HISTORIA Y DECLARACIONES DEL MOVIMIENTO DE LOS NO

Anuncio
HISTORIA Y DECLARACIONES
DEL MOVIMIENTO
DE LOS NO ALINEADOS
(hasta el año 1985)
2
Lo que sigue a continuación es el informe sobre el Movimiento de Países No Alineados
aparecido en la “Guía del Tercer Mundo”, en su edición en español del año 1985.
De Bandung a Zimbabwe
Tanto el "tercermundismo" como el "no
alineamiento" fijan sus raíces en los
acontecimientos internacionales de la
segunda década de este siglo. En los
momentos mismos de las discusiones de
paz de Versailles que pusieron fin a la
Primera Guerra Mundial, se realizaría el
Primer Congreso Panafricano (1919), que
esbozaba los requerimientos primarios de
autonomía y/o participación de algunas
pocas naciones de aquel Continente.
Los primeros antecedentes
Entre
los
antecedentes
históricos
conducentes
a
las
tentativas
de
autonomismo y/o liberación de los países
sujetos a un status colonial, se incluye la
Conferencia de Nagasaki, Japón (1926), en
cuyo transcurso se considera la abolición
del sultanato en Turquía a consecuencia
del movimiento de los Jóvenes Turcos
liderados por Mustafá Kemal Ataturk. En la
misma ocasión, el jefe militar persa Reza
Khan denuncia los tratados impuestos por
Inglaterra en 1919 y se anuncia como
mandatario independiente.
El acontecimiento que le sigue en orden de
importancia es la reunión que se celebra en
Bruselas, Bélgica, en 1927, con la
denominación de "Primer Congreso de los
Pueblos Oprimidos (Coloniales)", del cual
participarán
representantes
de
136
organizaciones de países de Asia, Africa y
América Latina (en este caso de México),
incluyendo además a delegados políticos e
intelectuales de naciones europeas, tales
como del Partido Laborista Británico, del
Partido Comunista de la joven Unión
Soviética, y a personalidades del fuste de
Romain Rolland, Albert Einstein y Henri
Barbusse. Entre otros participantes,
entonces prácticamente desconocidos,
figuraron Jawaharlal Nehru, Ho Chi Minh,
Leopold Sédar Senghor y la viuda de Sun
Yat-Sen, quien en 1911 había proclamado la
república en China.
Sin embargo, pese a estas precursoras
definiciones anticoloniales, la década de
1930 presencia nuevas aventuras de cuño
imperial que se suponían descartadas en
las relaciones internacionales: Italia invade
Etiopía y Japón se instala en China. Es la
década de la Guerra Civil en España y la del
estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Poco
después
del
conflicto,
se
independizan la India, Birmania e
Indonesia. Son los años de aumento de las
expectativas, pero también los del origen
de la Guerra Fría, que inauguran una nueva
instancia política internacional.
Cónclaves afroasiáticos
A instancias del pandit Nehru, en 1947 se
reúne en Nueva Delhi, India, un cónclave
de países afroasiáticos. Los doce que
habían participado de la conferencia
fundacional de las Naciones Unidas en San
Franciso, eran ahora veintiocho. Había
puntos específicos por considerar: Francia
reiniciaba sus intentos de retener
lndochina, los Países Bajos pretendían
conservar porciones sustanciales de su
antiguo imperio en Indonesia, en China no
se había producido una definición militar
sustantiva entre los ejércitos de Chiang Kai
Shek y Mao Zedong (Mao Tse Tung), y en
Europa no se ocultaban los temores a una
Tercera
Guerra
Mundial,
cuyos
protagonistas serían los hasta ayer aliados.
No resultó así extraño, que en esa
conferencia de Nueva Delhi surgiera por
primera vez la necesidad de constituir un
bloque afroasiático “neutralista". Esta
posición volvió a expresarse con tintes más
acentuados en la siguiente "Conferencia
Gubernamental" de Nueva Delhi (1949), de
la que participaron diecinueve Estados,
incluídos aquellos que sólo tenían status de
observadores.
La Guerra Fría había "estallado"
definitivamente, la Unión Soviética había
alcanzado la paridad atómica con Estados
3
Unidos, la creación del Estado de Israel
introducía un factor conflictivo en Medio
Oriente, el gobierno de Holanda seguía
hostilizando al de Indonesia y, en China,
poco faltaba ya para la instauración de su
República Popular.
Aún cuando no se había producido la
confrontación bélica de Corea, ya se
advertían los indicios premonitorios de
algún tipo de choque abierto. Cuando éste
detonó, en 1950, aunque no se amplió con
el empleo de técnicas de destrucción
termonucleares, fue el primer ensayo de
posguerra de una contienda de guerra
caliente.
Finiquitada de algún modo provisional la
conflagración coreana, el siguiente motivo
de convulsión en el continente asiático lo
deparó la pertinacia francesa en retener
porciones de Indochina con los métodos
tradicionales del colonialismo finisecular,
sin comprender que así como a ella misma,
la Segunda Guerra Mundial también había
afectado para siempre a pueblos y
naciones, que ya no serían los mismos en
adelante. Su derrota en Dien Bien Phu no
fue suficiente, sin embargo, para absorber
su significado para cuando, años más
tarde, confrontara una situación similar en
Argelia. Para los asiáticos Indochina
contaba tanto como Indonesia o Corea. Fue
aquel mismo año de Dien Bien Phu -1954-,
que en Colombo, Ceilán, se reunieron los
primeros ministros de este país y los de
India, Indonesia, Birmania y Paquistán.
Las manifestaciones de discrepancia
fundamental con las formas y modos de
conducción de la política internacional, no
indujeron a las grandes potencias a una
reformulación de sus pautas y conductas.
La Conferencla de Ginebra no puso
término a la guerra de Indochina, porque
las banderas arriadas por Francia fueron
otra vez enarboladas, aunque mimetizadas
y de un modo subrepticio al principio, por
los Estados Unidos, que se negaron a
reconocer lo acordado en Suiza. Esa no
aceptación iba a generar las trágicas
guerras de Vietnam, Camboya y Laos, que
no hallarían término sino en la primera
mitad de 1975.
La Guerra Fría
Wendell Wilkie, candidato republicano a la
presidencia derrotado por Roosevelt,
postulaba a mediados de la Segunda
Guerra Mundial: "Creemos que esta
guerra debe significar el fin del Imperio de
unas naciones sobre otras". Y el
subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos, Summer Welles, expresó en
un discurso pronunciado el 30 de mayo de
1942: "Nuestra victoria debe aportar la
liberación de todos los pueblos. La era del
imperialismo ha concluido". Sin embargo,
todo ello no pasó de una mera expresión de
deseos. La reconstrucción socioeconómica
de la posguerra perfeccionó y ajustó un
sistema internacional orientado a favorecer
a los países desarrollados. La tarea se vio
favorecida por la circunstancia de que,
salvo determinados reajustes de fronteras
políticas más o menos convenidas por los
Aliados en Yalta, no se produjeron
modificaciones sustanciales con respecto a
las diversas formas de dominación colonial
y de explotación que caracterizaban
históricamente las relaciones entre el
centro y la periferia.
En nombre de la libertad, las potencias
"occidentales" se valieron de la Guerra Fría
para bloquear, intervenir y desestabilizar
las acciones, políticas y programas de
gobiernos progresistas.
La frustrada paz indochina de Ginebra
ratificaba la tendencia que meses antes se
había evidenciado con el derrocamiento del
gobierno nacionalista de Mohammed
Mossadegh, en Irán. Aquel mismo año de
1954 se repetiría una situación similar en
otro país subdesarrollado, Guatemala; y el
presidente del Brasil, Getulio Vargas, se
dispararía un pistoletazo en la sien en su
propio despacho presidencial, no sin antes
firmar un testamento político a modo de
acta acusatoria contra las corporaciones y
monopolios trasnacionales. No había
posibilidad de declararse neutrales en las
batallas que se libraban en los foros
internacionales y en los campos específicos
de la Guerra Fría. No se consentía el
disenso y, cuando la concepción de "quien
no está conmigo, está con el enemigo" se
impuso como norma de la diplomacia
4
norteamericana de John Foster Dulles,
quedó definitivamente establecida la
"obligatoriedad" del alineamiento. Como
especie de cerrojo, aquel mismo año de
1954 -8 de noviembre- es el del acta de
nacimiento de la SEATO (South East
Treaty Organization -Organización del
Tratado del Sudeste Asiático), con la
participación de Estados Unidos, Gran
Bretaña,
Francia,
Australia,
Nueva
Zelandia, Paquistán, Filipinas y Tailandia,
los tres últimos pertenecientes al mundo
subdesarrollado. Era una de las primeras
respuestas orgánicas de las Potencias
coloniales -con la subordinación de algunos
paises colonizados-, al creciente fenómeno
victorioso de las guerras de liberación
nacional. En ese mismo Instante el pueblo
de Argelia iniciaba la lucha armada... Las
naciones que ya habían logrado su
independencia en Asia y Africa, sobre todo
las de mayor peso moral y político,
procuraron alentar y fortalecer ese
fenómeno, en circunstancias en que se
veían confrontados con sus propios
problemas de desarrollo. No tardaron en
apercibirse de que sus esfuerzos para
superar
las
limitaciones
y
condicionamientos
heredados
del
colonialismo se veían trabados por ciertas
potencias centrales que brindaban o
restaban su apoyo material a sus
programas económico-sociales a cambio de
tal o cual posición.
La reunión de Bandung
La primera reunión de líderes de los países
de Asia y Africa fue celebrada en Bandung,
Indonesia (18-24 de abril de 1955), con el
patrocinio de Indonesia, India, Birmania,
Ceilán y Paquistán, los mismos de la
reunión del año anterior en Colombo.
Veinticuatro países más se dan cita para
considerar problemas específicos de los
continentes
concernidos:
Afganistán,
Arabia Saudita, Camboya, China Popular,
Egipto, Etiopía, Filipinas, Costa de Oro
(hoy Ghana), Irak, Irán, Japón, Jordania,
Laos, Líbano, Liberia, Libia, Nepal, Siam
(hoy Tailandia), Siria, Sudán, Turquía,
República Democrática de Vietnam,
Vietnam del Sur y Yemen (del Norte),
países en los que se perciben diferencias
ideológicas y políticas significativas entre sí
como para que puedan ser visualizados
como conformando un "tercer bloque".
