Cuerpo y Sangre de Jesucristo Comienzo con un Canto Palabras

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Cuerpo y Sangre de Jesucristo
Reflexiones para meditar y adorar al Señor
por Marcelo A. Murúa
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Comienzo con un Canto
Palabras motivadoras
Recibimos a Jesús Eucaristía (se expone el Santísimo)
1 ) Primera Reflexión
Jesús-Eucaristía,
alimento para vivir la reconciliación
La vida pública de Jesús nos presenta su constante preferencia y dedicación por los pobres y pecadores.
Con su práctica y sus palabras hace presente el amor del Padre, rico en misericordia y fidelidad,
que perdona y renueva la vida. El mejor ejemplo de este amor de Dios que reconcilia lo tenemos en
la parábola del Padre Misericordioso.
La Eucaristía nos da fuerzas para construir relaciones nuevas entre las personas.
La gracia de Dios que recibimos en cada Eucaristía nos anima a ser mensajeros y constructores
de la reconciliación que necesitan nuestras familias, comunidades, pueblos para vivir en unión, concordia y paz.
La Palabra de Dios nos recuerda en el evangelio de Mateo
«...Si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja
contra ti, deja tu ofrenda en el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a
presentar tu ofrenda..»
Mt. 5, 23-24
Para reflexionar:
¿La Eucaristía te anima y da fuerzas para vivir una verdadera reconciliación en la familia, los compañeros de trabajo, los amigos? ¿Cómo puedes promover en tu ambiente lazos de fraternidad y
perdón entre la gente?
Oremos:
"Jesús-Eucaristía, ayúdanos a vivir reconciliados."
Momento de silencio para reflexionar
Intenciones Eucaristía-Reconciliación
- Señor, que cada Eucaristía cree un espacio de conversión en nuestra vida.
- Señor, muéstranos el camino de la reconciliación en nuestra patria.
- Señor, enséñanos a vivir el perdón en nuestras familias, trabajo, grupos de amigos y comunidades eclesiales.
- Señor, tú nos desprecias un corazón arrepentido, ayúdanos a cambiar las actitudes y acciones
que nos alejan de tí y de nuestros hermanos.
Canto
2 ) Segunda Reflexión
Jesús-Eucaristía,
alimento para vivir la comunión
En la Eucaristía celebramos la presencia real de Jesús Resucitado entre nosotros.
El nos ofrece su Cuerpo y su Sangre como alimento para vivir en comunidad el proyecto de Dios.
La Eucaristía nos permite entrar en comunión con Jesucristo, con la totalidad de su persona, para
aprender a vivir como El. Por eso la Eucaristía es camino privilegiado de conversión, para cambiar la
mente y el corazón según el evangelio.
A través de la comunión recibimos también el Espíritu de Jesús, que nos guía y ayuda a seguir los
pasos del Señor.
La comunión con Jesucristo tiene como fruto la comunión fraterna y la convivencia. La Eucaristía
crea el espíritu de fraternidad y es la raíz de la vida de la Iglesia.
San Pablo expresa con claras palabras este doble sentido de la Eucaristía, la comunión con Cristo y la comunión con la comunidad.
«...La copa de bendición que bendecimos, ¿no es acaso comunión con la sangre de Cristo?
Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo? Ya que hay un solo pan, todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo Cuerpo, porque participamos de ese
único pan..»
1 Cor. 10, 16-17
Para reflexionar:
¿Cómo puedes, vos y tu comunidad, construir lazos de comunión más fuertes? A la luz de la Eucaristía, ¿que puedes ofrecer para que en tu familia y en tu comunidad eclesial se viva una mayor
unión y comunión?
Oremos:
"Jesús-Eucaristía, ayúdanos a construir la comunidad."
Momento de silencio para reflexionar
Intenciones Eucaristía-Comunidad
- Señor, que cada Eucaristía renueve nuestro compromiso por construir la comunión en nuestras
comunidades eclesiales.
- Señor, te pedimos por la unidad de nuestra Iglesia, con sus distintos dones y carismas, para que
siendo " uno" el mundo crea.
- Señor te pedimos por nuestras comunidades particulares para que seamos capaces de promover
las relaciones fraternas.
-Señor, te pedimos por la unidad de las Iglesias, para que desde nuestro trabajo ecuménico hagamos presente tu Reino.
Canto:
3 ) Tercera Reflexión
Jesús-Eucaristía,
alimento para vivir la solidaridad
Desde los orígenes de la comunidad cristiana la Eucaristía ha estado unida a la práctica del amor
concreto a los demás, en especial a los que sufren necesidades.
La Eucaristía transforma el corazón de las personas que reciben a Jesús sacramentado haciendolos «hombres y mujeres nuevos», generosos y solidarios.
