Materiales para los alumnos. Caridad Miralles Alcobas y Rosa

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Materiales para los alumnos. Caridad Miralles Alcobas y Rosa Martínez Graciá
LA ESGRIMA.
La esgrima tiene sus orígenes en la Edad Media cuando la espada se utiliza como arma
defensiva para romper armaduras y atacar a los caballeros con escudos. Cuando se va
conociendo la pólvora, las armas de fuego van desplazando a la espada como arma de ataque
y defensa, pero se va utilizando como actividad deportiva, usándose como entretenimiento y
competición, con la ejercitación que requiere para adquirir las habilidades y destrezas
necesarias para lograr un manejo efectivo de la espada en los duelos.
En el siglo XV, en España, aparecen los primeros tratados que establecen las pautas para el
ejercicio de esta actividad: "La verdadera esgrima" (1472) de J. Pons y "El manejo de las
armas de combate" (1473) de P. de la Torre.
En el siglo XVI se introduce en Italia, y el estoque y la técnica italiana (primeramente con el
brazo izquierdo envuelto con un manto) se popularizaron en Europa, especialmente en
Inglaterra y Francia.
En el siglo XVIII se inventó en Francia el florete, y surgieron distintos estilos de defensa y
ataque, así como un vocabulario especial de esgrima.
En el siglo XIX fueron prohibidos los duelos, y ya se enseñaron estas artes de esgrima con
fines solamente deportivos. Comenzaron a usar los tiradores, el guante, el protector de pecho
y la máscara de malla metálica.
En la esgrima actual se usan tres tipos de armas realizadas en acero templado: el florete, el
sable y la espada.
Sobre finales del siglo XIX, comienzan a aparecen en América maestros europeos,
especialmente franceses e italianos, que comienzan a enseñar el arte de la esgrima, con lo que
se inician exhibiciones de competidores locales que causan sensación.
PERSONAJES HISTÓRICOS MENCIONADOS EN EL MAESTRO DE ESGRIMA
Durante los treinta y cinco años del reinado de Isabel II se consolidó el difícil tránsito en
España de un estado absolutista a otro liberal-burgués con una serie de cambios que afectaron
al régimen político y al sistema económico y social .El argumento del libro se desarrolla en el
año 1868.
Isabel II (1830-1904), reina de España (1833-1868). Hija de Fernando VII y de su cuarta
esposa, María Cristina de Borbón. Su nacimiento provocó problemas dinásticos, ya que hasta
entonces el heredero era el hermano de Fernando VII, Carlos María Isidro, que no aceptó el
nombramiento de Isabel como princesa de Asturias y heredera del trono, pese a que el rey
hubiera derogado la prohibición de reinar a las mujeres (Ley Sálica). Durante su minoría de
edad fueron regentes su madre María Cristina, reina gobernadora hasta 1840, que se apoyó en
los liberales para hacer frente al carlismo (primera Guerra Carlista, 1833-1839, provocada por
el mencionado conflicto sucesorio), y el general Baldomero Espartero hasta 1843. A los trece
años fue declarada mayor de edad. A los 16, después de numerosas conversaciones con
potencias extranjeras, se la casó, contra su deseo, con su primo Francisco de Asís. Tuvo nueve
hijos, algunos de los cuales murieron al nacer.
Narváez, Ramón María (1800-1868), político y militar español, presidente de gobierno en
repetidas ocasiones desde 1844 hasta 1866, representante del Partido Moderado y una de las
figuras claves durante el reinado de Isabel II.
En mayo de 1844, declarada mayor de edad la reina Isabel II, fue nombrado presidente del
Consejo de Ministros. Promovió la elaboración de una nueva Constitución, la moderada de
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1845. Narváez fue siempre fiel a la reina y al sistema moderado.En 1851, después de su
cuarto gobierno (1849-1851), Narváez fue sustituido por Juan Bravo Murillo. No participó
en la revolución de 1854 ni en el gobierno del Bienio Progresista. Con el regreso de los
moderados al poder presidió otros tres gabinetes (1856-1857;1864-1865 y 1866-1868),
caracterizados por llevar a cabo una política represiva de cualquier movimiento
revolucionario.Murió en mayo de 1868 en Madrid, dejando al Partido Moderado sin su
hombre fuerte y a la reina sin su principal valedor. Unos meses después, la denominada
Revolución de 1868, articulada por progresistas y demócratas, provocaría la caída de Isabel
II.
