Marialcira Matute... 1) adora los gatos. “Ahorita tengo dos gatas”, detalla. Una se llama Mariposa y otra se llama Cheina. 2) lee los libros de los autores que va a entrevistar. 3) lee unos 14 o 15 libros al mes. “Leo solo lo que yo quiero leer”, aclara. 4) ama la novela y le gusta mucho “hurgar y comprar a lo loco para descubrir”. 5) tiene la novela La Tregua, de Mario Benedetti, firmada por su autor. 6) ha hecho 600 programas para VTV, 900 para RNV para público “todo usuario”; 600 para niñas, niños y adolescentes; 500 del Picadillo del Domingo y al Marialcira Matute ha leído por lo menos 5 mil títulos “Los libros me abrieron la puerta para ver el mundo de muchas formas” Es periodista y abogada. Promotora de la lectura mediante la plataforma La librería mediática. Defensora del libro en papel, electrónico y todos los soportes por descubrir. Propulsora del derecho a la bibliodiversidad y del porcentaje de divisas que necesita el sector. Pero también, mujer enamorada del librero uruguayo Isidoro Duarte y gran entrevistadora. Así es Marialcira Matute T/ Vanessa Davies T/ Roberto Gil D e tantos libros que ha leído (por lo menos 5 mil, si la memoria no le falla), de tantos libros que ha presentado, Marialcira Matute es una biblioteca viviente, dedicada a tiempo completo a alentar el hábito de tener siempre a mano un compañero de viaje hecho de letras. No podía ser diferente el destino de Matute, niña lectora desde los dos años y medio, mujer lectora (hoy de 53 años, cumplidos el 27 de enero) y también promotora de la lectura con su espacio –en TV, radio y prensa– La Librería Mediática. “Me acuerdo perfectamente” de ese tiempo, afirma Matute, en conversación con el Correo del Orinoco en su escenario preferido: una feria del libro; en este caso, la Feria del Libro de Caracas, abierta desde el jueves 23 de julio en el Parque Los Caobos. “Empecé a leer temprano porque a mí me gustaba mucho que me contaran cuentos. Ya los cuentos se agotaban, ya mi mamá no sabía qué hacer”, refiere. Atribuye a su papá, Diego Matute, los pininos en el periodismo, porque el señor Matute leía los periódicos en la cama. “Yo estaba muy chiquita, leía los periódicos que llegaban a la casa, llegaban los periódicos y entonces yo me subía en la cama y empezaba a preguntarle: ‘¿Y esta palabra qué es? ¿Y esta letra qué es?’. Por jugar, una vez que yo estaba ahí en la cama con mi papá y con mi mamá (Gloria Castro), ella dice ‘¿y esta palabra qué es, nené?’ Y yo le dije: ‘concilio’ para su asombro”, rememora. La primera vez que leyó El principito, la niñita de los ojos de su mamá y de su papá –nacida en Madrid por una casualidad– tenía seis años y sufría mucho porque no sabía por qué el amado personaje de Antoine De Saint Exupéry no se caía del planeta. “En casa siempre hubo libros; siempre el libro era un premio, era una sorpresa que aparecía debajo de la almohada. Cuando tú te ibas a acostar, si te habías portado bien, había un libro debajo de la almohada. Era el regalo de menos 500 micros para YVKE Mundial. Escribe en el suplemento Letras del diario capitalino Ciudad Caracas, de distribución gratuita. 7) trabaja en el proyecto de la televisora de los libros con el apoyo de Fundarte y la alcaldía de Caracas. “No hemos decidido –eso lo estamos hablando en el colectivo de la Televisora de los Libros, TV Lecturas, que tiene una página web que es tvlecturas.com– si lo más conveniente es una página web con televisión a la carta o ir a televisión digital abierta. Eso lo estamos conversando”, adelanta. 8) no se plantea escribir... por el momento. “Yo soy lectora y me expreso como lectora”, asevera. papá y mamá; cuando salían a la calle llegaban con un libro”, reivindica. Una mamá maestra y lectora; un papá lector, lector ávido. Y allí está Marialcira Matute: prácticamente la única voz en los medios de comunicación venezolanos que ha hecho de los libros una fiesta y que alienta la iniciativa de dedicar un minuto al libro en todos los espacios en radio y televisión. LA PRIMERA VEZ... A lo mejor para otras muchachas “la primera vez” es “la primera vez” con un novio, con una novia. Mas el recuerdo de Matute es de cuando le dieron dinero para que comprara un libro. “Me dieron 15 bolívares, fui a una librería y compré Leyendas Maravillosas, de Editorial Fher, de España. Ese es un libro que tengo, lo he puesto #ONTINÞAENLASIGUIENTEPÉGINA Domingo 26 de Julio de 2015 .s!