la vida vida soña soñada de los ánge ángeles Un drama desgarrador que indaga la personalidad humana de dos mujeres de clase baja FICHA TÉCNICA: Título original: La Vie Rêvée des Anges Nacionalidad: Francia Año: 1998 Dirección: Erick Zonca Guión: Erick Zonca, Roger Bohbot Producción: François Marquis, Michel Saint-Jean Dirección de Fotografía: Agnès Godard, Dominique Le Rigoleur Montaje: Yannick Kergoat Dirección Artística: Virginie Wagon Música: Yann Tiersen Diseño de Vestuario: Françoise Clavel Reparto: Élodie Bouchez (Isabelle), Natacha Régnier (Marie), Grégoire Colin (Chriss), Jo Prestia (Fredo), Patrick Mercado (Charly), Francine Massenhave (Guardiana). Duración: 113 min. (Color) Premio Cesar 1999 (24ª ed.): Mejor Película Francesa (Erick Zonca) Mejor Actriz (Élodie Bouchez) Mejor Actriz Revelación (Natacha Régnier) Festival de Cannes 1998 SINOPSIS: Premio de Interpretación Femenina (Ex-aequo) Élodie Bouchez Natacha Régnier Isa es una joven de veinte años, realiza pequeños trabajos, nunca los mismos, y nunca por mucho tiempo. Su camino se cruza con el de Marie, también solitaria, pero salvaje, rebelde contra su condición social. A pesar de ser totalmente diferentes Isa y Marie entablan una profunda amistad. Mientras Isa se empeña en descubrir el pasado de una joven que vivía antes en su piso, Marie se enamora de un hombre que la utiliza a su antojo. Juntas lucharán por salir adelante y conseguir prosperar en la sociedad. HOJA INFORMATIVA Nº 45 Noviembre 2004 COMENTARIOS: La Vida Soñada de los Ángeles fue la ópera prima de una de las más sólidas promesas de la cinematografía francesa actual, el director Erick Zonca. Por su tendencia realista, este largometraje constituye una buena muestra de la producción cinematográfica gala, tan acostumbrada a presentarnos retratos de lo diario y lo cotidiano. Renoir, Tavernier, Rohmer o Truffaut, son algunos de los realizadores que han contribuido a crear esas señas de identidad del cine francés tan manifiestamente identificables y que han llevado a muchos a calificar genéricamente el cine galo de manera prejuiciosa (como el que habla de una “americanada” o de una “españolada”, refiriéndose al total de la producción cinematográfica de un país). La vida soñada de los ángeles es un drama desgarrador que indaga la personalidad humana de dos mujeres de clase baja, de manera sencilla, directa y sin efectismos. Según se desarrolla el conflicto la trama se va volviendo mas amarga hasta desembocar en la tragedia, teniendo no obstante su contrapunto de esperanza. La película nos ofrece dos visiones y actitudes diametralmente opuestas ante la vida: la alegría y el optimismo más allá de toda lógica de una de las protagonistas y el desespero -rayando en el desequilibrio mental- de la otra. Isabelle (o Isa, abreviado), cuya sonrisa sin pervertir nos retrotrae al recuerdo de la Amelie de Jean-Pierre Jeunet, es optimista, positiva, abierta; por el contrario Marie es egocéntrica, solitaria, agresiva e insociable. Las personalidades contrapuestas de las dos protagonistas quedan perfectamente reflejadas desde el mismo instante en que se encuentran, en el taller de costura, cuando Isabelle halla a Marie, sola, en unos baños abandonados fumando un porro. La hosca Marie invita a la alegre Isa a dormir en la casa en donde se aloja (que pertenece a una señora y a su hija que están en coma, y que ella cuida mientras tanto) y, a partir de ahí, se hacen amigas. Según avanza la relación, se observan cada vez más las diferencias existentes entre las jóvenes, quedando palpable sobre todo en la actitud hacia las dueñas. Isa tras encontrar el diario de la pequeña, queda tan emocionada que visita frecuentemente el hospital para verla, y continua escribiendo en su diario para cuando se recupere; por su parte, a Marie no le interesa en absoluto su vida llegando a burlarse de la actitud de Isabelle. Por otra parte, en la película ocupa un lugar importante la condición social de las protagonistas. Pertenecen a la clase baja, no tienen dinero y tienen que ganarse la vida con trabajos difíciles. La actitud ante esta realidad también es distinta en las dos jóvenes, mientras que Marie la desprecia y la considera humillante, Isabelle la acepta con entrega y buen humor. En un momento determinado de la historia, Marie conoce a un arrogante y adinerado joven del cual tendrá la desgracia de sentirse poderosamente atraída (influida, sin duda, por la categoría social de éste y los lujos que ella difícilmente podría tener), puesto que él sólo ve en ella un entretenimiento pasajero. Es una relación masoquista abocada al fracaso desde su comienzo pero Marie no puede remediar la atracción que siente. A raíz de la irrupción de éste personaje, las divergencias entre las mujeres, la incomunicación de Marie y su creciente irritabilidad ante los intentos de Isa para ayudarla, conducen inexorablemente a un amargo desenlace. Es obvio que en una historia como ésta, aparentemente sencilla (y pretendidamente próxima a la realidad costumbrista gala), hay una construcción de personajes compleja y rica, que requiere de excelentes interpretaciones para poder desarrollarla en todo su potencial. Ese es, precisamente, otro de los grandes aciertos del filme de Zonca, pues la pareja protagonista, Élodie Bouchez y Natacha Régnier, realiza un trabajo pletórico y magnífico (de hecho, se llevaron al alimón el Premio a la Mejor Interpretación Femenina en el Festival de Cannes 1998, así como los correspondientes Premios Cesar –el Goya francés– del año siguiente). La Vida Soñada de los Ángeles es, pues, un filme verosímil (pero no sórdido) en el que Erick Zonca, haciendo uso de esa vía cinematográfica según la cual el “qué” se cuenta es más importante que el “cómo” se cuenta, ha sabido dotar de pleno sentido al carácter agridulce de la vida de las protagonistas.