hizo con ciertas reservas, comentando: «... est plutôt une forme due

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hizo con ciertas reservas, comentando: «... est plutôt une forme due
a une station élevée, qu'une variété distinte, elle est étroitement
lier par tous ses caractères au C. lagopina». Este criterio fué adoptado
por el propio Webb, autor de la especie, y en su obra Otia Hisp. la
describe e iconografía bajo el nombre de C. lagopina v. furva W b b .
E n 1930, en unión de D . Luis Ceballos, herboricé en la ladera
del Corvatillo (vertiente oriental del Cerro del Caballo), a 2.900 metros, ejemplares coincidentes con la descripción y con la lámina de
Webb, y a la vista de ellos no puedo menos de reconocer la exactitud
del criterio sustentado y de la observación hecha por Boissier, pues
a menor altitud, en la cuenca del río Lanjarón, a unos 2.300 metros,
herborizamos otros ejemplares y a de mayor tamaño y en los que se
acusan más los rasgos de la C. lachenalii (= C. lagopina).
Recientemente, con motivo de unos ejemplares herborizados por
el Sr. Montserrat, en Curavacas (Palencia), el Sr. Braun-Blanquet ha
creído justo revalorizar la especie creada por Webb, exponiendo a
dos columnas los caracteres diferenciales de la C. furva con la C. lachenalii, caracteres que, aparte de su poca entidad, no siempre son
exactos. Afirma que en la furva las hojas alcanzan la 1/2 del tallo
y en la lachenalii alcanzan y sobrepasan las 2/3. E n nuestros ejemplares del Corvatillo las hojas son tan largas como el tallo en la mayoría
de ellos.
También dice que la inflorescencia en la C. lachenalii tiene un
centímetro y más de larga y en la C. furva, 5 - 8 mm.; en el herbario
del Real Jardín Botánico de Madrid existen ejemplares alpinos de
Boissier, determinados como C. approximata Hppe. (sinónimo de
C. lachenalii), con inflorescencia inferior a un centímetro y otros
procedentes de Valois (leg. Bernouilli), con inflorescencia de 8 milímetros.
Como he consignado más arriba, poseo muestras de Sierra Nevada
herborizadas a 2.300 metros, en las cercanías de la casa forestal
de «Ventura», con inflorescencia espiciforme de 15 mm., y he visto
otra, herborizada por Pau, con idéntica dimensión; ambas con tallos
rectos, de más de 20 cm., y con 5 espiguillas.
Por otra parte, conozco los ejemplares herborizados por el señor
Montserrat en Curavacas (Palencia) y son bien diversos de los nuestros de E l Corvatillo y diversos también de la lámina de W e b b .
E n resumen, no veo motivo para revalorizar como especie la
C, furva W b b . , ni para considerarla integrante, hoy por hoy, de la
flora de la Cordillera Cantábrica.