Pero aunque no lo son, pesan más los
problemas que los afligen -1.350 millones
de habitantes representados- y que los
harán suscribir diez principios comunes.
Bandung está considerada como la piedra
miliar, tanto para el "tercermundismo"
como para el "no alineamiento". Los países
afroasiáticos -los de América Latina no
estuvieron representados, siquiera como
observadores- accedían así a la escena
mundial con líderes de primera magnitud,
que eran representativos de luchas y
objetivos que no siempre encontraban eco
en las reuniones de las Naciones Unidas.
Si bien es cierto que en Bandung estuvo
presente una figura de la talla de Chou EnLai en representación de la República
Popular de China, la ulterior no participación de esa nación en el Movimiento de los
No Alineados reafirmó la voluntad de éste
de marginarse del elemento conflictivo
sustancial que dividía a los dos bloques
principales de potencias: la eventualidad
de un conflicto bélico nuclear.
Como si adivinara que en Bandung se
postularían definiciones pacifistas tales
como las contenidas en los puntos 6), 7) y
8), (y además, de hecho, la conferencia
deploró en un comunicado el estado de
tensión internacional, con sus peligros de
una conflagración mundial atómica), el
presidente de los Estados Unidos, Dwight
Eisenhower, luego de algunas reuniones en
el seno de su gabinete, se abstuvo de enviar
mensaje congratulario alguno a la reunión.
Su secretario de Estado, John Foster
Dulles, declaró que veía en el neutralismo
una estación en la ruta hacia el
comunismo, y "una concepción 'miope e
inmoral". Aún sin tiempo de conocer esa
"definición", Nehru calificaba a la
inspiración del cónclave como "una fuerza
moral", añadiendo que no implicaba una
posición negativa, "puesto que si le
acordamos una connotación positiva,
significa naciones cuyo objetivo es
apartarse de propósitos belicistas, de
bloques militares y de alianzas con ese
contenido. Pretendemos hacer valer
5
nuestro peso en favor de la paz".
En la época de Bandung no llegarían a diez
los países africanos que gozaban de
independencia y soberanía efectivas, en
tanto el resto continuaba sujeto a las pautas del colonialismo tradicional. Empero,
los aldabonazos de impaciencia se
tornaban cada vez más acuciosos y ya no se
reducían a protestas pasivas o confiadas
expectativas de cambio procedentes de
mercedes pletóricas de comprensión y
buena voluntad. El desmoronamiento del
mundo colonial comenzó a acelerarse y
consumarse y no porque en Bandung las
naciones
participantes
se
hubiesen
comprometido a facilitarlo de algún modo
orgánico o ejecutivo. Los movimientos de
liberación nacional eran una realidad
irrefutable a fines de la década del 30, y
durante la siguiente, las alternativas de la
Segunda Guerra Mundial no hicieron sino
ratificarla. En todo caso, la existencia de lo
que
provisionalmente
se
llamó
"neutralismo"
o
"tercera
posición",
involucró una presencia no indiferente a
aquellos movimientos desde que, tácita y
principistamente, en Bandung hubo
pronunciamientos sobre el "respeto de los
derechos fundamentales de acuerdo con los
principios de la Carta de las Naciones
Unidas", y del "reconocimiento de la
igualdad de todas las razas y de todas las
naciones, grandes y pequeñas".
Nace el No Alineamiento
Gamal Abdel Nasser (Egipto) y Jawaharlal
Nehru (India) se reunieron en 1956 con un
tercer líder político, que aunque del área
europea, estaba identificado con la
flamante corriente: Josip Broz Tito, de
Yugoslavia. En la isla de Brioni, los tres
jefes de Estado consolidaron principios y
objetivos que distinguirían a la "tercera posición" de las otras dos vigentes.
En 1960, durante la celebración de la XV
Asamblea General de la ONU, eran
admitidos como miembros 17 “nuevos"
países de Asia y Africa. Se hacía más
pronunciada la oscilación en la relación de
fuerzas, ahora con un ingrediente inédito
que alteraba cualitativamente el cuadro
habitual: la presencia de una Cuba
polemista, como factor disidente dentro del
marco de la indisputada hegemonía de
Estados Unidos en América Latina.
Fue durante esa reunión de la ONU que
sesionaron separadamente líderes del nivel
de Nasser, Nehru, N'Krumah, Sukarno y
Tito, y de sus pláticas habría surgido la
necesidad de la celebración de la Primera
Conferencia de los Países No Alineados, al
año siguiente. Para ello fue menester una
reunión previa, el 26 de abril de 1961, entre
los presidentes de la República Arabe
Unida (Nasser) y de Yugoslavia (Tito), cuya
consecuencia fue una invitación a jefes de
Estado y de Gobierno de veintiún paises,
proponiéndoles la celebración de una reunión tendiente a lograr el mejoramiento de
las relaciones internacionales, la renuncia a
la política de fuerza o de compulsión
(estaban frescos el incidente del U-2, avión
espía derribado en territorio de la Unión
Soviética en 1960, y el fracaso de una
intervención bélica foránea en Cuba en
marzo de 1961), y el arreglo constructivo de
los conflictos y problemas mundiales
pendientes.
Una invitación formal fue ratificada el 18
de mayo de 1961 por los Presidentes de
Yugoslavia, Indonesia, la RAU, India y
Afganistán. Entre el 5 y el 12 de junio se
realizó en El Cairo una reunión
preparatoria, de la que participaron 21
naciones, entre éstas Argelia mediante su
Gobierno
Provisional,
Cuba
-ya
frontalmente adversa a Estados Unidos- y
Brasil, cuyo canciller Saan Thiago Dantas
dispuso el envío de un observador.
Las conferencias cumbres
Belgrado, 1961: La Primera Conferencia
Cumbre de Países No Alineados se realizó
del 1º al 6 de septiembre de 1961 en
Belgrado, Yugoslavia, con la participación
de 25 miembros plenos, observadores de
tres países latinoamericanos -Bolivia,
Brasil y Ecuador- y representantes de 35
movimientos de liberación nacional, de
partidos y otras entidades afines.
Al término de la reunión de Belgrado se
emitieron dos documentos, denominados
respectivamente "Declaración de los Jefes
de Estado o de Gobierno de los Países No
6
Alineados" y "Peligro de guerra y llamado
en favor de la paz".
De lo proclamado por la Conferencia se
destaca:
-Apoyo a la declaración sobre la concesión
de la Independencia a los países y pueblos
coloniales, adoptada por la Asamblea Gral.
de la ONU en su XV Periodo de sesiones.
-Derecho de todos lo pueblos a la
autodeterminación y al logro de sus
propios fines; a la libre disposición de sus
riquezas y recursos naturales.
-Que se ponga fin a la acción bélica y a las
medidas represivas de cualquier clase
contra los países no independientes (caso
Argelia, Angola, Zaire, Cuba...)
-Necesidad de un desarme general, total y
estricto, internacionalmente controlado...
En la reunión que siguió a la de Belgrado,
realizada a nivel de ministros y/o expertos
en El Cairo (9-18 de julio de 1962) con el
nombre de "Conferencia sobre problemas
del desarrollo económico", comenzaron a
cubrirse
requerimientos
y
planteos
económicos, como lo indicarán sus
recomendaciones sobre problemas de desarrollo económico, cooperación entre
países en vías de desarrollo, problemas del
comercio
internacional,
agrupaciones
económicas regionales, ayuda económica
para el desarrollo, asistencia técnica
internacional y colaboración de las
Naciones Unidas en el campo del
desarrollo.
El Cairo, 1964: Para la Segunda
Conferencia Cumbre de Países No
Alineados, con la participación de Jefes de
Estado o de Gobierno, prevista para el 5 al
10 de octubre de 1964, se realizaron sendas
reuniones previas de preparación: una a
nivel de embajadores de Colombo, Sri
Lanka (23-28 de marzo de 1964), y la
siguiente como Reunión de Ministros de
Relaciones Exteriores, en El Cairo (1º-4 de
octubre).
En esta reunión es visible el crecimiento
del movimiento. Participan 47 paises como
miembros y 10 como observadores (29 de
Africa, 15 de Asia, 10 de América Latina y 3
de Europa), con asistencia de 22 jefes de
Estado o de Gobierno, 9 primeros
ministros, 4 ministros de relaciones
exteriores, 2 vicepresidentes, 2 reyes, un
emperador y un príncipe, entre otros.
La actitud militante y polémica de esta
segunda reunión cumbre se pone de
manifiesto por detalles tales como la
aceptación como miembro pleno de un
delegado de uno de los movimientos de
liberación de Angola, entonces colonia
portuguesa, y de otro del Movimiento Pro
Independencia de Puerto Rico, así como el
rechazo de la participación de Moisés
Tschombe, del Congo (Zaire).
No faltan en la reunión de El Cairo
expresas recomendaciones de carácter
económico, de explicitación del acápite X)
de la declaración general, tales como: El
reconocimiento de que es responsabilidad
de los miembros procurar progresos en su
desarrollo y el deber de todos los países a
contribuir a una rápida evolución "de un
nuevo y justo orden económico".
Entre esta conferencia cumbre y la
siguiente transcurrirán seis años. Habrá
empero, durante ese intervalo, reuniones
parciales. La primera se efectuó como
"Conferencia Tripartita" en Nueva Delhi,
India (21-24 de octubre de 1966), entre los
presidentes de la República Arabe Unida,
Gamal Abdel Nasser, de Yugoslavia, Josip
Broz Tito, y la primer ministro de la India,
Indira Gandhi.
La segunda tiene carácter consultivo, se
realiza en Belgrado (8-12 de julio de 1969)
y participan de ella “representantes
especiales de gobiernos de Países No
Alineados" -44 países miembros y 7
observadores-, y a su término vuelven a
postularse requerimientos ya planteados
con antelación: participación de todos los
países en los asuntos mundiales con
posición igualitaria, retirada de todas las
fuerzas extranjeras de Vietnam, apoyo a los
movimientos de liberación, aplicación
completa y urgente de la Declaración de la
ONU sobre la independencia de los pueblos
coloniales, apoyo al pueblo árabe de
Palestina, retirada de todos los territorios
árabes ocupados después de la guerra del 5
de junio de 1967, adopción de medidas que
posibiliten un mayor acceso a los mercados
de los países desarrollados, la financiación
del desarrollo, ayuda internacional para la
diversificación de la economía de los paises
7
subdesarrollados, movilización en torno a
los preparativos para la II Década del
Desarrollo propiciada por la ONU, en
relación con las actividades de la UNCTAD,
reconocimiento del derecho de la
República Popular China para ingresar en
la ONU y ratificación del respeto del
derecho a la autodeterminación de los
pueblos.
