Decisiva batalla contra la pobreza

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12 | OPINIÓN
Jueves 5 de agosto de 2010 | El Peruano
Directora (e): Delfina Becerra González
Subdirector: Jorge Sandoval Córdova
A Ñ O
D E
L A
C O N S O L I D A C I Ó N
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EL PERUANO no se solidariza necesariamente con las opiniones vertidas en esta sección. Los artículos firmados son responsabilidad de sus autores.
E C O N Ó M I C A
Y
S O C I A L
D E L
P E R Ú
Juan Jacobo Rousseau (1712-1778)
“No hacer el bien es un mal muy grande.”
Filósofo francés
E D I T O R I A L
Decisiva batalla contra la pobreza
T
al como lo certificó Naciones Unidas a
comienzos de año, el Perú va ganando la
dura batalla contra la pobreza en todos sus
frentes, y si el Estado mantiene esta política
de justicia social con crecimiento económico, en 2015
el flagelo puede ser reducido a 25 por ciento, tasa histórica sin precedentes en América Latina.
Las últimas informaciones son mucho más alentadoras, pues Rebeca Arias, coordinadora del Sistema de
Naciones Unidas en el Perú, agregó ayer a esta proyección que ese organismo considera que nuestro país se
encuentra “en las mejores condiciones” para alcanzar
los Objetivos del Milenio establecidos por los países
miembros de ese organismo.
Basándose en mediciones técnicas hechas por el
Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y el
Banco Mundial, el presidente de la República, Alan
García Pérez, subrayó en su Mensaje a la Nación del 28
de julio que la pobreza en el Perú “que hace unos años
era de 48 por ciento ha bajado hasta 34.8 por ciento, y
estoy seguro de que cumpliremos la meta de reducirla
al 30 por ciento en 2011”.
La lucha contra la pobreza en la patria tiene escenarios muy variados, desde las grandes ciudades, principalmente Lima, hasta los poblados más remotos y aislados de nuestro accidentado territorio, especialmente las
zonas altoandinas.
Entraña asimismo enfrentar una secuela muy amplia
El Perú se encuentra en
las mejores condiciones para
alcanzar los Objetivos del Milenio.
!
que afecta a los peruanos pobres, que va desde la desnutrición infantil, el desempleo, carencia extrema de
servicios de salud, agua potable, electricidad, vías de
comunicación, analfabetismo, falta de oportunidades y
otros.
Es en estas áreas críticas precisamente donde la
política de justicia social del Gobierno gana puntos
extraordinarios en los últimos cuatro años, en una intensa cruzada que el presidente Alan García ha denominado la “democratización de los servicios”.
En enero de este año, así lo reconoció Naciones Unidas en su informe sobre los Objetivos del Milenio, y el
ministro de Salud, Óscar Ugarte Ubilluz, puntualizó que
el Perú superó las metas de reducción de la mortalidad
infantil seis años antes del plazo fijado en el mundo.
La tasa de mortalidad infantil en el Perú, a inicios
de la década de 1990, era de 57 fallecidos por cada
mil nacimientos, y los expertos nacionales y extranjeros han confirmado que esa cifra se redujo a 18.
Ahora, la meta del país es reducirla a 14 fallecidos en
2015. La cifra señalada por Naciones Unidas para
ese año era de 19.
Habida cuenta de que aún persisten grandes brechas de desigualdad, especialmente en las áreas rurales, es preciso que todos los peruanos redoblemos
esfuerzos y mantengamos con firmeza el gran objetivo
nacional de acceder al mundo desarrollado, creciendo
sin pausa y derrotando previamente a la pobreza.
COMPAÑERO, CORRELIGIONARIO, BARRIO...
Origen de la palabra “camarada”
L
Noé Lara
Lingüista
a palabra “camarada” nos invita a una reflexión
que quizá puede parecer desfasada, en el contexto actual, por el poco uso que tiene en nuestro medio, pero por razones significativas se convierte en un motivo necesario para hurgarlo y analizarlo.
La ciencia que se encarga del estudio de los
vocablos nos señala que esa palabra nos viene del
latín camera (bóveda, cuarto con bóveda); del griego kamara, con el mismo significado en la lengua
lacia.
Si “camarada” nos lleva a la noción de compañero, amigo o como señala Guido Gómez de Silva en su
Diccionario Etimológico del Español: “grupo de soldados que comparten un aposento”; ¿qué relación
guarda con su sentido primigenio?
La bóveda, muestra el diccionario, es una estructura a manera de arco hecha comúnmente con piedra u hormigón armado que forma un techo. Todos
estos elementos que posibilitan la fortaleza de la
estructura son los que vienen a asociarse al sentido
profundo de “camarada”. Esta es la analogía de
“camarada” con “bóveda”.
El acto de compañerismo, de camaradería, debe
tener una base sólida, tal como nos recuerda la famosa frase de Los tres mosqueteros: “Uno para todos,
todos para uno”. Sin estas características no sería
posible sentar las columnas y construir un sólido
techo que sirva de escudo contra cualquier acción
que atente a los fines por los cuales se establece la
camaradería o el compañerismo.
Miguel de Cervantes y Saavedra, en su obra El
licenciado vidriera, habla de “hacer camarada”; es
decir, “unirse a dos o más amigos para vivir juntos
como familia”. Aquí observamos en el sugerente
símil: “como familia”, que también nos remite a la idea
de lazos fuertes que unen a los miembros por razones que ya conocemos. Asimismo, Covarrubias menciona que camarada “es el compañero de cámara
que come y duerme en una misma posada”.
De todas estas concepciones podemos deducir
que de tanto acercamiento, juntura, proximidad, los
sentimientos e ideales, sean buenos o malos, se
solidarizan e igualan, de tal manera que los fines
individuales se vuelven colectivos, tornándose en
organizaciones benéficas o maléficas.
Es tal el carácter semántico de esta palabra que
Lenin, tras el triunfo de la revolución rusa en 1917,
manejó la tesis de formar una organización fuerte
–vale decir, bóveda– y disciplinada con el concurso
de todos sus miembros; los cuales fueron llamados
tovarishch (camarada). De aquí la onda sígnica se
propagó a América Latina, donde los partidos de
izquierda, de derecha y de centro la han utilizado con
ciertos matices, acorde con sus convenidos propósitos: camarada, compañero y correligionario.
Actualmente, en el Perú el uso sémico de “camarada” está restringido al ámbito de los incendiarios
(recojo el vocablo de Jorge Basadre) que tratan de
atentar con la paz y el orden social.
Por esto, el término “camarada” ha quedado
reducido a lo peyorativo, generando connotaciones
desagradables. Sin embargo, no ha perdido aún profundidad y en las generaciones jóvenes ha tomado
otras formas, como la frase “hola, barrio”, que define
claramente los lazos fuertes de los sentimientos de
camaradería o compañerismo.
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