Sí es posible, llama a no quedarse solamente como espectadores del deporte Cándido Santiago: los juegos interminables de la pintura. Un ensayo de Miguel Ángel Muñoz. Invita a la clausura de Morada interior Gasca Mar Número 937 Domingo 19 de Junio de 2016 Autorretrato de Mar Gasca en el Museo Guelu. II | Domingo 19 de junio de 2016 | Cultura “Y al ver el carro amarrarse y encima a los infantes (con cara de no nos andamos con pendejadas y al primero que se pase de taparrosca lo atascamos) bien, pero bien armados, y atrás que llega otro vehículo igual, a todos los presentes se nos enfrió el caldo.” (Imagen tomada de Wikipedia). Morning convoy César Flores Comentarios a: [email protected] “Al no encontrarles nada más en la mirada –porque los guachos son cabrones sicólogos, hermeneutas del alma, exégetas de los gestos- que el reflejo oscuro de sus mezquinas existencias, se metieron los carros a la calle de junto...” Era muy de mañana y se extendía negrísimo el cielo de nublado. Yo estaba en la carretera federal que parte al pueblo a la mitad, justo debajo del puente peatonal. Allí esperaba, como cada mañana, a los alumnos rezagados que llegan de otras poblaciones. Ai’ los veo llegar siempre con sus zapatos rotos o mugrosos porque el asunto está jodido, pero como sea, llegan. Tarde pero llegan. Y ahí estoy esperándolos y viendo que no se vayan para otro lado. Lo hago porque me nace. En este pueblo se las dan de muy cabrones. Que aquí hacen su ley, que aquí son los dueños y son la autoridad. Dicen eso. Pero la verdad son montoneros, y hocicones. Se sienten pan de huevo. Nada más. Siempre ven a los demás como perdonándonos, como diciendo que nos dan chance de venir a chambear a su pueblo chilapastroso, que nos hacen el favor de dejarnos ganar el pan. Sienten que ellos son la leña que no hace humo. Ya lo dije, son hocicones. Y chismosos. Estaba, ya lo referí, bajo el puente. Y de pronto, de sur a norte llega un doble tracción del ejército y se frena de golpe abajo del puente, merito frente a mí. A unos pasitos estaban varios de los que se las dan de que tragan lumbre y escupen flamas, y al ver el carro amarrarse y encima a los infantes (con cara de no nos andamos con pendejadas y al primero que se pase de taparrosca lo atascamos) bien, pero bien armados, y atrás que llega otro vehículo igual, a todos los presentes se nos enfrió el caldo. Y es que imponen esos cabrones. Nada más de verlos como que avientan autoridad. Yo sólo me reía en mis adentros al ver a los chingones mugrosos de aquí, los tragaflamas, hacerse chiquitos. Como que una culpa se les empezaba a encajar en el rostro, como que pensaban que por alguna esotérica razón venían por ellos. Quizá por madreamujeres que se dejan, por briagos, por machos, por ojetes. Los soldados se quedaron unos instantes parados ahí en la vía. El silencio pesaba que lo podías cortar como a una rebanada de pastel de seis leches. Yo nada más veía cómo abrían sus ojotes los lugareños, bien fruncidos. Putitos. Lo que hubiera dado por gritarles “¡¿qué, no que muy gandallas, que son los padres de todos, que aquí cualquiera de fuera se las Pérez Prado con todo y orquesta y bailarinas?!” Todavía los verdes se les clavaron como radiografiándolos, y al parecer, al no encontrarles nada más en la mirada –porque los guachos son cabrones sicólogos, hermeneutas del alma, exégetas de los gestos- que el reflejo oscuro de sus mezquinas existencias, se metieron los carros a la calle de junto, la muy larga y serpenteante, la que entronca y pasa bajo la autopista perdiéndose bien allá en los más macizo del verde monte, y se disipó la tensión. Como que volvieron a respirar. Momentos después llegó el microbús rechinante con los alumnos de costumbre, les tiré el mismo rollo de que se apuraran y de que nada de desviarse o que se les perdía la brújula, y me fui atrás de ellos, no sin antes ver a los machos, a los chingones, quietecitos todavía, cómo les iba volviendo el color a sus cenizas jetas. Domingo 19 de junio de 2016 | LA UNIÓN DE MORELOS | III MI obra se vincula con la realidad, “para sacar la sensación de desolación, de tristeza absoluta, de toda la sangre que corre en el país”, dice en entrevista Mar Gasca invita a “detener nuestra mirada un momento en la naturaleza, para sanar un poquito” El Museo Guelu, dice la artista, es un espacio “pequeño, muy íntimo, en donde me pude explayar a exponer muchas de las piezas que me interesaban.” (Fotografías: Cortesía) La exposición Morada interior, de Mar Gasca, será clausurada el próximo jueves, en el Museo Guelu, en Cuernavaca José Antonio Gaspar Díaz Comentarios a: [email protected] El trabajo artístico de Mar Gasca, definido en su propia voz, “es un trabajo naturalista pero también es un trabajo muy dedicado, muy ‘talachudo’, muy preciosista. Es así: súper fino, yo creo que en una palabra sería un trabajo súper fino”, responde a pregunta expresa. Por ello, es inevitable cuestionarle si su obra tiene alguna vinculación, o no, con la realidad social actual, a lo que contesta de manera amplia: “Creo que cada obra, de alguna manera, habla de una realidad. O sea, esa realidad en que tenemos, por ejemplo, muchísimos muertos, desaparecidos, gente muriéndose de hambre y está otra realidad, en la que tenemos un mundo tan