CONSUMO Y CAPITALISMO El consumo de masas es una necesidad del neocapitalismo: –La elevada capacidad de producción del capitalismo actual sólo puede tener salidas al mercado si este alcanza una alta capacidad de consumo. Es necesario consumir mucho para seguir produciendo. –Si el consumo se estancase, la inversión disminuiría y, con ella, la creación de puestos de trabajo. Sería la crisis económica y el caos social. Para mantener lo altos niveles de consumo, el neocapitalismo cuenta con un fuerte aparato de propaganda que invita, continuamente, a las masas a consumir. Esta situación ha recibido duras críticas desde diversas perspectivas: –Se señala que este consumo desorbitado lleva a un derroche absurdo y sin precedentes, que amenaza con destruir todas las reservas de materia prime del planeta. –Pone en peligro la misma calidad de vida que se persigue, a causa de la contaminación. –Se ha indicado también que el enorme crecimiento de la población puede agravar aún más las cosas. Las soluciones estarían en la disminución del crecimiento económico y en la búsqueda de nuevas formas de vida que no pusieran el énfasis en el consumo creciente. Los ecologistas son los defensores más tenaces de estas alternativas. Los países del tercer mundo se han encargado de destacar la injusticia que supone el hecho de que, mientras una pequeña parte de la población mundial se entrega a un devastador derroche de recursos, los dos tercios de la población mundial están pasando hambre. También el tercer mundo pide la búsqueda de nuevos modelos de vida que impongan la austeridad del consumo y un mayor contacto con la naturaleza. Extraído de: Rastrilla Pérez. J. (1981). Historia Universal de España 8º Ed. S.M., Madrid. Pág. 260.