P1001/14-00 TRIBUNAL DE SENTENCIA: Cojutepeque, departamento de Cuscatlán, a las doce horas del día ocho de marzo del año dos mil. Causa número 10-C2-2000 Instruido en contra de JOSE LUIS GARCIA, de veintiún años de edad, soltero, agricultor, con residencia en Barrio El Calvario de Oratorio Concepción, hijo de Cristina López y de Remigio García; CARLOS ERNESTO SIBRIAN; de veinticuatro años de edad, soltero, jornalero, hijo de Leonor Sibrian Reyes y José Tomás Valle Martínez, residente en Barrio El Centro de Oratorio Concepción; y MARIO DE JESUS GUARDADO URQUILLA; de veintitrés años de edad, motorista, soltero, residente en Caserío San Antonio de Oratorio Concepción, hijo de María Luisa Urquilla y de José Matías Guardado Najarro; por el delito de HOMICIDIO AGRAVADO, previsto y sancionado en el artículo 129 (3) Pn., en perjuicio de JOSE ADOLFO HERNANDEZ CORNEJO. Han intervenido en la Vista Pública: El Honorable Tribunal de sentencia en pleno integrado por los señores Jueces de Sentencia RAMON ERNESTO ESCOBAR ALAS, VILMA ADELA MELARA Y JAIME ROLANDO HERNANDEZ MONTANO; presidiendo el Lic. Escobar alas, en nombre y representación de la Fiscalía General de la República el Lic. GUILLERMO GABRIEL ARGUETA; como defensora público de los acusados José Luis García y Carlos Ernesto Martínez la Lic. VILMA EUGENIA GOMEZ BERMUDEZ; y como defensor particular del acusado Mario de Jesús Guardado Urquilla el Lic. MOISES RAMOS ROSALES; así como del asistente no letrado del mismo HERIBERTO REYES SANTIAGO. Y en calidad de Víctima de acuerdo al art. 12 N°2 el señor PEDRO ENRIQUE MEJIA HERNANDEZ RELACION DE LOS HECHOS: El día once de julio del año pasado, aproximadamente a las ocho de la noche se encontraba JOSE ADOLFO HERNANDEZ CORNEJO, JUAN NOSE MEJIA HERNANDEZ Y ------------------, en su casas de habitación ubicada en Cantón Las Animas de San José Guayabal, cuando de repente escucharon que ladraban unos perros que se encontraban en el corredor de dicha casa, a lo cual el señor JOSE ADOLFO HERNANDEZ CORNEJO, decidió abrir la puerta de la casa a fin de verificar lo que sucedía, observando que dos sujetos llegaron hasta la puerta los cuales andaban vestidos de color negro portando armas larga tipo escopeta doce, éstos sujetos ingresaron a la casa y apuntándoles con las armas los sacaron a los tres hacia el corredor, donde se encontraban más sujetos con armas y tenían al señor JOSE FRANCISCO HERNANDEZ, éstos individuos le exigían a JOSE ADOLFO HERNANDEZ CORNEJO, que le entregaran el dinero de la venta de un terreno y que si no le entregaban dicho dinero lo iban a matar o violarían a su hija --------------------, diciéndole a dicha menor que se desnudara, a lo cual el señor JOSE HERNANDEZ, les dijo que él no tenía dinero, por lo que lo golpearon con la punta de la escopeta en la espalda, y le dieron un puntapié procediendo uno de los individuos a sujetar a ------- diciéndole que se desnudara, resistiéndose la menor a ser abusada sexualmente, procediendo los demás a registrar la vivienda, manifestando uno de ellos que no había encontrado nada, decidiendo llevarse cuatro pares de zapatos, un corvo envainado, ropa para niño, un reloj de pared, dos lámparas pequeñas de mano, una radiograbadora y quinientos colones en efectivo, mientras registraba la casa se descubrieron el rostro cuatro sujetos, pudiendo identificar a JOSE LUIS LOPEZ GARCIA, menor ---------------------, CARLOS ERNESTO MARTINES SIBRIAN Y MARIO DE JESUS GUARDADO URQILLA, no logrando reconocer a los demás por tener cubiertos los rostros, escuchando únicamente que entre sí se decían "Tetunte", "Basuca" y "Urraca", al salir los cuatro que se encontraban al interior de la vivienda les ordenaron al señor JOSE ADOLFO HERNANDEZ CORNEJO, y a las personas que los acompañaban que se metieran a la casa, procediendo éstos a ingresar a la misma, cuando de repente uno de los individuos disparó con la escopeta contra JOSE ADOLFO HERNANDEZ CORNEJO, lesionándolo en la espalda, quien falleció al instante a consecuencia del mismo disparo, saliendo los sujetos uno tras otro, verificando que en total eran siete, los cuales huyeron con rumbo a Oratorio Concepción, ya que escuchaban ladrar a los perros en esa dirección. Sobre el presente caso, habiendo deliberado los Suscritos Jueces de acuerdo a las reglas establecidas en los artículos 354, 356 Pr. Pn., por unanimidad de votos los puntos sometidos a su conocimiento y en aplicación a las reglas de la Sana Critica valoraron la prueba incorporada a la Vista Pública logrando la unanimidad de votos en vista de estar de acuerdo los suscritos jueces, anunciando a continuación el razonamiento acuerdo a las siguientes CONSIDERACIONES: I. II. III. Que la acción ejercida por el delito de Homicidio Agravado de parte del Ministerio Público Fiscal mediante el requerimiento de fecha treinta y uno de julio del año pasado y presentado ese mismo día a las diecisiete horas ante el Juzgado de Paz de San José Guayabal, y que reunió los requisitos formales establecidos en los artículos 247 y 248 (1) Pr. Pn.; dio lugar al señalamiento de la Audiencia Inicial para las once horas del día tres de agosto del año pasado, dando como resultado la resolución pertinente según lo exigen los artículos 253, 254 (1), 256 (1) (2) Pr. Pn.; con lo cual se arribó al auto de instrucción formal dictado por la Señora Juez de Primera Instancia de Suchitoto, a las quince horas y cinco minutos del día once de agosto del año pasado, de conformidad al artículo 266 Pr. Pn., dentro del término legal la representación fiscal presentó el dictamen acusatorio el día cuatro de enero del corriente año ante dicho tribunal por el delito de Homicidio Agravado, en perjuicio de los acusados ya relacionados en el preámbulo de esta Sentencia, reuniendo ésta los requisitos el artículo 313 (1) y 314 Pr. Pn., pronunciándose posteriormente el auto de apertura a juicio el día catorce de mayo del corriente año. Por consiguiente el ejercicio de la acción penal y la sub secuente prosecución del proceso que hoy culmina ha sido conforme a lo establecido en los artículos 193 Ord. 2º y 4º Cn. y 83 Pr. Pn.; y observando las reglas exigidas por el principio de congruencia, pues no existe desvinculación entre requerimiento fiscal, auto de instrucción formal, acusación y la presente sentencia. Puede afirmarse entonces que la acción penal invocada es procedente conforme a lo dispuesto en la normativa Pr. Pn. en sus artículos 19 Inc. 1º (1) e inciso 2º, 83, 84, 229, 230, 234, 235, 238, 239, 247, 248 (1), 253, 256 (1), 266, 313 (1), 314, 320 (1)(10) y 322 todos Pr. Pn. IV. V. VI. En cuanto a la acción civil alegada cabe hacer notar que esta no fue ejercida en la forma que exige la ley y por ende es improcedente al presente caso pues la pretensión punitiva que monopoliza la fiscalía que fue ejercida oportunamente y debidamente no se acompañó en ningún momento la pretensión pecuniaria que pudiese interesar a la víctima, ya que si bien es cierto el artículo 42 Inc. 1º. CPP, estipula que la acción civil derivante de un hecho punible se ejerce por regla general dentro del proceso penal Art. 43 CPP, adopta el sistema de indisolubilidad de las acciones cuando establece que en los delitos de acción penal pública la acción civil contra los partícipes del delito se debe ejercer conjuntamente con aquella en el entendido que es la fiscalía quién la ejercerá en el mismo requerimiento donde se invoca la acción penal sobre la base de previa autorización de la víctima por lo que este Tribunal se abstiene de pronunciarse sobre la responsabilidad civil de los acusados imputados JOSE LUIS LOPEZ GARCIA, CARLOS ERNESTO MARTINEZ SIBRIAN Y MARIO DE JESUS GUARDADO URQUILLA. RESPECTO A LA EXISTENCIA DEL DELITO DE HOMICIDIO AGRAVADO: siendo este un delito de resultado que se configura a través de la realización de una o varias acciones por parte del