maravilloso, tan fantástico. “Tenemos, incluso en este país, una naturaleza tan grande que podríamos detener nuestra mirada un momento en esas cosas tan pequeñas, tan particulares, para sanar un poquito. Para sacar como esta sensación de desolación, de tristeza absoluta, de toda la sangre que corre en el país. “A mí me parece que esa es como la diferencia, pero en eso también puede vincularse un poco mi obra: en darte un espacio para respirar, para ver otra cosa y continuar en la tragedia nacional.” -¿Entonces consideras que tu obra aporta luz a esta oscuridad que se vive en México y en el mundo? -Sí, yo creo que sí, porque es como un momento para reflexionar, incluso hay muchas piezas que tienen fragmentos, por ejemplo, de insectos o fragmentos de hojas, pero son como un gran acercamiento al objeto. Incluso es como una invitación a que el espectador se acerque un poco, descubra qué es lo que está pasando, que se relaje. Es, como dices tú, una pequeña luz dentro de tanto caos, tanta oscuridad, tanto terror y tanta tragedia, pues para encontrarse con uno mismo. Incluso, tal vez estas piezas o lo que uno piensa al ver estas piezas, te pueda llevar a entender mejor lo que estás haciendo en el mundo o entender mejor la naturaleza. No sé, puede que eso pase con el público, pero para mí, personalmente sí es como un descanso, de la vida ajetreada, de todo el tiempo estar haciendo cosas y de todo el tiempo estar llamando y estar mandando mensajes y estar conectado con el universo entero. Es un momento como de respirar y seguir. IV | Domingo 19 de junio de 2016 | Cultura *UNA ÚLTIMA LLAMADA PORQUE NOS VAMOS Después de más de dos meses de la apertura de la exposición Morada interior, de Mar Gasca –inaugurada el sábado 9 de abril-, en el Museo Guelu en Cuernavaca, la muestra llegará a su fin esta semana. Por ello, la artista ha organizado una clausura para su primera exposición individual, el próximo jueves 23 de junio, a las 18:00 horas, en el recinto que exhibe su obra, localizado en la calle Ixcateopan número 10, colonia Vista Hermosa, frente a la zona arqueológica de Teopanzolco. -Uno está al pendiente de las inauguraciones, pero no de las clausuras, ¿de dónde surge esta idea? -Cuando hicimos la difusión para la inauguración hubo gente que no había podido ir, porque era en sábado y era un día familiar; entonces la idea era esa: dirigirnos al púbico que no pudo ir y al que si fue pero no pudo regresar, como si fuera una última llamada porque nos vamos. Es un evento bastante más relajado que el de la inauguración. Me interesa que la gente que no me conoce y los que no han ido, se pudieran acercar y en un día entre semana puede ser más sencillo. “Mi obra es, como dices tú, una pequeña luz dentro de tanto caos, tanta oscuridad, tanto terror y tanta tragedia, pues para encontrarse con uno mismo.” *UNA EXPERIENCIA FORMATIVA -¿Qué tipo de retroalimentación tuviste con el público?, ¿qué comunicación tuviste con la gente que acudió a ver tu obra y qué te expresó? -Fue una experiencia muy interesante pero sobre todo muy formativa para mí. Es la primera exposición que hago y me gustó hacerla en un recinto que tiene un peso especial, que es un lugar que no está tan céntrico pero a donde la gente sí acudió, hubo un gran quorum para la exposición. Fue bastante formativo porque mi experiencia anterior, en algunas colectivas, era que yo llevaba algunas piezas, estaba Mi trabajo artístico es un trabajo naturalista pero también es un trabajo muy dedicado, muy ‘talachudo’, muy preciosista, dice la autora. al tanto de qué es lo que se estaba haciendo de difusión y demás, pero yo no me metía tanto porque no me correspondía. En este caso, yo estuve encargada casi en su totalidad de la difusión, en la preparación de las piezas, en el montaje. Y el momento de la inauguración fue muy lindo, porque mucha gente que me conoce y que no sabía qué es lo que yo hago, fue a la exposición –y mucha gente que no me conoce también- y hubo una retroalimentación interesante con algunas personas Tal vez estas piezas o lo que uno piensa al ver estas piezas, te pueda llevar a entender mejor lo que estás haciendo en el mundo o entender mejor la naturaleza, reflexiona Mar Gasca. Domingo 19 de junio de 2016 | LA UNIÓN DE MORELOS | V Mar Gasca invita a la clausura de Morada interior, este jueves 23 de junio, a las 18:0 horas, frente la zona arqueológica de Teopanzolco. (Fotografías: Cortesía) del medio artístico, con amigos y con gente del público. En algún lugar me preguntaron de qué manera el público podía llegar y acercarse a la obra, y era eso: que se acercaran con ganas de conocer, de sorprenderse y de preguntar lo que no supieran. plantas, pero a mí me interesa un poco más la parte de lo naturaleza, de lo orgánico, los insectos, los animales, las plantas. *RESCATAR LA PARTE PLÁSTICA DE LOS SOPORTES *UN LUGAR IDÓNEO PARA EXPONER MI OBRA -En tu muestra llaman la atención los materiales, los soportes en los que trabajas, pero además la variedad de técnicas que utilizas, ¿de dónde nace esta inquietud por trabajar así?, ¿qué es lo que buscas en el fondo? -La idea surge por descontextualizar el soporte, por ejemplo: la piedra, que deja de serlo en el momento en que tú la vuelves un soporte pictórico, digamos que pierde su característica