Cuento - Las gemelas y los colores de Arcoíris

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Las gemelas y los colores de Arcoíris. AUTOCONTROL
Las gemelas y los colores
de Arcoíris
Había amanecido, y Kili y Kolo habían salido a chapotear en los charcos
que se habían formado.
Era un día en el que brillaba el sol y había llovido.
Estaban mirando al cielo, esperando a que apareciera su amigo Arcoíris,
quien las visitaba cuando el sol y la lluvia se presentaban en el mismo lugar.
De pronto, Kili lo vio y, emocionada, dijo:
Mira Kolo, ahí está, ¡acerquémonos a saludarlo!
Al acercarse, se encontraron con una desagradable sorpresa:
¡Arcoíris había perdido todos sus colores!
¿Qué ha sucedido?
La Maga Blanca se ha llevado mis colores…
Las gemelitas pensaron que tenían que avisar a todos sus amigos.
¡Debían ayudar a Arcoíris!
Los habitantes de la gruta se reunieron y Laila tomó la palabra, ya que
conocía bien a la Maga Blanca, porque el Gran Mago le había hablado
mucho de ella. Todos los habitantes de la gruta guardaron silencio para
escuchar atentamente lo que su amiga les contaba. Hace muchos años, la
Maga Blanca comenzó a utilizar la magia en su propio beneficio.
Por esa razón, la expulsaron del Círculo Mágico al que pertenecemos
todos los magos.
Os puedo indicar el lugar en el que vive; es allí donde esconde las cosas
de las que se apropia.
Laila también les contó que los encargados de recuperar los colores
debían ser ágiles y valientes, porque en el camino habría muchas pruebas
que superar.
Además, los elegidos tendrían que saber guardar la calma, ya que algunas pruebas requerían serenidad y paciencia.
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Las gemelas y los colores de Arcoíris. AUTOCONTROL
Después de escuchar las palabras de Laila, todos coincidieron en que Kili
y Kolo eran las más adecuadas para esta misión. Antes de partir, Mai les
entregó una piedra mágica.
Con esta piedra podéis dibujar lo que deseéis y, al instante, se hará realidad.
Debéis elegir bien la situación para utilizarla porque, tras hacerlo, perderá
todo su poder convirtiéndose en una piedra común.
Antes de marchar, Laila les advirtió:
Recordad que la Maga Blanca, además de caprichosa, es muy tramposa, e
intentará engañaros.
Las dos hermanas emprendieron el camino y tuvieron que superar
muchos obstáculos.
Gracias a la valentía y fortaleza de Kolo saltaron ríos, escalaron montañas
y cruzaron zonas muy peligrosas.
Kolo, además de demostrar su fortaleza física, ayudó en todo momento a
su hermana y la apoyó constantemente con palabras de ánimo.
Tras varios días sin apenas descansar, llegaron al castillo.
A través de una enorme puerta, entraron en su interior.
Se encontraban en un enorme salón.
En el centro y sobre una bonita mesa, pudieron ver un hermoso cofre
transparente y... dentro de él… ¡estaban los colores de Arcoíris!
Kolo, sin pensárselo dos veces, se abalanzó sobre la caja.
A Kili tan solo le dio tiempo a decir:
¡Cuidado, recuerda que es muy tram...!
Y antes de acabar la frase, se quedaron encerradas entre unos grandes
barrotes de hierro que,
como por arte de magia, habían aparecido al tocar el cofre donde encontraron los colores.
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Las gemelas y los colores de Arcoíris. AUTOCONTROL
Kili se sintió molesta por la impulsividad de su hermana.
Respiró profundamente para calmarse y, tras hacerlo, describió la situación:
uf...uf...uuuuf...
La precipitación nos ha llevado a esto.
Debemos relajarnos, concentrarnos y pensar.
Si no actuamos con paciencia, nunca conseguiremos salir de aquí.
Se sentaron y relajaron como siempre hacía Kili.
Una vez que pudieron serenarse, comenzaron a observar y analizarlo todo.
Fíjate, Kolo, la caja tiene una cerradura y en las paredes hay colgadas
unas llaves. Si las observas detalladamente, verás que unas son demasiado
grandes y, otras, demasiado pequeñas.
Solo una de ellas puede abrir el cofre.
Si no estuviéramos encerradas, podríamos cogerla…
En ese mismo instante,
Kili recordó la piedra mágica e ideó un plan.
Dibujaré una puerta en la pared más cercana a las llaves y, cuando se abra,
correrás y cogerás la llave del tamaño adecuado.
Kili comenzó a dibujar la puerta y, cuando empezó a abrirse,
Kolo corrió como nunca lo había hecho y consiguió coger la llave y el bonito cofre transparente.
Entonces, corrieron sin parar y se alejaron rápidamente del castillo.
Estaban felices de haber logrado su misión.
Ahora, debían llegar sanas y salvas a la gruta.
Antes de iniciar el regreso, comprobaron que la cerradura del cofre se abría
con la llave.
Se sintieron felices al comprobar que así era.
Tras un largo trecho, llegaron a la gruta.
Sus amiguitos llevaban tiempo esperándolas.
A pesar de que confiaban en que conseguirían regresar, estaban realmente preocupados por ellas.
Cuando Kili y Kolo abrieron el cofre, sucedió algo maravilloso.
¡Los colores comenzaron a salir felices y contentos de volver con Arcoíris!
Realmente fue un día fantástico en la gruta mágica.
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