El tercer cónclave se realizó en Nueva York
con motivo de la Asamblea General de la
ONU, el 27 de septiembre de 1969, y
participaron en él los ministros de
relaciones
exteriores
y
jefes
de
delegaciones de 53 países como miembros
con pleno derecho y 6 como observadores,
que además de concertar su actuación en el
seno de esa Asamblea General de la ONU,
decidieron aceptar la celebración de una
reunión preparatoria para la Tercera
Conferencia Cumbre de Países No
Alineados, en Dar-es-Salaam, Tanzania.
Lusaka, 1970: Esta reunión se celebró en
Lusaka, Zambia, del 8 al 10 de septiembre
de 1970. Asistieron 54 miembros plenos y a
su término se aprobó la "Declaración de
Lusaka
sobre
Paz,
Independencia,
Desarrollo Cooperación y Democratización
de las Relaciones Internacionales", así
como una adicional "Declaración de Lusaka sobre No Alineación y Progreso
Económico", que contempla los inevitables
y permanentes problemas del Cercano
Oriente, Indochina, el apartheid, la
descolonización
de
las
posesiones
portuguesas
(Angola,
Mozambique,
Guinea-Bissau), de Zimbabwe y Namibia,
desarme y situación en Chipre. Asume
especial relevancia la consideración de los
temas económicos, marcando por primera
vez una diferencia sustancial respecto de
anteriores reuniones, como si, con la
iniciación de la nueva década, surgiera la
conciencia del fracaso de las expectativas
sustentadas durante los años 60s. En
Lusaka se estatuye para lo sucesivo la
convivencia de lo político y lo económico
en las agendas y programas de trabajo.
Desde que la propia Conferencia de Lusaka
había llegado a la conclusión política de
que el peligro inmediato de un conflicto
entre las superpotencias había decaído en
virtud de que su tendencia a la negociación
se había acrecentado, no resultaba gratuita
la mención, entre otras consecuentes, de
aquélla de que "la brecho económica entre
países desarrollados se ha ampliado
vastamente" y que "deben intensificarse
los esfuerzos paro concretar urgentemente
cambios estructurales en la economía
mundial". De modo que la "Declaración
sobre No Alineados y Progreso Económico"
aparece como el primer reconocimiento
formal por parte de los Jefes de Estado o de
Gobierno, de la importancia del factor
económico, en relación con los objetivos
económicos y aspiraciones de los Países No
Alineados y con el espíritu de "selfreliance".
Es así que en Lusaka se resuelven medidas
vinculadas con una estrategia de desarrollo
internacional que trasciende lo meramente
enunciativo,
tales
como
acciones
específicas
sobre
materias
primas,
incluyendo la maximización de su
consumo, el libre y equitativo ingreso de
los beneficios para los productores; la
promoción del procesamiento de materias
primas y la provisión del libre acceso a
mercados
consumidores;
la
implementación del esquema de no
discriminación
y
de
no-recíprocas
preferencias; el flujo neto de transferencias
financieras hasta alcanzar un mínimo de
uno por ciento sobre el producto nacional
bruto, en cada país desarrollado; alivio de
las cargas por deudas; apoyo a la expansión
de las marinas mercantes de los paises
subdesarrollados; ajuste de las estructuras
de producción en paises desarrollados para
aumentar el comercio de los países
subdesarrollados; vínculos entre los "derechos especiales de giro" (DEG) y la finanza
desarrollada;
facilitación
de
la
transferencia de tecnología, libre de
restricciones ilegítimas y puesta en marcha
de
la
correspondiente
estructura
internacional; y medidas especiales para
mejorar las capacidades productivas y la
infraestructura de los países menos
desarrollados y de aquellos que por su
ubicación geográfica carecen de salida al
mar.
Del 8 al 11 de agosto de 1972 se celebra una
Conferencia Ministerial en Georgetown,
8
Guyana. Los miembros participantes son
ya 59 (Chile y Trinidad-Tobago han
ingresado en 1971), y los países
observadores
-diezson
todos
latinoamericanos. El cónclave ministerial
de Georgetown se efectúa bajo la
advocación de los "cambios de las
relaciones entre las grandes potencias y
sentido de la no alineación respecto de esos
cambios".
En agosto de 1973 se realiza en Santiago de
Chile la Primera Reunión de Expertos de
Países No Alineados.
Argel, 1973: La IV Conferencia Cumbre
de Países No Alineados (5-9 de septiembre
de 1973) está considerada como la de
mayor significación entre todas las
celebradas hasta esa momento, no solo por
el gran número de participantes (75 países
miembros de pleno deracho -entre éstos,
Argentina y Perú por vez primera-, 8 países
en calidad de observadores, 3 como invitados -Austria, Finlandia y Suecia- y 12
movimientos de liberación), sino también
por la jerarquía de las representaciones y,
fundamentaImente, por la importancia de
los temas tratados, el debate ideológico en
que por primera vez se abordó el papel de
los países socialistas en relación con los No
Alineados y las conclusiones aprobadas.
La conferencia observó que desde 1970 la
situación internacional se caracterizaba por
"un afianzamiento de las corrientes
pacifistas en el mundo desarrollado, y por
otra parte por la tensión en otras áreas
agravada por el deterioro" de las
condiciones económicas en los países
subdesarrollados.
El acento "liberacionista" se puso de
manifiesto a través de la representación
oficial de movimientos admitidos en la
reunión:
Movimiento
Popular
de
Liberación de Angola (MPLA), Frente
Nacional de Liberación de Angola (FNLA),
Partido Africano por la Liberación de Guinea y Cabo Verde (PAIGC), Partido Unión
Popular de Seychelies (SPUP), Movimiento
de Liberación Nacional de las Comoras
(MOLINACO), Frente de Liberación de
Mozambique (FRELIMO), Organización
Popular de Africa Sudoccidental (SWAPONamibia), Organización de Liberación de
Palestina (OLP), Comisión de Liberación
de Palestina (CLP), Comisión de Liberación
de Sao Tomé y Príncipe, Partido Socialista
de Puerto Rico (PSP), Frente de Liberación
de la Costa de los Somalíes -actual Djibuti(FLCS), Movimiento de Liberación de
Djibuti
(MLD),
Congreso
Nacional
Africano
(CNA-Sudáfrica),
Congreso
Panafricanista (PAC-Sudáfrica), Unión del
Pueblo Africano de Zimbabwe (ZAPU) y
Unión Africana de Zimbabwe (ZANU).
Los observadores consideran que fue en
Argelia donde por primera vez se produjo
una aproximación de las posiciones
tradicionales del No Alineamiento hacia las
del campo de los países socialistas. En este
sentido, se menciona el discurso del primer
ministro cubano, Fidel Castro, como pieza
ideológica que lo explicita y lo sustenta. En
su Programa de Acción para la
Cooperación Económica, la conferencia
establecerá que "los Países No Alineados
fomentarán el desarrollo de la cooperación
científica y técnica con los países
socialistas, en particular mediante la
celebración
de
convenios
intergubernamentales, el establecimiento de los
necesarios Organismos mixtos y el fomento
de las relaciones entre las Organizaciones e
instituciones interesadas".
En el análisis político que se formula en
Argel, se mencionan como las principales
causas
de
la
"permanentemente
incrementada disparidad" que aflige al
mundo subdesarrollado, los "variados
métodos de dominación económica y
explotación neocolonialista", habida cuenta
de su responsabilidad por la continuación
del control de sus recursos, no obstante el
éxito alcanzado en cuanto a independencia
y soberanía políticas. También se alude a
"la penetrante actividad de las companías
trasnacionales y a su función monopolista
en lo comercial, financiero e industrial", y a
la "determinación de la gran mayoría de los
países desarrollados de perpetuar el orden
económico existente para su exclusivo
beneficio". Si bien, numerosos factores han
llevado a la comunidad internacional a
elaborar
políticas
conducentes
al
establecimlento de un nuevo tipo de
relaciones económicas internacionales, es
dable esperar que "las negociaciones
9
comerciales multilaterales pavimentarán el
camino que conducirá a una nueva y justa
división internacional del trabajo" y que
"un
nuevo
sistema
monetario
internacional"
emergerá
con
la
participación
de
los
países
subdesarrollados sobre la base de un
ejercicio igualitario.
La
"Declaración
Política"
formuló
posiciones radicalizadas:
1) Sobre el apartheid y la discriminación
racial en Sudáfrica;
2) La situación en Medio Oriente;
3) Afirmación del total apoyo y plena
solidaridad "con los pueblos que luchan
contra el colonialismo portugués" y
compromiso de "aumentar su apoyo
político, militar, financiero y material en su
justa causa", comprendiendo en este título
a Angola, Guinea-Bissau, Cabo Verde,
Mozambique, Sao Tomé y Príncipe;
4) Liberación de los territorios de
Zimbabwe, Namibia, Costa Francesa de los
Somalies (Djibuti o Tierra de los Afars e
Issas), Islas Comoras, Vietnam, Camboya y
Puerto Rico;
5) Consideración de los problemas de
Corea y del Sahara Occidental (entonces en
poder de España).
4) La mera enunciación de estos temas y
los
cambios
políticos
y
militares
registrados en buena parte de los países
indicados a partir de la reunión de Argelia,
son demostrativos, entre otras cosas, de la
velocidad con que se estaban produciendo
las profundas alteraciones en el mapa
geopolítico afroasiático, y de los cuales serian
índices
sobresalientes
la
independencia de las colonias portuguesas
y la finalización de la guerra en Vietnam,
Camboya y Laos.
Hacia un nuevo orden económico
Lo que importa destacar especialmente en
torno de la reunión de Argel, es su proyecto
de luchas por la instauración de un nuevo
orden económico internacional. Aunque la
idea subyace prácticamente en todas las
reuniones previas, a partir del momento en
que los Países No Alineados cobran
conciencia de la dimensión económica de
su problemática, es en esta oportunidad en
que cobra vida definitiva, a punto tal que,
superando el marco aparentemente
retórico, la expresión concep tualizada se
traduce en la convocatoria de la Asamblea
General de las Naciones Unidas (9 de abril2 de mayo de 1974), en cuyo transcurso es
aprobada con la solidaridad unánime del
mundo subdesarrollado y el apoyo de los
países socialistas, y no obstante los
reservas de algunas potencias capitalistas,
la declaración sobre el establecimiento de
un "Nuevo Orden Internacional", que en el
texto es definido como "basado en la
equidad, la igualdad soberana, la
interdependencia, el interés común y la
cooperación de los Estados, cualesquiera
sean sus sistemas económicos y sociales,
que permita corregir las desigualdades y
reparar las injusticias actuales, eliminar las
disparidades crecientes entre los países
desarrollados y los países en desarrollo y
garantizar a las generaciones futuras un
desarrollo económico y social que vaya
acelerándose en la paz y la justicia".
