Hay que afirmar, en primer lugar, que el color ferrugineo no existe
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H a y que afirmar, en primer lugar, que el color ferrugineo no existe en la flor en su estado natural, ni en la quilla ni en Calco fot. del autor Fig. 2. — Polygala Vayredae las alas, sino un color purpúreo muy vivo; en segundo lugar parece deducirse de la frase de W I L L K O M M que la coloración de estas flores es variable, ya amarilla, ya ferruginea, ya pur-
