Descargar - Memoria Chilena

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debemos resignarnos a que algunos
de los antlguos (historiadores) cainiinuen
teniendole antipatía a los gliptodon'tes".
¿Podía sospechar yo que, a tain breve
olazo. Sergio Villalobos se en!
de confirmar estas apreciaciones?
históricas
Inventario de una polémica
Como Viitalobos inslntia deseos de retirarse de la polbmica. me interesa hacer
un recuento del estado en que -a m i juiIGIO Villalobos ha descendido de cable. Que yo sepa, no hubo discordia cio- esta se halla:
J sitial de profesor universitario y
entre 103 dos historiadores en vlda de
1) E n primer tbrmfno, veamos lo que
renovador de la Historta de Chile, se ha Eyzaguirre. Nada le reprocho entonces
echado al suelo, y ha tenido una patale- Villalobos. A Eyzaguirre le o1 siempre no est4 en juego.
No estan en juego la Hlstorli del pueblo
hablar con respeto de su ahora amargo
ta (QUE PASA N o 498).
Este tipo de arrebatos sorprende a detractor, y aun alabar entusiastamente chileno, tomo 1, de Villalobos, ni los tnnealgunos lectores, divierte a otros, y toda- un libro suyo ("Comercio y Navegacidn gables meritos de Bste como historiador,
vla, en un tercer grupo, produce esa com- en el Rio de la Plata"). Por. lo demds, ni menos todavla su indiscutlble superiopleja sensacibn conocida como "vergiienza Eyzaguirre murid hace doce anos. Y si, ridad. en cuanto profesional de una
a mayor abundamiento, Villalobos preten- ciencia que domina. sobre el slrnple
ajena".
~ o d t d n d o m eentre los lectores del tercer de descalificar su obra como sin importan- amante de la Historia que soy yo.
Tampoco estdn en juego las teorlas s
grupo, bben quisiera yo dar vuelta la hoja cia. .. ¿por que esta aversibn nimia,
interpretaciones hist6ricas de Villalobos,
sobre la pataleta. Pero desgraciadamente despiadada y personal?
no puedo. ella aporta a nuestra pol4mica
La respuesta se halla en la tesis blsica Alberto Edwards o Eyzagulrre, teorles e
un elemento de juicio capital. A saber:la que he mantenido durante la polemica, interpretaciones muy variadas y .sujetas
desatada odiosidad de Villalobos contra tesis anunciada cuando Sergio Villalobos (como todas} a discusidn y refutacldn.
Jaime Eyzaguirre.
aún no intervenla en ella (QUE PASA
Es Imposible haber acumulado contra N o 487). "Lo que sucede (dije) es que la
2) Lo que es16 en Juego es lo aflrrnada
Eyzagutrre tantas nimiedades -pero
aristocracia a la cual pertenecieron Ed- por Villalobos de que Edwards y Eyzanimiedades malevolentes- como las Invo- wards y Eyzaguirre, es abolutamente guirre. debido a ser aristbcmtas, tuviecadas por Villalobos. Que Eyzaguirre desconocida. primero, porque este tan sen de la Historia de Chile una visi6n
cuando joven firmaba "Jaime Eyzaguirre muerta. ya, como los gliptodontes, y se- que constituyera una apologla de la
y Gutidrret" (QUE PASA N o 491) Que gunda, porque )amas ha sido estudiada aristocracta.
Incluso flrmaba "Jalme de Eyzaguirre y con Imparcialidad". "¿Por qu$ -me preNo digo que Vlllalobm afirme precisaGutibrrez" ( N o 498). Que hizo un &bol
guntaba a rengldn seguido- la extinta mente eso en su Historia, pues no la he
genealdgfco de su hijo. Que lo condecorb aristocracia es tan poco conocida^". leido. Digo sl que lo ha afirmado en sus
Franco. Que era admirador de la dlctadura "Por el encono terrlble que esa clase articulos de esta revista. y especialmente
de Bste, y de la de Primo de Rivera. suscltb, con su desden, en la clase media al solidarizar en forma irrestricta y livlaQue no escribid sobre sus antepasados donde se r x l u t a r l a n muchos y muy na con el escrito de Lafourcade que abrib
judios. Que redacto pero no publicb buenos historiadores".