La declaración se acompañó de un
programa de acción, que contempla la
adopción de medidas de emergencia,
incluyendo un fondo especial para ayuda a
los países subdesarrollados más seriamente
afectados por la crisis económica mundial
desatada desde mediados de 1973.
Cabe consignar, por otra parte, que el
documento aprobado por la Asamblea
General de la ONU utiliza una fraseología
polemizadora, concomitante con la naturaleza de las puntualizaciones de la realidad
que sustenta su texto. Así, se expide contra
la dominación extranjera y colonial, la
ocupación foránea, la discriminación racial, el apartheid y el colonialismo en todas
sus formas.
En febrero de 1975 se realizó en Dakar,
Senegal, una Conferencia sobre Materias
Primas, con la participación de 65 países, 5
movimientos de liberación nacional, 4
organizaciones
internacionales,
2
organizaciones regionales y 3 asociaciones
de productores.
Sri Lanka, 1976: Del 16 al 20 de agosto
de 1976 se realizó la V reunión de Jefes de
Estado o de Gobierno de Países No
Alineados, en Colombo, capital de Sri
10
Lanka (ex Ceilán), que destacaba el dato de
contener la mayor representatividad en
cuanto al número de países miembros -86de entre todas las que se habían celebrado
hasta
ese
momento.
Este
detalle
cuantitativo no desmerecía la importancia
de los temas incluídos en la agenda. A algo
más de 20 años de la reunión pionera de
Bandung, el Movimiento de Países No
Alineados, con todas las imperfecciones
que podrían computársele, había adquirido
su mayoría de edad y su innegable derecho
a la existencia. Más aún, su constante
crecimiento a despecho de las visibles
diferencias o discrepancias que separaban
a no pocos de sus miembros, era uno de los
indicios más elocuentes de su racionalidad
y la prueba más cabal de que sería
escasamente inteligente desdeñarle en su
condición de grupo "distinto" en la arena
mundial. Porque, entre otras cosas, esa
distinción precisamente había hecho
posible y convalidado su presencia
militante en un mundo dividido, con tal
efectividad que en los años más recientes
procuraban ingresar en él países que se
habían
mantenido
hasta
entonces
marginados. En Colombo presentaron
sendas
solicitudes
de
ingreso
al
Movimiento países como Rumania,
Portugal
y
Filipinas.
Además,
la
tradicionalmente neutral Suiza, pidió ser
admitida con carácter de observadora.
Al mismo tiempo, el área socialista estaba
mostrando mayor propensión a acercarse a
las tesis y posiciones del No Alineamiento,
mientras que los principales países
capitalistas persistían en su actitud de
desdén o de ajenidad. Tanto por la cuantía
numérica de los representados, como por la
magnitud de la población involucrada, la
de Sri Lanka bien podía considerarse como
la segunda asamblea cimera de nivel
mundial, inmediatamente después de las
que congregan las de la ONU. Además, era
la primera reunión que se realizaba luego
de
acontecimientos
de
resonancia
internacional como la conclusión de la
guerra en Indochina y la independencia de
la mayoría de las ex-colonias portuguesas.
No menos importante resultaba, en el
campo político-ideoIógico, el notorio
avance hacia la detente y la vigencia de un
nuevo clima internacional, en el que se
advertía la declinación constante de los
postulados de la Guerra Fría. Es claro que
frente a aspectos tan positivos que de algún
modo se reflejaban en los campos militar y
económico,
seguían
subsistiendo
desigualdades, desequilibrios, un orden
injusto,
expectativas
crecientemente
frustradas y subyacentes pesimismos,
condensados en la ácida expresión de uno
de los delegados, según la cual había
carencia de “voluntad política” en las
naciones desarrolladas, para producir “un
cambio de dirección favorable a cuanto
implique un nuevo orden económico
internacional”.
Pero fue precisamente la procura de ese
nuevo orden, preconizado en la reunión de
Argelia en 1973 y adoptado como política
básica por la ONU en 1974, la destinada a
ser el tema más importante en la reunión
de Sri Lanka, donde debía hacerse,
teóricamente, una primera evaluación
entre la propuesta de Argel y lo alcanzado
al cabo de casi tres años de brega incesante
en foros internacionales y en reuniones
bilaterales y multilaterales.
La sesión plenaria de cancilleres, previa a
la de los Jefes de Estado o de Gobierno,
aprobó la agenda de trabajo, que incluía,
preliminarmente, la situación en Sudáfrica,
y las cuestiones coloniales; la situacion de
Medio Oriente; las cuestiones palestina,
chipriota, de Corea, de los países
latinoamericanos, del Océano Indico como
zona de paz, de las implicaciones
internacionales de la distensión y las
tensiones de El Líbano; la ingerencia en los
asuntos internos de los Estados por parte
de otros paises; y el desarme y la seguridad
internacional. Al propio tiempo, con el
apoyo de Túnez y Yugoslavia, la India
presentaba el proyecto de resolución por el
que se aprobaba la constitución del PooI de
Agencias Noticiosas de Países No
Alineados.
La reunión cumbre de Sri Lanka finalizó
con la aprobación de 16 resoluciones sobre
cuestiones políticas y 12 relativas a asuntos
económicos. El documento económico,
ratificador de los principios del Nuevo
Orden Económico Internacional (NOEI),
declaró que "el crecimiento de la brecha
11
entre
países
desarrollados
y
subdesarrollados es una de las más
amenazadoras fuentes de tensiones y
conflictos".
La Habana, 1979: La VI Conferencia
Cumbre del Movimiento de Paises No
Alineados se realizó en La Habana, Cuba,
del 3 al 9 de setiembre de 1979, con la
presencia de 97 miembros plenos y 20
observadores.
La
presencia
latinoamericana se elevó a doce miembros
plenos y once observadores y se expresó en
el amplio destaque que merecen los
problemas de la región en la declaración
final. Es saludada la revolución que
acababa de triunfar en Nicaragua, se
condenó el régimen guatemalteco, se
respaldó la lucha popular en El Salvador, se
reclamó solidaridad con Granada, cuyo
gobierno
denunció
un
plan
de
desestabilización.
Los problemas mundiales, regionales y
locales fueron tratados con extremo detalle
en La Habana. Las resoluciones de la
Conferencia conformaron un libro de
doscientas páginas. La expectativa creada
en torno a un enfrentamiento entre Tito y
Fidel Castro, que dividiría al Movimiento,
se vio frustrada. Las diferencias ideológicas
fueron contornadas con habilidad y apenas
un
país
-Birmaniaabandonó
el
Movimiento.
Los temas económicos fueron eclipsados en
La Habana por temas políticos candentes.
Se reafirmaron los principios tradicionales
de anticolonialismo, pero fue imposible
obtener consenso en torno a nuevas
situaciones: el Sahara Occidental, ocupado
por Marruecos y Mauritania, Timor
Oriental, anexado por la fuerza a
Indonesia,
tropas
vietnamitas
en
Kampuchea (cuyo lugar en el Movimiento
quedó desde entonces vacío, al no llegarse
a acuerdo sobre si debía ocuparlo la
República Popular o la Democrática) y
efectivos soviéticos en Afganistán.
Pero si no se llegó a acuerdos, al menos se
acordó estar civilizadamente en desacuerdo
manteniendo la unidad del Movimiento en
torno a los puntos comunes de su
programa.
Managua, 1983: La séptima conferencia
de jefes de Estado del Movimiento debió
realizarse en setiembre de 1982 en Bagdad,
Irak, pero ello no fue posible debido a la
guerra entre este país e Irán. El encuentro
fue finalmente realizado en Nueva Delhi,
India, en marzo de 1983, precedido de una
reunión a nivel ministerial y del Buró de
Coordinación en Managua, Nicaragua,
celebrada del 10 al 14 de enero.
La presencia de 116 delegaciones
transformó el encuentro en un acto
mundial de solidaridad con Nicaragua ante
las crecientes presiones de los Estados Unidos. Entre otros temas, la Declaración de
Managua destacó como amenaza a la paz
hemisférica
la
existencia
de
un
destacamento norteamericano de intervención rápida con 27.000 efectivos
acantonados en Florida, la presencia de
9.000 soldados de ese país en la ex-Zona
del Canal de Panamá y los millones de
dólares
aplicados
en
operaciones
clandestinas de la CIA en América Central.
Declaración de Nueva Delhi
La VII Conferencia de Jefes de Estado o de
Gobierno de los Países No Alineados se
realizó en Nueva Delhi, India, del 7 al 11 de
marzo de 1983.
Participaron en la Conferencia los
siguientes países y organizaciones:
Afganistán, Alto Volta, Angola, Arabia
Saudita, Argelia, Argentina, Bahamas
(todos los países en negrita participaron
por primera vez en la Conferencia),
Bahrain, Bangladesh, Barbados, Belice,
Benin, Bolivia, Botswana, Burundi, Bután,
Cabo Verde, Colombia, Comores, Congo,
Costa de Marfil, Cuba, Chad, Chipre,
Djibuti, Ecuador, Egipto, Emiratos Arabes
Unidos, Etiopía, Gabón, Ghana, Gambia,
Granada, Guinea, Guinea-Bissau, Guinea
Ecuatorial, Guyana, India, Indonesia, Irak,
Irán, Jamaica, Jordania, Kenia, Kuwait,
Lesotho,
Líbano,
Liberia,
Libia,
12
Madagascar, Malasia, Malawi, Maldivas,
Malí,
Malta,
Marruecos,
Mauricio,
Mauritania,
Mozambique,
Nepal,
Nicaragua,
Níger,
Nigeria,
Omán,
Organización para la Liberación de
Palestina (OLP), Organización Popular del
Sudoeste Africano (SWAPO), Pakistán,
Panamá, Perú, Qatar, República Arabe
Siria, República Arabe del Yemen,
República Democrática Popular de Corea,
República Democrática Popular Lao,
República Centroafricana, República Unida
de Camerún, República Unida de Tanzania,
Ruanda, Sáo Tomé y Príncipe, Senegal,
Sierra Leona,
Seychelles,
Singapur,
Somalia, Sri Lanka, Suazilandia, Sudán,
Suriname, Togo, Trinidad y Tabago, Túnez,
Uganda, Vanuatu, Vietnam, Yemen
Democrático, Yugoslavia, Zaire, Zambia y
Zimbabwe,
Asistieron en calidad de observadores los
siguientes:
Antigua y Barbuda, Brasil, Costa Rica, El
Salvador, Filipinas, México, Papúa-Nueva
Guinea, Uruguay, Venezuela, Congreso
Nacional Africano (Sudáfrica), Congreso
Pan-Africano de Azania (Sudáfrica), Liga
Arabe, Naciones Unidas, Conferencia
Islámica, Organización de Solidaridad de
los Pueblos de Africa y Asia, Organización
de la Unidad Africana y Partido Socialista
de Puerto Rico.