sujeto activo, que configuran el curso causal tendiente a la obtención del resultado muerte en otra persona; en este caso, se presento por parte del ministerio fiscal , croquis álbum fotográfico sobre inspección técnica ocular realizada por el personal del laboratorio de investigación científica del delito, diligencia practicada en la casa de la víctima, informe de resultado de análisis serologico y determinación de residuos de bario y plomo realizados en evidencia recolectada en el lugar de los hechos y en cadáver de la víctima en la cual se concluye que es negativa en ambas manos del occiso ; reporte análisis del laboratorio forense realizado en muestra de sangre y orina de la víctima obteniéndose el resultado negativo y que corre agregada a fs, 16; Acta de inspección ocular en el lugar de los hechos y que corre agregada a fs. 7 acta de inspección ocular policial en el cadáver de la víctima que corre agregada a fs 2,6, comprobándose así la materialización del ilícito en cuestión así mismo con el reconocimiento médico legal, levantamiento de cadáver, como autopsia del mismo , practicadas la primera en el lugar de los hechos y la otra en el instituto de medicina legal Doctor Roberto Masferrer de San salvador practicada por el Dr. Miguel Enrique Velázquez Velázquez medico forense del instituto ya mencionado, el levantamiento de cadáver se realizó por la doctora María Cristina Flores de Velasco a las diez horas con treinta minutos del día doce de Julio en la cual determino que reconoció el cadáver de José Adolfo Hernández Cornejo ,el cual presentaba evidencia externa de trauma ,orificio a nivel infraescapular derecho , paradorsal derecho de tres centímetros de diámetro , dos orificios a nivel de línea media clavícula en hemitorax anterior derecho a nivel de tercero y cuarto espacio intercostal uno de uno por dos punto cinco centímetros y otro de cuatro por cinco centímetros. Siendo la causa de la muerte teniendo aproximadamente doce horas con treinta minutos de fallecido. El resumen de la autopsia practicado por el Doctor ya relacionado fue he practicado autopsia médico legal completa al cadáver del señor José Adolfo Hernández Cornejo de sesenta años de edad con un tanatocronodiagnostico aproximado de doce a dieciséis horas de fallecido al momento de la autopsia . El examen corporal externo revelo la presencia de una herida producida por perdigones disparados por arma de fuego a nivel infraescapular derecho con orifico de salida a nivel pectoral derecho. La trayectoria intracorporea fue de atrás hacia delante . Los perdigones actuaron como un solo proyectil lesionando a su paso el pulmón derecho produciendo una hemorragia masiva lo que comprometió el estado general del paciente ocasionándole la muerte . todo lo anterior ampliado y explicado por las declaraciones de los peritos intervinientes en la audiencia, siendo todos los referidos documentos ya relacionados incorporados al proceso a través del mecanismo legal de los artículos 330 y 351 Pr. Pn., aunado esto a lo declarado por los testigos que desfilaron en la vista Publica testigos José francisco Hernández , Juan José Mejía Hernández, Miguel Pérez Cornejo, José Rene Monje, Cristina López ,y Nery Baltazar Mártir .dicha prueba ha arrojado los elementos objetivos y subjetivos del tipo penal básico descrito en el artículo 129 (3) Pr. Pn., así: a. b. EL TIPO OBJETIVO del ilícito penal sometido a controversia, se deduce de la muerte de la víctima producto de la acción de persona diversa al titular del derecho a la vida señor José Adolfo Hernández Corejo, actividad humana que resulta evidente de las herida ocasionada en la región de la espalda y tórax y específicamente la herida localizada a nivel infraescapular derecho con orificio de salida a nivel pectoral derecho que lesionó órgano vital siendo esta la causa directa de la muerta, ocasionadas esta con arma de fuego; circunstancia que da lugar a que los