Carta de Propuestas a las Jefas y Jefes de Estado para el impulso

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Carta de Propuestas a las Jefas y Jefes de Estado para el impulso de la
Innovación Ciudadana
XXIII Cumbre Iberoamericana
Panamá, 16 de octubre de 2013
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Reunidos en la Ciudad de Panamá el 16 de octubre, el equipo de trabajo de la Innovación Ciudadana
en Iberoamérica coordinado por el proyecto Ciudadanía 2.0 de la Secretaría General Iberoamericana
(SEGIB) e integrado por representantes de gobiernos, empresas, organizaciones sociales y organismos
internacionales, elevamos esta carta de propuestas a las Jefas y Jefes de Estado en el marco de la XXIII
Cumbre Iberoamericana, con el objetivo de impulsar la innovación ciudadana en la región.
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Entendemos la innovación ciudadana como la participación activa de ciudadanos en iniciativas
innovadoras que buscan transformar la realidad social, a fin de alcanzar una mayor inclusión social.
Actualmente, es habitual que estas iniciativas estén ayudadas por las tecnologías digitales, lo cual
permite a muchos colectivos tener mayor capacidad de auto-organización mediante prácticas
colaborativas, trabajo en red, y transferencia de conocimiento, a la vez que facilitan un mejor
aprovechamiento de la inteligencia colectiva a nivel tanto local como global.
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El nuevo ciudadano que emerge es un ciudadano proactivo, que articula sus intereses en red y
demuestra una participación expandida al margen de los canales habituales. Los nuevos ciudadanos
son agentes de cambio, capaces de observar e identificar oportunidades en los problemas de su
comunidad, generando iniciativas o proyectos que permiten ser motor de transformación social
mediante la comunicación y la participación activa de la comunidad.
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Los beneficios que la innovación ciudadana (IC) está generando para el desarrollo de nuestros países
comienzan a ser objeto de la atención y puesta en valor de algunos gobiernos y organismos
internacionales. Sin embargo, dado el extenso aumento de iniciativas ciudadanas innovadoras en
Iberoamérica, estos intentos requieren de una mayor sistematización que nos permita conocer,
evidenciar e impulsar lo que los ciudadanos colectivamente están produciendo. Por ello, consideramos
necesario, como primer paso, la generación de bases de información colaborativas que nos permitan
mapear las iniciativas de IC y sus características, para luego sistematizar esas experiencias y hacer
monitoreo de su impacto, alcance, y aportes a la comunidad.
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Esto permitirá, no solo identificar iniciativas, sino también generar sinergias, fusiones o crear nuevas
comunidades de práctica por medio de plataformas con herramientas que ayudarán a integrar nuevos
agentes de cambio y, por lo tanto, potenciar su impacto positivo en lo económico, social y cultural en
nuestros países.
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En este sentido, los gobiernos tienen un rol importante para colaborar en el fomento de la IC. El mejor
despliegue de la innovación ciudadana, puede darse en un contexto de verdadero y comprometido
ejercicio de gobierno abierto, a través de políticas reales que promuevan y faciliten el derecho de
acceso a la información, la transparencia, la participación y la rendición de cuentas por parte de las
administraciones públicas.
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Si bien es cierto que para impulsar la IC la conexión gobierno-ciudadano resulta más efectiva por
medio de las instituciones locales (ayuntamientos, municipios, alcaldías, etc.), entendemos que para
una mejor potenciación de la misma su abordaje por parte de gobiernos también debe darse en forma
transversal a las instancias regionales, nacionales y transnacionales.
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Consideramos importante para el desarrollo de una agenda futura que cada gobierno pueda crear y
fomentar espacios de impulso de Innovación Ciudadana que, entre sus funciones, puedan estar las de
difusión, promoción y apoyo de iniciativas, tales como: la creación de un fondo para el fomento de la
IC, o la facilitación de espacios de trabajo colaborativo para el despliegue de la capacidad innovadora y
la interacción de la ciudadanía (incubadoras, aceleradoras, laboratorios ciudadanos, hubs, espacios de
trabajo colaborativo, etc.). Los medios digitales permitirán poner en evidencia estas experiencias,
generando buenas prácticas y redes de intercambio entre ellas.
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Dado que la innovación ciudadana es un proceso de creación desde abajo hacia arriba (bottom-up), es
decir, surge desde la base ciudadana de forma bastante autónoma en relación a las instituciones
gubernamentales, es importante que el rol de los gobiernos sea el de sumarse al proceso de
comunidades de práctica, herramientas u otras plataformas que estén generando IC, a fin de colaborar
e impulsar, procurando no apropiarse o liderar estos procesos que por su naturaleza son participativos
y horizontales. Es decir, en la IC el rol del gobierno puede ser el de acelerador y facilitador de un
ecosistema propicio para que la iniciativa privada, la academia y la sociedad en general desarrollen,
compartan y promuevan la investigación y la innovación.
10 Asimismo, es necesario que los gobiernos creen un ambiente favorable para la IC con políticas que
eliminen las barreras para iniciativas innovadoras, explorando estructuras impositivas que faciliten
nuevos modelos de negocio, facilitando su financiación, y/o asignando un porcentaje del presupuesto
gubernamental a la IC. En el caso de aquellos Estados que ya cuenten con una agenda o estrategia
digital definida y pública, podrían incorporar un objetivo apuntando a promover la IC.
