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04 de marzo de 2004
“Continúa el predominio del MPP en la interna del EP-FA”
1 - La interna encuentrista
Las preferencias de los votantes encuestristas se mantienen bastante estables, aunque se
fortalece la posición del grupo de Mujica, se observa un lento decrecimiento de la adhesión
a Asamblea Uruguay y se mantiene la disputa entre la Vertiente Artiguista y el Partido
Socialista por el tercer lugar.
La interna del EP/FA no muestra grandes novedades respecto a la medición de
noviembre. El MPP sigue liderando cómodamente obteniendo prácticamente 1 de cada 3
votos “progresistas”. Asamblea Uruguay sigue segundo aunque cada vez más lejos del
MPP y cada vez más cerca del tercero. En el tercer lugar se encuentra la Vertiente
Artiguista y cuarto, pero muy cerca de la Vertiente, el Partido Socialista. El único cambio
en el ranking es el del quinto lugar: el Nuevo Espacio superó a la Alianza Progresista. En
el sexto puesto sigue apareciendo el Partido Comunista. Mirada en perspectiva, salvo por
la tendencia hacia el debilitamiento de Asamblea Uruguay, la interna del EP/FA muestra
una estabilidad llamativa.
Cae Asamblea Uruguay, crece el Nuevo Espacio. La tendencia a la disminución del apoyo
a Asamblea Uruguay es una de las tendencias más impactantes detectadas por Grupo
Radar. Cabe preguntarse si Astori logrará revertir este proceso (ver columna).
Paralelamente, el Nuevo Espacio viene creciendo. Su desempeño es especialmente
destacable en el interior, entre las mujeres y los votantes del Partido Colorado en octubre
de 1999.
Mujica y Astori siguen siendo la principal puerta de entrada al EP/FA. Sin embargo, están
captando públicos diferentes. Entre los votantes de Batlle en el balotaje que ahora se
inclinan por el EP/FA el preferido sigue siendo Astori: capta el 33% mientras que Mujica
el 24%. Entre los nuevos votantes, arrasa Mujica que obtiene el 40% contra el 17% de
Astori y Arana.
La segmentación territorial muestra que la competencia entre los sectores “progresistas” es
más pareja en el interior que en Montevideo. Mientras que en la capital los tres principales
sectores (MPP, AU y VA) representan las 2/3 de la intención de voto del EP/FA, en el
interior acumulan el 57% de la intención de voto “progresista”, es decir, 10% menos que en
la capital. La encuesta muestra dos datos curiosos: el MPP, pese a su discurso ruralista,
vota mejor en Montevideo que en el interior; en cambio, el Nuevo Espacio, por su lado,
pese a su perfil más urbano, obtiene mucho mayores niveles de adhesión en el interior que
en la capital del país.
Informe de Sondeo de Opinión Pública - Grupo RADAR
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Intención de voto interna del EP-FA
MPP-609
32%
17%
AU-2121
VA-77
13%
PS-90
12%
NE-99mil
8%
AP-78
DA-1001
Otros
Indecisos
7%
3%
2%
6%
2 - Cuando el liderazgo resulta más importante que la etiqueta
sectorial
La inusitada intención de voto que en la actualidad alcanza el EP-FA -51% de las
preferencias del electorado uruguayo- comienza a mostrar cambios en las históricas pautas
de adhesión a la izquierda. En el retorno a la democracia, el Frente Amplio se distinguió
por contar con un electorado más o menos homogéneo, radicado en la ciudad, con altos
niveles de instrucción y vinculado esencialmente a los sectores trabajadores y a las capas
medias de la población. Veinte años más tarde el electorado dispuesto a votar por la
coalición de izquierda -algo más de un millón de votos- es muy distinto y surca,
prácticamente, a todos los estratos de la población. Desde hace algunos meses Grupo
Radar viene estudiando el papel que juegan los principales líderes del EP-FA en la
captación de votantes. Un primer acercamiento al problema fue realizado a través de la
indagación del grado de conocimiento de la pertenencia sectorial de las cinco principales
figuras de la izquierda: Tabaré Vázquez, Rodolfo Nin Novoa, José Mujica, Danilo Astori y
Mariano Arana. Para ello se le preguntó a todos los encuestados que afirman que votarán
al EP-FA en octubre ¿a qué sector pertenece....?.
