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ACERCA DE LA RELACIÓN ENTRE EL FUNDAMENTO EPISTEMOLÓGICO
Y EL ENFOQUE METODOLÓGICO EN LA INVESTIGACIÓN SOCIAL:
LA CONTROVERSIA "CUALITATIVO vs. CUANTITATIVO".
*
Joan Calventus i Salvador
RESUMEN.
La controversia entre los enfoques cualitativo y cuantitativo al interior del proceso de investigación social
es analizada a partir de las dos principales versiones (pragmática y epistemológica) por las que han
optado diferentes autores.
La conceptualización y exposición de ambas versiones ofrece la posibilidad de plantear elementos
aclaradores y ordenadores que aporten constructivamente a la discusión y problemática entre los dos
enfoques metodológicos. Se argumenta en favor de la versión epistemológica por considerarla más
coherente y responsable con respecto al rol histórico que caracteriza a las ciencias sociales.
"El honor de las ciencias consiste, desde luego,
en aplicar infaliblemente sus métodos
sin reflexionar sobre el interés que guía al conocimiento"
Jürgen Habermas
INTRODUCCIÓN.
La constitución o construcción histórica de las ciencias sociales, a fines del s. XIX, se
materializa desde una práctica científica tensionada por dos lógicas de investigación
yuxtapuestas. Por un lado, una metodología universal fundamentada en la teoría analítica de
las ciencias de la naturaleza, sintetizada en la obra de K.R. Popper; y por otro, una
hermenéutica filosófica de las ciencias del espíritu e históricas, cuya síntesis más avanzada la
encontramos en H.G. Gadamer. Así constituídas, "las ciencias sociales tienen que dirimir bajo
un mismo techo la tensión de esos planteamientos divergentes [siendo] la propia práctica de la
investigación la que obliga a reflexionar sobre la relación entre procedimientos analíticos y
procedimientos hermenéuticos" (Habermas, 1990, p. 83).
La controversia metodológica entre los enfoques cuantitativo y cualitativo en ciencias sociales
es, por tanto, consecuencia de un dualismo científico que, paradojalmente, ya ha dejado de
discutirse a nivel de la teoría de la ciencia, aceptándose la coexistencia de los dos sistemas de
referencia (paradigmas epistemológicos) antes mencionados. Esta controversia, sin embargo,
continua conflictuando el quehacer investigativo en nuestras disciplinas, muy posiblemente
*
Calventus, J. (2000). Acerca de a relación entre el fundamento epistemológico y el enfoque metodológico de la
investigación social: la controversia “cualitativo vs. cuantitativo”. Revista de Ciencias Sociales, 1(2), 7-16.
como consecuencia de una confusa comprensión de la relación que en ellas se da entre los
niveles epistemológico, metodológico y técnico.
Este trabajo presenta un sucinto análisis descriptivo y conceptual de la relación existente, al
interior del proceso investigativo en ciencias sociales, entre los fundamentos epistemológicos
que subyacen a las estrategias de investigación y las alternativas metodológicas que orientan a
dichas estrategias. Con ello se pretende hacer un aporte que sirva para la superación de una
controversia que continua limitando el óptimo desarrollo de nuestra ciencia social.
NIVELES DE ANÁLISIS EN EL PROCESO DE INVESTIGACIÓN SOCIAL.
Los procesos de investigación se analizan atendiendo a diferentes dimensiones o niveles que,
como veremos, se corresponden también con diferentes momentos o etapas de dicho proceso.
Las opciones elegidas en cada una de estas dimensiones irán definiendo, caracterizando y
condicionando la investigación;
resulta por ello fundamental tomar consciencia de las
alternativas por las que se va optando a lo largo de todo el proceso investigativo.
1. El nivel epistemológico.
La mirada más distante del proceso de producción de conocimiento nos sitúa en la dimensión
epistemológica. Esta dimensión es desde la que se inicia toda investigación, desde la que
comenzamos a plantearnos cuál será nuestro objeto de estudio, desde la que nos acercamos a
él con el fin de conocerlo. Es desde este nivel que necesitamos definir: (1) qué pretendemos
conocer, es decir, cuál será nuestro objeto de estudio; (2) en general, cómo lo conoceremos:
qué tipo de relación estableceremos con el objeto para conocerlo; (3) el para qué de la
investigación, o sea, nuestras intenciones; (4) para qué servirá la investigación (su relevancia)
y (5) para quién se hace lo que se hace. Todas estas preguntas que deberíamos plantearnos al
inicio de la investigación, (nos) las responderemos a partir de nuestra particular posición
dentro una realidad social desde donde y en donde actuamos.
