“Los librosme abrieron la puerta para ver el mundo de muchas formas”

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Marialcira
Matute...
1) adora los gatos. “Ahorita
tengo dos gatas”, detalla.
Una se llama Mariposa y otra
se llama Cheina.
2) lee los libros de los autores
que va a entrevistar.
3) lee unos 14 o 15 libros
al mes. “Leo solo lo que yo
quiero leer”, aclara.
4) ama la novela y le gusta
mucho “hurgar y comprar a lo
loco para descubrir”.
5) tiene la novela La Tregua,
de Mario Benedetti, firmada
por su autor.
6) ha hecho 600 programas
para VTV, 900 para RNV
para público “todo usuario”;
600 para niñas, niños y
adolescentes; 500 del
Picadillo del Domingo y al
Marialcira Matute ha leído por lo menos 5 mil títulos
“Los libros me abrieron la puerta
para ver el mundo de muchas formas”
Es periodista y abogada. Promotora de la lectura
mediante la plataforma La librería mediática. Defensora
del libro en papel, electrónico y todos los soportes por
descubrir. Propulsora del derecho a la bibliodiversidad
y del porcentaje de divisas que necesita el sector. Pero
también, mujer enamorada del librero uruguayo Isidoro
Duarte y gran entrevistadora. Así es Marialcira Matute
T/ Vanessa Davies
T/ Roberto Gil
D
e tantos libros que
ha leído (por lo menos 5 mil, si la memoria no le falla), de
tantos libros que ha presentado, Marialcira Matute es una
biblioteca viviente, dedicada
a tiempo completo a alentar
el hábito de tener siempre a
mano un compañero de viaje
hecho de letras. No podía ser
diferente el destino de Matute, niña lectora desde los dos
años y medio, mujer lectora
(hoy de 53 años, cumplidos el
27 de enero) y también promotora de la lectura con su espacio –en TV, radio y prensa– La
Librería Mediática.
“Me acuerdo perfectamente” de ese tiempo, afirma Matute, en conversación con el
Correo del Orinoco en su
escenario preferido: una feria
del libro; en este caso, la Feria
del Libro de Caracas, abierta
desde el jueves 23 de julio en
el Parque Los Caobos. “Empecé a leer temprano porque a
mí me gustaba mucho que me
contaran cuentos. Ya los cuentos se agotaban, ya mi mamá
no sabía qué hacer”, refiere.
Atribuye a su papá, Diego Matute, los pininos en el
periodismo, porque el señor
Matute leía los periódicos en
la cama. “Yo estaba muy chiquita, leía los periódicos que
llegaban a la casa, llegaban
los periódicos y entonces yo
me subía en la cama y empezaba a preguntarle: ‘¿Y esta
palabra qué es? ¿Y esta letra
qué es?’. Por jugar, una vez
que yo estaba ahí en la cama
con mi papá y con mi mamá
(Gloria Castro), ella dice ‘¿y
esta palabra qué es, nené?’ Y
yo le dije: ‘concilio’ para su
asombro”, rememora.
La primera vez que leyó
El principito, la niñita de los
ojos de su mamá y de su papá
–nacida en Madrid por una
casualidad– tenía seis años y
sufría mucho porque no sabía
por qué el amado personaje de
Antoine De Saint Exupéry no
se caía del planeta.
“En casa siempre hubo libros; siempre el libro era un
premio, era una sorpresa
que aparecía debajo de la almohada. Cuando tú te ibas a
acostar, si te habías portado
bien, había un libro debajo de
la almohada. Era el regalo de
menos 500 micros para
YVKE Mundial. Escribe en el
suplemento Letras del diario
capitalino Ciudad Caracas,
de distribución gratuita.
7) trabaja en el proyecto
de la televisora de los libros
con el apoyo de Fundarte
y la alcaldía de Caracas.
“No hemos decidido –eso
lo estamos hablando en el
colectivo de la Televisora de
los Libros, TV Lecturas, que
tiene una página web que es
tvlecturas.com– si lo más
conveniente es una página
web con televisión a la carta
o ir a televisión digital abierta.
Eso lo estamos conversando”,
adelanta.
8) no se plantea escribir... por
el momento. “Yo soy lectora
y me expreso como lectora”,
asevera.
papá y mamá; cuando salían a
la calle llegaban con un libro”,
reivindica. Una mamá maestra y lectora; un papá lector,
lector ávido. Y allí está Marialcira Matute: prácticamente la única voz en los medios
de comunicación venezolanos
que ha hecho de los libros una
fiesta y que alienta la iniciativa de dedicar un minuto al
libro en todos los espacios en
radio y televisión.
LA PRIMERA VEZ...
A lo mejor para otras muchachas “la primera vez”
es “la primera vez” con un
novio, con una novia. Mas
el recuerdo de Matute es de
cuando le dieron dinero para
que comprara un libro. “Me
dieron 15 bolívares, fui a una
librería y compré Leyendas
Maravillosas, de Editorial
Fher, de España. Ese es un
libro que tengo, lo he puesto
#ONTINÞAENLASIGUIENTEPÉGINA
Domingo 26 de Julio de 2015 .Žs!×Os#ARACAS
2
Parte de Gente | Nº 248 s$OMINGODE*ULIODE
Suplemento dominical del
)SIDORO$UARTE
SUOTRAMITAD
¿Existe la otra mitad? En el
caso de Marialcira Matute todo
indica que sí. Su media mitad
se llama Isidoro Duarte, librero
uruguayo, hombre de vasta cultura y admirable promotor de la
lectura. Transita con ella el camino de los libros, cada uno en
el género que le gusta: a ella, la
novela y el cuento; a él, la historia y la política.