original o primaria, para convertirse en otra cosa. Entonces de ahí es que surgen mis ganas de empezar a trabajar con distintos materiales, descontextualizándolos de su función original para que funcionen ahora como soportes pictóricos, pero que funcionen también todas sus características estéticas, visuales, de textura y demás, entonces eso es lo que me interesa rescatar: toda la parte plástica de los soportes que utilizo. *GEOMETRISMO Y TRAMAS EN LA NATURALEZA -Hay artistas que se interesan más por lo abstracto, por las figuraciones humanas, en tu obra la presencia de la naturaleza es notoria. -Sí, la verdad es que me gusta mucho todo el geometrismo que encuentras en la naturaleza, todas las tramas que encuentras en la parte de la naturaleza. Si uno se pone con microscopio a ver las células humanas encontrarás muchos geometrismos, muchas tramas, muchas texturas visuales que también hay en los insectos y en las -En cuanto al espacio donde expusiste, sus dimensiones permitieron que los espectadores tuvieran mayor contacto y cercanía con las piezas. -Sí, desde que conocí el Algunas de las piezas de Mar Gasca en el Museo Guelu, en Cuernavaca. museo Guelu me pareció que podía ser un lugar muy ta ahora que ya lo estamos culminando. bonito para exponer mis cosas y también me pareció que era La clausura es a manera de agradecimiento, de cerrar un ciclo un lugar idóneo para exponer mis cosas, porque es un museo más y muy contentos porque funcionó muy bien y tuvo muy pequeño, muy íntimo, en donde me pude explayar a exponer buenos resultados. muchas de las piezas que me interesaban. Y a la vez que no se viera como demasiado lleno de cosas, *ENTRANDO A UN RECINTO COMO UN POCO SAGRADO sino que cada pieza tenía su espacio, funcionaba muy bien, entonces ahora sí el museo no se veía chiquito, mi obra no se -¿Le agregarías a ese espacio otra característica, como es la veía pequeña, se veía todo como muy ad hoc. de la calidez? Aunque es un espacio pequeño está muy bien organizado, -Sí, exactamente, le agregaría que es un espacio muy cálido, hay una sala que es circular pero tiene sus recovecos, entonademás de que es el sitio que te provee como esa cosa íntices puedes entrar a ciertos lugares, ver las piezas. No es como ma, que sientes que vas entrando a un recinto como un poco si fuera un espacio totalmente abierto o cuatro paredes, ensagrado, sería también la calidez de las personas que están tonces te da una sensación de que es mucho más grande de en el museo, tanta que le dan ganas a uno de volver a ver qué lo que es, aunque sabes que es muy pequeño. es lo que están haciendo, porque tienen muchas actividades Y a mí me encantó haber trabajado con el arquitecto Cué, a lo largo del mes. Y sí te dan ganas de regresar, tanto por el desde que mandé mi proyecto para hacer la exposición, hasespacio como por la gente que hace el espacio. “Tenemos, incluso en este país, una naturaleza tan grande que podríamos detener nuestra mirada un momento en esas cosas tan pequeñas, tan particulares, para sanar un poquito. Para sacar como esta sensación de desolación, de tristeza absoluta, de toda la sangre que corre en el país.” VI | Domingo 19 de junio de 2016 | Cultura Inauguró el 3 de junio, Diálogos corpóreos, en el Centro Cultural “Casa de las Bombas”, UAM-I Cándido Santiago: los juegos interminables de la pintura “Quiero pintar el aire.” -Claude Monet Miguel Ángel Muñoz Comentarios a: [email protected] El arte es una propuesta visual, sonora y poética. Solemos olvidar que la práctica de la pintura exige una notable actividad material y espiritual, un largo proceso de realización a partir de la elaborada clasificación conceptual que define los motivos a desarrollar sobre el espacio blanco de la tela o el papel. La creación pictórica, en efecto, despliega una cierta energía activa que la lenta reflexión, composición y ritmo definen a lo largo del proceso. Dadme otro verano aunque sea arrastrándome, un verano donde sienta el rastrear del silencio, la sequedad del silencio… 1 Ese silencio del que habla el poeta portugués Eu- Crisálida, de Cándido Santiago. Una mirada propia, gracias a la cual las figuras – cuerpos femeninos – son como pensamientos, llamadas de atención, o un paisaje muestra que no sólo es grafía, que también es poesía. génio de Andrade, es el que ha llevado a Cándido Santiago a reflexionar sobre su pintura. Partiendo, por tanto, de su gusto por lo que podríamos llamar temas del entorno próximo (los objetos que se intuye habitan en su mundo, en ese pequeño rincón que existe, aunque nos lleve siempre a otros sitios). Santiago no deja de plantear pequeñas pero significativas modificaciones. El color, los tonos apastelados, en los que mezcla sentido cálido con cierta añoranza, y un dibujo tan sencillo como evocador siguen siendo ele- mentos principales de su lenguaje. Como el aire selectivo con que escoge los motivos, por más que al final uno tenga la sensación de que ninguno sobra pero tampoco falta. Con respecto a épocas y exposiciones anteriores (Vestigios, 2012 o Reminiscencias, 2010, esta última en el Taller Rufino Tamayo de Oaxaca), entra hoy en un momento más de depuración, y agudiza -si cabe- el tratamiento de la figura. Domina ese equilibrio difícil en el que no se notan las restas, la