×Os#ARACAS 2 Parte de Gente | Nº 248 s$OMINGODE*ULIODE Suplemento dominical del )SIDORO$UARTE SUOTRAMITAD ¿Existe la otra mitad? En el caso de Marialcira Matute todo indica que sí. Su media mitad se llama Isidoro Duarte, librero uruguayo, hombre de vasta cultura y admirable promotor de la lectura. Transita con ella el camino de los libros, cada uno en el género que le gusta: a ella, la novela y el cuento; a él, la historia y la política. Lo conoció cuando ella trabajaba en la Biblioteca Nacional e iba mucho al programa radial de Juan Manuel Laguardia. En ese espacio, una supuesta adivinado- Viene de la página anterior en Internet y me han ofrecido miles y miles...”, relata. Pero pierden el tiempo quienes piden ese texto, porque está resuelta a no desprenderse de él. Aprendió a convivir con las contradicciones porque estudió en el colegio San José de Tarbes, en El Paraíso, y además tenía una tía monja, pero por otro lado los libros le pintaron una visión diferente sobre asuntos como el llamado –en esa época– “descubrimiento de América”. “Los libros me abrieron la puerta para ver el mundo de muchas formas, para entender que no hay una sola forma de ver las cosas y eso es importante cuando defiendes un proceso democrático”, enfatiza, e inmediatamente aclara que se refiere a “la democracia de verdad, no esa democracia y libertad que a veces la han banalizado”. Insiste en que la democracia de verdad es “en la que todos participan y cuando hablamos todos” y recalca que la palabra pueblo “también han banalizado, como si pueblo fuera algo excluyente cuando pueblo es una de las palabras más incluyentes que hay”. El de Matute es un discurso esmeradamente ordenado, con la coherencia que se adquiere gracias a leer y leer. Parece mentira que ella, tan desenvuelta ante las cámaras, tan hábil para ensartar palabras, haya sido una chica tímida. “El libro, primero, me sirvió de refugio, porque yo fui muy tímida”, narra. A los 20 años “empecé a darme cuenta de que el leer te servía como herramienta para expresarte mejor y para lograr muchas cosas. Alguien dice que el libro salva. El libro no salva de nada…”. –¿La salvó de algo? ra le predijo que conocería esa semana “al hombre de su vida”, que sería extranjero, de cabello y bigotes blancos y vinculado con su mundo. Y así fue: buscaba libros sobre París, le recomendaron llamar a Duarte, y una vez superadas las respectivas timideces salieron juntos y asumieron una relación hacia adelante, sin estar hurgando en el pasado de cada quien. “Vamos a cumplir 15 años de conocernos y 13 años de casados. Es bravo, porque yo soy un fosforito y él también. Somos sumamente tozudos: nunca me ha ganado una pelea, yo tampoco”, describe, pero “yo creo que nos complementamos bien”. –No, el libro potencia lo que tú decidas ser: te potencia, te ayuda a recorrer el camino más fácilmente. CONVIVEN EL PAPEL Y LO ELECTRÓNICO –¿Está pasado de moda el libro? –No, para nada. El día del congreso de periodismo cultural organizado por Fundarte yo decía que, como hay tantas formas ahora de acceder al libro, en vez de tenerle miedo a eso tenemos que verlo como complementario. –¿Cómo lo ve usted? –La tendencia, por ejemplo, en España es imprimir libros que tengan el libro digital incluido en su solapa. Entonces, el libro de papel no puede desaparecer porque nosotros no podemos quedar a merced de una plataforma tecnológica que es manipulable fácilmente, y que si se te daña el lector electrónico pierdes todos los libros. Es muy difícil que pierdas todos los libros de tu biblioteca, pero sí es muy fácil que se te borren todos los archivos, o que los archivos tengan algún virus. Para mí el libro electrónico es complementario y así va a ser durante muchos años. Imagínate tú una Feria del Libro con solo libros electrónicos. Ay, no, eso es una tristeza. –¿También lee libros electrónicos? –Sí, leo muchos libros electrónicos. –¿A partir de cuándo los empezó a leer? –Hace unos cuatro años. Pero los libros electrónicos son como para matar el ansia: ¡Yo quiero saber de qué trata! Y entonces a veces se consiguen las primeras páginas de un libro, y si me gusta siempre compro el de papel. Yo siempre compro los libros de papel, los busco donde sea y los compro. Por eso también defiendo el derecho a la bibliodiversidad, que es muy importante. BIBLIODIVERSIDAD –¿Cómo entiende el derecho a la bibliodiversidad? –Lo entiendo como el derecho a que todas las ideas de Venezuela, producidas en Venezuela, circulen en Venezuela y salgan generosamente al exterior. Y también el derecho que tenemos los venezolanos de conocer todo lo que pasa en el mundo. Y durante todos estos años eso se ha defendido. Ahorita hay baja de precio del petróleo, hay menos divisas; el libro solamente necesita 0,08% del 100% de divisas que se le otorgan a todos los rubros; el 0,08%. Nosotros somos un mundo editorial pequeñito; muy fuerte, pero pequeñito. Por eso el Estado tiene que cuidar que ese 0,08% siempre se esté liquidando para deudas, para comprar nuevos libros. Matute asegura que hasta la fecha se ha garantizado ese porcentaje de dólares para el sector libro, y cuando hay nudos “se han desatado y siguen fluyendo las divisas”. Sin embargo, llama a tener en cuenta “que ese 0,08% es muy pequeño cuando hablas de cantidad de dólares, pero es muy grande en cuanto al impacto-país porque ninguna librería se mantiene solo con libros de la nación. Ninguna; es imposible”. Con base en su experiencia, resalta que el trabajo