Un magistrado tenazmente empeñado en conocer con especialidad

Anuncio
UN MAGISTRADO
nnol1mnntn
t6llRh
filllfi
o
o
Desde el año do 1880 hasta el de 1884, esto es,
durante cuatro año8, el señor I..Juis M. Pinilla consignó
ya como J nez del Circúito de Tocaima, ya como
Juez 1.0 del Circúito de BogoM, ya como Magistmdo
del Tl'ibunal Superior de Cllndinamarca., en torlos los
numerosos expedientes en que figuraba el soñar doctor Manuel Felipe Pel'era, este hecho: Ql1e entre los
dos (Pinilla y Perera) existía enemistad grave producida por faltas de gran magnitud cometidas por el
segundo (Perera) cont,'a el primero (Pinilla),. Esta
grave enemistad ruó siempre declat'ada corno legítima
causal de recusación; el señ.or doctor Perera siempro
resistió que su g,'ave enemigo conociera de aquellos
experlientes, y así durante aquellal'go tiempo de cuatro años, siempre el señal' Pinilla se desprendió y entregó á otro Juez y á otro Magistrado esos expedientes. En los últimos días del mes nnltprtsarlo (11farzo)
el'a separado el Magistmdo señol' Pinilla. del conocimiento rlel pleito entJ:e Gabriel Santos y G,'cgorio NIcjía á causa de aquella enemistad gmve, Ht1.sta los últimos días del mes antepasado CMarzo) existía, plleR,
enemistad gl'::lVe entre los señores PL~rel'a y rinilla,
enemistad que impedía. á é8te conocel' de lus pleitos
de aquél. ElllpOI'O, el tres del mes pasado (Abril), esto
es, tres días de¡;;pué:-; de existir eHa enClIli!-iÜHl gm ve
para el pleito de Gabriel Santos y Gregol'io .MCjÚl, el
Magistrado señor Pinilla rendía. en el pleito Hol)l'e herencia de la soñora Sofía. Sal'lnionto, cHte infl/l'lllo, fl'uto
de una alma cl'istilna, al'repentida: "SeiiOl' Magistmdo
doctol' CUI'I'ea. fol' algún tiempo incurrí en la debili·
aaa <le abrigar fuel'tes resentimientos contra el boíl,)1'
don Manuel F. PeL'era por atentados y faltas graves
que había cometido y continuaba cometiendo, sin motivo ninguno, contra mí. Ma.1', reflexionando soul'e miti
deberes morales y l'eligiosos, ad vertí q tle yo debía
perdonarle, y días h¡i que lo tengo perdGIUtdo y que
arranqué á raíz de mi corazón todo l'eHelltimiento contra él. Ningún mal anhelo para él: al contrario, ansío
por su cOl'I'ección, por su rehabilitación, por su bien
en torlo sentido justo y razonable.
" No soy enemigo del expresado señor uodor
Perera.
"Bogotá, tres de Abri!' do mil ochocientos ochenta
y cuatro.
LUIS M. PINILL.A,"
Tan súbito, tan repentino cambio verifica(lo en una
alma cl'Ístiana quo durante cuatro años había declarado
CÜ!Ú día por día, que no perdonaba al señor doctor Perora, que entre éste y ella mediaba grave enemistad, y
que en Íl'es días y por primera. vez, tratánrlose de la herencia de doña Sofía Sarmiento, declaró que ya perdonaba, que ya no merliaba esa grave enernistad, no~
'movió á endcrezar al Magü;trado señor Pinilla el siguiente, ó parecido interrogatorio, que á buen segUl'o
no absolverá por dos razones:
l,a Porque el intcl'l'ogado no qucná conte,-tar,
única contestación posible: Que reflexiomindo, no sobro
sus deberes morales y religiosos, sino sobre lo crecido
de la herencia de la señora Sarmiento, que se le quiere
quitar de ,entre sus manos, fué preCiso romper á escape, para no soltarla, la larga tradición rle enemistades
graves y resentimientos vivos contra el señor doctOl'
PefeI'a; y
2. n Porque el Magi~trado señal' Gonzalo UUl'l'ea,
quien tieno obligación legal de hacer que el intel'rogatorio sea absuelto, sení, si ya no ha. sido, uuíti accesibles á culpables contemplaciones de cornpafiel'i~mo,
'que al severo cumplimiento de sus debJl'es, Et:lte es el
in tel'l'ogatorio :
l.°,Por qué laque el declarante ha HumadO' "debi-
¡ lielad de abrigar fuertes ,resentimientos contra el doctor
Perera," fué , debilidad que siempre apareció en cada
uno de los muchos pleitos de éste que desde el año de
188Uhasta los líltimos días del mes de Marzo de 1884
pasaron por las manos del declarante, y que desapareció repentinamente en tres días y por primÜl'R vez,
tratándose de la herencia de doria Sofía Sal'miento;
2,Q Por qué esa debilirlad no se c0nvÍrtió en
gl'andeza de alma cristiana para eonocel' de alguno do
esos muchos pleitos y sí para ver de conocer de la herencia de la señora Sarmiento;
3.° Cómo esa debilidad, que no puede desaparecc,' durante euatro años, tr3,Mndose de infinidad de
pleitos del doctoL' Perora, sí puede dcsapal'eeer en
tres días tratándose de la. herencia de la señora Sarmiento;
4,° Cómo e~ que esa debilioad existe dll1'ante
los ültimos rlías del mes de Marzo último, tiempo de
Cuaresma (el declarante es.,.católico, apostólico, l'oma . .