eliminación de motivos, y se intuye el Mujer maguey, obra de Cándido Santiago. cuidado con el que se define cada composición. El dibujo descubre a Cándido un orden en la figura que reinventa después en sorprendentes composiciones cromáticas. Se trata, por decirlo de algún modo, de una recuperación del motif de admiración por Rufino Tamayo, Rodolfo Nieto y Francisco Toledo, de los cuales el artista extrae una enseñanza doble. Por una parte, cierta figuración básica que la ayuda a puntuar la obra en presurosas líneas maestras, a construirla más bien, para hablar con preci- Domingo 19 de junio de 2016 | LA UNIÓN DE MORELOS | VII El dibujo descubre a Cándido un orden en la figura que reinventa después en sorprendentes composiciones cromáticas. sión, sugiriéndole el equilibrio compositivo que después acentuará el color como forma cardinal de la representación. Por otra, una gradación de colores en plano, de controlada densidad de pigmento y fuerte carga emotiva. Su metamorfosis de color y la estabilidad de su forma, que es fuente de renovación, constituyen un desafío máximo. Uno de los principales mandatos pictóricos del siglo XX (Paul Klee), decía: no reproduzcas la naturaleza, has como ella. Pero, ¿qué es un paisaje? Nada y todo. Se deja hacer. Si se mueve es por buscar el equilibrio que otras fuerzas le rompen; va y viene, se agita, incluso puede mostrar su rabia, y en este movimiento lo transforma todo, lo acoge todo. Quien conozca la trayectoria de Cándido Santiago puede que se pregunte entonces cómo cabe apurar más el lenguaje, sí, de hecho, se ha mantenido siempre al margen de retóricas y ampulosidades. Tal vez lo que quede al final sea la prueba de ejercicio de una mirada propia, gracias a la cual las figuras – cuerpos femeninos – son como pensamientos, llamadas de atención, o un paisaje muestra que no sólo es grafía, que también es poesía. Así, cada vuelta a la pintura de Santiago, produce nueva seguridad en la fuente inagotable de la pintura y nuevas expectativas al volverla a descubrir. El color, los tonos apastelados, en los que mezcla sentido cálido con cierta añoranza, y un dibujo tan sencillo como evocador siguen siendo elementos principales de su lenguaje. Eva, obra de Cándido Santiago. 1) Eugénio de Andrade, El silencio. Publicado en Material solar y otros libros. Traducción de Ángel Campos. Galaxia- Gutenberg,2004, Barcelona, España X | Domingo 19 de junio de 2016 | Cultura Las fotografías fueron seleccionadas de entre cinco mil imágenes, de 20 actividades deportivas, refiere la expositora La exposición Sí es posible, invita a no quedarse solamente como espectadores del deporte En la exhibición predominan los retratos de los rostros de los participantes, en momentos precisos de las prácticas. (Imágenes de la exposición Sí es posible, tomadas por José Antonio Gaspar). José Antonio Gaspar Díaz Comentarios a: [email protected] En las fotografías, se ve lo mismo el gesto de coraje -en su acepción de arrojo, de audacia-, que el de la coronación del esfuerzo con una sonrisa. (Imágenes de la exposición Sí es posible, tomadas por José Antonio Gaspar). Una selección de imágenes fotográficas a color, de diversas actividades deportivas, en donde predominan los retratos de los rostros de los participantes, en momentos precisos de las prácticas, en donde lo mismo se ve el gesto de coraje -en su acepción de arrojo, de audacia-, que el de la coronación del esfuerzo con una sonrisa, es parte de lo que exhibe la muestra Sí es posible. La exposición que presenta el trabajo de Maricela Lule Chávez “Mary Lule”, fue inaugurada el pasado 20 mayo en las paredes de los pasillos de la planta baja del Museo de la Ciudad de Cuernavaca (MuCiC). Y dadas las características de algunos atletas fotografiados –en muletas, en sillas de ruedas o con prótesis de las extremidades- es una invitación a no quedarse solamente como espectadores del deporte. En un pequeño texto de sala, la expositora considera que frases como: “No es para mí”, “no podré”, “es muy difícil”, “falta mucho”, “no tengo tiempo” y otras, “son las que, tal vez en algún momento, pasaron por la mente de estos atletas, con los que compartí sueños y metas”. Aclara, sin embargo, que las voces de ánimo, de seguridad, de valor y de esfuerzo, fueron mayores. “No los detuvo la edad ni el tiempo de entrenamiento, ni la altura ni la distancia, ni la constitución o limitaciones físicas, y al verlos, viene a mi mente: eso yo lo viví, eso me pasa, eso lo entiendo y ¡sé que también él o ella lo lograrán!”, escribe. Menciona que otro aspecto importante retratado en las imá- Domingo 19 de junio de 2016 | LA UNIÓN DE MORELOS | XI genes, es el de las condiciones geográficas de las actividades de los deportistas: “en una ladera o en una montaña o en un sendero lodoso, o bajo la lluvia o en pleno rayo del sol”. Con esas actitudes –añade-, después de gritar, correr y hasta rezar por ellos, “me motivan a continuar compartiendo con otros esos momentos de luz que capto con la cámara y me animan a seguir haciendo lo que me encanta”. Lule Chávez destaca en el texto que las fotografías expuesta en el MuCiC, fueron seleccionadas de entre más de 5 000, “que he captado en más de 20 eventos, que muestran las alegrías, la fuerza, la unidad, el trabajo en equipo y la confirmación de que ¡sí es posible!” “Muestran que una decisión para hacer algo por ti, por tu salud y por tu vida, traerá más vida ¡y más alegría!”, enfatiza. Respecto a uno de los corredores, invidente, afirma: “¡Él no veía, pero sabía que era posible y llegaría! ¡Él creyó, se esforzó, confió y pudo! Y sin saber, me motivó a comenzar a correr a mí”, revela. Por último, invita a los espectadores a dejarse motivar por las imágenes de hombres y mujeres en acción física: “¡No pierdas más tiempo para disfrutar de la vida que recibes! ¡Haz deporte!, ¡Es una gran bendición!”, asegura la expositora. Las fotografías, dice la autora, “muestran que una decisión para hacer algo por ti, por tu salud y por tu vida, traerá más vida ¡y más alegría!”