Este encono, la polemica (QUE PASA N ? 486).
un "extenso articulo" sobre sus antece- agrego ahora, es en el fondo una sensaCometida esta primera ligereza, Sergio
sores Gutiérrez (con esto Villalobos, cidn de Inseguridad y desarraigo:
Vlllalobos ha ido retroeedlendo y ya
asomilndose a un mundo para él descono"Su temor a merecer el desdenoso no queda casi nada de su tesis orlglnal.
cido, quiere insinuar que los Gutierrez eplteto de 'sitjtrco' con que le lapidaban En efecto. no sostiene ya que Eyzaguirre
eran menos "bien" que los Eyzaguirre. desde arriba, le hizo vivir a menudo en n i Edwards hayan defendido ciegamente a
iCbmo se relrhn las viejas senoras santia- perpetua fuga de su ambiente, en continua la aristocracia colonial, n! a la arlstocracla
guinas queverdaderamente saben de estas negacidn de si mismo"', escribid Jaime de la anarquia, ni a fa liberal posterior
cosasi). Que su "metodo
barroco".
Eyzaguirre, refiritlndose al. hombre de a los anos 60, n i a la parlamentaria. ..
"hincha las frases, rebusca palabras clase meQia de su generactbn.
unicarnente habrlan sldo apologlstss de
altisonantes y acude a las emocrones
M e he acordado mucho de esta inttegu- la aristocracia del perlodo pelucbn. o sea,
Iiricas sin tocar en el fondo del pasa- ridad mediocriltica, cuando Sergio Vllla- de un lapso de treinta anos en clenta
do". etc.
lobos expresa su temor de que, si se inda- cincuenta de vida independiente y en
Particularmente angustioso es el relato gase "en la estirpe de los Villalobos. .. cuatrocientos de existencia nacional.
que hace el propio Villalobos de una con- sus arboles genealdgicos tendrian que ser
Respecto del resto de esos siglos. que no
versacldn suya con Eyzaguirre "en un podados dr8sticamente para lucir con dig- sea el período de treinta anos peluc6n. he
pasillo de la Biblioteca Nacional" (QUE nidad" ( ~ U E
PASA No 498). No es asi. comprobado cbn citas y V~llalobosha rePASA N o 498). Relbalo el paciente lector. Todos -Villalobos. Viales, Eytaguirres-,
conocido -sea explleitarnente, $ea caA l l l ver4 a Jalme Eyzaguirre, con su cora- retrocediendo, vamos a dar donde mismo, llandoque Edwards y Eyzagulrre
zbn, como siempre, desbordante de afec- a los mismos conquistadores. enco- no fueron paneqlristas de la clase dirituosa conffanta. acercarse a Sergio Villa- menderos, almaceneros, burbcratas y gente. sino sus crltlcos (critlcos ob)etivas,
lobos y hacerle una confidencia muy "doctores"
coloniales, a las mismas claro estl; no detrac edres sistem4ticos).
profunda, muy personal, abrirle su inti- rnancebas indias y aun a las mismas esCabrla agregar que ni siquiera ahorramidad. ¿Y Villalobos7 ¿Que pensaba en clavas negras de la Colonia. Por ello ron censuras a la aristocracia de esos tres
en ese QUE PASA No 467ese momento? ¿Qué rastro dejaba en su -decla
decenios pefucones. M e remito a la clta
corazbn este gesto amistoso del gran "los historiadores futuros podrdn mirar muy terminante que de Eyzaguirre hice
maestro? Pues.. sblo el sedimento agrio con frla objetividad a la aristocracia",
sobre este punto [QUE PASA N e 4871,
que 81 mismo narra alli con ingenuidad
liberados de falsos comple~os de infe- sobre la cual guarda Sergio Villalobos
Ahora bien, animadversibn tan irnpla- rioridad o de superioridad. "Asi empeza- mortal silencio. Podrla anadlr otras, y
cable es además. aoarenternente. fnexoli- remos a conoc~rla" "Pero fconclitlal tamhtbn de Fdwarils
-
Por último, a nadie escapa que los
treinta anos pelucones -elogiados por
Edwards y Eyzaguirre- fueron el periodo
d-e
fa aristocracia.
equilibrada en su peso social por el entonces lbrreo autoritarismo de los presidentes, que murid con la dhada de Manuel
Montt, o sea, junto con dichos decenios.
Autoritarismo que encumbrarla a personajes meritorlos de la empobrecida clase
alta de provincias, y aun de la incipiente
clase media. en 10% cuales los mandatarios
se apoyaron contri la soberbia aristocracia tradicional.
3) Con lo dicho en el N ? 2, nuestra
polbmlca, propiamente, ha terminado.
,
lismo europeo y de otras corrientes universales de pensamiento, no hisp8nlcas.c
Le hice ver que no era asl, que Eyzaguirre
simplemente. reconociendo esa influencia,
le habla dado su verdadera dimensidn.
Villalobos ha caldo en un discreto silencio
sobfe este tema. que antes le parecla
"el mejor ejemplo de deformacibn de la
Historia" por Eyzaguirre (QUE PASA
N ? 491).