de las distribuidoras y los distribuidores, “de ir al mundo a buscar y a elegir libros para las necesidades del país hay que reforzarlo. Fíjate, hay libros técnicos, específicos, que se sabe que van a comprar 20 personas en el país y hay que tenerlos y no se pueden producir en el país. No puede sustituirse la importación de libros, es imposible”. –Hay sectores muy críticos respecto al estado de la industria editorial venezolana. ¿Está golpeada? –No, yo veo que ha habido un gran apoyo al sector editorial. Hay cadenas privadas que empezaron con una librería y ahora tienen 15 y 20 sucursales. Y se mantienen, aún en este momento que estamos como en emergencia porque hubo una baja en la entrada de divisas al país. Hay editoriales nuevas venezolanas que surgieron y están allí, fuertes, publicando libros. Los libros circulan libremente en el país. Así que no hay que hacer ninguna crítica más allá del llamado a que se mantenga la bibliodiversidad; es decir, el flujo de libros de todas partes del mundo hacia Venezuela y que se fortalezca también la exportación del libro venezolano. A quienes argumentan que solo se promueve un pensamiento en los libros editados en Venezuela, Matute les replica que en el país “no hay veto de libros” y alega que en todas las plataformas de La Librería Mediática (10 años en Venezolana de Televisión, más de 12 en Radio Nacional de Venezuela, más de 10 en la Radio del Sur y otros en YVKE Mundial) habla libremente sobre libros, autoras y autores. “Nunca nos dijeron ‘de ese libro no hables’; nunca, porque entonces no tendría sentido hacer un programa de libros así”, expone. “Por el contrario, muchas de esas personas que critican no abren sus puertas para todos”. Se pregunta, en la misma dirección, si en todos los medios tendrá cabida el músico Leonel Ruiz, quien hizo un disco relacionado con los Cuentos del Arañero, de Hugo Chávez. “Muchas de las personas que piden libertad y democracia son las primeras que cierran sus puertas a la diversidad y a la bibliodiversidad”, explica, o que manipulan a quienes manifiestan otra opinión. “Vamos a estar claros: si ha habido una apertura a la diversidad de ideas ha sido de parte del Estado venezolano, sobre todo en estos últimos años”. ANTES Y DESPUÉS Para Matute hay un clarísimo antes y un clarísimo después en la promoción de la lectura en Venezuela. “Antes había una elit, y no lo podemos negar: había una elit que iba a los festivales de poesía, que iba a las librerías, que leía libros y que tenía una geografía de libros en su casa. Eso continúa”, caracteriza. “Pero ahora se agregan las personas que recibieron más de 100 millones de libros que se han distribuido gratuitamente, de todo tipo, de parte del Estado venezolano; que han comprado libros subsidiados en Fundarte, en Librerías del Sur, en las gobernaciones que también producen libros”, ilustra. “Esas personas se sumaron al mundo del libro y tienen al libro como parte de su cotidianidad; vienen a las ferias del libro, al igual que sigue viniendo esa elit y puede acceder al libro”. Defensora de la diversidad y de la pluralidad, esta lectora excepcional –que todavía no se aventura a escribir– subraya que “tenemos que abrirnos a todo” y defiende que “el librero no tiene por qué ser un censor de lo que aparece en las vitrinas de la librería, ya que el librero tiene que exponer todo lo que hay”. LA PERSISTENCIA DEL EMPEÑO Matute es abogada (egresada de la Universidad Santa María en 1988) y comunicadora social (graduada en la UCV en 1992). También estudió para ser técnica superior en arquitectura y traductora. “Yo traté de estudiar todo lo que pude hasta los 30 años”, confiesa. El conocimiento es la bandera de la quinta hija de Gloria Castro y la primera de Diego Matute, pero también lo es la decisión de hacer una vida entre libros. El proyecto comenzó por VTV, con unos pocos minutos en la revista matutina: “Me daban cinco minutos cada cinco días”. RNV aprobó el proyecto, comenzó la lluvia de premios y VTV le abrió las puertas a un espacio propio. “Se ha mantenido 10 años en diversas frecuencias, en diversos horarios. Ahora estamos en un nicho muy pequeñito, pero que ya está consolidado, que son los sábados a las nueve de la mañana. Nosotros quisiéramos ya pasar a tener una hora de programa, nos hace falta, nos queda corta la media hora y quisiéramos que el programa tuviera un espacio de reposición, que hace falta”, puntualiza. El próximo sabado –en el espacio preparado especialmente para La librería Mediática por Freddy Ñáñez, presidente de Fundarte, en la Feria del Libro de Caracas– Matute entrevistará a Pablo Montoya, ganador del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos. Ella lo anuncia como quien se prepara para comerse un chocolate deseado. Es, sin duda, un reconocimiento a su constancia Caracas Coordinadores: Vanessa Davies, Carlos Ortiz Diseño gráfico Pablo Valduciel L., Aimara Aguilera Corrección Judith Herrada, José