Estuvieron presentes. como invitados, los
siguientes países y organizaciones:
Austria, España, Finlandia, Portugal,
República Dominicana, Rumania, San
Marino, la Santa Sede, Suecia, Suiza, la
Cruz Roja Internacional y agencias de la
ONU.
Mensaje de Nueva Delhi
Con las firmas de los 98 Jefes de Estado o
de Gobierno participantes en la conferencia
se dio a conocer, al término de la misma un
Mensaje de 13 puntos:
1. Nuestro mundo es crecientemente
turbulento e inseguro. Las relaciones
económicas internacionales se siguen
caracterizando por la desigualdad, la
dominación y la explotación. La gravedad
de la situación se evidencia con la
intensificación de la carrera armamentista,
la resistencia de los fuertes a las iniciativas
de cambio en favor de los débiles, la
intervención de las grandes potencias en
los conflictos regionales y la amenaza de
una catástrofe nuclear de alcance mundial.
2.
Paz
y
coexistencia
pacífica,
independencia, desarme y desarrollo son
los problemas centrales de nuestra época,
pero la paz debe basarse en la justicia y en
la igualdad, porque la intolerable
desigualdad y explotación impuestas por el
colonialismo y el imperialismo continúan
siendo la causa principal de las tensiones,
los conflictos y la violencia en el mundo.
3. Nosotros, los Jefes de Estado o de
Gobierno de los Países No Alineados,
exhortamos a las grandes potencias a
detener la carrera armamentista que está
consumiendo, en proporciones crecientes,
los escasos recursos materiales de nuestro
planeta, destruyendo el equilibrio ecológico
y desperdiciando una gran parte del talento
de nuestro mejores científicos con fines
estériles y destructivos. Ese talento debería
usarse para revitalizar y reestructurar la
economía mundial. Los recursos liberados
por las medidas de desarme deberían
destinarse a promover el desarrollo de los
países en desarrollo.
4. Los Países No Alineados, en nombre de
la mayoría de la comunidad mundial,
deseamos la detención inmediata de la
escalada hacia un conflicto nuclear,que no
sólo amenaza el bienestar de la humanidad
en nuestra época, sino también el de las
generaciones futuras. Las potencias
nucleares deben escuchar este llamado de
los pueblos del mundo. Todo indica que
1983 puede ser un año decisivo para el
desarme nuclear. Reclamamos de las
potencias nucleares la adopción de
medidas urgentes y prácticas para prevenir
la guerra nuclear. Estas potencias deberían
acordar el establecimiento de una
convención internacional prohibiendo el
uso o la amenaza del uso de armas
nucleares bajo cualquier circunstancia y
detener la producción e instalación de
armas nucleares. Asimismo, es esencial la
observancia de los acuerdos existentes en
13
materia de limitación de armamentos,
mientras prosigue la negociación de
programas más amplios y eficaces que
conduzcan al desarme general y completo,
especialmente en materia de armas
nucleares, bajo supervisión internacional.
5. La crisis económica mundial, originada
en algunos de los principales países
industrializados,
ha
adquirido
características y dimensiones globales. En
los países desarrollados, la crisis ha llevado
al estancamiento económico y al
desempleo creciente, reaccionando frente a
estos
fenómenos
con
medidas
proteccionistas y otras normas de carácter
interno. En los países en desarrollo, cuyas
economías
son
particularmente
vulnerables, la crisis ha generado elevados
déficits en la balanza de pagos, crecientes
endeudamientos y el deterioro de los
términos de intercambio, debido a la gran
caída de los precios de sus productos
industrializados que deben importar. Todo
ello ha hecho que muchos de estos paises
estén al borde del desastre.
6. Nunca antes existió una vinculación tan
estrecha entre el destino económico de las
naciones desarrolladas y el de las naciones
en desarrollo. A pesar del carácter común
de la crisis, varios países ricos del mundo
recurren al bilateralismo catastrófico de las
décadas de 1920 y 1930, en lugar de
volverse hacia el más esclarecido
multilateralismo. Esos países se niegan a
reconocer que la revitalización económica
del Norte simplemente no será posible sin
la supervivencia económica del Sur. Las
soluciones a estos problemas deber ser
necesariamente globales.
7. La actual crisis ha demostrado
suficientemente la inadecuación del orden
económico internacional vigente para
hacer frente a los problemas del desarrollo.
Es necesaria una reestructuración total de
ese orden, mediante un proceso de
negociaciones globales. Sin mayores
dilaciones, deben eliminarse los obstáculos
que impiden la iniciación inmediata de
tales negociaciones. Los Países No
Alineados se comprometen a impulsar el
establecimiento de un Nuevo Orden
Económico Internacional sobre la base de
la justicia y la igualdad.
8. Deben tomarse medidas inmediatas para
iniciar un proceso de recuperación,
colocando nuevamente a la economía
mundial en el camino del crecimiento
continuo. La activación y el estímulo del
proceso de crecimiento en los países en
desarrollo deben ser los principales
objetivos en esa tarea. En diversas zonas
deben tomarse medidas inmediatas. Un
énfasis especial le corresponde a la
creación de condiciones que permitan a los
países en desarrollo, especialmente a los
menos desarrollados, la solución de sus
graves problemas de balanza de pagos, sin
interrumpir el proceso de desarrollo
interno. Al mismo tiempo, se les debe
garantizar
la
satisfaccion
de
sus
necesidades básicas de alimentos y energía,
así como un acceso mayor a los mercados y
precios justos para sus mercaderías. Las
tendencias
proteccionistas
deben
revertirse, mientras se introducen medidas
inmediatas de remoción de las barreras
comerciales. Es necesario poner fin al
intercambio
desigual
entre
países
desarrollados y países en desarrollo. Por
otra parte, muchos países en desarrollo se
encuentran actualmente en una situación
trágica, dada su imposibilidad de pagar sus
deudas externas. Se trata de un grave
problema
que
debe
resolverse
urgentemnte.
9. Proponemos la inmediata convocatoria
de una conferencia internacional sobre
crédito y financiamiento para el desarrollo,
con participación universal, así como una
reestructuración
global
del
sistema
monetario y financiero internacional.
10 Estamos seriamente preocupados por
las tensiones y confrontaciones entre las
grandes
potencias
y
sus
efectos
perjudiciales sobre los países no alineados.
Estamos decididos a resistir todas las
presiones económicas y políticas que sean
ejercidas por las grandes potencias contra
Estados pequeños y vulnerables.
14
11. Cuestiones políticas urgentes, tales
como la apremiante necesidad de devolver
al valeroso pueblo palestino, que viene
luchando heroicamente contra las fuerzas
israelíes, su derecho inalienable a
establecer un Estado nacional soberano y
propio,
de
conformidad
con
las
resoluciones de las Naciones Unidas; la
retirada
israelí de Jerusalén, de los territorios
palestinos y árabes ocupados y del Líbano;
la independencia de Namibia mediante la
implementación inmediata de la resolución
435 del Consejo de Seguridad; la necesidad
de establecer la paz en América Central a
través de negociaciones políticas entre las
partes interesadas, así como los problemas
del sudeste asiático, del Océano índico, del
Mediterráneo y de otras regiones del
mundo, exigen un esfuerzo sincero por
parte de todos los países del globo para
resolverlos de acuerdo a los principios de
paz y justicia, independencia e igualdad.
12. Por nuestra parte, nos comprometemos
a insistir en estas y en otras cuestiones
cruciales durante la trigésimo-octava
sesión de la Asamblea General de las
Naciones Unidas. Exhortamos a los Jefes
de estado o de Gobierno de todos los países
a unirse a nosotros en ese foro mundial.
Estamos prontos para cooperar con ellos
en la búsqueda de soluciones equitativas,
justas y rápidas para esos problemas.
Nuestro destino es uno solo.
13. La crisis que enfrenta nuestra
civilización en el presente no tiene
precedentes históricos. Las grandes tareas
exigen decisiones sabias. Hacemos un
llamado a las grandes potencias para dejar
de lado las desconfianzas y comprometerse
en negociaciones sinceras, volcadas hacia el
futuro, en un espíritu de mutua buena fe, a
fin de acordar sobre diversas medidas de
desarme y encontrar una solución a la
creciente crisis económica que nos
amenaza a todos. Unidos, los miembros del
Movimiento de Países No Alineados están
dispuestos a realizar todo lo posible para
coooperar en ese proceso. La Tierra
pertenece a todos nosotros, disfrutemos de
ella en paz y sincera fraternidad, basadas
en la dignidad y en la igualdad del Hombre.
(Siguen las firmas de los 98 Jefes de Estado
o de Gobierno).
Declaración Política
Papel del No Alineamiento
Concebido en el contexto de la lucha contra
el colonialismo y la creciente polarización
de
las
relaciones
internacionales,
provocada por la política de bloques, las
alianzas militares y la guerra fría, el
Movimiento ha luchado consistentemente
por la emancipación total de los pueblos de
Asia, Africa, América Latina y el Caribe, y
otras partes del mundo. A lo largo de los
años y a pesar de innumerables obstáculos,
el Movimiento y la política de No
Alineamiento han alcanzado importantes
victorias y vienen desempeñando un papel
decisivo en los esfuerzos tendientes al
fomento de un nuevo orden económico
mundial basado en la igualdad, en la
justicia y en la paz. La evolución reciente
de la situación internacional justifica
plenamente la política de no alineamiento,
sus principios y objetivos, como un factor
mundial positivo, independiente de los
bloques, en las relaciones internacionales.