IlO), trattlndosc del pleito ele Ga oriol S~lntos y Gregario Mejín, sobre posesión de "El Alto de Torres," y deja de existir durante los tres días siguientes (el 3 de
Abril lÍllimo) tratándose de la herencia de la señora
Sal'lniento;
5,'1 Oómo no pudo el declarante, tan buon e['istiano como eR, "¡'ctiexionar sobre sus deberes mol'alCd y religioso::; para a(l vel'tir q nc debía perdonar al
doctor Pt)I'e¡'H," d 1Il'Untc cuatro año:;;, tl'at~(ndoso de los
muchos pleitos do é:.;tc, y sí pudo l'etlexionar dmante
tres días, tratán(lose de la herencia oe la señora Sarllliento;
ü: Cómo no pn 10 el declamnte "reflexionar
sobro su::; oebel'e;-;; 1l10m~os y religiosos ., tratándose de
a.lgul1o de esos muchos pleitos, y HÍ pudo pOI' pI'imera
vez en cua.tro ailos, tratándose (h la herencia de la señora Sarmiento;
7. o Cómo no "refte~ionó sobre sus deberes
morales y I'eljgio~os " dlll'ante los últimos dÚls rlel mes
de Mal'~o próximo pasado, tiempo oe Cuaresma, cuando se tmtaua rlel pleito de Ga.briel Sántos y GI'egorio
Mejía, y Sl tres día:; después, tmtLlndose de la hcronciól.
de la ¡jeñora ~anllicnto ;
8, o Por qué la carta de gmeia y perdón del
declarant0 pal'a el docto!' Perera, que debió otorgarle
desde 1880 ha~ta 1884, no COITe en ninguno de los
otros expedienteH oel doctor Perera y solamente COITe
pOI' pl'imera vcz en el dc herencia de la señora Sa.rmiento;
9. o Cómo no ctllllpliú, rlmanto cuatro añoH, tratándose de otros pleitos del doctor Perera, y sí dice
que cumplo, durante tres días, tratándose de la herencia de la señora Sarmiento, aquello qne el declar'ante
COlla buen cristiano, debe repetir diariamente: " Padr~
nue~tro"" ,., pordónanos nue~tl'as ofensas como nosotros perdonamos á los q ne nos han ofendido," y aq ue.
llo q ne el Maestr0 contestó á Pcrll'O cuando preguntándole éste:" S?ñol', cuántas veces es necesal'io que
yo perdone ~í 1111 hOl'luano q ne me ha ofendido? Son
ba~tante~ siete veces? " aquél contestó: "Yo no os digo siete veces, sino setenLa veces siete veces·" y
10, o Cómo afirma el declamnte el tl,~s de Abril
úl timo, que" días há" tenía perdonado al doctor Pel'el'a y tenia. arrancad<.- á raíz de su corazón torlo resentimiento," si en los últimos días del mes de Marzo anterior, tiempo ele Cuarcsma, se le declaraba separado del
conocimiento del pleito de Gabriel Santos por enemistad grave entl'e el oeclamnte y el señor doctor PCl'ora,
Bogoüí, Mayo 13 de 1884.
ENRIQUE CAMACHQ,
Descargar