Brito, Franklin Hurtado y Mauricio Vilas Nº 248 s$OMINGODE*ULIODE|Publicidad Suplemento dominical del 3 4 La Patria Buena | Nº 248 s$OMINGODE*ULIODE Suplemento dominical del 3UREPRESASURTEDEAGUAAGRANPARTEDELAREGIØNCENTRAL El Pao se juega su destino con la Revolución Bolivariana 5NODELOSPRIMEROSYMÉSIMPORTANTESCOLEGIOSPARANI×ASDELAERAREPUBLICANA FUNCIONØENESTERINCØNDELESTADOCOJEDE×O%STAESLACUNADE-ATÓAS3ALAZAR UNODELOSMÉSIMPORTANTESMILITARESDELASEGUNDAMITADDELSIGLO8)8 TyF/ Manuel Abrizo R amón de Jesús Díaz sostiene que El Pao de San Juan Bautista quedó aislado cuando se construyó la nueva vía Tinaco –Tinaquillo– Valencia, que vino a sustituir el antiguo camino que, pasando por El Pao, salía al Campo de Carabobo. Desde entonces, el pueblo ha permanecido como arrinconado con una única carretera por la que se entra y se sale. Díaz usa una imagen para ilustrar la condición geográfica de esta localidad cojedeña, distante unos 20 minutos de Tinaco, con unas 17 quebradas de por medio. “El Pao es como el bolsillo, en el que metes y sacas la mano por el mismo sitio”. La limitante de su ubicación geográfica, aunada a la carencia de empresas y la debilidad de ciertos servicios (electricidad, agua, internet), mantiene sumergido El Pao en una especie de melancolía que parece profundizarse al mediodía, cuando el solazo saca a la gente de las calles y cierran las escasas tiendas. En la plaza Bolívar hay pocas personas a pesar de que al frente está la sede de la alcaldía. En los días de cobro, el pueblo se torna aún más solitario, ya que las maestras y los maestros, las empleadas y los empleados de la alcaldía y el resto de las servidoras y los servidores públicos salen a cobrar a Tinaco o a San Carlos. “Esto antes era igual. No ha tenido mejoría; ni p’allá, ni p’acá”, dice un hombre frente a la iglesia en honor a San Juan Bautista, declarada monumento histórico de la nación en 1960. Rafael Vilorio Méndez, artesano y poeta de Tinaco, cuenta que en cierta oportunidad, de visita en El Pao, subió al campanario de la iglesia acompañado por un amigo. Era uno de esos días tristes de verano en que, como dice el poeta barinés Alberto Arvelo Torrealba, “las chicharras atolondran el cenizo atardecer” y el sol rojo estaba cayendo en el horizonte. “Subimos al campanario. Allí vimos un letrero que decía: ‘Qué tristes están las tardes de mi pueblo; yo me quiero ir de aquí”. Firmaba, Marcos Alvarado. Yo le digo a mi amigo Rafa: ‘Fíjate en ese letrero y mira al pueblo. Este hombre escribió lo que estaba viendo. Este pueblo es muy triste”, relata Méndez. Marcos Alvarado era el poeta de El Pao. No dejó obra escrita, pero la gente repetía sus versos. Solía visitar las localida- des circunvecinas: Tinaco, San Carlos, La Aguadita. “Esos eran sus comederos, como dicen”, cuenta Méndez. “Marcos era genial como poeta. Acomodaba un poema en un rato. Una vez el jefe civil de Tinaco lo sacó del pueblo, porque escribía muchos poemas en contra suyo, en la época de Pérez Jiménez. Un día le ordena a los policías que lo llevaran a la boca de los cerros y lo de- jaran allí. Lo montan en la camioneta de la policía. Un policía atrás, el otro adelante. Lo dejan en la boca de los cerros. Marcos se queda viendo. Entra a un botiquín, se echa un palito y pregunta por la fecha, 16 de septiembre. Escribe: un 16 de septiembre,/ lo recuerdo todavía,/ me dieron por bastimento/ un agente policía”. Méndez y su hermano, el Viejo Vilorio, fueron exclusivamente a El Pao, años después, a visitar la tumba de Marcos Alvarado. Allí estuvieron un rato recordando al viejo amigo. Érika Faría, gobernadora del estado Cojedes, reconoció tiem- po atrás en uno de sus programas radiales sabatinos que el municipio Pao estaba entre los más pobres de Venezuela y que había que redoblar los esfuerzos en esa entidad. Las distintas misiones y el apoyo al Poder Popular como eje principal de la Revolución Bolivariana han permitido que el pueblo se mantenga a flote, según señala Jair Ochoa, un joven miembro de la dirección municipal del PSUV. Ochoa, quien reparte en el pueblo el periódico Ciudad Cojedes, medio impreso regional de la Revolución Bolivariana, señala que en el municipio hay nueve comunas registradas. Por la larga calle que conduce a Los Barrancones, un centro recreacional de la represa El Pao-La Balsa, se encuentra una Casa de Alimentación, abierta desde hace más de 10 años, como parte de las iniciativas ejecutadas por el comandante Chávez para aliviar las penurias de las más necesitadas y los más necesitados. Allí, tres mujeres elaboradoras preparan almuerzo diario para 130 personas; entre ellas, adultas y adultos mayores, embarazadas, niñas y niños. Mariela Cardozo, la encargada, afirma que a pesar de los tiempos difíciles que se viven actualmente en cuanto a los alimentos, a ellas y a ellos no les ha faltado el suministro. DEL XIX AL XX Ochoa entrega al Correo del Orinoco un grupo de fotografías en blanco y