Lo conoció cuando ella trabajaba en la Biblioteca Nacional e
iba mucho al programa radial de
Juan Manuel Laguardia. En ese
espacio, una supuesta adivinado-
Viene de la página anterior
en Internet y me han ofrecido
miles y miles...”, relata. Pero
pierden el tiempo quienes piden ese texto, porque está resuelta a no desprenderse de él.
Aprendió a convivir con las
contradicciones porque estudió en el colegio San José de
Tarbes, en El Paraíso, y además tenía una tía monja, pero
por otro lado los libros le pintaron una visión diferente sobre
asuntos como el llamado –en
esa época– “descubrimiento de
América”.
“Los libros me abrieron la
puerta para ver el mundo de
muchas formas, para entender
que no hay una sola forma de
ver las cosas y eso es importante cuando defiendes un
proceso democrático”, enfatiza, e inmediatamente aclara
que se refiere a “la democracia
de verdad, no esa democracia
y libertad que a veces la han
banalizado”. Insiste en que la
democracia de verdad es “en la
que todos participan y cuando
hablamos todos” y recalca que
la palabra pueblo “también
han banalizado, como si pueblo
fuera algo excluyente cuando
pueblo es una de las palabras
más incluyentes que hay”.
El de Matute es un discurso
esmeradamente ordenado, con
la coherencia que se adquiere
gracias a leer y leer. Parece
mentira que ella, tan desenvuelta ante las cámaras, tan
hábil para ensartar palabras,
haya sido una chica tímida.
“El libro, primero, me sirvió
de refugio, porque yo fui muy
tímida”, narra. A los 20 años
“empecé a darme cuenta de
que el leer te servía como herramienta para expresarte
mejor y para lograr muchas
cosas. Alguien dice que el libro salva. El libro no salva de
nada…”.
–¿La salvó de algo?
ra le predijo que conocería
esa semana “al hombre de
su vida”, que sería extranjero, de
cabello y bigotes blancos y vinculado con su mundo.
Y así fue: buscaba libros sobre
París, le recomendaron llamar a
Duarte, y una vez superadas las
respectivas timideces salieron
juntos y asumieron una relación
hacia adelante, sin estar hurgando en el pasado de cada quien.
“Vamos a cumplir 15 años de
conocernos y 13 años de casados. Es bravo, porque yo soy un
fosforito y él también. Somos
sumamente tozudos: nunca me
ha ganado una pelea, yo tampoco”, describe, pero “yo creo que
nos complementamos bien”.
–No, el libro potencia lo que
tú decidas ser: te potencia, te
ayuda a recorrer el camino más
fácilmente.
CONVIVEN EL PAPEL
Y LO ELECTRÓNICO
–¿Está pasado de moda el
libro?
–No, para nada. El día del
congreso de periodismo cultural organizado por Fundarte
yo decía que, como hay tantas
formas ahora de acceder al libro, en vez de tenerle miedo a
eso tenemos que verlo como
complementario.
–¿Cómo lo ve usted?
–La tendencia, por ejemplo,
en España es imprimir libros
que tengan el libro digital incluido en su solapa. Entonces,
el libro de papel no puede desaparecer porque nosotros no
podemos quedar a merced de
una plataforma tecnológica
que es manipulable fácilmente, y que si se te daña el lector electrónico pierdes todos
los libros. Es muy difícil que
pierdas todos los libros de tu
biblioteca, pero sí es muy fácil que se te borren todos los
archivos, o que los archivos
tengan algún virus. Para mí
el libro electrónico es complementario y así va a ser durante muchos años. Imagínate tú
una Feria del Libro con solo
libros electrónicos. Ay, no, eso
es una tristeza.
–¿También lee libros electrónicos?
–Sí, leo muchos libros electrónicos.
–¿A partir de cuándo los
empezó a leer?
–Hace unos cuatro años.
Pero los libros electrónicos
son como para matar el ansia:
¡Yo quiero saber de qué trata!
Y entonces a veces se consiguen las primeras páginas de
un libro, y si me gusta siempre
compro el de papel. Yo siempre
compro los libros de papel, los
busco donde sea y los compro.
Por eso también defiendo el
derecho a la bibliodiversidad,
que es muy importante.
BIBLIODIVERSIDAD
–¿Cómo entiende el derecho
a la bibliodiversidad?
–Lo entiendo como el derecho
a que todas las ideas de Venezuela, producidas en Venezuela, circulen en Venezuela
y salgan generosamente al
exterior. Y también el derecho
que tenemos los venezolanos
de conocer todo lo que pasa
en el mundo. Y durante todos
estos años eso se ha defendido.
Ahorita hay baja de precio del
petróleo, hay menos divisas; el
libro solamente necesita 0,08%
del 100% de divisas que se le
otorgan a todos los rubros;
el 0,08%. Nosotros somos un
mundo editorial pequeñito;
muy fuerte, pero pequeñito.
Por eso el Estado tiene que cuidar que ese 0,08% siempre se
esté liquidando para deudas,
para comprar nuevos libros.
Matute asegura que hasta
la fecha se ha garantizado ese
porcentaje de dólares para el
sector libro, y cuando hay nudos “se han desatado y siguen
fluyendo las divisas”. Sin embargo, llama a tener en cuenta
“que ese 0,08% es muy pequeño
cuando hablas de cantidad de
dólares, pero es muy grande en
cuanto al impacto-país porque
ninguna librería se mantiene
solo con libros de la nación.