suscritos jueces consideren sin lugar a dudas que las mismas han sido la causa del fallecimiento del señor Hernández Cornejo. c. d. EL TIPO SUBJETIVO del ilícito penal que nos ocupa se estableció claramente, por las condiciones de forma y modo en que se produjo la lesión, pues resulta innegable que el logro del resultado muerte ha sido consecuencia directa de la exteriorización clara y manifiesta o intensión dañosa por parte de sujeto diverso al ahora occiso, en tanto ocasionare el resultado muerte a través del inicio, seguimiento y conclusión de acciones reputadas como delictivas. RESPECTO A LA CULPABILIDAD de los procesados José Luis García, Carlos Ernesto Martínez Cibrian, y Mario de Jesús Guardado Urquilla, , la evidencia testimonial ofertada por la representación fiscal de cargo y de descargo que presentara la defensa de los acusados y que desfilo en el transcurso de la Vista Pública arrojó los suficientes elementos de juicio para estimar la destrucción legal de la presunción de inocencia establecida a favor de los acusados de conformidad al art. 12 de la Cn. y 4 Pr.Pn. en la forma siguiente: El testigo José Francisco Hernández, manifestó: que el día de los hechos estaba en su casa con sus cinco hijos y su esposa, como a eso de las siete y media de la noche, momento en que llegaron tres hombres cubiertos de los rostros, que él supuso que era un asalto, que dichos sujetos le pidieron dinero, y que el les entregó ciento cincuenta y cinco colones que era lo único que tenía , que al ver dicha situación se llevaron también una bomba de fumigar; después le dijeron que lo llevarían a la casa del difunto, que el dicente iba descalzo y lo llevaban en medio de ellos, que los perros hicieron una gran bulla, razón por la cual el ahora difunto se encontraba en la puerta de su casa, que dichos sujetos le pedían a la víctima un dinero de un supuesto terreno que este había vendido, que el dicente no sabe a qué se referían estos sujetos, que estos sujetos hicieron que el dicente entrara a la casa de la víctima, que todos iban armados, pero que solo uno de ellos llevaba una escopeta, que cuando entraron a la casa don Adolfo estaba acompañado con sus hijas -------, -----------y ------- todos hijos de la víctima, que uno de los sujetos cuando observo que don Adolfo no le entrego el dinero que estos le solicitaban, se dirigieron a ----------tomándola de la mano y no soltaban y le decían que como su papa no les entregaba el dinero la iban a violar ordenándole este que se desnudara, que don Adolfo se encontraba como a un metro del dicente, que entraron tres personas a la casa del occiso, una entró a robar, otro los tenía al dicente y a las otras personas que estaban en la casa y el otro custodiaba, que uno de los sujetos andaba sin cubrirse el rostro pero que no recuerda las características físicas de este ni podría reconocerlo, que el sujeto que andaba sin cubrirse era el mismo sujeto que buscaba las cosas, que posteriormente les ordenaron a todos que entraran a la casa, que primero entró la muchacha después entro el occiso, que cuando el occiso entró fue que uno de los sujetos le disparó por la espalda, luego entro el dicente, que el dicente escuchó solamente un disparo, momento en que cayó al suelo don Adolfo, pero que antes estos sujetos habían hecho un disparo, manifiesta el dicente que de su casa a la de don Adolfo hay como treinta metros , que habían muchos arboles y estaba muy oscuro, razón por la cual no sabe si andaban otros sujetos con ellos, que su esposa y sus cinco hijos se quedaron en la casa cuando dichos sujetos se lo llevaron a donde don Adolfo, que después de haber sucedido los hechos o sea la muerte de don Adolfo el dicente regresó a su casa, como a las ocho de la noche, y dicha señora ni sus cinco hijos ya no se encontraban, que el dicente no la buscó porque ya era muy noche y estaba lloviendo, que fue hasta el día siguiente que llegaron y se dio cuenta