3.3. Ha Imputado Villalobos a Eyzaguirre, en prueba de su presunta vlsidn
arlstocritica de la HistorEa, el cultivo de
la genealogia. Haci6ndole yo notar que
esta era útil como ciencia auxiliar de aqu8Ila. responde que as¡ decian los manuales
Jaime
Eyxaguirre,
en cuya
obra
h is tddca
hay claros
antecedentes
de su
preocupa&
Por
rehabilitar
a la clase
trabajadora.
1
El lector juzgard. Quedan sdlo algunos
"colgajos", anadidos por. Sergio Villalobos. para tapar la desnudez de su argumenta central, Los "colgajos" valen
tanto como Bste. Ejemplos.
3.1. Ha imputado Villalobos a Eyragulrre menosprecio par loc indigenas. Incesantemente le tte hecho ver que fue Eyzagulrre. despues de Nicolas Palacios, quien
prlmeri, reivindicó, y como un merito,
el cardcter mestizo, o sea, hispano-indio,
del pueblo y de la cultura de Chile. Villalobos no responde.
3.2. Ha imputado Villalobos a Eyzaguirre Interpretar laemancipaci6n nacional
sin considerar la influencia del raciona-
antiguos, pero no Iw m i s modernas,
los dernlsr cri. que son los que tiene
81.. . Me perdonara Sergio Villalobos,
pero estas pequenas pedanterlas universitarlas no lo favorecen. 'Por qu6 no refutar
derechamente los ejemplos que puse?
'Por qu6 no decir si un libro genealbgico
como la "Formach6n de la Sociedad Chitena", de Thayer, es o no imprescindible
para el estudio de la historia colonial?
'Por qu8 no explicarnos cdmo se puede
estudiar la aristocracia chilena, sus alianzas sangulneas. sus orlgenes y solidaridades regionales, o bren familias importantisimas. v.gr., "los Ochocientos", sin ayuda de su genealogia?
¿Menasprsc!o del pueblo?
Y* asf cabrla seguir con otros "colgaj o ~ "de la pof&mica, si el espacio lo permltiese. Queden, pues, en el tintero (o para
nueva ocasibn) los desesperados esfuerzos
de Villalobos dirigidos a disimular su
"gafle" de suponer que Eyzaguirre, con
un cuarto de judlo, se preocupaba de ia
"pureza de sangre". O las referencias
de un corte polltico y completamente
acientlflco. y de un slmplismo sorprendente, a las ideas "corporatiVistas". a las
"dictaduras", y a las concepciones "vetustas" o "regresivas" (¿creer&Villalobos,
tadavla, en el progreso indefinido...
este ano de gracia de 19803). Pero no
puede quedar en el tintero su imputacibn a
Eyzaguirre y a Edwards de "menosprecio
por el pueblo".
En el caso de Edwards, la quiere justificar con una, una sola y modesta cita. Y esta, todavia truncada y fuera de contexto.
Ese "proietarlado" que obedece "a Instintos materialistas de goce y domlnacibn", al "odio y la envidia", es el de la
sociedad burguesa, el producido -y
ésta es la parte de la cita que Villalobos
se salta a la torera- por "las oligarquias.. . las aristocracias capitalistas e
intelectuales dominantes en el siglo
XIX". O sea, se trata de una crlttca a las
clases dirigentes (ipor su pretendido
apologistai), en la misma llnea de un
Recabarren O de un Alejandro Venegas
("Sinceridad"), de los cuales seria faciIlsirno citar pirrafos muy parecidos a los
de Edwards que Villalobos cree decisivos
para su tesis.
En cuanto a m1 maestro y amigo incomparable, de imperecedero recuerdo, Jaime
Eyzaguirre. no puede Villalobos, por
supuesto, citar ningUn texto despreciativo
del pueblo. Porque fue Eyzaguirre quien
escribid asl. muchos, muchos anos atrds.
cuando algunos historiadores hoy leworosos amantes de ese pueblo estaben muy
calladitos.
"Nuestro co wpto (hispanoamericano)
de la drgnldad el hombre más que nunca
hoy es valedero. y son mrllones los seres
que en el Ambito geografico de nuestra
comunidad cultural esten reclamando
su aplicacldn. Trabajadores de los cafetales y cauchales, trabajadores de las
minas de estatío y de cobre, trabajadores
de los pozos petroleros y de la industria
agraria, Invocan su calidad de hombres
y exigen su rehabllitacldn espiritual y
material. Urge volver por nuestra justicla
de cepa cristiana y someter a los bienes
que se han alzado tiranizando o enloqueciendo a Iw hombres. Porque como dice
León Felipe:
Hay que salvar a1 rlco, hay que ealvarle de
la dictadura de su riqueza.
'PerotambMn hay que salvar al pabre.
Hay que salvar e l rico y al pobre.
Hay que matar al rlco y al pobre para qua
nazca el hombre".
..
!
..
..
Gonzalo Vlal
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