la relación; no la de crédito alguno. Que
según el propio apelante es lo que debe surgir con claridad, para
viabilizar la medida solicitada.
Aún si fuéramos (sólo a manera de hipótesis) amplios a la hora de
evaluar la existencia de verosimilitud del derecho, no podríamos pasar
por alto que no hay un solo argumento serio en pro de demostrar que
exista peligro en la demora, aspecto en el cual a fs. 7 se formulan
las mismas generalidades, vinculadas a la necesidad de interpretar con
amplitud, pero sin indicar qué es lo que deberá interpretarse de tal
modo. En estas condiciones, si (unido a lo dicho sobre el requisito
anterior) cada vez que se pidan cautelares con fundamento en que se
trata de bienes que "por su calidad de cosas muebles permiten que la
patronal se insolvente sin más trámite que la transmisión de los
mismos por cualquier título" (fs. 7, cuarto párrafo), hubiera que
despacharlas, es evidente que cada juicio laboral debería comenzar con
una de ellas. Por más que, como en el caso que nos ocupa, no haya
noticias de que la demandada se encuentre pergeñando una maniobra en
tal sentido, que "perjudicaría" los derechos de la parte, como se
agrega en el mismo párrafo indicado.
Tono potencial por cierto insuficiente a los fines buscados.
"La mera opinión del reclamante, o el temor, el recelo, la aprensión,
una apreciación subjetiva o el pesimismo, no son suficientes para
configurar el peligro en la demora, ya que de lo contrario, cada
acción debería ir acompañada de una medida cautelar" (esta Sala, autos
López c. Caratoni, 13/2/02). "Si bien es cierto a mayor verosimilitud
cabe disminuir la exigencia del peligro en la demora, no puede serlo
hasta hacerla desaparecer, por lo que las conjeturas que formule el
peticionante son insuficientes; pudiendo de todas maneras pedir
nuevamente la medida, apenas compruebe lo que temía" (Sala, autos Di
Pauli c. Sanatorio El Carmen, 8/4/03 y López c. Taxitel, 22/6/06). "Es
improcedente una medida precautoria fundada sólo en alegaciones que
realiza el peticionante, sin que exista prima facie prueba alguna que
acredite la situación" (Sala, autos Guevara c. Guardo, 22/10/99).
"Deben estar presentes ambas condiciones, de verosimiltud del derecho
y de peligro en la demora, para hacer procedente una medida cautelar"
(Sala, autos Lezcano c. Tejerina, 30/9/99).
Por tales razones, voto por rechazar el recurso interpuesto y mantener
consecuentemente firme lo resuelto a fs. 9.
El Dr. Cabrera, adhiere al voto anterior.
Por ello, la Sala I de la Cámara de Apelaciones del Trabajo de Salta,
RESUELVE: I) Rechazar el recurso interpuesto y mantener firme lo
decidido a fs. 9.
II) Mandar registrar, notificar y bajar los autos al Juzgado
originario. — Jorge Daniel Cabrera. — Alvaro Figueroa Castellanos.
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