que estaban bien, que el dicente no puso ninguna denuncia por el robo de que fue víctima , que conoce a un de los implicados y que platica con él cuando se lo encuentra, que en el momento en que sucedieron los hechos no recuerda que se haya mencionado ningún sobrenombre. El testigo Juan José Mejía Hernández manifestó: "que el día de los hechos se encontraba en su casa ubicada en Animas de San José Guayabal con sus dos hermanos, en la otra casa estaba su papá con sus hermanas -----------, eran como las siete o siete y media de la noche momento en que escucharon a los perros ladrar, se oyeron unas voces que dijeron "abran las puertas" y dispararon dos veces, que cuando el dicente abrió la puerta a su papa ya lo tenían afuera, que los sujetos tenían agarrada a sus hermanas pero que María Magdalena logró escapar, que eran aproximadamente las siete de la noche, que todos iban vestidos de azul y todos llevaban cubiertas sus caras con unos gorros, que dos sujetos encapuchados se llevaron al dicente y a su papa, momento en el cual escucho el dicente que estos le pedían el dinero, y este les preguntaba que cual dinero, razón por la cual le pegaban diciéndole a su papa que si no les decía donde estaba el dinero iban a violar a su hermana ---------, que dos sujetos entraron a la casa a buscar el dinero, que posteriormente entraron otros dos y buscaron lo que se iban a llevar, escuchando el dicente que se llamaban por sus apodos de Tetunte, Basura y Urraca, que luego sacaron un costalito de nylon se descubrieron lo que llevaban en el costal porque no había luz eléctrica solo había luz de candil razón por la cual se le dificultaba ver lo que ellos buscaban, que el dicente pudo ver perfectamente todo lo que sucedía porque el si está acostumbrado a ver con luz de candil, razón por la cual los cuatro sujetos se levantaron el gorro y se dio cuenta que conocía a los cuatro y esta seguro de no haberse equivocado ya que los conoció cuando va jugar fútbol a la cancha de Oratorio y allí los ha visto, que el dicente juega en un equipo de fútbol que no recuerda su nombre, después salieron dichos sujetos y les ordenaron que entraran a la casa, que el dicente iba primero, su papá iba después, momento en que uno de los sujetos le disparó en la espalda a su papá cayendo su papa al suelo, que en ese preciso momento los sujetos estaban aun encapuchados, que el vio que los sujetos tenían armas algo largas e iban vestidos todos de azul, razón por la cual no puede precisar quien fue el que disparo ,ya que pudo observarles el rostro cuando no tenían los gorros ,pero cuando decidieron matar a su papá ya se habían tapado nuevamente el rostro, que todos los sujetos portaban armas de fuego, algo cortas que el no pudo observar al señor Francisco sino hasta el momento en que entro a la casa, que eran aproximadamente como siete sujetos, que los sujetos los conoció por los apodos que se decían y por la cara porque ya los había visto antes, que el dicente no tenia información acerca de la venta de un terreno, que el sujeto que le disparo a su papá estaba como a dos metros del dicente. El testigo José Rene Monje, manifestó: Que es vecino de Mario de Jesús Urquilla que el día once de julio del año recién pasado , y en vista que este vive cerca del acusado a orilla de la calle vio, a Mario como a las ocho de la noche , en su casa, y como el dicente cuando viene de su trabajo siempre pasa frente a la casa del acusado, razón por la cual le vio ese día a la hora señalada. Extrañándole la captura de este. La testigo Cristina López, manifestó: ser la madre de José Luis López , quién manifestó considerar que a su hijo lo han involucrado injustamente, y que la captura de este había sido como a las tres de la mañana del día treinta de julio y no saber nada a cerca de los hechos que se le acusa. El testigo Nery Baltazar Mártir. Quién manifestó que la casa de Mario Jesús García esta como a diez metros de la