El cadáver de José Antonio Roca Re!. foto pequeña, fue hallado el pasado sáb nalizando así el accidente aéreo más ág7codeIa- historia de Lanzarote / pr;1] i 1 ‘. . —— SOCIEDAD;0] go, donde rescataron el cuerpo sin vida, supuestamente y a falta de confirmación oficial por las autoridades pertinen tes, de José Antonio Roca Rei, piloto de la avioneta de Fly Aventure que hace ya más de un mes, cuando se disponía a tomar tierra con tres pasajeros en su interior después de rea lizar una excursión aérea, se precipitó inexplicablemente al mar, a unas dos millas de la prolongación dé la pista de aterrizaje del aeropuerto de Lanzarote. El cadáver rescatado pre sentaba restos de una corbata negra y de un uniforme, simi lares a los que suelen utilizar los pilotos. Además, también fue encontrado adherido a las prendas una insignia de avia dor. Estos indicios señalaron, desde el primer momento, que se trataba de José Antonio Roca Rei, aunque esto no ha sido confirmado oficialmente. En este sentido, y ante el avanzado estado de descom posición del cuerpo, al que le faltaban varios miembros que impedían una identificación necro dactilar, se está a la espera de una confirmación de las piezas dentales. Devueltoporel mar El cuerpo de JoséAntonioRoca Rei,pilotode la avioneta siniestradael 27 de agostopasado, fue hallado el pasado sábado 3 de octubrea tres kilómetrosde la costa de Tías REDACCIÓN FOTOS: ANGEL HERNÁNDEZ Las posibilidades de en contrar el cadáver de José Antonio Roca Rei, piloto de la avioneta que cayó al mar con otras tres personas a bor do el 27 de agosto pasado, eran prácticamente nulas. El tiempo transcurrido y las co rrientes de la zona, hacían improbable que los restos de la última víctima del accidente aéreo fueran hallados. Sin embargo, nadie había arrojado la toalla después de los suce sivos hallazgos de los otros tres pasajeros. Así, el pasado sábado 3 de octubre, los tripulantes de un catamarán que navega habi tualmente por las costas de Lanzarote con turistas a bordo, avistaron flotando a la deriva lo que parecía un cuerpo hu mano. Inmediatamente, desde el catamarán se informó por radio de la noticia a la Torre de Comunicaciones de Puerto Calero, que seguidamente dio aviso a la Cruz Roja de Lanzarote. Al poco tiempo, una dotación de este cuerpo de salvamento se hizo a la mar y se trasladó al lugar del hallaz estanckimuy Los seisinmigrantesmarroquíesque llegarona Lanzarotea bordo de una patera el pasado lunes5 fueronrepatriadosa su país tras apenas tresdías en la Isla F.B. / FOTOS: ANGEL HDEZ. Poco duraron las expecta tivas de futuro de los seis inmigrantes marroquíes que el pasado lunes día 5 de octubre alcanzaron la costa norte de Lanzarote en una patera de unos seis metros de longitud. Los seis ciudada nos del vecino país alauita, tras ser detenidos por la Guar dia Civil y puestos a disposi ción del Departamento de Ex tranjería de la Comisaría Na cional de Policía de Arrecife, fueron repatriados -como suele ser habitual- a su lugar origen para utilizarla como puente hacia otros puntos de España, son repatriados a su país de origen. Existen también, según las mismas fuentes, casos en que por motivos políticos o de otra índole, estos inmigrantes no son finalmente devueltos a su correspondiente lugar de origen. La patera con los seis marroquíes en su interior arri bó a Lanzarote, en la madru gada del lunes 5, por su costa norte eñ el lugar conocido como la “Punta del Palo”. Tras descansar algún rato en la playa, se dirigieron cami nando hacia Haría, a unos 14 kilómetros del lugar de llega da. Entre Máguez y Haría un vecino aprecióa varios indivi duos con aspecto sospechoso, por lo que dio la voz de alanna a laPolicíaLocal de Haría,que junto con la Guardia Civil dieron una batida por la zona encontrando a los inmigrantes. Posteriormente, éstos fueron puestos a disposición de la Unidad de Extranjeríade Arre cife, quienesel pasado miérco les 7 de octubre enviaron de vuelta a los marroquíes a su país de origen. N°794 / 09 10.98 (c) Del documento, los autores. Digitalización realizada por la ULPGC. Biblioteca Universitaria. Lancelot / 51