En los Hechos de los Apóstoles vemos cómo la comunidad cristiana primitiva, nacida del Espíritu,
se caracterizaba porque:
«Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la convivencia, a la fracción del pan
y a las oraciones... Todos los que habían creído vivían unidos; compartían todo cuanto tenían...
según las necesidades de cada uno»
Hech. 2, 42. 44-45
La Eucaristía promueve un cambio de vida que conduce a la comunión fraterna, la vida en común
y los bienes compartidos para «que nadie pase necesidad».
Esta enseñanza es repetida por los santos Padres de la Iglesia, quienes vivieron en tiempos de
profundas desigualdades sociales, y e invitan con palabras claras a unir la Eucaristía con la atención
concreta de los que sufren.
San Juan Crisóstomo, padre de la Iglesia, nos enseña:
«¿Quieren en verdad honrar el cuerpo de Cristo? No consientan que esté desnudo. No lo
honrene en el templo con manteles de seda mientras afuera lo dejan pasar frío y desnudez...
¿Qué le aprovecha al Señor que su mesa esté llena de vasos de oro, si El se consume de hambre? Sacien primero su hambre y luego, con lo que les sobra, adornen también su mesa».
San Juan Crisóstomo
Para reflexionar:
¿Quiénes son las personas y grupos sociales que sufren necesidad a nuestro alrededor? A la luz
de la Eucaristía, ¿qué podemos hacer, personal y comunitariamente para mejorar su situación y
ser más servidores de los que sufren?
Oremos:
"Jesús-Eucaristía, ayúdanos a ser solidarios."
Momento de silencio para reflexionar
Intenciones Eucaristía-Solidaridad
- Señor, que cada Eucaristía nos abra el corazón al sufrimiento de los más pobres.
- Señor, que tu Cuerpo y tu Sangre nos de coraje evangélico para ser solidarios con los que sufren.
- Señor, que aprendamos, como las primeras comunidades, a compartir todo para que nadie pase
necesidad.
- Señor, que no falte en las familias el pan del trabajo, el pan de la salud, el pan de la educación,
el pan nuestro de cada día.
Canto:
4 ) Cuarta Reflexión
Jesús-Eucaristía,
alimento para vivir la misión
La Eucaristía nos anima y fortalece para la misión de anunciar a Jesucristo a los demás. Cada celebración concluye con el envío misionero a compartir la alegría del encuentro con Aquel que da sentido a la vida. San Pablo ya lo afirmaba al hablar de la cena del Señor a la comunidad de Corinto:
«Así pues, cada vez que comen de este pan y beben de la copa, están proclamando la
muerte del Señor hasta que venga.»
1 Cor. 11, 26
La Eucaristía es pan para la misión evangelizadora, como tan bien lo testimonian los discípulos de
Emaús.
En la fracción del pan reconocen a Jesús y a partir de escuchar sus palabras, en el camino, y compartir el pan con El, en la mesa, nace un nuevo impulso misionero en sus corazones para anunciar
que «El está vivo».
La Eucaristía nos alimenta para vivir con decisión y coraje la dimensión social de nuestra fe.
En cada Eucaristía vuelve a resonar en nuestros corazones el mandato de Jesús a los discípulos
«Denles ustedes comer».
Para reflexionar:
Cada Eucaristía renueva nuestras fuerzas para anunciar el Evangelio de Jesús y vivir sus valores
en nuestra familia, comunidad, sociedad. ¿Qué gestos, actitudes, opciones nos está pidiendo Dios
en nuestros días para llevar su Presencia a nuestra gente?
Oremos:
"Jesús-Eucaristía, queremos anunciar el Reino."
Momento de silencio para reflexionar
Intenciones Eucaristía-Misión
- Señor, que cada Eucaristía nos impulse a anunciar con alegría Jesús es el Señor, junto a El construimos el Reino de Vida Nueva.
- Señor, alienta en nuestras comunidades el espíritu audaz de la misión, para que llevemos el
Evangelio a todos los rincones de nuestra diócesis.
- Señor, te pedimos que tu Cuerpo y tu Sangre , renueve nuestras comunidades y que nos lance
al servicio concreto a nuestros hermanos.
- Aquí estamos Señor, sencillos servidores delante de tu Santa Presencia. Te ofrecemos a nuestro
pastor ..... , a nuestros sacerdotes, a nuestras religiosas y religiosos, a nuestros agentes pastorales,
a nuestras comunidades eclesiales, para que, unidos a Tí podamos construir con nuestras vidas un
pedacito de tu Reino en nuestra Diócesis de .... .
Se retira el Santísimo
Palabras de despedida
Canto:
© Marcelo A. Murúa - BuenasNuevas.com
www.buenasnuevas.com
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