COMISIÓN EUROPEA DIRECCIÓN GENERAL DE SALUD Y SEGURIDAD ALIMENTARIA Dirección F. Auditorías y análisis en los ámbitos sanitario y alimentario NÚMERO DE REFERENCIA: DG(SANTE)/2015-8951- RS EXTRACTO DE INFORME RELATIVO A LA OFICINA ALIMENTARIA Y VETERINARIA INFORME GENERAL ACERCA DE UNA SERIE DE AUDITORÍAS SOBRE LA PRODUCCIÓN ORGÁNICA EN TERCEROS PAÍSES RECONOCIDOS 2012-2014 NOTA: SE TRATA DE LA TRADUCCIÓN SUCINTA DE UNA PARTE DEL INFORME DE AUDITORÍA ORIGINAL [N.º REF. DG (SANTE)2015-8951]. SE HA ELABORADO SIMPLEMENTE COMO ORIENTACIÓN PARA LOS VISITANTES DE ESTE SITIO WEB Y, POR TANTO, NO ES UN DOCUMENTO OFICIAL. DEBE HACERSE REFERENCIA SIEMPRE AL TEXTO COMPLETO DEL INFORME ORIGINAL. RESUMEN El presente informe ofrece un panorama de seis auditorías sobre la producción orgánica en terceros países que realizó la Oficina Alimentaria y Veterinaria entre 2012 y 2014. El objetivo de las auditorías era evaluar la aplicación de las normas que rigen la producción orgánica, la eficacia del sistema de control en este ámbito y la supervisión que llevan a cabo las autoridades competentes. La Comisión Europea había reconocido previamente las normas nacionales para la producción orgánica en estos terceros países con arreglo al régimen de equivalencia contemplado en el artículo 33 del Reglamento (CE) n.º 834/2007. Los seis terceros países visitados tenían normas nacionales para la producción orgánica y medidas de control en vigor. Algunos terceros países no habían notificado aún todas sus disposiciones más recientes a la Comisión Europea. En general, en todos los países se habían designado unas autoridades competentes, con una división clara de responsabilidades, que estaban facultadas para hacer cumplir las disposiciones nacionales correspondientes. En los seis países se habían delegado las labores de inspección y certificación, que estaban correctamente descritas, a entidades de control privadas, y en casi todos ellos se constató una buena comunicación y cooperación entre las autoridades competentes y las entidades de control. En todos los países que se visitaron, se habían establecido sistemas de delegación de controles oficiales a entidades de control y se había acreditado, en caso necesario, a dichas entidades. Sin embargo, se detectaron algunas deficiencias importantes en casi todos los países por lo que se refiere a la supervisión de las entidades de control, principalmente en lo relativo a una evaluación insuficiente de la efectividad de las actividades de control de dichas entidades y a la inadecuación de las medidas adoptadas por las autoridades competentes en contra de las entidades en caso de cometerse errores. Las entidades de control llevaban a cabo al menos una inspección anual de todos los operadores y se consideró que se tenían suficientemente en cuenta los criterios de riesgo pertinentes a la hora de planificar las inspecciones. No obstante, en algunos casos estas inspecciones carecieron de la efectividad debida, en especial porque los inspectores de las entidades de control no habían verificado adecuadamente la información en sus visitas a los operadores y porque las listas de control que emplearon no cubrían todos los aspectos pertinentes. En todos los casos había disposiciones de muestreo previstas, pero se detectaron algunas deficiencias en que respecta a la representatividad de las muestras tomadas, la capacidad de análisis insuficiente de los laboratorios empleados y al hecho de haber fijado un umbral para poder iniciar la investigación. También se constataron deficiencias en la aplicación de normas extraordinarias de producción. Todos los países visitados disponían de sistemas de trazabilidad y certificación de las exportaciones en vigor. En algunos de estos países, tales sistemas no garantizaban que solo se exportasen a la Unión Europea los productos o ingredientes producidos en ellos. También cabe calificar las medidas para hacer cumplir la normativa de las entidades de control o las autoridades competentes de los terceros países visitados como eficaces por lo general. En dos de estos países, las medidas adoptadas resultaron insuficientes o ineficaces debido a una notificación tardía de ciertas irregularidades constatadas. Todos los países visitados hacían un seguimiento adecuado de las notificaciones de irregularidades recibidas de la UE. La serie de auditorías puso de relieve un conjunto de buenas prácticas que podrían transmitirse a todos los terceros países. Cabe mencionar asimismo que los informes individuales por país recogían recomendaciones a los terceros países, de las que la Comisión hace un seguimiento sistemático.