Esta política continúa contribuyendo a los
esfuerzos por promover la paz mundial, el
desarme, la solución justa y pacífica de los
problemas Internacionales, el alivio de las
tensiones internacionales y el desarrollo
económico. El Movimiento No Alineado fue
el resultado inevitable de la necesidad
experimentada por los países recién
independizados en todas partes del mundo
de asegurar y proteger su independencia
nacional. Estos países encontraron en el no
alineamiento un instrumento decisivo para
el ejercicio de su plena soberanía en
materia política y económica.
Una mayoria abrumadora
El fortalecimiento del No Alineamiento,
como un amplio movimiento internacional,
es parte integrante de los profundos
cambios operados en las relaciones
internacionales
contemporáneas.
Los
15
países no alineados representan en la
actualidad a la mayoría abrumadora de la
humanidad, unidos por una perspectiva y
una visión del mundo comunes, que
trascienden las diferencias entre sus
sistemas económicos y sociales. (...)
La quintaesencia de la política de no
alineamiento consistió siempre en la lucha
contra el imperialismo, contra el
colonialismo, el neocolonialismo, el
apartheid, el racismo, incluyendo el
sionismo y todas las formas de agresión,
ocupación, dominación, injerencia o hegemonía extranjeras, así como contra las
políticas de grandes potencias y alianzas
que tienden a perpetuar la división del
mundo en bloques. Rechaza toda forma de
subyugación, dependencia,injerencia o
intervención directa o indirecta, abierta o
encubierta, y todas las presiones políticas,
diplomáticas, económicas, militares y
culturales,
en
las
relaciones
internacionales. (...)
No recurrir a la guerra
2~ Los Jefes de Estado o de Gobierno
reiteraron el compromiso de principio de
los paises no alineados de no participar en
la confrontación y en la rivalidad entre las
grandes potencias, así como de no tomar
medida alguna que favorezca o refuerce las
alianzas militares existentes y los acuerdos
de inter-vinculación desprendidos de ellas,
especialmente a través de la participación
en acuerdos militares o la concesión de
bases o instalaciones militares que,
concebidos en el marco de sus conflictos,
aseguren la presencia militar de las
grandes potencias. Reafirmando los
criterios
de
participación
en
el
Movimiento, tal como fueron formulados
en El Cairo y adoptados en Belgrado, en
1961,
exhortaron
a
cumplirlos
estrictamente. (..) Se reiteró la convicción
de que sólo una reestructuración global del
orden
internacional,
garantizará
la
creación de una paz duradera, la seguridad
y la prosperidad para todos los pueblos del
mundo.
Se
consideró
que
las
relaciones
internacionales atraviesan una fase donde
la adopción de decisiones sobre temas de
interés vital para todos los países del
mundo no puede ser privilegio de un
pequeño grupo de países, por más
poderosos que sean. La democratización de
las relaciones internacionales es una
necesidad imperativa de nuestro tiempo,
que conducirá a la realización del
desarrollo.
Se destacó la importancia de dedicar una
atención especial y perseverar en los
esfuerzos dirigidos a encontrar soluciones
pacíficas a las divergencias y controversias
surgidas entre estados miembros del
Movimiento.
Información y Comunicación
Se registró con satisfacción el hecho de que
la cooperación entre los Países No
Alineados ha contribuido exitosamente, en
los dominios de la información y la
comunicación social, a la reducción de la
dependencia en lo que respecta a las
agencias de información trasnacionales.
Se confirió una importancia especial a la
cooperación entre los países No Alineados
y otros países en desarrollo en los dominios
de la educación y la cultura...
Derechos Humanos e Individuales
Se reiteró el compromiso de garantizar el
respeto y la promoción de los derechos
humanos e individuales, así como los
derechos de los pueblos, en conformidad
con la Carta de las Naciones Unidas y la
Declaración Universal de los Derechos
Humanos, esenciales para asegurar la paz y
la seguridad del mundo. Se enfatizó que la
conquista de las libertades fundamentales
y de los derechos humanos básicos
constituye parte integrante de la lucha por
la transformación y democratización de las
relaciones internacionales (...) y que los
derechos civiles y políticos y los derechos
económicos, sociales y culturales, son
inseparables.
Se reafirmó la importancia del derecho al
desarrollo como un derecho humano y que
el logro de la igualdad de oportunidades
para el desarrollo constituye una
prerrogativa tanto de las naciones como de
los individuos que las integran. Se afirmó
16
que debe respetarse escrupulosamente el
derecho de los pueblos bajo dominación u
ocupación colonial y extranjera a la libre
determinación, a la independencia y a la
libertad de elegir sus propios sistemas
políticos, económicos y sociales.
Se reclamó asimismo el respeto a los
derechos de las minorías nacionales,
étnicas y religiosas, así como los de las
personas que emigran en busca de trabajo.
Desarme,
supervivencia
y
coexistencia en la era de las armas
nucleares
Los Jefes de Estado o Gobierno
consideraban que el mayor peligro que
enfrenta el mundo en la actualidad es la
amenaza que representa una guerra
nuclear para la supervivencia mundial. El
desarme, en especial el nuclear, no es
solamente una cuestión moral: es un problema que atañe a la supervivencia
humana. No obstante, la renovada
intensificación de la carrera armamentista
en el nivel nuclear, tanto cuantitativa como
cualitativamente y la confianza en las
doctrinas de la disuasión nuclear, han
aumentado el riesgo de la eclosión de una
guerra nuclear y evidenciaron la existencia
de
una
creciente
inseguridad
e
inestabilidad
en
las
relaciones
internacionales. La armas nucleares son
algo más que armas bélicas. Son
instrumentos de aniquilación en masa.
Consecuentemente, los Jefes de Estado o
de Gobierno consideran inaceptable que la
seguridad de los Estados y la propia
supervivencia de la humanidad dependan
de los intereses de seguridad de un puñado
de Estado poseedores de armas nucleares.
Al adoptarse medidas de prevención de la
guerra nuclear como de los que no las
poseen y asegurar que la supervivencia de
la humanidad no corre peligro, todas las
teorías y concepciones sobre la posesión de
armas nucleares y su utilización en
cualquier circunstancia fueron rechazadas.
El desarrollo cualitativo de las armas
convencionales ha incorporado una nueva
dimensión a la carrera armamentista,
especialmente en la que tiene lugar entre
los Estados que poseen los mayores
arsenales militares. Se está en camino de
producir nuevas generaciones de armas
nucleares y químicas más letales y de
mayor precisión, al mismo tiempo que
aumenta gradualmente el peligro de
extensión de la carrera armamentista en el
espacio exterior. Todos estos factores
agravan considerablemente los peligros
que amenazan la supervivencia de la
civilización humana.
Se reiteró la convicción de que la paz y la
seguridad internacionales sólo podrán ser
aseguradas mediante el desarme general y
completo, en especial el desarme nuclear,
bajo un control internacional eficaz. Se
reclama en nombre de la humanidad la
prohibición inmediata del uso o de la
amenaza del uso de armas nucleares por
parte de todos los Estados poseedores de
armas nucleares. Además se reclama el
congelamiento
del
desarrollo,
la
producción,
la
acumulación,
la
diseminación y las experiencias con armas
nucleares.
Se señaló que si bien el desarme nuclear es
una máxima prioridad, deben realizarse
esfuerzos para concluir un tratado que
prohíba las armas químicas. Igualmente
debe tratarse de alcanzar el desarme
convencional, en el contexto del avance del
desarme general y completo. Se manifiesta
la profunda decepción por el hecho de que
no
se
han
alcanzado
resultados
significativos
en
el
20
período
extraordinario de sesiones de la Asamblea
General de las Naciones Unidas dedicado al
desarme.
Resoluciones
Conferencia
Políticas
de
la
La VII Conferencia de Países No Alineados
de Nueva Delhi aprobó una serie de
declaraciones, tomando posición sobre
diversidad de temas que afectaban a la
situación política internacional. A través de
varios pronunciamientos expresos hubo
críticas por la política expansiva y agresiva
desplegada por Sudáfrica en Angola,
Mozambique, Lesotho y Zimbabwe; por la
postergación
indefinida
de
la
independencia de Namibia y por los
bárbaros y sistemáticos actos de presión y
17
discriminación contra la mayoría de la
población autóctona.
Condenó el fracasado ataque mercenario
perpetrado en ese entonces contra el
gobierno
de
Seychelles,
donde
participaron efectivos franceses, con apoyo
sudafricano.
Reafirmó que Mayotte forma parte del
territorio soberano de la República
Islámica de las Comoras, descalificando
la presencia francesa en la isla. En relación
con el colonialismo, instó al gobierno de
Mitterrand para iniciar negociaciones a fin
de resolver la situación jurídica de las islas
malgaches ocupadas, Juan de Nova,
Europa y Bassas de India. Otorgó pleno
respaldo a la soberanía de Mauricio sobre
el archipiélago de Chagos, incluyendo a
Diego García, que fue separada del
territorio de Chagos por la ex-potencia
colonial en 1965. Consideró que la
instalación de la base puso en peligro la
soberanía, integridad territorial y el
desarrollo pacífico de Mauricio y otros
Estados.
En el problema del Sahara, instó a las
partes
en
conflicto
a
iniciar
inmediatamente negociaciones, a fin de
alcanzar una solución justa y duradera.
Reiteró el apoyo al pueblo palestino,
destacando que la esencia del conflicto
árabe-israelí radica en la ocupacion sionista de Palestina, en la usurpación y la
negación de los derechos del pueblo de esta
región. La condena a Israel se amplió a la
ocupación del Líbano en desmedro de la
integridad territorial y de las fronteras
internacionalmente reconocidas. En ese
entonces alcanzaba candente actualidad la
agresión israelí contra las instalaciones
nucleares de Irak, dedicadas a fines
pacíficos, considerándola como un acto de
terrorismo de Estado.
La guerra entre Irak e Irán los llevó a
considerar informes de los Ministros de
Relaciones Exteriores de Cuba, India y
Zambia y el Presidente de la OLP, que
habían sido mandatados en febrero de 1981
a empeñar sus esfuerzos contribuyendo a la
aplicación de los principios de no
alineamiento en este conflicto.
Las tensiones en Kampuchea y su
entorno fueron consideradas un peligro
real para una zona más vasta,
pronunciándose por una solución política
global que implique el retiro de todas las
fuerzas extranjeras. Planteo similar se hizo
con respecto a Afganistán.