Prim y Prats, Juan (1814-1870), militar y político español, presidente del gobierno (18691870). Participó en varios pronunciamientos y encarnó la figura del militar liberal
conspirador. El 19 de septiembre de 1868, después de proclamar el manifiesto España con
honra apoyado por Práxedes Mateo Sagasta y Manuel Ruiz Zorrilla, con la ayuda de
Francisco Serrano Bedoya y Juan BautistaTopete, desembarcó en Cádiz. Mientras una parte
del Ejército se dirigía a Madrid Prim conseguía las adhesiones de las ciudades de Andalucía,
Cataluña y Levante. El gobierno provisional, presidido por Francisco Serrano, duque de la
Torre, le encargó el Ministerio de Guerra. En junio de 1869 Prim asumió la presidencia del
gobierno, sin abandonar el Ministerio. Defendió la monarquía constitucional e hizo
gestiones para encontrar un rey. Presentó la candidatura de Amadeo de Saboya, que las
Cortes aceptaron (noviembre de 1870). No pudo asistir a su llegada, ya que el 27 de
diciembre de 1870 sufrió un atentado del que moriría.
González Bravo, Luis (1811-1871), político español, presidente del gobierno (1843-1844;
1868). Nació en Cádiz, progresista en su juventud, escribió en El Guirigay (1837-1838),
desde el que atacó con saña al Partido Moderado y a la regente María Cristina de Borbón.
Participó en la Revolución de 1840 pero se distanció de Baldomero Espartero,
contribuyendo al movimiento que provocó su caída en 1843. Ya entonces había virado hacia
el moderantismo y, con el apoyo de Ramón María Narváez, presidió el gobierno español
entre diciembre de 1843 y mayo de 1844. Ejerció el poder de forma autoritaria,
encarcelando a las oposiciones y desarmando a la Milicia Nacional. Creó también la
Guardia Civil. En la última etapa de Isabel II dirigió el ministerio de Gobernación con
métodos expeditivos (Noche de San Daniel, 1865) y, fallecido Narváez, asumió la
presidencia del gobierno en abril de 1868 impulsando una política de ciega represión que no
logró sino unir toda la oposición al régimen.
Serrano Bedoya, Francisco (1813-1882), militar y político español. Nacido en Quesada
(Jaén), combatió en la I Guerra Carlista junto a Baldomero Espartero, de quien fue estrecho
colaborador durante su regencia (1841-1843). Al caer Espartero, se exilió y conspiró contra
los gobiernos moderados. Regresó a España en 1849 y, después de la revolución de 1854,
fue diputado y ascendió a mariscal de campo. En 1855 fue nombrado gobernador militar de
Madrid. Con los gobiernos de la Unión Liberal ocupó distintas capitanías generales. El
gobierno conservador de Luis González Bravo lo confinó a Canarias en julio de 1868, pero
escapó y se trasladó a Cádiz para participar en la Revolución de 1868. Durante el Sexenio
Democrático (1868-1874) fue primero, nuevamente, director general de la Guardia Civil
(cargo que ya había ocupado desde finales de 1865 hasta junio de 1866) y, más adelante,
ministro de Guerra. Acabó aceptando la monarquía de Alfonso XII, quien lo nombró
senador vitalicio. Falleció en 1882 en Madrid.
Espartero, Baldomero Fernández (1793-1879), militar y político español, regente del
reino (1840-1843) y presidente de gobierno (1837; 1840-1841; 1854-1856). De ideas
liberales. Nombrado presidente de gobierno en septiembre de 1840 (Ministerio-Regencia),
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con lo que sustituía a María Cristina de Borbón como regente; desde mayo del año
siguiente, tras ser elegido por las Cortes, pasó a desempeñar la regencia hasta la segunda
mitad de 1843. Buen militar, pero carente de talento político, reprimió duramente
conspiraciones moderadas y republicanas. Expulsado del poder, vivió en Londres y en
Logroño. Reapareció en la vida política junto a Leopoldo O'Donnell, con quien compartió el
liderazgo político durante el Bienio Progresista (1854-1856), años en los cuales no en vano
fue presidente del gobierno (desde julio de 1854 hasta julio de 1856).
Olózaga, Salustiano de (1805-1873), político y abogado español, presidente de gobierno
(1843). Conspirador nato, estuvo detenido y desterrado en varias ocasiones. Su radicalismo
democrático se acentuó a partir de 1855. Tras la Revolución de 1868, elegido diputado,
presidió la comisión encargada de redactar la Constitución de 1869. Fue embajador en París,
lugar donde murió.
Napoleón III (1808-1873), emperador de los franceses (1852-1870), creador del II Imperio
Francés a mediados del siglo XIX, que gobernó hasta su derrota en la Guerra Francoprusiana.
VOCABULARIO DE EL MAESTRO DE ESGRIMA.