Tal
y como señala Galindo (1998), "para muchos [autores] este punto [dimensión
epistemológica]
es
irrelevante,
asunto
de
la
política,
fuera
del
oficio elemental
de
investigación" (p. 23), proponiendo este mismo autor que finalmente decidamos si lo
asumimos o no. Personalmente considero que esta descomprometida postura refleja una
actitud irresponsable con respecto a la actividad científica (y, por tanto, social) que el
2
investigador desempeña. Porque en esta dimensión epistemológica del proceso investigativo se
hallan (o debieran hallarse) los planteamientos éticos del mismo. Considero que negarlos o
eludirlos aleja a las ciencias sociales de una filosofía moral y de una "actitud epistemológica en
sentido clásico, donde el conocimiento teórico (episteme) estaba estrechamente vinculado al
conocimiento moral (phronesis) de lucha por la verdad; una verdad que empeñaba y
comprometía la existencia humana, frente a la destrucción" (Calventus, 1999, p.9).
Las diferentes opciones o paradigmas1 adoptados en este nivel definirán los diferentes modos
de relación sujeto-objeto que subyacen al proceso de producción del conocimiento. Como
veíamos arriba, es imprescindible tener consciencia de la opción paradigmática desde la que
(nos) planteamos la investigación social y hacerla explícita. Esto es especialmente importante
en el caso de las ciencias sociales dado el carácter reflexivo y recursivo que se vive al interior
del proceso de producción del conocimiento científico social, en el que el objeto de estudio (a
diferencia de lo que ocurre en las ciencias naturales) incluye también al sujeto y a su quehacer
científico.
2. El nivel metodológico.
Un segundo nivel o dimensión de análisis del proceso investigativo, de un orden lógico inferior
al anterior (y cronológicamente posterior) es el que hace referencia a la metodología (enfoque
metodológico) o, más concretamente, al método de investigación, entendido éste como el
"conjunto de operaciones o actividades que, dentro de un proceso preestablecido, se realizan
de una manera sistemática para conocer y actuar sobre la realidad [para conocerla]" (Pérez,
1994, p. 18).
Es en este nivel (y momento) del proceso investigativo donde (y cuando) se define la
estrategia que se seguirá. Aquí se responderá "a la pregunta de por qué se hacen las cosas así
y no de otra manera" (Galindo, 1998, p. 23). El método (etimológicamente: "a lo largo del
camino") nos indica la manera de llegar al objeto. "Se supone que hay un sujeto en un lugar,
se supone que hay un objeto en otro lugar, y se supone que hay un camino que lleva de uno al
otro" (Pérez, 1998, p. 327).
Desde esta dimensión de análisis se ofrecerán, al interior de las distintas ciencias sociales, toda
una serie de “paradigmas teórico-metodológicos” que dan cuenta de los diferentes conjuntos
3
de herramientas conceptuales, teóricas y metodológicas utilizadas por cada disciplina. Su
función será la de “...definir los problemas y los métodos de investigación, leyes, teorías,
ámbitos de aplicación e instrumentación (asumidos por una comunidad científica particular)”
(Caparrós, 1978, p. 81).
3. El nivel tecnológico.
Por último consideraremos una tercera dimensión o nivel de análisis del proceso investigativo.
Una dimensión incluída en la anterior y que está asociada a las acciones más concretas del
quehacer científico. Se trata del nivel tecnológico o conjunto de técnicas de investigación "con
las que el investigador opera desde su mente con el mundo explorado y construído" (Galindo,
1998, p. 23). En este nivel se responde, concretamente, a la pregunta del cómo y con qué se
llevará a término la acción investigativa. Es decir, este nivel está integrado por todo un
conjunto de procedimientos, recursos y herramientas utilizadas por el investigador para
obtener y analizar los datos de la realidad. Aquí es importante destacar que "contrariamente a
lo que el sentido etimológico del término indica (datum=lo dado), (...) el dato no es para el
investigador algo que viene dado (...) [sino] el resultado de un proceso de elaboración, es
decir, el dato hay que construirlo" (Gil, 1994, p. 15). Esta construcción está mediada por los
presupuestos epistemológicos y teórico-metodológicos por los que se ha guiado el trabajo
investigativo. O, dicho de otro modo: "las concepciones teóricas no sólo influyen en el modo de
explicar o interpretar los datos, sino que determinan qué vamos a considerar dato” (Gil, 1994,
p. 18).
LAS
DOS
PRINCIPALES
TRADICIONES,
PERSPECTIVAS
O
PARADIGMAS
EPISTEMOLÓGICOS EN CIENCIAS SOCIALES.
