El Gaucho a través de los Años. Los estancieros (1910) Nota N° 30

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El Gaucho a través de los Años.
Los estancieros (1910)
En el principio del siglo XX los cambios que se produjeron
en el sector rural no fueron menores y aunque en términos
generales puede decirse que el amplio plan de colonización
que se había soñado, no llegó a cumplirse en nuestra
provincia e incluso hubo algunos fracasos (Baradero,
Chivilcoy, Pigüé, etc. ), en algunos otros lugares, como
Santa Fe, esa colonización dejó huellas muy marcadas en la
estructura agraria y la convirtió en la primera región
cerealera del país.
Lo que ocurrió fue que esas tierras que habían dejado
habitables la Campaña del Desierto fueron incorporadas al
sector rural, pero en grandes extensiones.
La mayoría de los dueños de dichos predios eran gente de
edad que con la tranquilidad reinante ahora en la pampa
preferían vivir en los pueblos y ciudades cercanas a sus
campos, con las comodidades que estos nuevos tiempos les
ofrecía.
Así en los pueblos se veían los estancieros, dueños de
grandes campos, que poco a poco se convertían en especie
de patriarcas o referentes de la población.
Generalmente viejos oficiales de las guerras civiles o la
campaña del desierto y también punteros políticos con muy
buenas relaciones con el Gobierno Central.
Invitado especial en cuanta celebración se realizaba, se los
veía montando algún caballo de estampa, con aperos donde
la platería y calidad estaban a la vista, vestido
generalmente de sombrero de fieltro negro, saco o
corralera1 del mismo color, pañuelo de golilla blanco,
bombachas también negras y botas de cuero charoladas.
1
Con el nombre de corralera o voladora se empezó a usar
en esta época un saquito corto, algunos con las puntas
redondeadas, con un cuellito levantado, tipo militar al que
se le incluía, en las de lujo, pequeñas flores bordadas,
tablas o un bordado nido de abeja. Estas “camperas” eran
muy cómodas para el trabajo dentro de los corrales.
Importante rastra, que había reemplazado a los tiradores de
monedas, donde con adornos de oro se veían o sus iniciales
o la marca de su ganado y en ella sujeto un verijero que
Nota N° 30
Por Carlos Ernesto
Pieske
competía en lujo.
Eran jueces obligados en cuanta justa se realizara (carreras
de sortijas o cuadreras, etc.).
Estos personajes tenían en sus campos, como su
representante personal, a su mayordomo, nuevo personaje
que surgiera en esta época y que se suponía conocedor de
las nuevas técnicas rurales y que secundado por los
capataces y sus peones eran quienes llevaban adelante la
explotación.
En esta foto de fines del siglo XIX, principios del XX, se
observa un peón conversando con quién sería un
mayordomo o dueño.
Es notable la diferencia en el vestir de uno y de otro.
Detrás una madrina overa y la tropilla.
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