Abluciones: lavatorio , acción de lavar. “Luis de Ayala terminó sus abluciones”
Adolecer: Tener o padecer algún defecto. “…pero adolecía de algunos defectos técnicos…”
Alabarderos: Soldado armado de alabarda (arma ofensiva, compuesta de un asta de madera
de dos metros aproximadamente de largo, y de una moharra con cuchilla transversal, aguda
por un lado y en forma de media luna por el otro.) “El maestro de esgrima observó a los
alabarderos que montaban guardia”
Alcahueteo: Acción de alcahuetear, servir de alcahuete (persona que concierta, encubre o
facilita una relación amorosa, generalmente ilícita.) “…alcahueteo que se le antojaba
innoble”
Algarada: Tumulto causado por algún tropel de gente. “Había tenido lugar […] una algarada
de estudiantes”
Anacrónico: Que adolece de anacronismo. Error que consiste en suponer acaecido un hecho
antes o después del tiempo en que sucedió, incongruencia que resulta de presentar algo como
propio de una época a la que no corresponde. “No era ése el único rasgo anacrónico que podía
observarse en él.”
Atusar: Alisar el pelo, especialmente pasando por él la mano o el peine mojados.
“…atusándose el bigote”
Ayas: Persona encargada en las casas principales de custodiar niños o jóvenes y de cuidar de
su crianza y educación. “Había ayas uniformadas”
Berlina: (De Berlín, ciudad donde se construyeron los primeros.) Coche de caballos cerrado,
de dos asientos comúnmente.
“…en una enorme berlina tirada por dos soberbias yeguas inglesas”
Bruñida: reluciente. “…cuando hería la guarda bruñida de los floretes”
Calesín: Carruaje ligero, de cuatro ruedas y dos asientos, del cual tiraba una sola caballería.
“…golpeó el suelo del calesín con la contera de su bastón”
Cloquear: Dicho de la gallina clueca: Hacer cloc cloc. “…cloqueaba la buena sociedad
madrileña.” Se trata de un uso figurado del verbo cloquear, recurso literario llamado
animalización cuando se atribuye a personas.
Chalina: Corbata de caídas largas que usan los hombres y las mujeres. Chal estrecho. “…se
manoseó nerviosamente la chalina”
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Dilación: Demora, tardanza o detención de algo por algún tiempo. “La invitó a pasar a la
galería sin más dilación”
Dilettante: (Del it. dilettante, que se deleita.) Que cultiva algún campo del saber, o se interesa
por él, como aficionado y no como profesional, “…observar el discurrir de la agitación
política del momento con una sonrisa de dilettante.”
Divisa: Expresión verbal que formula un pensamiento, un ideal, una forma de conducta, etc.,
que una persona o un grupo de personas asumen como norma. “…con la divisa: A mí.”
Decadente: Que gusta de lo pasado de moda estéticamente. “Todo es tan […] decadente”
Enea: anea (Planta de la familia de las Tifáceas, que crece en sitios pantanosos, hasta dos
metros de altura, con tallos cilíndricos y sin nudos, hojas envainadoras por la base,
ensiformes, y flores en forma de espiga maciza y vellosa, de la cual la mitad inferior es
femenina y masculina la superior. Sus hojas se emplean para hacer asientos de sillas, ruedos,
etc.) “sobre sillas de enea.”
Epitafio: Inscripción que se pone, o se supone puesta, sobre un sepulcro o en la lápida o
lámina colocada junto al enterramiento. “Semejante reflexión bien podría servirle como
epitafio.”
Escudos: Moneda de plata que equivalía a diez reales de vellón (de cobre) y que sirvió de
unidad monetaria. “La estocada de los doscientos escudos.” Reales: Moneda de cobre que se
usó en lugar de la fabricada con liga de plata.
Estoicismo: Fortaleza o dominio sobre la propia sensibilidad. “Llegaban hasta don Jaime
algunos de estos rumores […] y él los encajaba con el debido estoicismo”
Exigua: Insuficiente, escaso. “…que vivía con una muy exigua renta”
Felonía: Deslealtad, traición, acción fea. “Sería una imperdonable felonía dudar de usted”
Figón: Casa de poca categoría, donde se guisan y venden cosas de comer. “…había
protagonizado una pelea en un figón de Cuatro Caminos”
Fintas: Esgr. Amago de golpe para tocar con otro. Se hace para engañar al contrario, que
acude a parar el primer golpe. “Hizo don Jaime un par de fintas sin otro objeto que tantear las
reacciones de su contrincante”
Glosar: Comentar palabras y dichos propios o ajenos, ampliándolos. “Adela de Otero no
estaba allí para glosar las facciones de sus antepasados”
Halo: Círculo de luz difusa en torno de un cuerpo luminoso. “…enmarcándola a contraluz en
un halo dorado”
Haraganear: Rehuir el trabajo. “…se sobresaltó el cochero que haraganeaba en el pescante”
Jofainas: Vasija en forma de taza, de gran diámetro y poca profundidad, que sirve
principalmente para lavarse la cara y las manos.