Las respuestas muestran un importante nivel de desconocimiento sobre la pertenencia de
las principales figuras. En este sentido, Nin Novoa es el dirigente sobre el cual se
manifiesta el mayor grado de desconocimiento, ya que sólo un 18% sabe que pertenece a la
Alianza Progresista. En el otro extremo está ubicado José Mujcia, pues un 63% de los
Informe de Sondeo de Opinión Pública - Grupo RADAR
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encuentristas sabe que pertenece al MPP y tan sólo un 32 % no lo sabe. Vázquez, Arana y
Astori muestran niveles de conocimiento más o menos similares que oscilan entre el 38% y
el 45%. (Ver gráfico)
Conocimiento de la pertenencia sectorial de los
principales líderes del EP-FA
11%
9%
33%
27%
18%
44%
38%
63%
45%
71%
47%
35%
32%
22%
Nin
Astori
Vázquez
Mujica
Arana
No saben
Conocen la pertenencia
Pertenece a otro grupo
Este fenómeno es muy llamativo pues estaría indicando que en esta elección la figura del
líder político representa un capital electoral más importante que la etiqueta política. La
indagación de este problema entre los propios votantes de cada uno de los líderes que
encabezan listas al Senado –Arana, Astori, Mujica y Nin- se observará que el nivel de
confirma el nivel de desconocimiento y corrobora la afirmación sobre el nivel de
importancia de los liderazgos (ver cuadro).
Si se suma los que dicen desconocer la pertenencia a los que responden en forma
incorrecta, encontraremos que un 75% de los votantes de Nin no sabe que pertenece a la
Alianza Progresista, un 56% de los votantes de Astori no sabe que pertenece a Asamblea
Uruguay, un 45% de los votantes de Arana no sabe que pertenece a la Vertiente Artiguista,
y un 26% de los votantes de Mujica no sabe que pertenece al MPP.
Si como muestra este estudio, el líder es más importante que la etiqueta sectorial, podría
inferirse que una de las claves de la competencia interna de la izquierda radica en las
características, personalidad y visibilidad de los cabezas de lista. Esto tal vez contribuya a
explicar la baja adhesión que concita en la actualidad el Partido Socialista o las dificultades
que atraviesan los grupos pequeños como la Corriente Popular de Pita, la Federación
Frenteamplista de Darío Pérez, el 26 de Marzo de Raúl Sendic, etc. Por detrás del
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fenómeno se encuentra el hecho de que el EP-FA capta un volumen impresionante de
votantes con diferentes grados de politización e información.
Saben a que sector
pertenece
74%
Mujica (MPP-609)
Astori (Asamblea
Uruguay)
45%
Nin (Alianza Progresista)
25%
Arana (Vertiente
Artiguista)
52%
Base: todos los votantes de cada sector.
Pertenece a otro
sector
2%
No saben a que
sector pertenece
24%
10%
11%
46%
64%
10%
35%
3 - El fenómeno Mujica
En la línea de estudios sobre la pauta de adhesión al EP-FA y el rol de los liderazgos, la
encuesta de Grupo Radar indagó sobre la figura del senador José Mujica. En este sentido
se intentó conocer que proporción del voto que concita este sector es efectivamente
logrado por la propia figura de su líder. Para ello se le formuló a todos los encuentristas
que afirman que votarán al MPP la pregunta: “Si Mujica formara su propio sector, Ud. que
haría?
Las respuestas muestran que sólo un 9% continuaría votando al MPP, un 2% pasaría a
votar a otro sector, un 19% se mantendría indeciso y un 70% seguiría a Mujica. Estos
resultados indican que si el MPP no contara con su principal figura su intención de voto en
la interna del EP-FA sería similar al que logra la Lista 1001 de Marina Arismendi, o sea,
aproximadamente un 3% del total. Este elemento confirma la importancia que tendrá en el
mes de octubre la principal figura de cada sector en el resultado final de la interna.
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¿Sí Mujica formara un sector propio, Ud.
que haría?
Vota MPP
9%
Sigue a Mujica
70%
Vota otro
2%
No sabría
19%
4 - Columna de Opinión
"Otra decisión difícil: la precandidatura de Danilo Astori"
Por Adolfo Garcé y Daniel Chasquetti
Hace tres semanas nos ocupamos de analizar las difíciles decisiones de colorados y
blancos. Los colorados, dijimos, ya no pueden dilatar mucho más la definición de las
candidaturas del Foro Batllista y la lista 15 (en momentos en que escribimos estas líneas se
conoce la noticia de la postulación del Dr. Sanguinetti). En filas del Partido Nacional,
Abreu y Gallinal deben decidir si persistirán hasta el final en el esfuerzo de desafiar una
polarización entre Larrañaga y Lacalle que muestra niveles muy llamativos de rigidez, o si
negociarán con el líder de Alianza Nacional, de modo de coordinar los esfuerzos de los
sectores del “ala renovadora”. Hoy queremos ocuparnos de otra decisión difícil, esta vez
en el campo de la izquierda. Danilo Astori, como es sabido, viene analizando si presentará
o no su candidatura en la interna “progresista”. La decisión no es simple. Seguramente
Astori sabe que no tiene posibilidades de ser electo candidato del EP-FA. Antes del
referéndum del 7 de diciembre parecía difícil. Después de la “marea rosada” vencer a
Vázquez en la primaria es prácticamente imposible. Sin embargo, nos inclinamos a pensar
que si lograra competir “por la positiva”, sin dañar la credibilidad de Vázquez, potenciaría
su imagen e incrementaría nuevamente su capital político.