Ninguna; es imposible”.
Con base en su experiencia,
resalta que el trabajo de las
distribuidoras y los distribuidores, “de ir al mundo a buscar y a elegir libros para las
necesidades del país hay que
reforzarlo. Fíjate, hay libros
técnicos, específicos, que se
sabe que van a comprar 20 personas en el país y hay que tenerlos y no se pueden producir
en el país. No puede sustituirse la importación de libros, es
imposible”.
–Hay sectores muy críticos respecto al estado de la
industria editorial venezolana. ¿Está golpeada?
–No, yo veo que ha habido
un gran apoyo al sector editorial. Hay cadenas privadas
que empezaron con una librería y ahora tienen 15 y 20 sucursales. Y se mantienen, aún
en este momento que estamos
como en emergencia porque
hubo una baja en la entrada
de divisas al país. Hay editoriales nuevas venezolanas
que surgieron y están allí,
fuertes, publicando libros.
Los libros circulan libremente en el país. Así que no hay
que hacer ninguna crítica
más allá del llamado a que se
mantenga la bibliodiversidad;
es decir, el flujo de libros de
todas partes del mundo hacia
Venezuela y que se fortalezca
también la exportación del libro venezolano.
A quienes argumentan que
solo se promueve un pensamiento en los libros editados
en Venezuela, Matute les replica que en el país “no hay veto
de libros” y alega que en todas
las plataformas de La Librería
Mediática (10 años en Venezolana de Televisión, más de 12
en Radio Nacional de Venezuela, más de 10 en la Radio del
Sur y otros en YVKE Mundial)
habla libremente sobre libros,
autoras y autores. “Nunca nos
dijeron ‘de ese libro no hables’;
nunca, porque entonces no
tendría sentido hacer un programa de libros así”, expone.
“Por el contrario, muchas de
esas personas que critican no
abren sus puertas para todos”.
Se pregunta, en la misma dirección, si en todos los medios
tendrá cabida el músico Leonel Ruiz, quien hizo un disco
relacionado con los Cuentos
del Arañero, de Hugo Chávez.
“Muchas de las personas que
piden libertad y democracia
son las primeras que cierran
sus puertas a la diversidad y a
la bibliodiversidad”, explica, o
que manipulan a quienes manifiestan otra opinión. “Vamos
a estar claros: si ha habido una
apertura a la diversidad de
ideas ha sido de parte del Estado venezolano, sobre todo en
estos últimos años”.
ANTES Y DESPUÉS
Para Matute hay un clarísimo
antes y un clarísimo después
en la promoción de la lectura
en Venezuela.
“Antes había una elit, y no
lo podemos negar: había una
elit que iba a los festivales de
poesía, que iba a las librerías,
que leía libros y que tenía una
geografía de libros en su casa.
Eso continúa”, caracteriza.
“Pero ahora se agregan las
personas que recibieron más
de 100 millones de libros que
se han distribuido gratuitamente, de todo tipo, de parte
del Estado venezolano; que
han comprado libros subsidiados en Fundarte, en Librerías
del Sur, en las gobernaciones
que también producen libros”,
ilustra. “Esas personas se sumaron al mundo del libro y
tienen al libro como parte de
su cotidianidad; vienen a las
ferias del libro, al igual que
sigue viniendo esa elit y puede
acceder al libro”.
Defensora de la diversidad y
de la pluralidad, esta lectora
excepcional –que todavía no se
aventura a escribir– subraya
que “tenemos que abrirnos a
todo” y defiende que “el librero
no tiene por qué ser un censor
de lo que aparece en las vitrinas de la librería, ya que el librero tiene que exponer todo lo
que hay”.
LA PERSISTENCIA DEL EMPEÑO
Matute es abogada (egresada
de la Universidad Santa María
en 1988) y comunicadora social
(graduada en la UCV en 1992).
También estudió para ser técnica superior en arquitectura
y traductora. “Yo traté de estudiar todo lo que pude hasta los
30 años”, confiesa.
El conocimiento es la bandera de la quinta hija de Gloria
Castro y la primera de Diego
Matute, pero también lo es la
decisión de hacer una vida entre libros. El proyecto comenzó por VTV, con unos pocos
minutos en la revista matutina: “Me daban cinco minutos
cada cinco días”. RNV aprobó
el proyecto, comenzó la lluvia
de premios y VTV le abrió las
puertas a un espacio propio.
“Se ha mantenido 10 años en
diversas frecuencias, en diversos horarios. Ahora estamos
en un nicho muy pequeñito,
pero que ya está consolidado,
que son los sábados a las nueve
de la mañana. Nosotros quisiéramos ya pasar a tener una
hora de programa, nos hace
falta, nos queda corta la media hora y quisiéramos que el
programa tuviera un espacio
de reposición, que hace falta”,
puntualiza.