“El criado trajo sendas jofainas con agua”
Lances: Trance u ocasión crítica. Encuentro, riña. “…exponiéndose a penosos lances”
Latrocinio: Acción propia de un ladrón o de quien defrauda a alguien gravemente. “Al menos
en lo que se refiere a un latrocinio convencional”
Láudano: Extracto de opio. “El láudano ya no bastaba para aliviarle el dolor.”
Logias: Asamblea de francmasones. “Las logias… se estaban moviendo mucho.” La
francmasonería es una asociación secreta de personas que profesan principios de fraternidad
mutua, usan emblemas y signos especiales, y se agrupan en entidades llamadas logias.
Maliciar: Recelar, sospechar, presumir algo con malicia. “Y me malicio yo que no saldrán”
Mefistofélico: Perteneciente o relativo a Mefistófeles, personaje de la leyenda de Fausto
popularizada por Goethe. Diabólico, perverso. “Éste sonreía ahora con aire mefistofélico”
Morbidez: Cualidad de mórbido, blando, delicado. “…que al viejo profesor se le antojaron
de inquietante morbidez”
Morboso: enfermo. Que causa enfermedad, o concierne a ella. Que provoca reacciones
mentales moralmente insanas o que es resultado de ellas. “...con morbosa expectación.”
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Muselina: Tela de algodón, seda, lana, etc., fina y poco tupida. “sobre la muselina de su
vestido centelleaba una piedra de color violeta”
Negligente: descuidado, falto de aplicación. “…le daba un aire de negligente elegancia”
Nepotismo: Desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o
empleos públicos. “…sobre el nepotismo de la aristocracia española”
Paladín: Caballero fuerte y valeroso que, voluntario en la guerra, se distingue por sus
hazañas. Defensor denodado de alguien o algo. “Alguien criticó el hecho de que el paladín
escogido para tan digna tarea fuese español.”
Panoplia: Tabla, generalmente en forma de escudo, donde se colocan floretes, sables y otras
armas de esgrima. “Se acercó a una de las panoplias de la pared”
Perdis: (De perdido). Persona de poco juicio y costumbres libertinas. “…cuando se ve
obligado a recurrir a un perdis como yo.”
Perjuicio: Efecto de perjudicar. “…que podían ser utilizados en su perjuicio”
Prejuicio: Acción y efecto de prejuzgar. Opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable,
acerca de algo que se conoce mal.
Pescante: En los carruajes, asiento exterior desde donde el cochero gobierna las mulas o
caballos. “…se sobresaltó el cochero que haraganeaba en el pescante”
Quevedos: (De F. de Quevedo y Villegas, porque con esta clase de anteojos está retratado
este escritor español del Siglo de Oro.) Lentes de forma circular con armadura a propósito
para que se sujete en la nariz. “…que usaba quevedos con cristales azules”
Quimera: Aquello que se propone a la imaginación como posible o verdadero, no siéndolo.
“Lo demás son quimeras”
Rocambole: Personaje creado por Pierre-Alexis Ponson du Terrail. El éxito de “Las
aventuras de Rocambole (1859) hizo que su autor escribiera más de trescientas obras, primero
como héroe del mal y luego del bien. El término rocambolesco alude al espíritu
extraordinario, exagerado e inverosímil de las aventuras protagonizadas por el personaje. “a
ese Cárceles lo han estado haciendo filetes,…, porque a usted se le metió en la cabeza jugar a
Rocambole.”
Rubicundo: Dicho de una persona: De buen color y que parece gozar de completa salud. “Un
rubicundo coronel de Ingenieros,…”
Sentiment du fer: “Esa cualidad consiste en una especie de sexto sentido, que permite
prolongar hasta la punta del arma la sensibilidad táctil de los dedos que sostienen el florete”
Simón: (De Simón, nombre de un alquilador de coches en Madrid) Coche de plaza.
“…cochero que le ofrecía los servicios de un destartalado simón.
Sinople: Color heráldico que en pintura se representa por el verde y en el grabado por líneas
oblicuas y paralelas a una que va desde el cantón diestro del jefe al siniestro de la punta.
“…escudo del solar de los Astarloa: un yunque de plata en campo de sinople, con la divisa: A
mí.”
Solitario: Diamante grueso que se engasta solo en una joya. “un valioso solitario montado en
oro”
Soslayo: Soslayado, oblicuo. “la miró de soslayo”
Tagarninas: Cigarro puro muy malo. “Nada que ver con esas infectas tagarninas que se
encuentran a tres cuartos en los estancos”
Veguero: cigarro puro hecho rústicamente de una sola hoja de tabaco enrollada. “…encender
un sólido veguero de Vuelta Abajo”
Voluptuosamente: De manera voluptuosa. Dado a los placeres o deleites sensuales.
“…deslumbrado por la luz que parecía abrazarla voluptuosamente.”
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