Tal y como apuntábamos en la introducción, las ciencias sociales se constituyen históricamente
a la luz de la tensión existente entre dos tradiciones filosóficas opuestas que tienen su origen
en los clásicos (Aristóteles y Platón). Dos tradiciones que plantean concepciones distintas
respecto a la específica naturaleza del objeto de estudio y al modo de conocimiento que dicha
naturaleza condiciona. Así, por un lado tendríamos una concepción explicativa, predictiva,
causal y mecanicista; concepción que en el s. XVII queda planteada en la obra filosófica de
1
Para los fines de este trabajo, aceptaremos el consenso que propone Pérez (1994) respecto al concepto
kuhniano de paradigma, "entendido como un conjunto de creencias y actitudes, una visión del mundo
compartida por un grupo de científicos que implica metodologías determinadas" (p. 17).
4
Descartes. Y por otro lado, una concepción comprensiva, teleológica y finalista que tiene una
síntesis significativa en la obra filosófica de Kant en el s. XVIII (Conde, 1999; Hamilton, 1994;
von Wright, 1993).
A fines del s. XIX, las ciencias sociales surgen y se estructuran a partir estas dos tradiciones
filosóficas,
encontrándose
desde
sus
orígenes
dos
planteamientos
epistemológicas
contrapuestos. Por un lado, el paradigma "explicativo-positivista", cuyos dos máximos
exponentes fueron A. Comte y E. Durkheim; y por otro lado el paradigma "comprensivohermenéutico", desarrollado a partir de los planteamientos de autores como W. Dilthey o M.
Weber. Así, “según sea el tipo de investigaciones sobre la que verse, la teoría de la ciencia ha
adoptado la forma de una metodología universal de las ciencias empíricas o de una
hermenéutica general de las ciencias del espíritu y de las ciencias históricas” (Habermas, 1990,
p. 81).
Las características que definen y diferencian a cada uno de estos dos paradigmas
epistemológicos han sido analizadas por numerosos autores, sin diferir significativamente en
sus exposiciones. A partir de algunos de estos análisis comparativos -los que han parecido más
claros y exhaustivos- respecto a esta dicotomía epistemológica, se ha sintetizado el siguiente
cuadro, en el que se describen las principales características definitorias de cada uno de los dos
paradigmas epistemológicos antes planteados.
Paradigma explicativo-positivista
Realismo ontológico: realidad fáctica, externa y
objetiva (fenómenos observables), independiente
del sujeto investigador.
Objeto de estudio reactivo.
Concepción estática de la realidad, ahistórica.
Concepción de la realidad atomizada (puede
fragmentarse).
Punto de vista externo ("etic") de la realidad.
Separación sujeto-objeto durante el proceso de
producción del conocimiento (no participativo).
Paradigma comprensivo-hermenéutico
Idealismo ontológico: realidad simbólica, construída
socialmente (significados e interpretaciones), no
independiente del investigador.
Objeto de estudio activo.
Concepción dinámica de la realidad, histórica.
Concepción de la realidad holística (como un todo
unificado).
Punto de vista interno ("emic") de la realidad.
Interacción empática sujeto-objeto durante el
proceso de producción del conocimiento
(participativo).
Neutralidad valórica e ideológica (apolítica) del
Compromiso ideológico (político) del investigador.
investigador. Separación entre valores y hechos en Hechos y valores entrelazados en el proceso de
el proceso de investigación.
investigación.
La realidad es estructurada (reificada) por una
La realidad es estructurada (interpretada) por unos
formalización externa que produce datos.
significados y símbolos internos que producen
discursos.
Proceso investigativo de carácter explicativo,
Proceso investigativo de carácter descriptivo,
causal y predictivo. Empíricamente extensivo.
comprensivo e interpretativo. Empíricamente
intensivo.
(Cuadro elaborado a partir de los análisis que realizan Briones (1994), Cook y Reichardt (1997), Guba y Lincoln
(1994), Habermas (1990), Henwood y Pidgeon (1994) y Merino (1993).
5
Estas dos diferentes posturas o perspectivas epistemológicas (con distintos supuestos
ontológicos) condicionarán de distinto modo el desempeño investigativo a nivel metodológico.
Esta es la problemática central del presente trabajo que seguidamente se expone y analiza.
LA CONTROVERSIA "CUALITATIVO vs. CUANTITATIVO": RELACIÓN ENTRE EL
PARADIGMA EPISTEMOLÓGICO Y EL ENFOQUE METODOLÓGICO.