suya, y que tiene siete años de conocerlo y que dicho acusado tiene muy buena conducta, que no pertenece a ninguna mara y que el dicente lo segura porque vive e desde que nació en ese lugar, que se dio cuenta cuando detuvieron al señor García y supo que era por que lo involucraban en la muerte de un señor, que el dicente por medio de la vos de la gente del lugar se dio cuenta de los hechos , y reporto que ese día once de julio el lo había visto y se recuerda por los comentarios de la gente que habían matado a un señor. El testigo Miguel Pérez cornejo, Quién manifestó: ser compadre del acusado Luis García , que se dio cuenta por miedo de la mamá de este que lo habían capturado por un homicidio que había sucedido el día once de julio, y que vino a declara por que ese día , el dicente visito al señor García todo el día en su casa de habitación y lo recuerda porque el dicente lleva anotadas todas las diligencias que hace en un cuaderno que no tiene en estos momentos, que ese día cenaron y se acostó témpano como a las seis y media de la tarde ya que en el campo como no hay nada que hacer se acuestan temprano. Que como a las ocho de la noche se levanto el dicente, por el hijo del señor García lloraba insistentemente y como el sabe primeros auxilios se levanto para ver en que ayudaba y pudo ver que se encontraba el acusado García junto a su esposa atendiendo al niño, que el dicente le dio una poción de hierbas al niño y al ver que el niño se calmo se acostó, hasta el día siguiente, razón por la cual sabe que no es su compadre el que participo en los hechos que se le acusa. Este tribunal considera necesario considera necesario acotar que si bien es cierto los testigos de cargo incurrieron en algunas contradicciones, como por ejemplo el número de sujetos que asaltaron esa noche la casa del señor Víctima, los sujetos que se descubrieron el rostro es necesario acotar que el testigo Juan Mejía Hernández , al analizar las declaraciones en conjunto estas contradicciones no son de gran trascendencia pues realmente se complementan y a que el testigo José Francisco Hernández, manifestó que la casa del ahora occiso se encuentra rodeada de bastante vegetación y estaba muy obscuro, y es el primer en cuestión quien manifestó que realmente eran varios , y que los reconoció porque el si los conocía por medio de sus sobrenombres de Tetunte, Bazuca y urraca, de lo que se concluye que son relevantes los elementos de prueba que concluyen ambos testigos . Así mismo es de aclarar de que si bien es cierto, la prueba de cargo aportada en la Vista Publica , es prueba indirecta, la misma ha logrado crear en el intelecto de los suscritos Jueces , la certeza sobre la culpabilidad de los acusados en el hecho atribuido, y tal como cafferata Nores cita, la certeza no es mas que la firme convicción de estar en posesión de la verdad, ya que la fuerza probatoria de dichos testimonios radica en el grado de necesidad de la relación que revela entre un hecho conocido que es el indiciario y otro desconocido que es el indicado. en el primer caso la presencia de los imputados en el lugar de los hechos o donde se inicia el curso causal del delito, en segundo lugar presencia de los testigos en el lugar de los hechos , el hecho de que todos los sujetos se encontraban armados portando armas de fuego y el hecho de que uno de los sujetos custodiara al occiso apuntándole con el arma de fuego. El elemento desconocido, que es quién o quienes le dispararon a dicho señor causándole la muerte , así mismo veremos que para que el segundo elemento sea el necesario es necesario que el que la relación entre ambos hechos, es decir el indiciario y el indicado sea necesario estando ante un hecho inequívoco. Las circunstancias entonces según los suscritos jueces, no pueden relacionarse con otros hechos que no sea el que los imputados le dieron muerte al señor Hernández Cornejo; sin descartar que no obstante todo lo expuesto, pudo