negro en el que se muestra El Pao de Marcos Alvarado o del padre Gino Bernardi, un cura italiano progresista que llegó al pueblo en la década del 50 del siglo pasado. Bernardi, quien era aviador, desarrolló una labor colosal en Nº 248 s$OMINGODE*ULIODE|La 'INO"ERNARDI CURAPROGRESISTA El padre Gino Bernardi, de origen italiano, llegó en abril de 1950 a El Pao de San Juan Bautista, que para entonces era una aldea de 600 habitantes. Durante los 16 años que estuvo como sacerdote en el pueblo desarrolló una labor colosal, según refiere una pequeña biografía escrita por el antropólogo e historiador cojedeño Argenis Agüero. A los pocos días de su arribo, ya Bernardi estaba proyectando películas a la comunidad. El 15 de septiembre inauguró la casa cural. El 10 de octubre de ese mismo año inauguró un salón de música. En diciembre de 1851 el templo estrenó seis campanas y un reloj importado de Suiza. Ese mismo año fundó el grupo de esta aldea paupérrima durante 16 años. En el juego de imágenes se distinguen estampas de tardes de toros coleados en las calles; aparece el padre Bernardi posando frente a su avioneta. También se muestran escenas de la filmación de la película Epopeya de Bolívar, rodada en el pueblo; están la iglesia y el viejo colegio para señoritas, regidos por monjas, hoy en ruinas. Otra imagen contiene la Casa Consistorial, de dos plantas, que hoy es sede de la alcaldía. Díaz, docente de larga trayectoria y cronista sentimental del municipio, señala que las ruinas ubicadas a un costado de la iglesia, en la calle adyacente, pertenecieron al monasterio o colegio para niñas, llamado Colegio Nuestra Señora de los Dolores. Fue fundado entre 1850 y 1853 por fray Francisco de Barcelona, fallecido y enterrado en la iglesia en 1853, según señala la lápida. Los sustituyó Fray Francisco de Igualada. Allí, niñas de todo el país recibían educación de las monjas. Estudiaban 0ATRIA"UENA Boys Scouts con 35 muchachos. En 1954 fundó el kínder. Bernardi impulsó una demanda contra la empresa eléctrica, instalada en la zona y desde donde se llevaba electricidad a Valencia, para que suministrara energía al pueblo. En 1959, gracias a su tesón, concluyeron los trabajos de restauración del templo. Bernardi, quien era piloto, compró en 1959 una avioneta marca Piper que él mismo llevo al pueblo. Ese mismo año construyó una pequeña pista de aterrizaje. En caseríos aledaños también se construyeron pistas, lo cual facilitó su labor misionera. Una estrofa del poeta Marcos Alvarado circulaba de boca en boca por aquel tiempo: Hay dos personas en El Pao que hacen lo que les da la gana el amigo Pedro Blanco y el aviador en sotana canto, poesía, letras, música y aprendían los oficios del hogar. “No era un convento en sí, sino un colegio de educandas. Después, a la que tenía vocación para monja la enviaban a otros colegios, como el de Los Teques, San Cristóbal, pero allí comenzaban como novicias. Venían de Valencia, Caracas, de todas partes del país. Estaba comandaba por una congregación de monjas: las hermanas Rabasco”, indica el cronista. Díaz atribuye el cierre de la institución al enfrentamiento entre el clero y el Gobierno de Guzmán Blanco. Posteriormente, a mediados del siglo pasado, funcionó en sus instalaciones un preescolar que se mantuvo hasta la década de 1970. Las ruinas del viejo colegio, la iglesia y una serie de enormes casas ubicadas en el casco del pueblo constituyen los vestigios que quedan en pie de El Pao colonial y republicano. “De El Pao no hay mucha historia escrita, pero es un pueblo que acaba de cumplir 354 años de fundado, el 24 de junio. Se lla- Suplemento dominical del ma El Pao de San Juan Bautista, precisamente porque la misión que vino en ese año de 1661 estaba presidida por unos religiosos con Fray Pedro de Vera, devotos de San Juan Bautista y por ello le dieron el nombre del Pao de San Juan Bautista”, explica. Se cree que el nombre es una derivación de paují, ave abundante en la zona, que los indígenas llamaban paoci. El cronista aclara que El Pao es uno de los pocos pueblos donde nadie es propietario definitivo de las tierras, ya que en el siglo XIX los marqueses de Mijares, dueños de estas comarcas hasta Valencia, mediante una data escrita de donación cedieron 57 mil hectáreas a las hijas, los hijos, vecinas y vecinos de El Pao. Aunque El Pao fue un pueblo realista en la época de Independencia, por allí pasó una columna comandada por el general José Laurencio Silva, enviada por Simón Bolívar hacia las sabanas de Carabobo, en las horas previas a la batalla. Años antes, Silva estuvo detenido en El Pao, en una casa que se hallaba bajo mando realista y que años después sería sede de su comando patriota. En la época federal el pueblo fue cuna de Matías Salazar, un militar de prestigio cuyos triunfos en los campos de batalla catapultaron a Guzmán Blanco, su compadre, a la Presidencia de la República. La historia, recogida por Ramón de Jesús