Si bien es cierto que la adopción de una determinada perspectiva epistemológica no determina
incondicionalmente un determinado enfoque metodológico, no es menos cierto que el nivel
epistémico presupuesto (explícita o implícitamente) en nuestro proceso de investigación
condicionará, en gran medida, las características que presentará el método a seguir.
El siguiente cuadro recoge sintéticamente una serie de condicionantes metodológicos que,
desde el punto de los autores antes mencionados, guiarán el proceso de investigación,
dependiendo del paradigma epistemológico por el que se haya optado.
Paradigma explicativo-positivista
Conceptualización y significación de la realidad "a
priori" (a través de variables teóricas).
Verificación y confirmación de teorías.
Observación controlada de la realidad
(experimentación).
Unicidad de método (monismo metodológico).
Primacía del método: el objeto de estudio se adecua
al método (reduccionismo metodológico).
Método explicativo-causal, confirmatorio, hipotéticodeductivo e inferencial.
Método orientado por la fiabilidad y validez.
Estudio de casos múltiples (nomotético): análisis
cuantitativo para establecer leyes generales.
Estudios orientados fundamentalmente a las
variables.
Uso de instrumentos formales para recolectar datos.
Acostumbra a obtener datos de naturaleza
cuantitativa.
Paradigma comprensivo-hermenéutico
Conceptualización y significación de la realidad
durante el proceso de producción de conocimiento.
Descubrimiento y generación de teorías.
Observación naturalista de la realidad.
Pluralidad metodológica.
Primacía del objeto de estudio: el método se adecua
al objeto de estudio.
Método descriptivo-comprensivo, exploratorio e
iluminativo.
Método orientado por la relevancia.
Estudio de casos particulares (idiográfico):
interpretación cualitativa de significados.
Estudios dirigidos esencialmente a los casos.
El investigador como instrumento para recolectar
datos.
Acostumbra a obtener datos de naturaleza
cualitativa.
Cuadro elaborado a partir de los análisis que realizan Briones (1994), Cook y Reichardt (1997), Guba y Lincoln
(1994), Habermas (1990), Henwood y Pidgeon (1994) y Merino (1993).
La controversia entre los enfoques cualitativo y cuantitativo en investigación social tiene una
de sus principales causas, desde mi punto de vista, en las distintas consideraciones que
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diferentes autores hacen respecto de la relación entre los niveles epistemológico-ontológico y
técnico-metodológico del proceso investigativo; es decir, la discusión tiene su origen en la
postura que se tome con respecto a la relación de implicancia que pueda establecerse entre los
dos cuadros anteriormente expuestos. Al respecto, Henwood y Pidgeon (1994) señalan que el
debate “cualitativo vs. cuantitativo” se hace público a través de dos versiones distintas, una
referida al nivel pragmático (técnico-metodológico) y otra referida al nivel epistemológicoontológico.
La versión pragmática de la controversia “cualitativo vs. cuantitativo” centra su foco de análisis
en las consideraciones metodológicas del quehacer investigativo: obtención de los datos (y su
naturaleza o carácter), formalización de los mismos, técnicas de análisis, etc. Esta versión
supone que las consideraciones epistemológicas son secundarias respecto de las técnicasmetodológicas y, como consecuencia de ello se tiende a aceptar, para la práctica investigativa,
una cierta compatibilidad de los enfoques cualitativo y cuantitativo, al no observarse
contradicciones lógicas entre ellos. En este sentido se afirma que “la discusión se halla
planteada inapropiadamente. No hay necesidad de escoger un método de investigación sobre
la base de una posición paradigmática tradicional. Ni tampoco hay razón alguna para elegir
entre dos paradigmas de polo opuesto” (Cook y Reichardt, 1997, p. 51). O dicho de otro modo,
“debería intentarse una redefinición del debate [cualitativo vs. cuantitativo], eliminando la
antes necesaria elección de paradigmas [epistemológico-ontológicos]” (Anguera, 1985, p.
133). La argumentación que estos autores exponen para justificar sus planteamientos sostiene
que “estos [paradigmas] se han configurado por una serie de elementos concatenados por
tradición, por lo que históricamente, pero no lógicamente, quedaron establecidos” (Anguera,
1985, p.133). Esta postura pragmática es actualmente predominante, la encontramos en la
mayoría de textos (manuales) referidos a la investigación social, así como en los análisis que la
mayoría de autores realizan sobre la relación entre los enfoques cualitativo y cuantitativo (ver
bibliografía).
