Lo Relativo y lo Absoluto Relatos de la Vida Diaria Relato #79 La Educación de los Hijos y la Disciplina Foto: Vinaya Disciplina) Pitaka (Cesta de la 1. Liberarse uno mismo del conocimiento es morir, y así uno vive. - Krishnamurti 2. Una gota del océano no puede reclamar que viene de un río, y otra gota tampoco puede reclamar que viene de otro río; el océano es un todo único integralmente completo. En la misma forma todos los seres son uno; no hay ser que no venga del espíritu, y no sea parte de él. – Chandogya Upanishad 3. Religión es un entendimiento, no una plática, ni doctrinas, ni teorías, a pesar de lo bello que todo esto pueda ser. La religión es ser y llegar a ser, no oír y reconocer o admitir. No es un asentimiento intelectual; sino una transformación de la vida completa de uno. – Swami Vivekananda En el Budismo, ‘Vinaya’ es una palabra Pali o sánscrita que significa 'disciplina'—Modestia, humildad, docilidad, sumisión, obediencia; disciplina, educación, cortesía; buenas maneras... El Vinaya son los textos del canon budista que tratan de la disciplina monástica y de las reglas de la correcta conducta. En la Relatividad, en el mundo fenoménico, las ‘consecuencias’ causadas por los seres ignorantes de la Ley de la Causalidad—la Ley del Karma—aunque son resultados aparentes, no dejan de ser “resultados”, “efectos” y “derivaciones” de puntos de vista incorrectos o erróneos a los cuales se aferra la mente “mortal”. Y como ignorante al fin, el ser “sufre”, sin saber que es su propia consecuencia de la causa que él ha creado. El Buda dijo que “la forma está en el vacío y el vacío está en la forma”, y por lo tanto, las consecuencias fenoménicas no pueden desaparecer, diríamos, por arte de magia. Todo lo que pensemos, hagamos y hablemos tiene consecuencias, 1 www.acharia.org sean buenas o malas; debemos escoger y prestar mucha atención en cada uno de nuestros movimientos, ya sean de pensamiento, palabra o/y acción. Hay personas que quieren arreglar a su gusto, los errores y obstáculos que tienen en el camino (en la vida) y están completamente ignorantes de que ellos mismos son la causa de esos errores. Quieren que los hijos sean ‘perfectos’ pero nunca han usado ni piensan usar la disciplina para encaminarles. Dicen justificándose a sí mismos, “los hijos son mis amigos”, “en mi tiempo no era así”, “si ahora les pongo una restricción van a preguntarse el por qué”; y con eso se disculpan a ellos mismos, cuando ya es muy tarde, por la falta de atención hacia cómo encausar/actuar y proceder en la educación de ese ser que es su responsabilidad, quieran o no, ya que ellos—aparentemente—los trajeron a la vida (el sámsara). No sólo con el tanto ponderado/considerado “amor” se educa; la disciplina, en todos los aspectos de la vida, es necesaria para triunfar en nuestras metas: en la educación de nuestros hijos, en las relaciones con los demás, en los estudios, en el trabajo, etc., etc., etc., y sobre todo en la práctica de las Enseñanzas de Buda. El amor es una palabra que se presta a confusión; cada uno tiene un concepto diferente del amor. De todas formas, “el amor” es parte o diríamos es un extremo de la dualidad, y tiene muchos matices o tonalidades. ¡Primeramente, el amor es respeto! ¡Los padres no son los amigos de sus hijos, son los padres! Los niños/muchachos/adolescentes tienen opciones dependiendo de los padres y estos últimos deben escoger muy bien las opciones que se les ofrecen a sus hijos. Algunos de los adolescentes hoy en día les dicen a los padres que quieren hacer lo que les da la gana en cada momento. No quieren planificación de nada, no quieren horarios ni rutinas. Quieren salir cuando se les antoje, sin restricción de horario, ni veces por semana estipuladas para las salidas. No quieren estudiar y tampoco quieren trabajar en un trabajo "común". No están dispuestos a aguantar a ningún patrón ni a ningún jefe. Un "trabajo" que quieren hacer es reunirse con sus amigos e ir a los bares o vagabundear por las esquinas. ¿Qué es eso? El dicho dice: “Cría cuervos y te sacarán los ojos”. La educación y la disciplina comienzan el mismo día que se nace. Ahora bien, si de verdad hemos visto o comprendido que nos hemos equivocado o hemos ‘metido la pata’ hasta el final y la queremos “sacar” o enmendar nuestros errores o más bien, nuestros puntos de vista erróneos, “nunca es tarde si la dicha es buena” como se dice comúnmente. Pero, 2 www.acharia.org piénsenlo bien, al que tenemos que arreglar o enmendar primero es a nosotros mismos. Hay un proverbio que dice: “Árbol que crece torcido jamás su tronco endereza, pues se hace naturaleza el vicio con que ha crecido. Nunca esperes de la suerte ni dinero ni fortuna, trabaja niño si quieres, ser dueño de una fortuna”. Y eso aplica a todo y a todos”. Nunca podremos enderezar a los demás, una vez que ya están ‘torcidos’ (árbol que crece torcido jamás su tronco endereza, pues se hace naturaleza el vicio con que ha crecido); la rectificación comienza por nosotros; por cada uno de nosotros. A los hijos se les educa desde el instante que nacen, no años después… ni siquiera días después, ya que hay que hacerles un horario de alimentación, pues no pueden comer a la hora que se les antoje; ya que si eso fuera así podrían enfermarse y/o engordarían o adelgazarían excesivamente, lo que no es saludable. Y así sucesivamente. De esa forma, con disciplina, los niños se crían y forman saludablemente. ‘Todo’ necesita disciplina, y sobre todo, como hemos hablado al principio, la práctica de las Enseñanzas de Buda. Así la mente llega a estar en paz. “Cuando la mente está en paz, el mundo también está en paz. Nada real, nada ausente. Ni aferrado en la realidad, ni atrapado en el vacío, ni eres santo, ni eres sabio, justamente una persona ordinaria que ha completado su trabajo. No hay ‘yo’ y no hay otro. ¿Cómo puede haber intimidad o alejamiento?” ¿Cómo puede haber amistad o enemistad? ¿Cómo puede haber temor? Si tienen alguna pregunta escríbanme a: [email protected] Les respeta deseándoles una práctica fructífera, La Maestra 5 de abril de 2015 3 www.acharia.org