Retención de Ganancias al cancelar por compensación

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Página 92
Buenos Aires, martes 10 de julio de 2007
Ambito Financiero - Colección Novedades Fiscales
H
ay un dicho popular que
dice “..sobre llovido, mojado...”, que nos parece oportuno
citar ante la publicación del Dictamen 90/2006 de la Dirección
de Asesoría Técnica, donde a
nuestro entender el fisco avanza
sobre el terreno ya analizado en
el Dictamen 74/20031 y configura la confirmación de conceptos
que aseguran la ampliación de
los derechos del fisco ante el
contribuyente para el caso de la
obligación de actuar como agente de retención en el Impuesto a
las Ganancias.
Las actuaciones en dicho dictamen se originan a partir de la
presentación de una entidad que
canceló una deuda mediante la
compensación, convenida entre
las partes, de créditos que poseía
a su favor. Al respecto, aquella
sostiene, entre los puntos salientes de su argumento, que no le
correspondería actuar como
agente de retención en este caso
debido a que no puede incluirse
la compensación dentro de la
definición de pago del artículo
10 de la Ley 11.683, ya que en
dicha operatoria no se verifica:
a) el contacto directo del deudor
(agente de retención) con el importe dinerario para detraer el
importe de la retención correspondiente, y además, b) que el
instituto de la compensación no
figura dentro del alcance de concepto de pago previsto por el legislador en el antepenúltimo párrafo del artículo 18 de la Ley del
Impuesto a las Ganancias. Asimismo, sostiene que en los casos
en que exista la imposibilidad de
retener, como por ejemplo en las
operaciones de cambio, permuta
o dación en pago, el artículo 37
de la RG 830 consigna la obligación pertinente al acreedor (beneficiario de pago en cuestión)
de ingresar en forma directa el
importe de la retención que no
pudo ser practicada.
De la misma manera que en el
dictamen 74/2003, sostuvo el
fisco que la compensación configura un acto que la norma lo
equipara al pago, basándose
para dicho criterio en la doctrina2 que sostiene que en la puesta a disposición de fondos que
realice el deudor a favor del
acreedor, como por ejemplo en
la acreditación en cuenta, por la
cual el beneficiario a partir de
ese momento puede decidir sobre el destino de dichos fondos,
tal como sucede en el caso de la
compensación, deben conside-
Reciente opinión de la administración fiscal que afecta los derechos del contribuyente
Retención de Ganancias al
cancelar por compensación
CUADRO 1
Monto de la
operación a
compensar
Monto no sujeto a retención para
enajenación de bienes muebles
y bienes de cambio
Importe sujeto
a retención
% a retener
(Inscriptos IG)
Importe de
la retención
20.000
12.000
8.000
2%
160
CUADRO 2
Escribe
Carlos
Roca (*)
Venta
de “A”
45.000
rarse dadas las circunstancias
para considerarse que tuvo lugar
el pago.
Al final, el dictamen sostiene
que, en el caso de las compensaciones, éstas deben efectuarse
netas del importe de la retención, el cual es adeudado por el
agente de retención al fisco. En
este sentido, agrega que de no
proceder de esa manera, se estaría ante la aceptación de la vulnerabilidad del criterio de inoponibilidad de acuerdos entre partes ante el fisco.