haber sido uno solo de los imputados el que disparó el arma, lesionando a la víctima y ocacionándole la muerte, pero los otros sujetos tenían conocimiento de lo que pasaba, debiendo haber provocado en su compañero el desistimiento de la acción, de lo contrario asumieron el resultado de la acción delictiva, aún cuando fuera bajo la forma del dolo eventual, lo que en este caso no excluye la responsabilidad penal, especialmente a la luz de la teoría del dominio del acto y de la unidad de acción criminal inmersa en el curso causal que produjera como último resultado la muerte del ahora occiso. Es por ello que dicha prueba se convierte en una prueba cierta, por lo que los suscritos Jueces consideramos responsables del hecho indicado a los señores procesados, considerando que se probó la alevosía en el caso que nos ocupa, por el lugar donde fue inferida la lesión que causó la muerte. En cuanto a los testigos de descargo presentados por la defensa, es de hacer notar que sus declaraciones no fueron consistentes, considerando los suscritos Jueces que en un momento determinado podrían convertirse en testigos mendaces. Respecto a al individualización de la pena imponible al imputado, aplicando los artículos 33, 62 y 63 Pn., dada la considerable extensión del daño causado, pues se ha lesionado el bien jurídico más importante otorgado a la persona humana como es el derecho a la vida, tal como se desprende del artículo 2 de la Constitución de la República, que en el caso particular fue la de José Adolfo Hernández Cornejo y que de acuerdo al artículo 129 (3) Pn. fueron circunstancias que dejaron evidencia del menos precio que el imputado tiene respecto al derecho fundamental de la vida y siendo la alevosía una agravante específica cualificante del tipo penal de homicidio, convirtiéndolo en homicidio agravado. PORTANTO: Sobre la base legal consignada en los artículos, 1, 2,11, 12, 75 Ord. 2º, 86 Inc. 3º, 172 Inciso 1º y 3º y 246 Cn., y artículos 1, 2, 3, 4, 5, 32 Inc. 1º, 44, 45, 46, 47, 58 (1), 62, 63, 64 inciso 1º, 65, 129 (3) Pn.; 1, 2, 3, 4, 15, 17, 18, 53 (1), 130, 162, 191, 206, 276, 325, 329, 330, 345, 346, 348, 351 inciso 2º, 354, 356, 357, 358, 359, 361, todos del Código Procesal Penal, 1, 4, y 46 de la Ley Penitenciaria, en nombre de la República de El Salvador se RESUELVE: Decláranse CULPABLES a José Luis López García, Carlos Ernesto Martínez Sibrián y Mario de Jesús Guardado Urquilla por el delito de Homicidio Agravado, en perjuicio al derecho de la vida del señor José Adolfo Hernández Cornejo y, por ende responsable penalmente en su condición de coautores directos del ilícito penal referido. Condenase a los referidos imputados a cumplir la pena de VEINTICINCO AÑOS DE PRISION, y consecuentemente a la pérdida de los derechos ciudadanos por igual período como pena accesoria; constando en el proceso que los tres acusados fueron privados de su respectiva libertad el día treinta de Julio del año recién pasado la pena antes impuesta la terminarán de cumplir hasta el día treinta de Julio del año dos mil veinticuatro, sin perjuicio que tal fecha pudiese ser modificada por el señor Juez de Vigilancia Penitenciaria y Ejecución de la Pena de esta ciudad, siempre que ello sea apegado a lo establecido en el artículo 44 de la Ley Penitenciaria. Respecto de la acción civil se confirma el argumento expuesto en el cuerpo de esta sentencia, haciendo la aclaración que le queda expedido el derecho a la víctima para ejercerla en el Juzgado Civil correspondiente. No hay condenación en costas conforme a lo regulado en los artículos 181 Cn. y 450 Pr. Pn. Désele cumplimiento a lo establecido en el artículo 43 Inciso 2º de la Ley Penitenciaria y para tales efectos tome nota la Secretaría de este Tribunal, así como de lo dispuesto 133 Pr. Pn. para su oportuno cumplimiento. Notifíquese la presente sentencia en la forma y términos establecidos en el artículo 358 Inciso final Pr. Pn.