Se apoyó el deseo de reunificación pacífica
de Corea y sus intentos por alcanzar esa
meta libre de cualquier injerencia
extranjera.
Se congratuló por la iniciativa de Malta de
convocar una reunión para analizar las
cuestiones relacionadas con la seguridad en
el Mediterráneo, conforme el acta de
Helsinki.
Con referencia al problema de Chipre, se
reafirmó el respeto a la independencia,
soberanía, integridad territorial, unidad y
no alineamiento de ese país, expresándose
preocupación ante la ocupación extranjera.
Fue acogida una propuesta del presidente
chipriota en favor de la desmilitarización
total del país.
Varios países latinoamericanos concitaron
la atención de la VII Conferencia:
Nicaragua: Se condenaron las nuevas y
crecientes
amenazas
y
actos
de
intimidación, así como el aumento de los
actos de agresión. Igualmente, la
utilización de países extranjeros, como
bases de agresión, de instrucción y
entrenamiento
de
fuerzas
contrarrevolucionarias.
Guatemala: Los No Alineados se
pronunciaron contra la política represiva y
expansionista del régimen, fortalecida por
la utilización de vínculos militares
especiales con Israel y con el imperialismo.
El Salvador: Expresaron preocupación
por el deterioro de la situación, a causa de
problemas sociales y económicos no
resueltos y de la persistente intervención y
represión del imperialismo, promoviendo
una solución negociada de todas las fuerzas
políticas representativas, entre ellas el
FDR-FMLN.
Cuba: Exhortaron a Estados Unidos a
suspender inmediatamente los actos
agresivos.
Puerto Rico: Apoyaron el inalienable
derecho a la autodeterminación y la
independencia.
Panamá: Expresaron satisfacción por la
entrada en vigor, el 10 de octubre de 1979.
18
de los tratados del Canal. Y preocupación, a
la vez, por la insistencia de Estados Unidos
en llevar a cabo, en la zona del canal,
políticas y prácticas que dificultan el fiel
cumplimiento de los tratados.
Granada: Se avizoraba ya lo que ese
mismo año, en octubre, se configuraría
como invasión directa. Apuntaban una
condena a las acciones abiertas o
encubiertas. así como las presiones
políticas y económicas que ejercían fuerzas
imperialistas.
Belice: Apoyo a las iniciativas que
considere pertinentes, en conformidad con
los principios de no alineamiento, para
hacer frente a cualquier amenaza (de
Guatemala).
Malvinas: Respaldo a Argentina para
recuperar su soberanía a través de
negociaciones. Instaron a la reapertura de
estas negociaciones con la participación del
Secretario General de la ONU.
Guyana: Reclamó una solución justa y
pacífica de la controversia con Venezuela.
Utilización de la energía nuclear con
fines pacíficos: Los Jefes de Estado o de
Gobierno reiteraron que constituye un
derecho inalienable de todo Estado el
acceso pleno y sin restricciones a la
tecnología nuclear con fines pacíficos en
condiciones
no
discriminatorias
y
destacaron la necesidad de que se respeten
las opciones y decisiones de cada Estado en
este dominio, sin poner en peligro ni
afectar las políticas respectivas y los
programas relativos al ciclo de combustible
nuclear, ni la cooperación internacional
para el uso de la energía nuclear con fines
pacíficos.
Solución
pacífica
de
las
controversias: Los Jefes de Estado o de
Gobierno observaron con preocupación
que, en los últimos años, se han agravado
las controversias y conflictos entre países
no alineados y que algunos de ellos han
provocado graves pérdidas humanas y
perjuicios materiales a las economías de los
países interesados, representando una
amenaza para la paz y el progreso de sus
pueblos, así como para la cohesión y la
solidaridad del Movimiento de los Países
No Alineados (.,.)
La Conferencia reiteró los siguientes
principios: los Estados No Alineados en
particular, en sus relaciones mutuas,
deberán orientarse constantemente por los
principios del estricto respeto mutuo de la
independencia, la soberanía y la integridad
territorial de los Estados, la inviolabilidad
de
sus
fronteras
internacionales
establecidas, la no injerencia y el respeto al
derecho de los pueblos al libre desarrollo
nacional y social. Todas las controversias
deberán resolverse exclusivamente por
medios pacíficos (...)
No intervención y no injerencia: Los
Jefes de Estado o de Gobierno constataron
con satisfacción que los esfuerzos de los
Estados miembros del Movimiento de los
Países No Alineados hayan culminado en la
adopción, por la Asamblea General de las
Naciones Unidas, de la Declaración sobre
la Inadmisibilidad de la intervención y de
la injerencia en los asuntos internos de los
Estados, que figura en la resolución
36/103.
Naciones Unidas: Los Jefes de Estado o
de Gobierno destacaron la importancia de
las Naciones Unidas como la tribuna
internacional más idónea para el encuentro
de soluciones a los grandes problemas
mundiales, como la realización del desarme
general y completo, el establecimiento del
Nuevo Orden Económico Internacional, la
eliminación del colonialismo y del racismo
y la promoción de los derechos humanos
(...)
La Conferencia exhortó a todos los Estados
miembros del Movimiento de los Países No
Alineados a intensificar los esfuerzos para
la conclusión y adopción, por parte de las
Naciones Unidas, del proyecto de convención que ilegalice el reclutamiento, el
financiamiento, la utilización y el
adiestramiento de mercenarios, así como la
concesión de facilidades de tránsito a los
mismos (...)
Conclusiones y recomondaciones: "El
no alineamiento -expresa el documentorepresenta una fuerza dinámica de la
mayor importancia en la historia
19
contemporánea. Sirvió de catalizador a los
esfuerzos dirigidos a transformar la
estructura
de
las
relaciones
internacionales,
para
pasar
del
sojuzgamiento imperialista y del dominio y
la explotación coloniales hacia un orden
mundial
equitativo
basado
en
la
independencia, en la igualdad, en la
justicia, en la cooperación y en el
desarrollo. Si bien las actitudes y políticas
imperialistas y colonialistas persisten en
diferentes partes del mundo, los Países No
Alineados están decididos a oponérseles, a
resistirlas y a eliminarlas (...)"
Declaración de Acción Colectiva
En Nueva Delhi, la Conferencia cumbre de
los paises no alineados emitió la siguiente
Declaración de acción colectiva en
pro de la prosperidad mundial:
La creciente interdependencia de las
naciones y la estrecha correlación entre los
problemas económicos mundiales son los
rasgos característicos de la presente
realidad internacional. La desatención, en
los hechos, de estos factores ha arrastrado
a la comunidad internacional en su
conjunto a una crisis, que amenaza con
alcanzar proporciones incontrolables y
volverse irreversible.
Hoy en día, la economía mundial está
sumergida en una profunda crisis que,
últimamente, presenta todos los síntomas
de un deslizamiento hacia una larga y
generalizada depresión. La crisis actual es
de carácter realmente global, al amenazar
la estabilidad y el desarrollo tanto de los
países desarrollados como de los en vías de
desarrollo. A medida que la crisis se
agrava, crece proporcionalmente el peligro
de inestabilidad política y tensiones
sociales.
En las economías desarrolladas, la
producción se encuentra estancada o en
declinación. El desempleo ha alcanzado su
nivel más alto desde la Gran Depresión.
Esto ha provocado un recrudecimiento del
proteccionismo y un peligro inminente de
guerras comerciales entre los más
importantes productores y compradores.
Por primera vez en los años de posguerra,
la dinámica del comercio mundial se está
paralizando.
El impacto de la crisis ha sido
especialmente severo en los países no
alineados, así como en otros países en vías
de desarrollo. En muchos de ellos se
registra una declinación del PBI per cápita
y los precios reales de las materias primas
llegaron a su más bajo nivel en los últimos
50 años. Los productos manufacturados
por estos países tienen un acceso cada vez
menor al mercado de los países
desarrollados. Los ingresos de los países en
desarrollo vienen cayendo peligrosamente,
mientras las tasas de interés de los
préstamos externos han crecido de modo
dramático. La concesión de préstamos de
mediano y largo plazo a los países en
desarrollo ha disminuido. Los déficits de la
balanza de pagos y el peso de la deuda de
estos países han alcanzado proporciones
aplastantes. Casi todos ellos debieron
reducir actividades vitales para el
desarrollo y muchos se encuentran al borde
del colapso económico.
De 1980 en adelante, la pérdida líquida de
divisas extranjeras sufrida por los países en
desarrollo se estima cercana a 200.000
millones de dólares. Esta importante
declinación en la disponibilidad de divisas
se
tradujo
en
la
disminución
correspondiente de la capacidad de
importación de esos países, reduciendo así
las
exportaciones
de
los
países
desarrollados y amenazando con una
contracción grave y acumulativa de la
actividad
económica
mundial.
Este
alarmante proceso ya se encuentra en
marcha.
Si los efectos de la crisis en los países
desarrollados son suficientemente serios, la
situación de los países en vías de
desarrollo, donde cerca de mil millones de
personas viven en la más absoluta pobreza,
es infinitamente peor. En consecuencia,
para
muchos
de
estos
países,
especialmente los menos desarrollados, la
preocupación principal es la simple
supervivencia, en lugar del aumento del
bienestar.
La crisis económica actual ha demostrado
dramáticamente la inadecuación del
sistema económico internacional vigente
20
para solucionar el problema del desarrollo.
Este hecho ha provocado una grave crisis
en la cooperación económica multilateral.
La prosperidad, como la paz de la cual
depende, es indivisible. La amenaza que
enfrenta hoy la humanidad hace necesario,
en consecuencia, emprender un esfuerzo
coordinado, resuelto y prolongado, por
parte de la comunidad internacional en su
conjunto, dirigida a la recuperación de la
economía mundial y a un crecimineto
acelerado y sostenido de los países en
desarrollo, en suma, propiciar el
advenimiento de una era de prosperidad
para todos.
Ciertamente, el desafío mayor para los
estadistas y la más crítica prueba para la
sagacidad y la sabiduría de la humanidad
es, en la actualidad, sacar provecho del
fenómeno de la interdependencia y de la
creciente comprensión de que los intereses
son recíprocos, para transformar la actual
crisis mundial en una oportunidad para
modificar la estructura de las relaciones
económicas
y
las
instituciones
internacionales, creando un Nuevo Orden
Económico Internacional sobre la base de
la igualdad y la justicia.