El próximo sabado –en el espacio preparado especialmente para La librería Mediática
por Freddy Ñáñez, presidente
de Fundarte, en la Feria del
Libro de Caracas– Matute entrevistará a Pablo Montoya,
ganador del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos. Ella lo anuncia como
quien se prepara para comerse
un chocolate deseado. Es, sin
duda, un reconocimiento a su
constancia
Caracas
Coordinadores: Vanessa Davies, Carlos Ortiz
Diseño gráfico Pablo Valduciel L., Aimara Aguilera
Corrección Judith Herrada, José Brito, Franklin Hurtado y Mauricio Vilas
Nº 248 s$OMINGODE*ULIODE|Publicidad
Suplemento dominical del
3
4
La Patria Buena | Nº 248 s$OMINGODE*ULIODE
Suplemento dominical del
3UREPRESASURTEDEAGUAAGRANPARTEDELAREGIØNCENTRAL
El Pao se juega su destino
con la Revolución Bolivariana
5NODELOSPRIMEROSYMÉSIMPORTANTESCOLEGIOSPARANI×ASDELAERAREPUBLICANA
FUNCIONØENESTERINCØNDELESTADOCOJEDE×O%STAESLACUNADE-ATÓAS3ALAZAR
UNODELOSMÉSIMPORTANTESMILITARESDELASEGUNDAMITADDELSIGLO8)8
TyF/ Manuel Abrizo
R
amón de Jesús Díaz
sostiene que El Pao
de San Juan Bautista
quedó aislado cuando
se construyó la nueva vía Tinaco –Tinaquillo– Valencia, que
vino a sustituir el antiguo camino que, pasando por El Pao,
salía al Campo de Carabobo.
Desde entonces, el pueblo ha
permanecido como arrinconado con una única carretera por
la que se entra y se sale. Díaz
usa una imagen para ilustrar la
condición geográfica de esta localidad cojedeña, distante unos
20 minutos de Tinaco, con unas
17 quebradas de por medio.
“El Pao es como el bolsillo,
en el que metes y sacas la mano
por el mismo sitio”.
La limitante de su ubicación
geográfica, aunada a la carencia de empresas y la debilidad
de ciertos servicios (electricidad, agua, internet), mantiene
sumergido El Pao en una especie de melancolía que parece profundizarse al mediodía,
cuando el solazo saca a la gente
de las calles y cierran las escasas tiendas. En la plaza Bolívar
hay pocas personas a pesar de
que al frente está la sede de la
alcaldía. En los días de cobro,
el pueblo se torna aún más solitario, ya que las maestras y
los maestros, las empleadas y
los empleados de la alcaldía y el
resto de las servidoras y los servidores públicos salen a cobrar
a Tinaco o a San Carlos.
“Esto antes era igual. No
ha tenido mejoría; ni p’allá, ni
p’acá”, dice un hombre frente a
la iglesia en honor a San Juan
Bautista, declarada monumento histórico de la nación en
1960.
Rafael Vilorio Méndez, artesano y poeta de Tinaco, cuenta
que en cierta oportunidad, de
visita en El Pao, subió al campanario de la iglesia acompañado por un amigo. Era uno de
esos días tristes de verano en
que, como dice el poeta barinés
Alberto Arvelo Torrealba, “las
chicharras atolondran el cenizo atardecer” y el sol rojo estaba cayendo en el horizonte.
“Subimos al campanario.
Allí vimos un letrero que decía: ‘Qué tristes están las tardes de mi pueblo; yo me quiero
ir de aquí”. Firmaba, Marcos
Alvarado. Yo le digo a mi amigo Rafa: ‘Fíjate en ese letrero
y mira al pueblo. Este hombre
escribió lo que estaba viendo.
Este pueblo es muy triste”, relata Méndez.
Marcos Alvarado era el poeta
de El Pao. No dejó obra escrita,
pero la gente repetía sus versos. Solía visitar las localida-
des circunvecinas: Tinaco, San
Carlos, La Aguadita.
“Esos eran sus comederos,
como dicen”, cuenta Méndez.
“Marcos era genial como poeta. Acomodaba un poema en
un rato. Una vez el jefe civil de
Tinaco lo sacó del pueblo, porque escribía muchos poemas
en contra suyo, en la época de
Pérez Jiménez. Un día le ordena a los policías que lo llevaran
a la boca de los cerros y lo de-
jaran allí. Lo montan en la camioneta de la policía. Un policía
atrás, el otro adelante. Lo dejan
en la boca de los cerros. Marcos se queda viendo. Entra a
un botiquín, se echa un palito y
pregunta por la fecha, 16 de septiembre. Escribe: un 16 de septiembre,/ lo recuerdo todavía,/
me dieron por bastimento/ un
agente policía”.
Méndez y su hermano, el
Viejo Vilorio, fueron exclusivamente a El Pao, años después, a
visitar la tumba de Marcos Alvarado. Allí estuvieron un rato
recordando al viejo amigo.
Érika Faría, gobernadora del
estado Cojedes, reconoció tiem-
po atrás en uno de sus programas radiales sabatinos que el
municipio Pao estaba entre los
más pobres de Venezuela y que
había que redoblar los esfuerzos en esa entidad.
Las distintas misiones y el
apoyo al Poder Popular como
eje principal de la Revolución
Bolivariana han permitido que
el pueblo se mantenga a flote,
según señala Jair Ochoa, un
joven miembro de la dirección
municipal del PSUV.
Ochoa, quien reparte en el
pueblo el periódico Ciudad
Cojedes, medio impreso regional
de la Revolución Bolivariana,
señala que en el municipio hay
nueve comunas registradas.
Por la larga calle que conduce
a Los Barrancones, un centro
recreacional de la represa El
Pao-La Balsa, se encuentra una
Casa de Alimentación, abierta desde hace más de 10 años,
como parte de las iniciativas
ejecutadas por el comandante
Chávez para aliviar las penurias de las más necesitadas y
los más necesitados. Allí, tres
mujeres elaboradoras preparan
almuerzo diario para 130 personas; entre ellas, adultas y adultos mayores, embarazadas, niñas y niños. Mariela Cardozo,
la encargada, afirma que a pesar de los tiempos difíciles que
se viven actualmente en cuanto
a los alimentos, a ellas y a ellos
no les ha faltado el suministro.