Nos parece oportuno presentar a través de un ejemplo práctico la aplicación de la interpretación del fisco:
“A” tiene una deuda por compra de mercaderías de $ 20.000
con “B”, quien le debe a “A”
$ 22.000 por otra operación. “A”
compensa su deuda de $ 20.000
con “B” con el crédito de $
22.000 a su favor contra éste. La
retención a practicarse según el
fisco sería: (Ver cuadro 1)
APLICACION DEL
CRITERIO FISCAL A
OTRAS OPERACIONES
A nuestro entender, a partir de
la idea que surge del análisis de
la postura fiscal, cual es que en
la compensación hay un acuerdo
entre partes, y por lo tanto se introduce el criterio de inoponibilidad de tales acuerdos ante el
ente recaudador, es que se nos
crea alguna preocupación si traspolamos la posibilidad de que el
fisco extienda dicha inteligencia
a otras operaciones asimilables a
la compensación, llámese permuta o canje, desde el momento
en que la administración pone
sobre el tapete el rol que ocupa
Saldo a
Permuta abonar
de “B” por “B”
20.000
Monto no sujeto a Importe sujeto
retención para
a retención
enajenación de
según art. 36
bienes muebles y
Ley 11.683:
bienes de cambio (25.000 – 12.000)
25.000
12.000
%a
Importe de
retener
la retención
(Inscriptos (a ingresar
IG)
por “B”)
13.000
2%
Importe de la
retención
(a ingresar por “A”)
45000-12000)*2% 260 (Retención
Practicada por “B”)
260
400
CUADRO 3
Venta
de “A”
Permuta
de “B”
Saldo a
abonar por
dicha
operación
Importe sujeto
a retención,
según criterio
fiscal del
dictamen 90/06
Monto no sujeto a
retención para
enajenación de
bienes muebles y
bienes de cambio
Importe
sujeto a
retención
(45.000 $ 12.000)
% a retener
(Inscriptos
IG)
Importe de la
retención
¿quién la
ingresa?
45.000
45.000
0
45.000
12.000
33.000
2%
660
en el proceso retentivo dada una
relación económica en la que
existe un deudor y un acreedor
que tienen recíprocamente créditos y débitos, y acuerdan entre sí
la cancelación de éstos mediante la compensación, situación
que emerge de una decisión privada y, como tal, puede no puede oponérsele, derivando así en
el nacimiento del derecho del
sujeto activo en la relación jurídica tributaria al cobro del impuesto, y la obligación del deudor (el agente de retención) al
pago del mismo.
Brindamos aquí un ejemplo
de retención en operación de
canje o permuta según artículos
36 y 37, Ley 11.683:
“A” vende un automóvil a
“B” en $ 45.000, y “B” entrega
en canje a “A” un automóvil por
un valor de $ 20.000. En este
caso, la retención a practicar sería la siguiente: (Ver cuadro 2)
Ahora bien, el artículo 36 de
la RG 830 determina que en la
figura de canje o permuta correspondería la retención únicamente si de la operación surge
una suma por cancelar por alguna de las partes; por lo tanto,
cuando se perfecciona una operación de este tipo por precios
iguales, e interpretando la norma
en forma literal, no surgiría en
principio la obligación de practicar la retención. Ahora si profundizamos el estudio del tema a
la luz de lo comentado en el párrafo anterior, creemos que tal
aseveración podría ponerse en
riesgo, en el sentido de que si
seguimos el razonamiento esbozado por el ente recaudador en
ambos dictámenes, podríamos
entender que en el caso de operaciones de canje o permuta
existen las condiciones que verificarían el concepto de pago, ya
que hay un acuerdo entre partes,
en donde ambas ponen a disposición créditos recíprocos, y en
la cual el acreedor tiene la disposición de los fondos para tomar
decisiones sobre éste. Ante ello
se debería satisfacer el importe
de sus acreencias libre del im-
puesto a retener, y por consiguiente, seguiría indemne el derecho del sujeto activo al depósito de dicho importe por parte del
deudor, y no sólo por la parte del
valor abonado en dinero, sino
por el total del importe de la
operación.
Si se acepta la línea de pensamiento del fisco y sobre la base
de que en el artículo 8° de la ley
de procedimientos se enumera al
agente de retención como responsable solidario para con el
contribuyente, y a la vez en el
inciso c) del mismo artículo se
hace solidario al contribuyente
por los importes no retenidos
por el agente de retención, entendiéndose a éste responsable
por deuda propia a partir de la
realización del presupuesto de
hecho que la ley impone en el
instituto retentivo, es que nos
preocupa la idea de que la interpretación y el razonamiento del
ente recaudador en los dictámenes bajo análisis se extienda
también en un futuro a las operaciones de canje o permuta, por
las responsabilidades emergentes para las partes que subsisten
al mismo tiempo en la determinación de la retención.