. La muestra de Maricela Lule se presenta en el Museo de la Ciudad de Cuernavaca. (Imágenes de la exposición Sí es posible, tomadas por José Antonio Gaspar). XII | Domingo 19 de junio de 2016 | Cultura Ofrecen un... Viene de la pág. 16 Cada uno de los personajes de Pedro y el lobo fue interpretado –en la parte final del concierto- por un instrumento; y ayudados por los sonidos, los miembros del público tenían que imaginar y recordar quien era quién. De esa manera, cada vez que el narrador hacía alusión a Pedro, era todo el quinteto el que lo representaba; un pajarito era encarnado en el sonido de la flauta; el oboe representaba al pato; el clarinete, personificaba a un gato silencioso; el abuelo de Pedro era la presencia sonora del fagot; en tanto que el lobo tenía una caracterización singular, en la voz del corno francés. Los cazadores que iban tras el feroz animal y los disparos que hacían para atraparlo, también era la conjunción del ensamble completo, integrado por Francisco Ramírez (flauta), Georgina Sotelo (oboe), Ismael Sánchez (clarinete), Armando Hernández (fagot) y Fernando Torres (corno francés). Carlos Álvarez fue el narrador que le dio voz a la historia. Los cinco músicos y el narrador pusieron a trabajar la facultad de la imaginación entre los integrantes del público que los veían y escuchaban. (Fotografía: José Antonio Gaspar) ***** Además de crear situaciones simpáticas y hasta de suspenso, en el desarrollo del relato musical, la obra aportó a los niños una enseñanza de vida: el valor de un chico no está peleado con su nobleza, puesto que Pedro –al final- no sólo pudo atrapar al lobo, sino que evitó su sacrifico entre las balas de los cazadores... y mejor pidió que lo ayudaran a llevar al animal al zoológico. ***** Pero el esfuerzo de los músicos se desplegó desde el comienzo del concierto, al invitar a imaginarse la corte de Hungría del siglo XVII y los momentos –todos musicalizados- en que el rey y la reina salían del palacio para dar inicio a un festejo. O bien, imaginar el estado de guerra del imperio; la diversión del pueblo en los grandes bailes y hasta las reuniones de la gente de los puertos en los mercados, donde predominaban los contrastes de aromas y sabores, los diferentes idiomas y los productos de Los globos de colores al final fueron agrupados en un gran ramillete y cada uno de los pequeños que se acercó recibió uno, a fin de no olvidar que su imaginación también puede volar. (Fotografía: José Antonio Gaspar) lejanas tierras. ***** Un payaso invitó: “la ilusión hay que buscarla en las pequeñas cosas cotidianas”, y pidió dejar “esos odiosos aparatos –de las nuevas tecnologías- en casa por un rato”. (Fotografía: José Antonio Gaspar) “¡Qué bueno es viajar en el tiempo con la música!”, dijo el narrador, para después generar expectativas en sus escuchas ante el anuncio que hizo de la llegada del circo y dar paso a las composiciones de Bonifacio Rojas, en donde, musicalmente también, el quinteto recreó la presencia del payaso. Ese personaje invitó: “la ilusión hay que buscarla en las pequeñas cosas cotidianas”, y pidió dejar “esos odiosos aparatos –de las nuevas tecnologías- en casa por un rato”, dijo. De esa forma, llevó a los niños a imaginar el suspenso de ver el acto de los trapecistas, el número de la danza de los perritos bailarines, de los caballitos y, claro, del malabarista en la cuerda floja. Un “¡cuidado!, oh... qué susto”, en medio de su relato de las peligrosas suertes de ese personaje del circo, realmente hizo creer a los niños que algo grave estuvo a punto de suceder. Los globos de colores amarrados a las sillas en el escenario, que al comienzo del concierto habían servido para llamar la atención de los pequeños, al final fueron agrupados en un gran ramillete y cada uno de los pequeños que se acercó recibió uno, a fin de no olvidar que su imaginación, también puede volar, como esos ligeros objetos. Domingo 19 de junio de 2016 | LA UNIÓN DE MORELOS | XIII De cómo nació algarrobilandia El Mago Siempre era posible bailar bajo la sombra de los tabachines y también bajo el follaje azul de las jacarandas, claro que no era la misma danza. No, en realidad no lo era. Se dice que bajo los tabachines había más regocijo, su color encendido invitaba a los bailes rápidos, movidos, aquellos donde la euforia del grupo salía a flote y las risas desparpajadas afloraban repentinas, sin ningún tapujo. En cambio, cuando el conglomerado danzaba bajo las jacarandas, la situación era contraria: todo era romanticismo, bailes