Apoyar al Desarrollo Saludable del Adolescente Tímido Por: Carrie Zack Usted nota que su hijo parece no tener muchos amigos, y pasa un montón de tiempo en casa solo, apartándose de deportes, clubes, y bailes. No es estar solo sea preferible; su hijo quiere ser socialmente activo, pero la idea de estar con personas que las cuales no conoce muy bien crea ansiedad y malestar. ¿Su adolescente anticipa lo peor: que las personas pensaran que no es lo suficientemente inteligente, lo suficientemente talentoso, o lo suficientemente genial? ¿O le preocupa estropearlo todo y ser tomado por perdedor? Aquí una lista de lo que usted puede hacer y decir para apoyar el desarrollo saludable de su adolescente “tímido”: Comprender que la timidez no es una cadena perpetua: la adolescencia es un momento en la vida en el cual las personas se vuelven aún más conscientes y preocupados acerca de lo que los demás puedan percibir de ellos. Como resultado, muchos adolescentes comienzan a sentirse tímidos en situaciones donde sienten que otros puedan estar observándolos y generando opiniones sobre ellos. Hágale saber a su hijo que la mayoría de las personas se sienten tímidas en algún momento de sus vidas pero que la mayoría no lo continúan siendo durante la adultez. Las personas cambian y la timidez cambia. Negarse a ser etiquetado. Timidez no es lo que eres pero como interpretas y reaccionas frente a las situaciones. La timidez se trata esencialmente de dos cosas: (1) como uno se siente y piensa en las situaciones sociales y (2) como uno permite que esos pensamientos y emociones afecten su comportamiento. No existen las personas tímidas, solo las reacciones tímidas. Una reacción tímida permite que la ansiedad le guie a pensar que usted no será capaz de manejar las situaciones sociales y así intentar evitar las mismas. Cambie de foco. No se enfoque en la perfección en oposición al fracaso. En su lugar piense en las interacciones sociales como formas de practicar y mejorar sus habilidades sociales. Enfóquese en lo positivo: ¿Qué salió bien? ¿Qué devolución positiva obtuvo? ¿Cómo han mejorado sus habilidades sociales desde la última vez que estuvo en una situación similar? ¿Qué aprendió que puede utilizar la próxima vez? Este preparado. Antes de introducirse en una situación social, elabore una lista de cosas para decir o preguntar con el fin de iniciar una conversación. Practique las respuestas a las preguntas que otros suelen preguntar. Tomarse el tiempo para prepararse no hace a una persona menos competente que otras a las cuales estas cosas parecen serle más fáciles. Estas situaciones se volverán más fáciles con la práctica. Enfatice calidad sobre cantidad. Recuerde que la participación en eventos sociales no significa que deba convertirse en una mariposa social. Unas pocas relaciones saludables y mutuamente beneficiosas, pueden ser mejor que muchas amistades superficiales. Encuentre su propia identidad. Explore intereses y desarrolle destrezas mediante actividades extracurriculares, como clubes, deportes, trabajos a medio tiempo, o pasantías. Sepa que las personas que se describen a sí mismas como incomodas en situaciones sociales, pueden encontrarse a cada paso en la vida, incluyendo artistas famosos, CEOs. Por lo tanto, no se limite a usted mismo aceptando una identidad “tímida”. Lecturas Sugeridas Carducci, B. (2003). The Shyness Breakthrough: A No-Stress Plan to Help Your Shy Child Warm Up, Open Up, and Join in the Fun. Emmaus, PA: Rodale Books. Carducci, B. (2000). Shyness: A Bold New Approach. New York: Harper Perennial.