DEL XIX AL XX
Ochoa entrega al Correo del
Orinoco un grupo de fotografías en blanco y negro en el que
se muestra El Pao de Marcos
Alvarado o del padre Gino Bernardi, un cura italiano progresista que llegó al pueblo en la
década del 50 del siglo pasado.
Bernardi, quien era aviador,
desarrolló una labor colosal en
Nº 248 s$OMINGODE*ULIODE|La
'INO"ERNARDI
CURAPROGRESISTA
El padre Gino Bernardi, de origen
italiano, llegó en abril de 1950
a El Pao de San Juan Bautista,
que para entonces era una aldea
de 600 habitantes. Durante los
16 años que estuvo como sacerdote en el pueblo desarrolló
una labor colosal, según refiere
una pequeña biografía escrita
por el antropólogo e historiador
cojedeño Argenis Agüero.
A los pocos días de su arribo,
ya Bernardi estaba proyectando
películas a la comunidad. El 15
de septiembre inauguró la casa
cural. El 10 de octubre de ese
mismo año inauguró un salón de
música. En diciembre de 1851 el
templo estrenó seis campanas y
un reloj importado de Suiza. Ese
mismo año fundó el grupo de
esta aldea paupérrima durante
16 años.
En el juego de imágenes se
distinguen estampas de tardes de toros coleados en las calles; aparece el padre Bernardi
posando frente a su avioneta.
También se muestran escenas
de la filmación de la película
Epopeya de Bolívar, rodada en el
pueblo; están la iglesia y el viejo
colegio para señoritas, regidos
por monjas, hoy en ruinas. Otra
imagen contiene la Casa Consistorial, de dos plantas, que hoy es
sede de la alcaldía.
Díaz, docente de larga trayectoria y cronista sentimental del
municipio, señala que las ruinas
ubicadas a un costado de la iglesia, en la calle adyacente, pertenecieron al monasterio o colegio
para niñas, llamado Colegio
Nuestra Señora de los Dolores.
Fue fundado entre 1850 y 1853
por fray Francisco de Barcelona, fallecido y enterrado en la
iglesia en 1853, según señala la
lápida. Los sustituyó Fray Francisco de Igualada. Allí, niñas
de todo el país recibían educación de las monjas. Estudiaban
0ATRIA"UENA
Boys Scouts con 35 muchachos.
En 1954 fundó el kínder.
Bernardi impulsó una demanda
contra la empresa eléctrica, instalada en la zona y desde donde
se llevaba electricidad a Valencia,
para que suministrara energía al
pueblo. En 1959, gracias a su tesón, concluyeron los trabajos de
restauración del templo.
Bernardi, quien era piloto, compró en 1959 una avioneta marca
Piper que él mismo llevo al pueblo. Ese mismo año construyó
una pequeña pista de aterrizaje.
En caseríos aledaños también se
construyeron pistas, lo cual facilitó su labor misionera.
Una estrofa del poeta Marcos
Alvarado circulaba de boca en
boca por aquel tiempo:
Hay dos personas en El Pao
que hacen lo que les da la gana
el amigo Pedro Blanco
y el aviador en sotana
canto, poesía, letras, música y
aprendían los oficios del hogar.
“No era un convento en sí,
sino un colegio de educandas.
Después, a la que tenía vocación para monja la enviaban a
otros colegios, como el de Los
Teques, San Cristóbal, pero allí
comenzaban como novicias.
Venían de Valencia, Caracas,
de todas partes del país. Estaba
comandaba por una congregación de monjas: las hermanas
Rabasco”, indica el cronista.
Díaz atribuye el cierre de la
institución al enfrentamiento
entre el clero y el Gobierno de
Guzmán Blanco. Posteriormente, a mediados del siglo pasado,
funcionó en sus instalaciones
un preescolar que se mantuvo
hasta la década de 1970.
Las ruinas del viejo colegio,
la iglesia y una serie de enormes casas ubicadas en el casco
del pueblo constituyen los vestigios que quedan en pie de El
Pao colonial y republicano.
“De El Pao no hay mucha historia escrita, pero es un pueblo
que acaba de cumplir 354 años
de fundado, el 24 de junio. Se lla-
Suplemento dominical del
ma El Pao de San Juan Bautista,
precisamente porque la misión
que vino en ese año de 1661 estaba presidida por unos religiosos
con Fray Pedro de Vera, devotos
de San Juan Bautista y por ello
le dieron el nombre del Pao de
San Juan Bautista”, explica.
Se cree que el nombre es una
derivación de paují, ave abundante en la zona, que los indígenas llamaban paoci.
El cronista aclara que El Pao
es uno de los pocos pueblos donde nadie es propietario definitivo de las tierras, ya que en el
siglo XIX los marqueses de Mijares, dueños de estas comarcas
hasta Valencia, mediante una
data escrita de donación cedieron 57 mil hectáreas a las hijas,
los hijos, vecinas y vecinos de
El Pao.
Aunque El Pao fue un pueblo
realista en la época de Independencia, por allí pasó una columna comandada por el general
José Laurencio Silva, enviada
por Simón Bolívar hacia las sabanas de Carabobo, en las horas
previas a la batalla. Años antes,
Silva estuvo detenido en El Pao,
en una casa que se hallaba bajo
mando realista y que años después sería sede de su comando
patriota.
En la época federal el pueblo
fue cuna de Matías Salazar, un
militar de prestigio cuyos triunfos en los campos de batalla catapultaron a Guzmán Blanco,
su compadre, a la Presidencia
de la República.