suaves, sin prisa, movimientos rítmicos donde la música hacía nacer la pasión y el encanto. Aquellas diferencias de sentimiento bastaron para dividir el clan; se crearon, con el tiempo, dos fiestas: la del tabachin y la de la jacaranda, eventos con los que comenzaron a surgir las desigualdades sociales que en todo grupo humano nacen de repente, quizá sin una razón legítima. Pero ahí no quedó la cosa; aquello fue el detonante para que cada tropa creara toda una ceremonia, toda una parafernalia en derredor de cada ocasión: la fiesta de los tabachineros tenía algo de magia, se desarrollaba por el día, y se adoraba al dios amarillo naranja quien representaba al propio sol. En cambio, los jacaranderos, llevaban a cabo sus fiestas de noche y adoraban, por su color albiceleste, a la luna. El espacio que fuera común para aquel conglomerado antes de aquellos desajustes, comenzó a sufrir cambios drásticos. Los tabachineros tomaron una parte del territorio para ubicar sus viviendas y se separaron prácticamente de los jacaranderos, los que, como respuesta a aquella acción, de forma tajante, construyeron una palizada en el lugar que pensaron sus fronteras. Esos pequeños desarreglos iniciales llevaron a las dos comunidades a enfrentarse entre sí, primero con pueriles afrentas, más tarde con ataques feroces que desembocaron en la primera muerte por sus desavenencias. Lo demás, está por demás contarlo. Del lado de los tabachineros se talaron todas las jacarandas existentes en su territorio, mientras que en el lado de los jacaranderos se extirparon, hasta la raíz, los tabachines que dentro de sus linderos crecían. Cuenta la historia que muchos años después nació Amapica, niño jacarandero Fotografía: José Antonio Gaspar Comentarios a: [email protected] Jacarandas afuera del Palacio de Bellas Artes, en la ciudad de México. que, por transmisión oral de su abuela, supo de las desavenencias entre su tribu y sus vecinos, y los orígenes de éstas. El pequeño se hizo hombre con la idea de reunir nuevamente a aquellos dos pueblos que nacieron de una misma rama. Persona pensante y bien intencionada, Amapica se ganó el respeto y el cariño de su gente, la cual le dio su confianza y lo llevó a la dirección política de sus vidas. Ya como primer mandatario de Jacarandalia, Amapica trajo la primera planta de algarrobo a su nación, árbol que además de sus propiedades alimenticias y medicinales, se podía utilizar en la manutención del ganado. Esta información fue propagada a todo el país, proponiendo además Amapica, como primera instancia, que en el lugar que ocupaban las jacarandas viejas y a punto de morir, se sembraran algarrobos, que además de dar belleza al lugar, serían una fuente de alimento y de salud para su pueblo. La propuesta fue aceptada. Los primeros algarrobos se plantaron creando, entre la gente, optimismo por los fantásticos resultados económicos que dispensaban, por lo que, poco a poco, las jacarandas (aun las jóvenes) fueron substituidas por la nueva especie, lo que hizo que Jacarandalia se volviera, en pocos años, una nación pujante y con un buen ingreso per capita. El primer punto del plan de Amapica, había resultado. Él mismo comenzó a difundir, a través de todos los medios a su alcance, los avances de su pueblo, puntualizando siempre que el éxito había sido la plantación de los algarrobos. El mensaje, que fue dirigido con toda intensión a su vecino país, hizo su efecto. Tabachilandia, contraria a Jacarandalia tenía poco crecimiento económico y, además, por ende, muchas pugnas por la dirección de sus destinos. No obstante los pobladores de Tabachilandia no esperaron. En el lugar de los antiguos tabachines (y de los nuevos) se llevó a cabo el sembrado del algarrobo, y la diferencia comenzó a ser substancial. Como segundo punto del plan, Amapica propuso una reunión bilateral en la que se hablara del algarrobo y se pusieran las reglas para no permitir su proliferación y sí su comercialización a otros clanes y tribus, pero al no estar bien encabezada políticamente Tabachilandia, se iniciaron las luchas intestinas, las cuales provocaron el derramamiento de sangre de una cantidad incalculable de tabachineros. Amapica, triste por los acontecimientos, instó a Tabachilandia a suscribir, entre sus líderes, un pacto de no agresión y los convocó, en una zona neutral, a una reunión donde el propio Amapica planteó su idea de la reunificación de los dos estados, basado en que las antiguas luchas habían quedado zanjadas al irse substituyendo las antiguas especies vegetales, por el algarrobo. Iniciativa que, después de ser deliberada por las partes, fue aceptada de forma plausible. Es así que hoy, Algarrobilandia, se ufana de su bandera amarillo naranja albiceleste, coronada por la silueta de un algarrobo en color blanco, e inicia sus fiestas nacionales con un gran baile. XIV | Domingo 19 de junio de 2016 | Cultura El arte de crear el paraíso en la Tierra El efecto luna de miel, de Bruce H. Lipton Piensa en el romance más espectacular de tu vida, ese tan especial que puso tu mundo patas arriba. Hacías el amor a todas horas, no necesitabas comida, apenas necesitabas agua y, sin embargo, estabas lleno de una energía inagotable: estabas inmerso en El efecto luna de miel... y creías que iba a durar para