En contraposición con esta postura hegemónica, la versión epistemológica plantea la
controversia cualitativo vs. cuantitativo atendiendo a las distintas concepciones filosóficas
(epistemológicas y ontológicas) que fundamentan todo proceso de producción de conocimiento
científico. Esta versión supone, entonces, que el nivel de análisis técnico-metodológico es
secundario respecto del epistemológico y, consecuentemente, considera que los enfoques
cualitativo y cuantitativo son, en la práctica de investigación, incompatibles, al observarse
contradicciones (históricamente construidas) entre las concepciones epistémicas de ambos
modelos de ciencia. En este sentido, (House, 1994) afirma:
7
La metodología depende de los supuestos ontológicos y epistemológicos acerca de la
naturaleza de la realidad y la mejor forma de acceder a ella. Este bagaje de
supuestos provee un marco de trabajo, muchas veces implícito, para hacer las
elecciones metodológicas... acerca de qué investigar, cómo iniciar y finalizar el
estudio, cuán importantes son los puntos de vista de los participantes, cómo
recolectar, analizar e interpretar los datos, qué argumentos emplear y cómo
presentar los resultados. (p. 13)
En la misma línea y refiriéndose a un reciente trabajo de sistematización en investigación
cualitativa (Guba y Lincoln, 1994) señalan que:
Aunque el título de este volumen, Handbook of Qualitative Research, implica que el
término cualitativo es un paraguas superior al término paradigma, nuestra posición
es que se trata de un término que debería ser reservado para una descripción de
tipos de métodos. Desde nuestra perspectiva, tanto los métodos cualitativo como
cuantitativo
pueden
usarse
apropiadamente
con
cualquier
paradigma
de
investigación...Las cuestiones acerca del método son secundarias a las cuestiones
acerca del paradigma, que definimos como el sistema de creencias básicas o
cosmovisiones que guían al investigador, no sólo en la elección del método sino en
sus fundamentos ontológicos y epistemológicos. (p. 105)
CONCLUSIÓN: ¿QUÉ SERÁ LO “CUALITATIVO” O “CUANTITATIVO”?.
La controversia que enfrenta a los "seguidores" (en algunos casos, "fanáticos") de los enfoques
metodológicos cualitativo y cuantitativo se origina y perpetua como consecuencia de la omisión
(intencionada o no) de los problemas de fundamento filosófico que subyacen al desarrollo de
las ciencias sociales desde su constitución. La sobrevaloración del método, en detrimento de
las concepciones ontológicas y epistemológicas de base, no permite superar discusiones
limitadas por una "metodolatría" pragmática y reduccionista.
La complejidad gnoseológica que, por definición, conlleva todo proceso de investigación (y,
especialmente, en ciencias sociales) no puede caracterizarse atendiendo exclusivamente a la
naturaleza de los datos obtenidos a partir de la utilización de determinadas técnicas
englobadas en un determinado enfoque metodológico. Una investigación no queda definida
atendiendo exclusivamente a una característica formal de nuestros instrumentos de recolección
8
de información o de nuestros datos. El hecho de que estos últimos presenten un carácter
cualitativo o cuantitativo no es un aporte significativo ni relevante para definir el complejo
proceso de investigación social, más bien debiera casi considerarse como una simple anécdota.
Porque un discurso (expresión o ejemplo de datos eminentemente cualitativos) que se ha
obtenido a partir de técnicas indudablemente cualitativas (entrevista abierta, observación
naturalista o documento escrito), bien puede terminar formando parte de un corpus de datos
textuales y ser analizado (desde una perspectiva explicativa-positivista) mediante la aplicación
de los métodos estadísticos más avanzados: análisis factorial de matrices dispersas, análisis de
correspondencias, clasificación jerárquica ascendente,... (Bécue, 1991; Etxeberría et al.,
1995).
La controversia entre los procesos de investigación cualitativos y cuantitativos no debiera
continuar planteándose, por tanto, a nivel técnico-metodológico; y mucho menos utilizando
calificativos que podrían reservarse exclusivamente para caracterizar la naturaleza de los
datos. Es necesario elevar el nivel de discusión y análisis a una dimensión epistemológica que
considere al investigador social y a su quehacer científico en toda su complejidad histórica,
social, política, ideológica, ética...
Mantener la discusión restringida al carácter cualitativo o cuantitativo de unos datos concretos
esconde el verdadero y relevante origen de la contradicción. Amplificar o sobrevalorar la
dimensión formal (estética) de un complejo proceso social (como es la investigación) puede ser
una actitud muy acorde con el descompromiso de nuestros actuales tiempos postmodernos,
pero ocultará una vez más la dimensión ética de dicho proceso. El desarrollo de las ciencias
sociales y la superación del crítico estado de estancamiento en el que se encuentran podría
pasar por asumir, madura y respetuosamente, este debate científico y filosófico en la dirección
propuesta.
9
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11
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