11 Es también importante el rol que las empresas públicas y privadas, sean tanto grandes como pequeñas
y medianas empresas (PYMES), pueden cumplir en colaboración con los ciudadanos y gobiernos para
el impulso de la IC. Inicialmente, las empresas realizaban su labor social mediante la filantropía, lo que
con el tiempo dio lugar a la responsabilidad social empresarial (RSE) hacia proyectos con la comunidad.
Actualmente, las empresas han avanzado hacia una etapa de sustentabilidad corporativa basada en los
valores compartidos (shared value), en la cual pueden aportar en una posición de reciprocidad con la
comunidad en iniciativas tales como la de creación y apoyo de espacios para la IC (laboratorios
ciudadanos, hubs, incubadoras sociales, etc.), o la réplica de buenas prácticas y proyectos que ya han
demostrado su eficacia en otros lugares, valorando su viabilidad en el nuevo contexto. Las empresas
no sólo han percibido la importancia de integrar las iniciativas ciudadanas en sus esquemas
empresariales, sino que ya existen ejemplos de cómo la labor de éstas se enriquece con las
aportaciones sociales.
12 Tanto gobiernos, como empresas y organizaciones de la sociedad civil en general, tienen en las
tecnologías digitales un medio de implementación e impulso de la IC. Los medios digitales son un
canal, una herramienta a través de la cual las voces, ideas, e iniciativas de los ciudadanos se articulan.
13 Las tecnologías digitales habilitan una mayor y más diversa interacción entre ciudadanos a nivel local y
global, así como entre ciudadanos, gobiernos e instituciones. Pueden permitir la deliberación
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participativa, así como facilitar la construcción colaborativa de soluciones. Es decir, las tecnologías
digitales son un medio que puede mejorar el ejercicio de nuestra ciudadanía.
14 Por lo cual, consideramos que los gobiernos deben priorizar las acciones que garanticen el acceso a las
tecnologías digitales y la reducción de la brecha digital, lo cual contribuye al desarrollo económico,
social y cultural en nuestros países. Para ello, pueden: continuar invirtiendo en infraestructuras
comunicacionales y de acceso a internet, incorporar las tecnologías dentro de los procesos del Estado
(gobierno electrónico), crear marcos legales que garanticen el efectivo ejercicio de los derechos civiles
en entornos digitales, fomentar la participación digital de los ciudadanos, garantizar la coherencia y
prontitud en la respuesta de las demandas o consultas de los ciudadanos, e impulsar que las
tecnologías digitales sean fácilmente “apropiables” por la ciudadanía en su conjunto, poniendo
especial énfasis en que sus beneficios sean también recibidos por los segmentos más desfavorecidos
de la sociedad.
15 Uno de los mayores efectos de las tecnologías digitales es la internacionalización del ejercicio de la
ciudadanía, lo cual conlleva la construcción de un renovado Espacio Común Iberoamericano. A partir
de este nuevo espacio, Iberoamérica tiene la posibilidad de generar un gran pacto común para el
impulso de la IC, y así transformarse en la región que mejor uso haga de la creación de valor de sus
ciudadanos.
16 Este Equipo de Trabajo solicita a las Jefas y Jefes de Estado presentes en esta XXIII Cumbre
Iberoamericana apoyar la articulación de una Red Iberoamericana de Innovación Ciudadana que tenga
como objetivo principal generar una agenda de propuestas para el impulso de la Innovación Ciudadana
a 5 años en la región que nos permita proyectar una Iberoamérica futura cuyo desarrollo e inclusión
social se alcance en el trabajo conjunto de los Estados, empresas, organizaciones, y una ciudadanía
creadora de valor.
Equipo de innovación Ciudadana
Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo AECID
Autoridad Nacional para la Innovación Gubernamental
(Panamá)
Avina (América latina)
Banco de Desarrollo de América Latina - CAF
Banco Interamericano de Desarrollo - BID
Casa da Cultura Digital (Brasil)
Comitê para a democratização da informática – CDI (Brasil)
Centro de Innovación Social, ANSPE (Colombia)
Ciudadanía 2.0, Secretaría General Iberoamericana
ConectaKultura (México)
Cultura Senda (Argentina-Venezuela)
Digitel (Venezuela)
Dirección General de Economía Creativa, Gobierno de Bs.As.
(Argentina)
Fora do Eixo (Brasil)
Fundación Democracia y Desarrollo (Chile)
Fundación ProBono (Chile)
Futura Media (Brasil)
Gabinete Digital, Gobierno de Rio Grande do Sul (Brasil)
Unidad de Modernización y Gobierno Digital, Ministerio
Secretaría General de la Presidencia (Chile)
Google
Goteo (España)
HSBC (América Latina)
Instituto Grande Florianópolis (Brasil)
Irekia, Gobierno del País Vasco (España)
La Tabacalera (España)
Medellín Digital, Alcaldía de Medellín (Colombia)
Medialab Prado, Ayuntamiento de Madrid (España)
Microsoft
Odebrecht (Brasil)
Paisaje Transversal (España)
Pataleta (Colombia)
Participación Ciudadana, Ministerio de la Presidencia (Panamá)
Secretaría de Cultura, Prefeitura de São Paulo (Brasil)
SociaLab (América Latina)
Somos Más (Colombia)
Techo (Chile)
TejeRedes (Colombia-España)
Telefónica (España)
Telmex (México)
Unidos en Red (América Latina)
Venezuela sin Límites (Venezuela)
Vivero de Iniciativas Ciudadanas (España)
Wikimedia (México)
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