siempre. No obstante, muy a menudo ese estado se transforma en peleas diarias, quizá incluso en divorcio, o puede que solo en tolerancia. La buena noticia es que no tiene por qué acabar de esa manera. En este libro descubrirás cómo creaste el efecto luna de miel en tu vida, y también cómo ocasionaste su final. Una vez que sepas cómo se crea y se destruye, podrás dejar de quejarte de tu mal karma en las relaciones y crear uno de esos finales de “felices para siempre” con el que disfrutaría cualquier productor de Hollywood. El doctor Bruce H. Lipton es una autoridad de prestigio internacional en los vínculos entre la mente y el espíritu. Tras sus estudios de Biología, impartió clases de Biología Celular en la Facultad de Medicina de la Universidad de Wisconsin, y más tarde llevó a cabo estudios pioneros en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford. El nido, de Kenneth Oppel / Jon Klassen Lo único que desea Steve es salvar la vida de su pequeño hermano, pero ¿cuál será el precio a cambio? Descúbrelo en este inolvidable retrato gótico al más puro estilo Coraline. Para algunos chiquillos, el verano no es sino un soleado periodo de diversión. Pero para Steve es una temporada más de preocupaciones. De angustia por su pequeño hermano recién nacido, quien lucha día a día por sobrevivir; de inquietud por sus padres, titubeantes y devastados ante la perspectiva de un futuro terrible; de insomnio ante la ominosa presencia de un avispero en el tejado de su casa. Así que, cuando la reina de las avispas anida en sus sueños, ofreciéndole allí sanación para su pequeño hermano, Steve mira en el suceso la solución a todos sus males. Lo único que tiene que hacer es aceptar, decir “sí”. Pero en esa palabra se esconde gran poder y peligro. Y una vez que se pronuncia, ¿será posible dar marcha atrás? Acompañado del ilustrador Jon Klassen, el aclamado escritor Kenneth Oppel esculpe una inquietante obra maestra que aborda la problemática de la incapacidad, de los temores y sueños en la búsqueda permanente de una justa diversidad. De lo que, al final, construye y sustenta a una familia. Una arruga en el tiempo, de Madeleine L´Engle Física cuántica y romance adolescente en una alocada odisea espacial. Un clásico inclasificable de la literatura juvenil. Meg Murry, nuestra protagonista, tiene problemas para adaptarse en la escuela, es difícil adivinar que sus padres son científicos. Papá desapareció tiempo atrás en extrañas circunstancias, pero mamá no ha perdido la esperanza de volver a verlo. Su hermano pequeño, Charles, es un niño prodigio; su mente posee una percepción excepcional que le permite ver más allá de las apariencias. Es esa habilidad la que les permitirá encontrarse con las señoras Qué, Cuál y Quién, y descubrir que detrás de ellas se esconde un increíble secreto, “la arruga en el tiempo” que puede llevarlos a otros mundos. Justo lo necesario para emprender la búsqueda de su padre perdido, ¿no creen? En el espacio exterior no existe el aire, así que respira hondo y prepárate a viajar junto a Meg, Charlie y su amigo Calvin para averíguarlo. Madeleine L’Engle llegó al mundo en Nueva York, apenas un par de semanas después del fin de la gran guerra. Escritora, una de las plumas más notables en la ficción para niños y jóvenes del panorama norteamericano entre las décadas de los años sesenta y ochenta, abordó géneros tan distintos como el cuento, la poesía, el teatro, la fábula, los devocionarios piadosos y las novelas de aventuras. Pero es en este último segmento donde desarrolló su obra más conocida, la serie de relatos cósmicos que diera inicio con Una arruga en el tiempo. Domingo 19 de junio de 2016 | LA UNIÓN DE MORELOS | XV La psicoterapia es una herramienta para hacerlo; sólo viviendo el proceso podremos expandirla Despertar nuestra conciencia “Hacerse responsable del impacto de mis acciones y reacciones en los demás y cómo puedo ser cómplice de enfermedad o de salud, de amor o de odio, de un círculo de violencia interminable o de un amor entrañable, es parte de la capacidad de darnos cuenta de nuestra influencia.” *Mtra. Ruth Holtz, Terapeuta psicocorporal, Analista bioenergética, Psicoterapeuta psicoanalítica. Orientadora cristiana. Informes y citas para videollamada a Colima al tel. 01 312 3 30 72 54 Correo electrónico: [email protected] www.facebook.com/crecimientoemocionalintegral Ruth Holtz* Uno de los objetivos fundamentales de una psicoterapia es “despertar nuestra conciencia”. Ahora bien, es un objetivo bastante complejo porque dependiendo de lo que entendamos por conciencia es el tipo de enfoque psicoterapéutico, el modelo de la mente en el que se basa. Pero al fin y al cabo, de manera sencilla podemos explicar algunos de los beneficios de iniciar un tratamiento psicoterapéutico en cuanto a lo que el desarrollo de nuestra conciencia se refiere. La primera y más básica forma de despertar nuestra conciencia es cuando “volvemos consciente lo inconsciente”. Esto implica, según términos freudianos, que una parte de la mente es inconsciente y otra, muy reducida es lo consciente. Una parte de del inconsciente nunca se volverá consciente porque si no, no podríamos funcionar. No podemos tener presente y en atención todo lo que hemos vivido o acumulado en nuestra memoria porque