Díaz, detalla que Matías Salazar, se confabuló con otros generales y coroneles contra Guzmán. Hecho prisionero, a Salazar se le montó un consejo de guerra en Tinaquillo; fue condenado a muerte. “Una anécdota señala que el propio Guzmán y que dijo: ‘déjenme quieto, que ese muerto es mío’. Él mismo dio la orden de disparo. Matías Salazar era un hombre polifacético, valiente. Fue torero, cuentista, arriero, luego se metió a guerrillero”, dice Díaz. LAS GALERAS Por Las Galeras de El Pao, una formación montañosa situada al sur del pueblo, comienza la propia llanura cojedeña. Este cordón montañoso, extendido de este a oeste y compartido por Guárico y Cojedes, “es una zona preñadas de leyendas, de espantos, aparecidos, animales extraños. Es muy visitada por cazadores”, refiere Díaz. Méndez cuenta que Dámaso Figueredo, nativo de Guardatinajas y uno de los folcloristas más auténticos y genuinos que ha tenido el llano, se encargó de recrear, hecha canción, esas fantásticas historias de Las Galeras de El Pao. “Las Galeras de El Pao tienen muchas leyendas de aparecidos, de tigres, de fieras, de muertos. Las Galeras son impresionantes. Eran también puntas de cimarroneras. El ganado alzao tronaba en Las galeras de El Pao. Más de un llanero vivía cogiendo ganado a costa de esas montañas. Eso dio motivo a que Dámaso Figueredo, con su ingenio, hiciera de Las Galeras una leyenda. De ahí salió su “Salvaje de Las Galeras” que, como él dice, terminó injertándose con animales y procreando bichos fantásticos”, dice Vilorio. Otra referencia del pueblo es la represa El Pao-La Balsa, que limita por el sur con Las Galeras. La represa fue construida entre los años 1976 y 1978, con una capacidad de 419,66 millones de metros cúbicos de agua. Su superficie es de 4.780 hectáreas y su objetivo principal es abastecer la región central de país mediante el Acueducto Regional del Centro. Las instalaciones recreativas, en el sitio llamado Los Barrancones, se están deteriorando por falta de mantenimiento El Pao 6 Parte de Lengua | Nº 248 s$OMINGODE*ULIODE Suplemento dominical del Correo de la palabra 3OBREELOlCIODEESCRIBIRLAVOCACIØNDECOMUNICARYLARESPONSABILIDADDEINFORMAR ,UIS.AVARRETE/RTA [email protected] Algo más que un gazapo L a Academia señala en El Diccionario de la lengua española que, entre otras acepciones, “gazapo” es un “yerro que por inadvertencia deja escapar quien escribe o habla”. Nadie, ni siquiera los mejores escritores, están exceptos de incurrir alguna vez en ese pecado venial. Por supuesto, menos aún los periodistas, que están todos los días tecleando para ejercer su importante, pero también riesgoso oficio. El o los descuidos lo acechan en cada palabra que escribe. Nunca puede estar absolutamente seguro de que lo que entrega, en medio de la angustia de hacerlo ¡a tiempo!, es algo impecable. Por eso se ha creado una alcabala, la de los editores, que filtran –también a contrarreloj– la entrega primeriza. A pesar de todas estas precauciones, los errorcillos hacen, con alguna frecuencia, sus moderadas presencias. Lo grave es que a veces son aparatosas y hasta escandalosas. Y lo más grave aún es que esto lo he encontrado en varios diarios caraqueños, algunos parecidos. No son, pues, tan infrecuentes como parece. Me permito citar un trabajo publicado hace poco en nuestro Correo del Orinoco. Lo creo ejemplarizante en más de un sentido. Se trata de un texto de una página completa en el que se reseña la intervención del presidente Maduro en la Asamblea Nacional en la cual solicitó un acuerdo nacional para enfrentar las agresiones del Gobierno de Guyana contra Venezuela con motivo del diferendo por el Esequibo. En términos de técnica periodística está bien concebido. Cumple con las normas básicas de una noticia y no adolece de fallas gramaticales. Pero hay algo que afea el conjunto. Después de los tres primeros párrafos de un total de 28, más de la mitad, exactamente 18 párrafos, se inician con dos esquemas sintácticos únicos. El primero, muy escueto: un verbo activo en pretérito más el relativo “que”: “manifestó que”, “apuntó que”, “anunció que”, “explicó que”, “afirmó que”, “dijo que”, “anunció que”, “explicó que”, “afirmó que”, “dijo que”, “refirió que”, “recordó que”, “advirtió que”, “resaltó que”, “explicó que”, “destacó que”, “comentó que”, “agregó” sin el “que”. En el segundo solo se ubica antes del verbo un conector oracional: “sin embargo, asegura que”, “de igual forma, indicó que”, “en ese sentido, esgrimió que”, “además, considera que”. Aunque con esta segunda variante se amortigua medianamente el efecto martillo del “agregó que”, sigue siendo un artificio que no elimina del todo el golpeteo reiterativo y machacón. No exagero: cuando se leen así, todos juntos, uno siente como si le golpetearan en el cerebro con algo más o menos contundente. Es evidente que esa no es la manera de iniciar los párrafos de un texto. Además de que produce una sensación de cansancio, denota