La historia, recogida por Ramón de Jesús Díaz, detalla que
Matías Salazar, se confabuló
con otros generales y coroneles
contra Guzmán. Hecho prisionero, a Salazar se le montó un
consejo de guerra en Tinaquillo; fue condenado a muerte.
“Una anécdota señala que
el propio Guzmán y que dijo:
‘déjenme quieto, que ese muerto es mío’. Él mismo dio la orden
de disparo. Matías Salazar era
un hombre polifacético, valiente. Fue torero, cuentista, arriero, luego se metió a guerrillero”, dice Díaz.
LAS GALERAS
Por Las Galeras de El Pao, una
formación montañosa situada
al sur del pueblo, comienza la
propia llanura cojedeña. Este
cordón montañoso, extendido
de este a oeste y compartido
por Guárico y Cojedes, “es una
zona preñadas de leyendas, de
espantos, aparecidos, animales
extraños. Es muy visitada por
cazadores”, refiere Díaz.
Méndez cuenta que Dámaso
Figueredo, nativo de Guardatinajas y uno de los folcloristas
más auténticos y genuinos que
ha tenido el llano, se encargó
de recrear, hecha canción, esas
fantásticas historias de Las Galeras de El Pao.
“Las Galeras de El Pao tienen
muchas leyendas de aparecidos,
de tigres, de fieras, de muertos.
Las Galeras son impresionantes. Eran también puntas de
cimarroneras. El ganado alzao
tronaba en Las galeras de El
Pao. Más de un llanero vivía
cogiendo ganado a costa de esas
montañas. Eso dio motivo a que
Dámaso Figueredo, con su ingenio, hiciera de Las Galeras una
leyenda. De ahí salió su “Salvaje de Las Galeras” que, como él
dice, terminó injertándose con
animales y procreando bichos
fantásticos”, dice Vilorio.
Otra referencia del pueblo es
la represa El Pao-La Balsa, que
limita por el sur con Las Galeras. La represa fue construida
entre los años 1976 y 1978, con
una capacidad de 419,66 millones de metros cúbicos de agua.
Su superficie es de 4.780 hectáreas y su objetivo principal
es abastecer la región central
de país mediante el Acueducto
Regional del Centro. Las instalaciones recreativas, en el sitio
llamado Los Barrancones, se
están deteriorando por falta de
mantenimiento
El Pao
6
Parte de Lengua | Nº 248 s$OMINGODE*ULIODE
Suplemento dominical del
Correo de la palabra
3OBREELOlCIODEESCRIBIRLAVOCACIØNDECOMUNICARYLARESPONSABILIDADDEINFORMAR
,UIS.AVARRETE/RTA
[email protected]
Algo más
que un gazapo
L
a Academia señala en
El Diccionario de la
lengua española que,
entre otras acepciones,
“gazapo” es un “yerro que por
inadvertencia deja escapar
quien escribe o habla”. Nadie,
ni siquiera los mejores escritores, están exceptos de incurrir
alguna vez en ese pecado venial. Por supuesto, menos aún
los periodistas, que están todos
los días tecleando para ejercer
su importante, pero también
riesgoso oficio. El o los descuidos lo acechan en cada palabra
que escribe. Nunca puede estar
absolutamente seguro de que
lo que entrega, en medio de la
angustia de hacerlo ¡a tiempo!,
es algo impecable. Por eso se ha
creado una alcabala, la de los
editores, que filtran –también
a contrarreloj– la entrega primeriza. A pesar de todas estas
precauciones, los errorcillos
hacen, con alguna frecuencia,
sus moderadas presencias. Lo
grave es que a veces son aparatosas y hasta escandalosas. Y
lo más grave aún es que esto lo
he encontrado en varios diarios
caraqueños, algunos parecidos.
No son, pues, tan infrecuentes
como parece.
Me permito citar un trabajo
publicado hace poco en nuestro Correo del Orinoco. Lo
creo ejemplarizante en más de
un sentido. Se trata de un texto
de una página completa en el
que se reseña la intervención
del presidente Maduro en la
Asamblea Nacional en la cual
solicitó un acuerdo nacional
para enfrentar las agresiones
del Gobierno de Guyana contra Venezuela con motivo del
diferendo por el Esequibo. En
términos de técnica periodística está bien concebido. Cumple
con las normas básicas de una
noticia y no adolece de fallas
gramaticales. Pero hay algo
que afea el conjunto. Después
de los tres primeros párrafos
de un total de 28, más de la mitad, exactamente 18 párrafos,
se inician con dos esquemas
sintácticos únicos. El primero,
muy escueto: un verbo activo en
pretérito más el relativo “que”:
“manifestó que”, “apuntó que”,
“anunció que”, “explicó que”,
“afirmó que”, “dijo que”, “anunció que”, “explicó que”, “afirmó
que”, “dijo que”, “refirió que”,
“recordó que”, “advirtió que”,
“resaltó que”, “explicó que”,
“destacó que”, “comentó que”,
“agregó” sin el “que”. En el segundo solo se ubica antes del
verbo un conector oracional:
“sin embargo, asegura que”,
“de igual forma, indicó que”,
“en ese sentido, esgrimió que”,
“además, considera que”.
Aunque con esta segunda
variante se amortigua medianamente el efecto martillo del
“agregó que”, sigue siendo un
artificio que no elimina del
todo el golpeteo reiterativo y
machacón. No exagero: cuando se leen así, todos juntos,
uno siente como si le golpetearan en el cerebro con algo más
o menos contundente. Es evidente que esa no es la manera
de iniciar los párrafos de un
texto. Además de que produce
una sensación de cansancio,
denota descuido. Es norma de
oro de la redacción que el texto
total sea preciso y claro, pero
también variado y atractivo.