si no, no podríamos ni pensar. Lo que volvemos consciente en una psicoterapia son aquellos asuntos, situaciones, emociones, traumas que no queremos recordar porque duelen, porque representan deseos prohibidos o que nos despiertan culpa. El objetivo es “desenterrar” estos recuerdos sólo en función de superar actitudes que limitan nuestra vida, reducen su calidad, nos mantienen en el dolor o nos frenan para tener un cambio de comportamiento. Puede llegar a ser tan importante como dilucidar nuestros patrones inconscientes que pueden llevarnos a repetir algunas de las situaciones más dolorosas de nuestra infancia o de la forma en que nuestros padres se llevaban y nos trataban, que lo llegamos a reproducir con la pareja, con los hijos. Así, hijos tratados violentamente, a su vez golpean; alcohólicos lo son porque alguno de sus progenitores lo fue; divorciados provenientes de familias disfuncionales, etc. Otra forma de despertar la conciencia es “aprender de la experiencia”. De aquello que se ha sufrido, de los patrones inconscientes y su superación, de la armadura que formamos para defendernos allá y entonces y que ahora resulta inútil, surge una comprensión más profunda de la vida, de cómo es, de lo ideal y de lo más bajo, de lo que se siente de uno o de otro lado de la relación, etc. Esto nos provee una capacidad mayor de empatía con otro para comprender su sufrimiento, nos da la capacidad de valorar lo verdaderamente importante en la vida y poder entablar una buena relación con nuestras emociones, con las partes difíciles de nosotros mismos y de los demás. Nos da ese marco desde el cual podemos abrirnos a la vivencia de otro y poder tener una unión más firme resultado de una compenetración más profunda, fruto de la Lo que volvemos consciente en una psicoterapia son aquellos asuntos, situaciones, emociones, traumas que no queremos recordar porque duelen, porque representan deseos prohibidos o que nos despiertan culpa. identificación con lo que hemos vivido. Así como la base para decisiones más sabias acerca de nuestra vida. Otra forma de despertar la conciencia es reconocer que lo que hacemos deja huella en los demás, desde patrones inconscientes hasta las cosas que valoramos y pedimos que nos retribuyan. Por lo tanto, hacerse responsable del impacto de mis acciones y reacciones en los demás y cómo puedo ser cómplice de enfermedad o de salud, de amor o de odio, de un círculo de violencia interminable o de un amor entrañable es parte de la capacidad de darnos cuenta de nuestra influencia. Otra forma de despertar conciencia, muy esotérica para algunos, es ver ángeles, entidades de otro nivel de existencia o percepciones especiales. La psicoterapia se ocupa de esto sólo cuando estas percepciones especiales afectan el estado emocional y mental de las personas de manera negativa. E inclusive pueden llevar a la desesperación, la angustia o hasta la franca enfermedad mental o psicosis. La psicoterapia es una herramienta para despertar conciencia de formas que sólo viviendo el proceso podremos precisamente “expandir nuestra conciencia”. XVI | Domingo 19 de junio de 2016 | Cultura Invitaron a imaginar Pedro y el lobo, números de un circo y hasta el antiguo ambiente imperial de Hungría Ofrecen un concierto infantil con quinteto de alientos, no apto para “niños autómatas” El Quinteto de Alientos Madera Orfeo, en el escenario del teatro Ocampo (Fotografía: José Antonio Gaspar) José Antonio Gaspar Díaz Comentarios a: [email protected] El trabajo que realizó el Quinteto de Alientos Madera Orfeo en el escenario del teatro Ocampo, fue más que un concierto “didáctico” que llevó a su público infantil a conocer las diferencias que hay entre una flauta, un corno, un clarinete, un oboe y un fagot. Rebasó también el objetivo de tratarse de una actividad para acercar a los niños a la música de grandes autores, como el ruso Sergei Prokofiev (Pedro y el lobo), el húngaro Ferenc Farkas (Danzas antiguas de Hungría) o el mexicano Bonifacio Rojas (Suite del Circo). El concierto del pasado domingo 5 de junio, tuvo relevancia porque se trató de un ejercicio no apto para “niños autómatas”, que invitó a los menores –y sus papás- a “no estar metidos todo el tiempo con la tecnología”; y a evitar el anquilosamiento de una capacidad que existe para echarla a volar –como los globos de colores que se desprendieron de un ramillete, al final de la función- y que cada día se ve más avasallada por una realidad virtual: la de la imaginación. Los cinco músicos y el narrador –todos vestidos de manera informal, con playeras de diferentes colores, como los globos- pusieron a trabajar esa facultad entre los integrantes del público que los veían y escuchaban. ***** Cada uno de los personajes de Pedro y el lobo fue interpretado –en la parte final del concierto- por un instrumento; (Fotografía: José Antonio Gaspar) La obra compuesta por Prokofiev –para orquesta sinfónica y narrador-, tuvo un arreglo especial por parte del quinteto, para su interpretación con instrumentos de aliento. Continua pàg. 12 Bajo el Volcán suplemento dominical de La Unión de Morelos • Domingo 19 de junio de 2016 | Año 22 | Número 937 Director General: Ing. Ricardo Estrada González • Coordinación: José Antonio Gaspar D. • Diseño: L.I. Angel A. Acevedo Mtz.