descuido. Es norma de oro de la redacción que el texto total sea preciso y claro, pero también variado y atractivo. En especial, se debe evitar la reiteración de esas fórmulas idénticas. Aunque sea imposible medirlo cuantitativamente, no puede haber duda de que un estilo monótono produce un efecto indeseable: el fastidio y, en consecuencia, el abandono de la lectura. Se trata, entonces, de romper las matrices congeladas en la estructura oracional. No basta con saber jerarquizar los componentes de una información. Además, hay que organizar los componentes de cada oración de un modo fluido y con la brevedad que permita, además de entenderla, enlazarla con fluidez con la que le antecede y le sigue. La clave está en combinar con precisión conceptual pero también con soltura cada una de las oraciones que integran un párrafo. En otra oportunidad (“Armar el rompecabezas de la oración”, 28 de septiembre de 2014) mostramos todas las variantes posibles de una extensa oración. Tan importante como eso es evitar la acumulación de incómodas fórmulas que, por repetitivas, se convierten en componentes retóricos estorbosos para la lectura fluida y, en consecuencia, para la comprensión. Como compensación, en el mismo texto en el que se incurrió en el exceso de la fórmula “agregó que”, el tercer párrafo es una muestra estupenda de una prosa periodística nítida: “El presidente Maduro advirtió que se activaron ‘nuevas modalidades’ de la conspiración internacional y que mañana en el Parlamento presentará informaciones precisas ‘de toda la agresión que se ha iniciado contra nuestra patria”. Hemos detectado que en todos los diarios no es poco frecuente esta modalidad cuando se trata de reseñar una extensa declaración. El riesgo es mayor cuando los temas son muy variados y, más aún, cuando la fuente es una persona de especial relevancia. En esos casos, el reportero se siente tentado y casi como obligado a reproducir en exceso largos párrafos textuales. Teme –y es explicable– no ser fiel a lo expresado por la fuente. Y si se trata del Presidente de la República, con más razón. En esos casos, lo más apropiado es entrecomillar solo las palabras o frases que representen opiniones que el periodista no puede asumir. No es fácil, pero hay que hacerlo Caracas Nº 248 s$OMINGODE*ULIODE|Parte de ,ETRAS 7 Suplemento dominical del ,OSJARDINESDESAPARECIDOS Crónicas de la ciudad contemporánea T/ Héctor Seijas Calle luna calle sol E l tráfico era insoportable y la Peti no hacía más que dormir con la boca entreabierta y el autobús rebotaba en cada bache y hasta parecía que nos íbamos a salir de la carretera cada vez que saltaba el armatoste. Veníamos de visitar a un brujo en Barlovento. Un compañero de trabajo pasaba por un mal rato. Y yo le hice el favor de llevarlo. Le hablé del brujo. Llegamos a Higuerote y allí tomamos un transporte que nos trasladó entre varios pueblos hasta una casita de bahareque. La referencia del brujo la teníamos por Luis, quien nos recomendó al personaje y nos informó acerca del modo de abordarlo. Nada de dinero, mejor llévale una botella de brandy. La compramos en Higuerote y la envolvimos en papel de regalo y en una bolsa de cumpleaños la metimos para pasar la caleta por los pacos de la alcabala. Lo imaginábamos como a un brujo africano. Pero esta fantasía se esfumó cuando al verlo, comprobamos sorprendidos que no era negro sino blanco con los ojos verdosos, apenas distinguibles debido a la juma perenne. Medio embobado además por la mascadura de tabaco. Se notaba que había estado ebrio desde hacía años, décadas de ebriedad. El flaco Esteban, en trance de divorcio y con una depre de mala racha, un despecho pues, carecía de valor y habíamos decidido ayudarlo, porque el flaco se había portado bien con todos y ahora nos embargaba verlo así derrotado por una pendejada. Yo no sé lo que pasó adentro. Sólo recuerdo que el viejo brujo me mandó a llamar y se me quedó mirando, la baba marrón de tabaco chorreando por las comisuras. Y me asusté, no puedo negarlo. Me vino a la mente la letra de la canción: “Con los santos no se juega y si te juegas ten cuidado.” De regreso de la casa del brujo nos paramos en una tasca y yo aproveché para zambullirme en el mar de Higuerote. Con la mala suerte de que una agua mala me quemó un pie con su veneno emponzoñado. Pero ellos no se contuvieron con la sed y comenzaron a libar cervezas y cervezas y luego cambiaron a ron y ahí sí es verdad que la química hizo de las suyas. Esteban daba salticos como de caballo kurdo. Un trote disparejo que no dejaba de ser cómico. Nunca lo había visto tan ridículo, a pesar del despecho. Debido a la picadura de medusa, la sobriedad había estado de mi parte aquella tarde. Y pude verlo todo. En la misma bolsa donde habíamos llevado la botella de brandy envuelta en papel de regalo, ahora venía el pollo adquirido la víspera en el mercado de Quinta Crespo. Una vez sacrificado, había que botarlo