Para mayor entendimiento de
lo expresado, ejemplificamos
un caso de retención de una
operación de canje o permuta,
donde “A” y “B” canjean bienes a un mismo valor, aplicando el posible criterio del fiscal
derivado del dictamen 90/06:
(Ver cuadro 3)
Como se puede observar, el
citado razonamiento tiene una
arista difusa, como lo dejamos
aclarado en el ejemplo, y se daría en el caso de operaciones de
canje o permuta por un mismo
valor, al momento de determinar
cuál de las partes es el deudor
tributario. En principio, nos parece lógico que sea el señor “A”,
sobre la base de nuestro ejemplo, quien deba actuar como
agente de retención al ser el vendedor en origen de la operación,
y puesto que el señor “B” paga
lo adquirido de “A” con un bien
que circunstancialmente tiene el
mismo valor que el bien adquirido de “A”. Pero avanzando en el
análisis del ejemplo nos surge
una segunda duda, al observar
que en dicha operación no existe saldo dinerario de donde “A”
pueda detraer la retención respectiva, y por imperio de lo dicho en el artículo 36 segundo
párrafo de la Ley 11.683, convertiría a “B” en el sujeto deudor
de la retención.
No pretendemos con lo dicho
en el trabajo, especialmente en
este apartado, confundir al lector
ni aventurar el futuro, pero nos
parece oportuno reflexionar sobre posibles situaciones y consecuencias futuras referidas al tipo
de operaciones analizadas, que
puedan desprenderse de la interpretación que el fisco ha plasmado en los dictámenes comentados.
(*) Trabajo elaborado para MR
Consultores.
1) Dictamen 74/2003 (DAT) del 24
de noviembre de 2003.
2) Carlos Raimundi y Adolfo
Atchabaian, “El impuesto a las
ganancias”, segunda edición, página 407.
Administración tributaria
bajo un análisis integral
Encarar en profundidad la problemática de
la administración tributaria, tanto desde lo organizativo y estructural como de la implementación de normas complementarias que hagan
operativas las normas legales, es una cuestión
que merece atención y dedicación.
Los temas abordados por los expositores nacionales y extranjeros convocados para las Jornadas Internacionales 2007 organizadas por la
Asociación de Empleados de la Dirección General Impositiva los días 5 y 6 de julio dan
cuenta de ello y de la diversidad de cuestiones
que conforman “Los desafíos de la administración tributaria”, como se denominó al evento
en esta oportunidad. El gremio que reúne a los
trabajadores de la AFIP mostró de este modo su
preocupación por debatir previsiones para el
mejor funcionamiento de la administración de
la que son parte.
El director general de la DGI, Horacio Castagnola, primero y luego el titular de la AFIP, Alberto Abad, tuvieron a su cargo explicar el funcionamiento y las expectativas que tiene la orga-
nización tributaria, así como también propuestas
que mejoren las estrategias y con ello los objetivos de la administración. Por caso, como explicó Abad, se debe tener una visión del mundo en
cuanto a concentración de la riqueza y de las
operaciones internacionales, las que ocurren en
su mayoría entre empresas vinculadas. El secretario ejecutivo del Centro Interamericano de Administradores Tributarios, Claudino Pita, también abordó el tema con especial énfasis en las
tendencias prevalecientes en las actuales administraciones tributarias, respecto de su organización funcional. No escapó a la jornada la necesaria armonización de tributos en el Mercosur, lo
que fue comentado por Hugo González Cano, en
particular por la reforma impositiva uruguaya.
El impuesto de igualación en Ganancias y
sus controversias fueron expuestos por Mario
Volman y Gabriel Vadell . Del mismo modo, reconocidos especialistas trataron cuestiones atinentes a fraude fiscal, comercio electrónico, fideicomisos, entre otras que merecen ser bien
reglamentadas y administradas
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