La recuperación y el crecimiento de la
economía mundial, sobre bases duraderas,
y especialmente el desarrollo acelerado de
los países en vías de desarrollo, requerirán
un esfuerzo persistente y determinado de
toda la comunidad internacional. Dada la
naturaleza global del desafío que enfrenta
la humanidad, es necesaria una respuesta
igualmente global. El enfoque de
Negociaciones Globales sigue siendo el
instrumento
más
apropiado
para
solucionar
los
actuales
problemas
económicos de manera completa y eficaz.
Por lo tanto, los Jefes de Estado o de
Gobierno de los Países No Alineados
decidieron hacer todos los esfuerzos
posibles para eliminar los obstáculos a la
realización de Negociaciones Globales, con
miras a iniciarlas sin más dilatorias.
Por lo demás, la solución de los problemas
inmediatos de los países en desarrollo no
admite postergaciones. Los Jefes de Estado
o de Gobierno adoptaron, en consecuencia,
un Programa de Medidas Inmediatas en
apoyo de los países en desarrollo y
reclamaron la puesta en práctica efectiva
de este programa por parte de la
comunidad internacional como un todo.
Algunas de esas medidas deberán ser
tomadas en régimen de emergencia. La
comunidad internacional adoptará las
medidas inmediatas en las próximas
conferencias previstas dentro de la
estructura de las Naciones Unidas, incluida
la UNCTAD VI, y a través de sus
mecanismos habituales.
Es con ese telón de fondo que los Jefes de
Estado o de Gobierno emiten esta
Declaración de Acción Colectiva por la
Prosperidad del Mundo. La Declaración de
Nueva Delhi contiene las propuestas para
impulsar políticamente el inicio de las
Negociaciones Globales y poner en práctica
el Programa de Medidas Inmediatas.
Los Jefes de Estado o de Gobierno esperan
que esta exposición fundamentada de su
llamado
a
la
recuperación
y
reestructuración de la economía mundial
estimule a los países en desarrollo para
unirse con ellos en un diálogo genuino y de
beneficio mutuo.
Resumen del lnforme Económico
La "Declaración de Acción Colectiva" está
precedida de un informe completo y franco
que aborda, punto por punto, los
problemas
de
la
crisis
mundial,
especialmente de los países en desarrollo, y
expone las opiniones del Movimiento de
Países No Alineados sobre aquello que se
ha hecho indispensable: un nuevo Orden
Económico Internacional, no sólo para
mejorar las "perspectivas extremadamente
desalentadoras" de los países en desarrollo,
sino también para rejuvenecer las estancadas
economías
de
los
países
industrialmente desarrollados. Desde el
comienzo, el informe enfatiza la importancia crucial de detener la carrera
armamentista
y
ciertas
"políticas
introspectivas" de algunos países industrialmente desarrollados, así como la
indivisibilidad de la libertad política y el
progreso para poner fin al “proceso
alarmante" actual. La situación de los 26
países "menos desarrollados" de Africa es
calificada como "desesperante". El sistema
21
de Bretton Woods de ayuda a los países en
desarrollo, establecido bajo condiciones
político-económicas muy diferentes a las
actuales, es manifiestamente inadecuado.
La crisis actual sólo puede ser controlada
mediante un "sistema monetario universal
nuevo y equitativo", que debería ser
establecido en una conferencia con
participación universal. Algunos países
industrializados no han comprendido las
implicancias políticas de la relación entre
los problemas del desarrollo y la paz y la
seguridad internacionales.
El informe se refiere a las diversas
conferencias internacionales sobre el
subdesarrollo realizadas hasta el presente y
observa con preocupación la lentitud con
que se vienen poniendo en práctica sus
decisiones positivas. El fracaso en la
iniciación de Negociaciones GIcbales,
sostiene, se debe al "rechazo de ciertos
países industrialmente desarrollados -en
particular de uno de los principales- a
manifestarse positivamente". La Cumbre
del Movimiento de Países No Alineados
propuso una conferencia en el ámbito de la
ONU, a comienzos de 1984, con el fin de
dar un nuevo impulso político a las
Negociaciones Globales. En cuanto a las
medidas inmediatas -y hasta que se cree el
NOEI- que urgentemente deben adoptarse
en las áreas de alimentación, ayuda para el
desarrollo de recursos energéticos, flujos
financieros, comercio exterior y materias
primas, el informe exhorta al Banco
Mundial
y
al
Fondo
Moneerio
Internacional
a
suministrar
ayuda
"desvinculada",
bajo
la forma de
donaciones.
Los recursos del FMI deben ser
reabastecidos mediante un aumento de las
cuotas, con préstamos suplementarios
provenientes de los países poseedores de
excedentes, a la vez que deben revisarse las
condiciones de los préstamos que concede
el FMI; el Banco Mundial debe expandir su
programa de préstamos en "condiciones
que no vayan en detrimento del proceso de
desarrollo" y en cuyo establecimiento
deben intervenir también los técnicos de
los países en desarrollo. La Conferencia
Cumbre observó con preocupación las presiones provenientes de ciertos países
industrialmente desarrollados sobre el FMI
y sobre el Banco Mundial, en el sentido de
adoptar enfoques motivados políticamente.
En cuanto al endeudamiento de los países
en desarrollo, actualmente astronómico, el
informe reclama la cooperación entre
dichos países en las negociaciones con las
fuentes de la ayuda, con miras a una
"reacción internacional ordenada, ante el
posible surgimiento de una grave crisis de
endeudamiento"
En el área del comercio exterior y las
materias primas, la Conferencia demandó
un tratamiento preferencial, no restrictivo
y no selectivo para los países en desarrollo,
así como la no utilización de medidas
económicas con fines de coacción política.
En materia de alimentos y agricultura, el
Programa de Financiamiento de Alimentos
del FMI debe ampliarse, a la vez que deben
aumentarse las metas de las Reservas
Internacionales
de
Alimentos
de
Emergencia, otorgando urgente prioridad a
la ayuda destinada a los países africanos
más afectados. La Conferencia Cumbre
condenó la obstrucción de las compañías
trasnacionales a una mayor participación
de los países en desarrollo en el procesamiento, la comercialización, el transporte y
la distribución de materias primas.
Luego de describir los alimentos como un
"derecho
humano
fundamental
y
universal", la Conferencia presentó una
larga lista de propuestas tendientes a hacer
efectivo ese derecho y condenó cualquier
utilización de los alimentos como
instrumento de presión política. En el área
de la energía, los recursos del Banco
Mundial
fueron
calificados
como
"totalmente inadecuados"y se elogió la
prioridad condedida por la OPEP a otros
países en desarrollo en relación con el
suministro de petróleo. Se recomendó la
reanudación de las negociaciones sobre
transferencia de tecnología y eliminación
de barreras y se destacó la importancia de
la cooperación entre los países en vías de
desarrollo en esta área.
La Conferencia reafirmó que la soberanía
sobre los recursos naturales es un derecho
inalienable de cada país, derecho que
"ciertos
países
industrialmente
desarrollados y sus trasnacionales" vienen
22
socavando. Expresó también su apoyo a los
pueblos que continúan siendo expoliados,
especialmente los de Palesina y Namibia.
El derecho al desarrollo pacífico de la
energía nuclear fue ratificado como
igualmente inalienable, a pesar de ser
negado por "ciertos países proveedores de
instalaciones nucleares". En materia de
medio ambiente, la Conferencia declaró
que el "uso dispendioso de los recursos
mundiales
por
parte
de
algunos
privilegiados
entre
los
países
industrialmente desarrollados" ha contribuido al agravamiento del problema. Sin
la cooperación para el bienestar de toda la
humanidad, la destrucción de la ecología
puede hacerse "irreversible". Asimismo, se
expresó seria preocupación por la militarización del espacio exterior, a cuyo
beneficio todos los paises deberían tener
acceso por igual.
El Nuevo Programa Sustancial de Acción
en favor de los países menos desarrollados
y el Fondo Especial para los Países de
Acceso al Mar, fueron mencionados entre
los programas de la ONU cuya lenta
instrumentación se considera deplorable.
La ONU también ha reconocido que
merecen atención internacional las necesidades especiales de los países isleños en
vías de desarrollo. La Conferencia Cumbre
del MPNA recomendó el más amplio apoyo
a las actividades resultantes del llamado de
Granada para celebrar una conferencia de
los Pequeños Estados Isleños.
Una vez más, la cooperación económica
entre los países en desarrollo fue destacada
como factor clave para la consecución del
NOEI. En conjunto, expresa el informe, los
países en desarrollo dominan vastos mercados, producen prácticamente todas las
materias primas y productos básicos y
poseen una gran reserva de recursos
humanos y técnicos. Puesto que los países
industrialmente
desarrollados
no
demuestran interés político por emprender
un programa de cooperación económica
internacional significativo y eficaz la
autosuficiencia colectiva entre los países en
desarrollo debe acelerarse, sin sustituir la
cooperación entre países desarrollados y
países en desarrollo y sin dirigirse contra
ningún país o grupo de paises. Aunque se
ha registrado un importante progreso en
este campo se estaleció un programa de
ocho puntos para reforzarlo.
Próxima Cumbre en Zimbabwe
En la reunión de cancilleres realizada en
setiembre de 1985 en Angola, se acordó
fijar la fecha de la VIII Conferencia de Jefes
de Estado o de Gobierno de los Países No
Alineados para 1986 en Zimbabwe.
Los diez principios de Bandung
1) Respeto de los derechos fundamentales de acuerdo con los principios de las Naciones
Unidas;
2) Respeto de la soberanía y la integridad territorial de todas las naciones;
3) Reconocimiento de la igualdad de todas las razas y de todas las naciones, grandes y
pequeñas;
4) No intervención y no ingerencia en los asuntos internos de otro país;
5) Respeto del derecho de cada nación a defenderse individual y colectivamente de acuerdo
con la Carta de las Naciones Unidas;
6) Rechazo a la participación en aprestos de defensa colectiva destinados a servir los
intereses particulares de las grandes potencias;
7) Abstención de todo acto o amenaza de agresión, o del empleo de la fuerza contra la
integridad territorial o la independencia política de otro país;
8) Arreglo de todos los conflictos internacionales por medios pacíficos, tales como
negociaciones y conciliaciones, arbitrajes o acuerdos ante tribunales, así como todo otro
medio pacífico que puedan adoptar los países interesados de acuerdo con la Carta de las
Naciones Unidas;
9) Estimulación de los mutuos intereses y cooperación; y
23
10) Respeto de la justicia y de las obligaciones internacionales.
Descargar