OflTOOlO D8 cine iTOUClflO E1 Grupo Fotográfico y de Cinema, ha hecho pasar por la pantalla del Teatro Bartrina, un valioso documento hjstórjco con la Àntolo g ía del Cine Italiano, facilítada al Centro de Lectura por el Instituto Italíano de Cultura, de Barcelona. E sta Àntología, realizada por eI Centro Experimental de Cinematografía de Roma, con la colaboración de la Cinemateca Italiana de Milán y la Cinemateca Nacional de l.oma, es, sin duda alguna, una obra maestra en su género, cuya realización no creemos pueda compararse con otras de su clase, por lo completa en estudío, y recuerdo de 1os valores que, por antiguos, estaban quedando olvídados. Muy distintos sentidos puede sacarse de aquella proyección, dividida entre cuatro sesiones, con un total de más de ocho horas de programa, pero inevitablemente, la primera que se presenta de una manera arrolladora es el comentario tantas veces oído por parte de algunas personas ya entxadas en aíos, de que el cine de antes —prescindiendo de la técnica-, era mejor que el de ahora. La evolución de todo orden que se pone de manifiesto en esta Àntología, demuestra ésto claramente: evolución, superación, trayectoria seguida y placer de mirar hacia atrás para poder comparar. Desde el prímer fllm rodado en Italia, en el aío i.896 —documental sobre s.s. el Papa León XIII— hasta ,,Cuatro pasos por las nubes, películas que abren y cierran respectivamente la Àntología, medía un abismo; en técnica, en arte, en sensibilidad y expresión. El ritmo ascendente es: el reportaje; films heroicos; ,,divas, o época en que se pretendió que la gracia de una belleza femenina remplazará el argumento; y siguen películas cómicas intrascendentes; adaptaciones de la literatura y primeros intentos del ,,realismo iniciando una clara decadencia por extinguirse las posibilidades del cine mudo. Àparece el cine sonoro, y con él la rehabilitación de la antigua audacia, y así se vuelve al gran desplazamiento de masas del fllm histórico; aparecen después obras de ambiente satirico; dramas, con intervención de 1os grandes actores de la escena; biog rafía y reportajes novelados sobre la segunda guerra mundial, para entrar de ileno en la mayor fuerza del cine italiano aún en nuestros días: el ,,realismo, o expresión amable de la senciilez de vivir. En cuanto a técnica, vamos desde la toma fija con luz por la espalda del operador, hasta el movimiento horizontal de la cámara; del grano grueso y luz contrastada del fllm, a ia suavidad de los grises por el perfeccionamiento del tratado químico de la emulsión; y se entra deflnitivamente a la cámara en acción y a su desplazamiento por grúa, para enfocar una misma escena variando constantemente de ángulo. Lo que es de suponer fué corregido adrede para adaptarlo al espectador actual, es el movimiento excitado de ios personajes que aparecía en las producciones antiguas, rodando en la Àntolo g ía mayor número de fotogramas por metro. Cada una de las cuatro sesiones era completada con documentales en Ferraniacolor —técnica genuinamente italiana—, saliéndose del orden cronológico de la Antología, cuya belleza y perfecciói daban mayor idea del avance. Pero el abismo que medía entre el principio y el final de esta obra, es, precisamente, lo que con mayor respeto nos hace admirar el príncipio de la misma: a ios seguidores de la fabuiosa industria cinematográfica, nos impone respeto el esfuerzo titánico de aquellas personas, con evidente falta de medios técnicos, artísticos y económicos, y que luchando contra la masa detn&ctora amanerada en otros espectáculos, supieron mantener indemne la propia fe en si mismo y en sus recursos, el afán de lucha y superación, para legar a la actual generación el que había de ser el rte de las grandes masas. Cierto que la mentalidad de la Sociedad ha variado, y con ios medios técnicos también el plan de producción, pero la piedra fundamental fué pusta certeramente por aquellos promotores,que con la realización de la Antología, Italia, como pocas naciones por no decir nínguna, ha sabido honrar dignamente trayendo hasta el espectador actual la personalidad de aquellos hombres reflejada a través de su gigantesca obra. José Constanií Cunillera Hl VUft TORfl[IR, S8flYOR! ,,Pàtria es la voluntat de Déu (Paul Claud.l) E1 silenci maldava per ser crit. I cobejós de lhorta sense tanca on res no pot la seca ni la manca, men vaig anar aml, la nau que duc al pit. Mesperaven uns mots que no entenia, i lamargor del plor que em va seguir per la mar emblavicla i sense fi que bressola lenyor de cada dia. Cap címa no sem torna camí pla, i mhe venut Ia set per laiva clara. On deu ésser lestel que adesiara llampugava & la palma de la mà? La creu era tan lleu, al cap del polze, que buit de mi mateix ei pensament, hi guaria les nafres de la gent que trucava al meu f1anc a cops cle colze. Cercant el gra de mill de locellam i el vestit no filat de cada lliri, retrobo ei temps que em feia de saltiri i el crit, agenoliat, sem torna clam. No vull tombar la vista cap enrera ni sentir com repiquen per demà, Mafeixug a el camí que vaig trïar quan anàveu a dir-me la drecera. Si ara sem f1oreix el pa abundós, í enyoro el rosegó de la penúria mentre eI vent de la mar, tornat cantúría, se memporta les veles cap a Vós. Si mheu guardat el jou que em feia lliure i mespera, aml, la llum de bat a bat, el recer de la vostra voluntat. torneu-mhi de seguida, que hi vull viure! Oleguer Huguet. Premio Teniente de Àlcalde Delegado de Cultura del Ayuntamiento de Tarrasa. Juegos Florales de Tarrasa, 1960.