En especial, se debe evitar la
reiteración de esas fórmulas
idénticas. Aunque sea imposible medirlo cuantitativamente,
no puede haber duda de que un
estilo monótono produce un
efecto indeseable: el fastidio y,
en consecuencia, el abandono
de la lectura.
Se trata, entonces, de romper
las matrices congeladas en la
estructura oracional. No basta
con saber jerarquizar los componentes de una información.
Además, hay que organizar
los componentes de cada oración de un modo fluido y con la
brevedad que permita, además
de entenderla, enlazarla con
fluidez con la que le antecede y
le sigue. La clave está en combinar con precisión conceptual pero también con soltura
cada una de las oraciones que
integran un párrafo. En otra
oportunidad (“Armar el rompecabezas de la oración”, 28 de
septiembre de 2014) mostramos
todas las variantes posibles de
una extensa oración. Tan importante como eso es evitar
la acumulación de incómodas
fórmulas que, por repetitivas,
se convierten en componentes
retóricos estorbosos para la lectura fluida y, en consecuencia,
para la comprensión.
Como compensación, en el
mismo texto en el que se incurrió en el exceso de la fórmula
“agregó que”, el tercer párrafo
es una muestra estupenda de
una prosa periodística nítida:
“El presidente Maduro advirtió
que se activaron ‘nuevas modalidades’ de la conspiración
internacional y que mañana
en el Parlamento presentará
informaciones precisas ‘de toda
la agresión que se ha iniciado
contra nuestra patria”.
Hemos detectado que en todos
los diarios no es poco frecuente
esta modalidad cuando se trata
de reseñar una extensa declaración. El riesgo es mayor cuando
los temas son muy variados y,
más aún, cuando la fuente es
una persona de especial relevancia. En esos casos, el reportero se siente tentado y casi
como obligado a reproducir en
exceso largos párrafos textuales. Teme –y es explicable– no
ser fiel a lo expresado por la
fuente. Y si se trata del Presidente de la República, con más
razón. En esos casos, lo más
apropiado es entrecomillar solo
las palabras o frases que representen opiniones que el periodista no puede asumir. No es
fácil, pero hay que hacerlo
Caracas
Nº 248 s$OMINGODE*ULIODE|Parte
de ,ETRAS
7
Suplemento dominical del
,OSJARDINESDESAPARECIDOS
Crónicas de la ciudad
contemporánea
T/ Héctor Seijas
Calle luna calle sol
E
l tráfico era insoportable y la Peti no hacía más
que dormir con la boca entreabierta y el autobús
rebotaba en cada bache y hasta parecía que nos
íbamos a salir de la carretera cada vez que saltaba el
armatoste.
Veníamos de visitar a un brujo en Barlovento. Un
compañero de trabajo pasaba por un mal rato. Y yo le
hice el favor de llevarlo. Le hablé del brujo.
Llegamos a Higuerote y allí tomamos un transporte
que nos trasladó entre varios pueblos hasta una casita
de bahareque. La referencia del brujo la teníamos por
Luis, quien nos recomendó al personaje y nos informó
acerca del modo de abordarlo.
Nada de dinero, mejor llévale una botella de
brandy.
La compramos en Higuerote y la envolvimos en papel de regalo y en una bolsa de cumpleaños la metimos
para pasar la caleta por los pacos de la alcabala.
Lo imaginábamos como a un brujo africano. Pero
esta fantasía se esfumó cuando al verlo, comprobamos
sorprendidos que no era negro sino blanco con los ojos
verdosos, apenas distinguibles debido a la juma perenne. Medio embobado además por la mascadura de
tabaco. Se notaba que había estado ebrio desde hacía
años, décadas de ebriedad.
El flaco Esteban, en trance de divorcio y con una
depre de mala racha, un despecho pues, carecía de valor y habíamos decidido ayudarlo, porque el flaco se
había portado bien con todos y ahora nos embargaba
verlo así derrotado por una pendejada.
Yo no sé lo que pasó adentro. Sólo recuerdo que el
viejo brujo me mandó a llamar y se me quedó mirando, la baba marrón de tabaco chorreando por las comisuras. Y me asusté, no puedo negarlo.
Me vino a la mente la letra de la canción: “Con los
santos no se juega y si te juegas ten cuidado.”
De regreso de la casa del brujo nos paramos en una
tasca y yo aproveché para zambullirme en el mar de
Higuerote. Con la mala suerte de que una agua mala
me quemó un pie con su veneno emponzoñado. Pero
ellos no se contuvieron con la sed y comenzaron a libar cervezas y cervezas y luego cambiaron a ron y ahí
sí es verdad que la química hizo de las suyas.
Esteban daba salticos como de caballo kurdo. Un
trote disparejo que no dejaba de ser cómico. Nunca lo
había visto tan ridículo, a pesar del despecho.
Debido a la picadura de medusa, la sobriedad había
estado de mi parte aquella tarde. Y pude verlo todo.
En la misma bolsa donde habíamos llevado la botella de brandy envuelta en papel de regalo, ahora venía
el pollo adquirido la víspera en el mercado de Quinta
Crespo. Una vez sacrificado, había que botarlo en algún despeñadero, lejos de la casa del brujo. Y para eso
lo habíamos traído de regreso, con la idea de desecharlo en el contenedor del barrio, envuelto en el mismo
papel de regalo y en la misma bolsa de cumpleaños.