El desempeño electoral de Astori parece depender de cuánto y cómo el líder de Asamblea
Uruguay logra diferenciarse de Vázquez. Astori crece cuando logra marcar su perfil sin
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que los frentistas perciban que su posición discrepante erosiona el avance del proyecto
político de la izquierda. Esto fue así desde el comienzo. En 1994, Asamblea Uruguay fue la
fracción más votada gracias a un discurso que defendía la tradición frenteamplista de la
“amenaza” del Encuentro Progresista. Como en la forja de la nueva mega coalición, las
gestiones personales de Vázquez habían desempeñado un papel muy importante, al
impugnar el “progresismo” en nombre de la tradición frenteamplista, Astori se enfrentó
directamente con Vázquez. Dos años después, Astori quedó enfrentado al dilema de qué
posición asumir ante una Reforma Electoral que, aunque incorporaba lo mas medular de
la posición histórica de la izquierda (en particular la reivindicación de la candidatura única
por partido), a último momento no contó con el apoyo de Vázquez. A partir de ese
momento, cada vez que Astori marca su perfil, corre el riesgo de que una parte del
electorado de la izquierda lo juzgue muy severamente. En 1999, compitiendo en la interna,
Astori optó por subrayar fuertemente sus diferencias con Vázquez. El Partido Socialista,
con un posicionamiento “oficialista”, quedó primero y Asamblea Uruguay pasó al
segundo puesto: la candidatura de Astori obtuvo el 17% en abril y Asamblea Uruguay el
20% en octubre. Desde el 2000 hasta la campaña del referéndum de ANCAP Astori marcó
su perfil en temas muy importantes de la vida nacional. En ningún episodio cruzó la
barrera de lo que para los frentistas es políticamente tolerabale. Esto cambió en el
Referéndum: es posible que, en este caso, su actitud disidente haya sido penalizada por el
electorado frentista. La comparación con Mujica es particularmente llamativa: en junio
Astori y Mujica captaban aproximadamente la misma proporción de la intención de voto
hacia el EP/FA; actualmente, el MPP duplica a Asamblea Uruguay. En suma, si Astori
compitiera por la candidatura presidencial en un tono moderado, si lograra aprovechar la
elección primaria para comunicar sus propias ideas sin erosionar la credibilidad de
Vázquez, podría revertir el proceso de debilitamiento de su apoyo electoral que venimos
registrando en Grupo Radar.
Obviamente, otro factor a evaluar es cómo afectaría la existencia de competencia interna el
resultado de la elección nacional. Desde nuestro punto de vista, la existencia de un
escenario de competencia interna dentro del EP-FA incentivará la participación de los
simpatizantes del EP-FA (recuérdese que en las elecciones internas el voto no es
obligatorio). Obtener una votación importante el día de la elección interna es un objetivo
que todos los partidos persiguen porque les permite exhibir públicamente su potencial
poderío electoral. Mirado desde ese punto de vista, la precandidatura de Astori podría
beneficiar al EP-FA. La participación de Astori en la interna también puede ser beneficiosa
por una segunda razón. Numerosos ciudadanos de centro y centro izquierda que no
simpatizan con Vázquez y que vislumbran que el triunfo del EP-FA es prácticamente
ineluctable, podrían preferir concurrir a votar en la interna del EP-FA en lugar de hacerlo
dentro de alguno de los partidos tradicionales. Esto puede perjudicar a los precandidatos
de centro y centro izquierda que pugnan por triunfar en la interna del PN o del PC. En
particular, la existencia de un escenario de competencia en la interna del EP-FA podría, al
menos en teoría, deprimir en alguna medida las posibilidades de Jorge Larrañaga. Desde
el punto de vista de la competencia por el cargo presidencial, como argumentamos hace
quince días, las posibilidades de la izquierda mejoran si el candidato del PN es Lacalle. Por
lo tanto, la comparecencia de Astori en la interna, al operar contra las chances de
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Larrañaga, de modo indirecto, podría potenciar la votación del EP-FA en la elección
nacional.
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