en algún despeñadero, lejos de la casa del brujo. Y para eso lo habíamos traído de regreso, con la idea de desecharlo en el contenedor del barrio, envuelto en el mismo papel de regalo y en la misma bolsa de cumpleaños. Salvador Garmendia cuenta un cuento en La Bajada E Cuando de repente se levantaron unos tipos de sus asientos. Uno junto al chofer y una mujer y otro que salió desde el fondo del vehículo armado con una fuca a la voz de quieto que esto es un atraco. Celulares, relojes, carteras y tú, dijo el de la fuca a Esteban, dame acá esa bolsa de regalo que llevas ahí debajo del asiento o te quiebro aquí mismo. Esteban le acercó con sumo cuidado al choro que lo apuntaba la bolsa contentiva del pollo que había sido sacrificado a los orishas. Entonces la banda huyó del lugar de un solo pire coronando el asalto a mano armada con los celulares, las carteras, los relojes y el incógnito pollo de regalo. Todo aquello ocurrió como quien dice en un santiamén. Y por eso digo ahora que sí es verdad, la delincuencia de que vuela, vuela con pollo y todo. Dios nos agarre confesados. l cuento se lo atribuyen sus amigos a Salvador Garmendia, quien, por cierto, fue un hombre muy trabajador. Es más, puede considerarse un caso único de escritor en Venezuela, país en donde, al decir de Luis Beltrán Guerrero: “Quien escribe para comer ni come ni escribe”. Sentencia sabia la suya, ante la cual, Salvador Garmendia resultó ser una excepción, pues, escribió cantidad de libretos, guiones y artículos que le permitieron comer para escribir sus célebres novelas donde la protagonista seguirá siendo Caracas. Imaginemos el autor de Los pequeños seres, en el bar La Bajada, contando esta historia: “Un tipo estaba desesperado porque no tenía trabajo. No hallaba qué hacer. Había llenado planillas, leído los anuncios clasificados, visitado las agencias de colocación pero nada. Y se tropieza con un amigo. Éste le aconseja que les pida a los santos. Y así lo hace. Pero al poco tiempo se le ve entristecido, amargado y despotrica cuando vuelve a encontrarse con el amigo y le reclama: Hice lo que tú me dijiste. Le recé a los santos, encendí velas y sí, conseguí bien rápido una chamba, pero mira sí es un trabajo pesado, una esclavitud. Y el amigo le responde: ¿Y quién te manda pedir trabajo? Si les pides trabajo, trabajo te darán. Lo que tú has debido solicitar a los santos no es trabajo, sino empleo” Caracas 8 Suplemento dominical del Cruci-ARCHA (/2):/.4!,%3 1. Alfredo ..., filósofo y dirigente revolucionario, fundador de la Causa R. 7. Roald …, autor de Charlie y la fábrica de chocolate. 10. Asamblea Nacional (inic.). 11. Elegido, escogido, votado. 13. Caso de hiato. 14. Diosa egipcia que sostenía la bóveda celeste (Mit.). 16. Estado de Estados Unidos, en las montañas Rocosas. 17. Instituto Nacional de Nutrición (inic.). 18. Dar ejemplo o escarmiento. 21. Otorga, concede, asigna. 22. Estrofa lírica formada por dos versos desiguales. 24. Ciudad capital del estado Sucre (inv.). 26. Símbolo químico del laurencio. 27. Antigua ciudad de Caldea, patria de Abraham. 28. Mantra, en idioma sánscrito. 32. Extremos del alfabeto español. 34. Imagen, representación de una persona real y verdadera. 37. Notifique, anuncie, advierta. 39. Decimoséptima letra del alfabeto español. 40. Apodo que se le da a las personas naturales de los andes venezolanos (pl.). 42. Animal plantígrado. 43. Irradiación luminosa inmaterial que rodea a ciertos seres. 44. Amarro, impido, el movimiento (inv.). 46. Dominio de internet de Canadá. 47. Nombre genérico de los hidrocarburos saturados acíclicos (Quím.). 49. Símbolos del electrón y del itrio. 50. Dios griego de la guerra (Mit.). 51. Examina, observa, detalla. 6%24)#!,%3 1. El libro de “...” , obra de Julio Cortázar. 2. Dios supremo de Babilonia (Mit.). Parte de HumoRRR | Nº 248 s$OMINGODE*ULIODE Por.EPTALÓ3EGOVIA 3. Dominio de internet de Estonia, país del norte de Europa. 4. Soñador, utópico, fantasioso. 5. Desafíe, provoque, incite. 6. Convención de …, convocada en 1828 para reformar la Constitución de Cúcuta. 7. Nota musical. 8. País de América Central, restituido en la OEA en días recientes. 9. Conducto natural o artificial (inv.). 12. Gracia, en inglés. 15. Prefijo con significado de Dios. 19. Símbolos del neodimio y del área. 20. El Dios sol de la mitología egipcia. 23. Ser adepto a ciertos principios, doctrinas, etc. 25. Onomatopeya del mugido. 29. Apócope de mío. 30. Última y decisiva competición en un campeonato o concurso. 31. El Presidente de Bolivia. 33. Primer apellido de 1 vertical. 34. Período, momento, fase. 35. Símbolo químico del galio. 36. Enseña, instruye, adoctrina. 37. Piña americana, planta. 38. Prefijo con significado de igual. 41. La antigua Persia. 45. Cutis, superficie de la piel del rostro. 47. Cara del dado que tiene un solo punto. 48. Iniciales de farmacólogo alemán, Premio Nobel de Medicina 1936. SOLUCIÓN AL ANTERIOR por 3OL,INARES