Salvador
Garmendia
cuenta un cuento
en La Bajada
E
Cuando de repente se
levantaron unos tipos de sus
asientos. Uno junto al chofer y una mujer y otro que salió desde el fondo del vehículo
armado con una fuca a la voz de quieto que esto es un
atraco. Celulares, relojes, carteras y tú, dijo el de la
fuca a Esteban, dame acá esa bolsa de regalo que llevas ahí debajo del asiento o te quiebro aquí mismo.
Esteban le acercó con sumo cuidado al choro que lo
apuntaba la bolsa contentiva del pollo que había sido
sacrificado a los orishas.
Entonces la banda huyó del lugar de un solo pire coronando el asalto a mano armada con los celulares,
las carteras, los relojes y el incógnito pollo de regalo.
Todo aquello ocurrió como quien dice en un santiamén.
Y por eso digo ahora que sí es verdad, la delincuencia de que vuela, vuela con pollo y todo.
Dios nos agarre confesados.
l cuento se lo atribuyen sus amigos
a Salvador Garmendia, quien, por
cierto, fue un hombre muy trabajador. Es más, puede considerarse un caso
único de escritor en Venezuela, país en
donde, al decir de Luis Beltrán Guerrero: “Quien escribe para comer ni come
ni escribe”. Sentencia sabia la suya, ante
la cual, Salvador Garmendia resultó ser
una excepción, pues, escribió cantidad
de libretos, guiones y artículos que le
permitieron comer para escribir sus
célebres novelas donde la protagonista
seguirá siendo Caracas.
Imaginemos el autor de Los pequeños seres, en el bar La Bajada, contando esta historia:
“Un tipo estaba desesperado porque no tenía trabajo. No hallaba qué hacer. Había llenado planillas,
leído los anuncios clasificados, visitado las agencias
de colocación pero nada.
Y se tropieza con un amigo. Éste le aconseja que les
pida a los santos. Y así lo hace.
Pero al poco tiempo se le ve entristecido, amargado y despotrica cuando vuelve a encontrarse con el
amigo y le reclama: Hice lo que tú me dijiste. Le recé
a los santos, encendí velas y sí, conseguí bien rápido
una chamba, pero mira sí es un trabajo pesado, una
esclavitud.
Y el amigo le responde: ¿Y quién te manda pedir
trabajo? Si les pides trabajo, trabajo te darán. Lo que
tú has debido solicitar a los santos no es trabajo, sino
empleo”
Caracas
8
Suplemento dominical del
Cruci-ARCHA
(/2):/.4!,%3
1. Alfredo ..., filósofo y dirigente
revolucionario, fundador de la
Causa R.
7. Roald …, autor de Charlie y la
fábrica de chocolate.
10. Asamblea Nacional (inic.).
11. Elegido, escogido, votado.
13. Caso de hiato.
14. Diosa egipcia que sostenía la bóveda
celeste (Mit.).
16. Estado de Estados Unidos, en las
montañas Rocosas.
17. Instituto Nacional de Nutrición
(inic.).
18. Dar ejemplo o escarmiento.
21. Otorga, concede, asigna.
22. Estrofa lírica formada por dos
versos desiguales.
24. Ciudad capital del estado Sucre
(inv.).
26. Símbolo químico del laurencio.
27. Antigua ciudad de Caldea, patria de
Abraham.
28. Mantra, en idioma sánscrito.
32. Extremos del alfabeto español.
34. Imagen, representación de una
persona real y verdadera.
37. Notifique, anuncie, advierta.
39. Decimoséptima letra del alfabeto
español.
40. Apodo que se le da a las personas
naturales de los andes venezolanos
(pl.).
42. Animal plantígrado.
43. Irradiación luminosa inmaterial
que rodea a ciertos seres.
44. Amarro, impido, el movimiento
(inv.).
46. Dominio de internet de Canadá.
47. Nombre genérico de los
hidrocarburos saturados acíclicos
(Quím.).
49. Símbolos del electrón y del itrio.
50. Dios griego de la guerra (Mit.).
51. Examina, observa, detalla.
6%24)#!,%3
1. El libro de “...” , obra de Julio
Cortázar.
2. Dios supremo de Babilonia (Mit.).
Parte de HumoRRR | Nº 248 s$OMINGODE*ULIODE
Por.EPTALÓ3EGOVIA
3. Dominio de internet de Estonia, país
del norte de Europa.
4. Soñador, utópico, fantasioso.
5. Desafíe, provoque, incite.
6. Convención de …, convocada en 1828
para reformar la Constitución
de Cúcuta.
7. Nota musical.
8. País de América Central, restituido
en la OEA en días recientes.
9. Conducto natural o artificial (inv.).
12. Gracia, en inglés.
15. Prefijo con significado de Dios.
19. Símbolos del neodimio y del área.
20. El Dios sol de la mitología egipcia.
23. Ser adepto a ciertos principios,
doctrinas, etc.
25. Onomatopeya del mugido.
29. Apócope de mío.
30. Última y decisiva competición en un
campeonato o concurso.
31. El Presidente de Bolivia.
33. Primer apellido de 1 vertical.
34. Período, momento, fase.
35. Símbolo químico del galio.
36. Enseña, instruye, adoctrina.
37. Piña americana, planta.
38. Prefijo con significado de igual.
41. La antigua Persia.
45. Cutis, superficie de la piel del rostro.
47. Cara del dado que tiene un solo
punto.
48. Iniciales de farmacólogo alemán,
Premio Nobel de Medicina 1936.
SOLUCIÓN AL ANTERIOR
por 3OL,INARES
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