Resumen-e-religiosas

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Resumen de las enseñanzas religiosas del Reverendo Moon:
Dios es invisible y sin forma. Dios no puede ser visto incluso cuando entramos en el mundo espiritual.
Para poder relacionarse completamente con su amado compañero-objeto del verdadero amor de Dios
(que son los seres humanos) Dios necesita manifestarse en una forma. Dios busca manifestarse
completamente por medio del hombre original y la mujer original. Los humanos simbolizan el mundo
espiritual y mundo físico puestos juntos en armonía.
Los antepasados originales tenían la misión de madurar, establecer una relación eterna de amor
verdadero por medio de un matrimonio sagrado con la bendición de Dios, después del cual no sólo sus
hijos sino también sus futuros descendientes por generaciones vivirían siempre como la autoencarnación de Dios, ambos varón y mujer, heredando la naturaleza y atributos de Dios generación tras
generación.
Una vez que los antepasados originales se convirtiesen en las formas visibles de Dios, Dios moraría en
sus corazones y reinaría desde su interior sobre todo lo externo, el mundo físico y el mundo espiritual.
En otras palabras, Dios habría gobernado todos los mundos desde el interior del amor humano, primero
por medio de los antepasados originales humanos y a medida que la población naturalmente se
expandiese, por medio de todas las personas. Juntos crearíamos el reino de paz y armonía de Dios en
todos los niveles. Todos los más de seis mil millones de personas que vivimos hoy expresarían la forma
visible y la manifestación de Dios.
Este plan se vino abajo debido a lo que en términos religiosos denominamos “la Caída Humana”. La
“Caída” nos arrastró a una condición de ignorancia, haciéndonos insensibles a Dios y a nuestra
esencial y verdadera naturaleza. En general no podemos escuchar, ver o sentir la presencia de Dios y
no podemos acceder en una forma liberada a nuestra propia naturaleza original (divina).
Dios no impidió o interfirió con la “Caída” por su oposición a violar las condiciones que hacen posible el
amor, especialmente la libre voluntad humana. Dios voluntariamente o Su propia libre voluntad le
compromete a Si Mismo a proteger la perfección de Sus propias reglas y principios, para garantizar que
el amor surgirá.
La historia es el periodo de la auto-restricción de Dios. Aunque Dios es Todopoderoso y Omnisciente,
El decide obligarse a un curso exacto y preciso, aplicando en forma omnipresente los principios de la
“restauración". Esos principios son el único camino para restablecer las condiciones de lograr con éxito
el propósito de la creación. La providencia de la restauración organizada por Dios NO es hecha al azar.
No puede desviarse ni un ápice si es que va a garantizar el florecimiento completo del amor y la libertad
perfecta.
Para tener éxito con el propósito original (y único) de la creación Dios hace una sola cosa en la historia,
busca crear desde la propia raza humana una pareja que cumpla con el propósito original de la
creación, la responsabilidad que originalmente fue dada a Adán y Eva. Esta pareja madura para
transmitir el “linaje de Dios”, el cual puede expandirse a través de ellos a los más de seis mil millones
de personas que viven en el mundo hoy.
Jesucristo vino con esta misión "Adámica". Jesús llevó a cabo sus responsabilidades perfectamente,
pero no recibió la necesaria protección y apoyo de entre aquellos preparados para recibirle. Esto dejó a
Jesucristo expuesto a las fuerzas del mal que destruyeron su cuerpo físico a una edad joven
impidiendo así a Jesucristo el realizar su misión primaria, es decir perfeccionar a una esposa Mesiánica,
y con ella convertirse en la pareja en la cual Dios mismo moraría y a través de la cual se transmitiría el
“linaje” de Dios. Jesucristo manifiesta perfectamente al Dios vivo encarnado, pero sólo en su lado
masculino. Ningún “linaje” proviene de la “mitad de la pareja”. La perfección de Jesucristo, su
encarnación completa y su victoria absoluta sobre la cruz y la muerte da salvación a los individuos,
pero deja sin inicio todo el importante propósito del linaje (del cual se deriva el Reino de Dios).
El Reverendo Moon afirma que su pareja manifiesta a Dios con éxito de acuerdo al propósito de la
creación. Tal afirmación sólo puede ser verificada o desacreditada con certeza por medio de la oración,
es un asunto de fe.
(Traducido por Jesús González Losada de una selección extraída de New World Encyclopedia)
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