Siembra. Pueden verificarse por abril las siembras de la violeta, en

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LAS
PLANTAS PERENES.
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Siembra.
Pueden verificarse por abril las siembras de
la violeta, en caso de que se desee multiplicar estas plantas
por este método, que es el que ha proporcionado las variedades que hoy conocemos en los jardines. Los terrenos suaves y ligeros adaptan maravillosamente para establecer estos
semilleros, que se disponen por eras bien labradas, y se esparrama la simiente á puño. Mucho mas co'modamente y con
mejor éxito se siembra en macetas, esparciendo la semilla sobre su superficie bien allanada , y palmeándola con la mano,
con cuya maniobra quedará sobradamente enterrada. Se riegan inmediatamente á fin de que los aires no barran la ligera cubierta, y levanten al paso las simientes. Se atenderán en
lo sucesivo con riegos y labores que conserven una humedad
moderada, y limpien el terreno de yerbas estrañas. El sol
abrasa los tiernos brotes de e3tas semillas, y para obviar
este daño deben colocarse los tiestos á la sombra; pero como
en semejantes situaciones suele endurecerse la tierra que contienen, formar costra, y criar verdín, se ayudará á las plantitas con labores que desmenucen la costra, y asi no hay peligro de que se pierdan.
Plantío.
Se plantan de violeta los terrenos sombríos
del jardín de flores, que casi no pueden aplicarse al cultivo de otras plantas; y aun debajo de los árboles prevalecen
admirablemente, bien que siempre se crian mas frondosas en
terrenos ventilados y sombríos. Se circundan asimismo , y se
forman cuerdas de violeta al rededor de las fajas de flor, y
asi dicen muy bien. Tanto las plantas de siembra, como las
que se aumentan por la división de raices, se trasponen por
el mes de noviembre á distancia de un p i e , disponiendo los
terrenos por eras ó caballones con arreglo á la escasez ó abundancia del riego. Esta distancia de un pie parecerá escesiva
considerando la pequenez de estas plantas, mas como estienden sus raices rastreras á largas distancias no sobra espacio,
luego que han pasado los tres años que suelen subsistir sin
sacarse de un terreno. Pasado este tiempo se arrancan y dividen las raices para nuevos replantos y multiplicaciones.
Enemigos.
Las babosas causan considerables estragos
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