AP7149-2015 - Corte Suprema de Justicia

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RELEVANTE
SALA DE CASACIÓN PENAL
: EYDER PATIÑO CABRERA
M. PONENTE
: 44425
NÚMERO DE PROCESO
NÚMERO DE PROVIDENCIA : AP7149-2015
: CASACIÓN
CLASE DE ACTUACIÓN
: AUTO INTERLOCUTORIO
TIPO DE PROVIDENCIA
: 02/12/2015
FECHA
: Concierto para delinquir / Extorsión
DELITOS
: Ley 599 de 2000 art. 30, 340-2 / Ley 906 de
FUENTE FORMAL
2004 art. 180, 181, 184-3
TEMA: FALSO RACIOCINIO - Técnica en casación
«Cuando se predica un error de hecho en el sentido de falso raciocinio, se debe
demostrar que el ejercicio valorativo del funcionario judicial es trasgresor de los
postulados de la lógica, de las leyes de la ciencia o de las reglas de la experiencia,
es decir, de los principios de la sana crítica como método de apreciación probatoria.
Con tal fin, el libelista debe señalar, con exactitud, el medio de prueba sobre el que
recae el yerro, identificar aquello que expresamente dice y se deduce de él, el
mérito persuasivo otorgado al mismo por el juzgador, indicar y desarrollar, con
precisión, la regla lógica, la ley de la ciencia o la máxima de la experiencia aplicada
erradamente al realizar el proceso valorativo de los medios de prueba, así como la
que apropiadamente le debió servir de apoyo, la norma de derecho sustancial que
indirectamente resultó excluida o indebidamente aplicada o interpretada y,
finalmente, acreditar que de no haberse incurrido en el defecto, el sentido de la
decisión adversa habría sido sustancialmente opuesto.
En el caso de la especie, aunque el casacionista identifica algunas de las pruebas
en las que habría recaído el yerro de raciocinio -verbi gratia, el testimonio de AE-,
en el cometido de identificar las leyes de la sana crítica supuestamente ignoradas
por los juzgadores, no solo elabora unas proposiciones respecto de las cuales no
se ocupa de evidenciar su generalidad como normas de conducta del conglomerado
social sino que falta al principio lógico de corrección material al desconocer el
alcance de las empleadas en las providencias acusadas».
SECUESTRO - Diferencias con la captura en flagrancia / SECUESTRO - Elementos:
verbos rectores
«Una cosa es, entonces, ubicar e incluso detener en flagrancia a un supuesto
delincuente a efecto de ponerlo inmediatamente a órdenes de la fiscalía y otra,
muy distinta someter a esa persona a la imposibilidad de ejercer su libertad de
locomoción, por un tiempo indeterminado, hasta tanto, el representante legal del
menor retenido suscribiera un acuerdo de pago de lo supuestamente hurtado, en
uno de los eventos, o hasta que al sitio arribara el supervisor de los vigilantes, en
los demás.
Tampoco se trata de que los vigilantes estuvieran compelidos a aplicar, en sus
actuaciones, el derecho al debido proceso que se demanda de la policía, sino, como
con meridiana claridad lo señalaron los juzgadores, de no coartar la libertad de los
presuntos infractores, máxime si, como lo reconoce el libelista, las aprehensiones
no se produjeron en flagrancia.
Es así como, independientemente, de que F.A.C.E., FJC y EJM hubieren o no
ejecutado los punibles de los que se les acusaba y de la tardanza en arribar a la
portería la madre del primero o el jefe de seguridad respecto de los dos restantes,
los vigilantes no podían, por virtud de una ley de la lógica inexplicada por el censor,
ejercer la justicia privada, so pretexto de no ser convidados de piedra, hacer
cumplir los reglamentos y garantizar la tranquilidad y el orden social de la
copropiedad o de acatar las órdenes impartidas por los miembros del consejo de
seguridad, que de autorizar la retención de los ciudadanos comprometidos en algún
reato, como lo sentenció el juzgador plural, serían del todo ilícitas.
El libelista no logra explicar cómo la privación arbitraria de la libertad de quienes
eran acusados de infractores penales corresponde al mínimo de justicia al que
aspiran el común de las gentes y, particularmente, los administradores de las
copropiedades y, muchos menos, que aquél sea, como lo afirma el censor, el
comportamiento de todos los vigilantes del país, ante la comisión de conductas
ilícitas en su ámbito de custodia.
Ahora, aunque pareciera obvio, el letrado tampoco identifica cuál es la regla de la
experiencia y del sentido común que impediría tener a una persona secuestrada a
la vista pública o a las afueras del sitio donde está su captor; cuestión que, en el
caso particular, no resulta significativa si se advierte que dentro de los elementos
normativos del tipo penal de secuestro, el ocultamiento de la persona únicamente
corresponde a uno de los verbos rectores, mientras que, la sustracción, el
arrebatamiento y la retención también son conductas pasibles de dicha infracción.
En este punto, el recurrente ignora que uno de los comportamientos endilgados a
HO fue precisamente el de la retención de F.A.C.E. -que no su ocultamiento- la cual
empezó a las 7:00 a.m. -cuando el menor se presentó en la portería- y perduró
hasta que su padre se comprometió a pagar los $70.000, en cuotas de $20.000.
[…]
Distinto a lo adverado por el demandante, no se observa que los juzgadores
propugnaran por el desacato de las funciones de control y seguridad atribuidas a
los empleados de la empresa de vigilancia, por el incumplimiento de los
reglamentos internos, o por la imposibilidad de imponer amonestaciones conforme
a los mismos; el juicio de reproche deviene del exceso de los límites legales y
constitucionales que prohíben la vulneración del bien jurídico de la libertad y
autonomía personal.
[…]
La comisión de un delito, de ningún modo, autoriza su investigación y represión a
manos de los organismos de seguridad privados o de cualquier ciudadano, razón
por la cual la mera causalidad entre un ilícito y la retención de su autor por parte
de los vigilantes, no constituye causal de justificación alguna de esta última
conducta».
RESPONSABILIDAD PENAL - Es personal e intransferible
«Es imperioso, también, recordar al casacionista que la responsabilidad penal es
de carácter individual. En ese orden, si otros coprocesados fueron absueltos por el
delito de secuestro, los que además no estaban en idéntica situación fáctica que su
asistido, mal podría predicarse igual tratamiento judicial. Valga destacar, por
ejemplo, el caso de CH quien fuera absuelto por el cargo relacionado con el
secuestro de FJC, habida cuenta que, la víctima no lo incriminó».
VIOLACIÓN DIRECTA DE LA LEY SUSTANCIAL - Parte de la aceptación plena
de los hechos / VIOLACIÓN DIRECTA DE LA LEY SUSTANCIAL - Modalidades:
técnica en casación /COMPLICIDAD - Técnica en casación
«Cuando se intenta la postulación de la censura por la ruta de la violación directa
de la ley sustancial, el recurrente debe hacer completa abstracción de lo fáctico y
probatorio y, en ese sentido, admitir los hechos y la apreciación de los medios de
convicción fijados por los sentenciadores, de manera tal que le corresponde
desarrollar el reproche a partir de un ejercicio estrictamente jurídico, en el que
establezca la vulneración del precepto normativo en el caso concreto, por medio de
cualquiera de las tres modalidades de error: falta de aplicación, aplicación indebida
o interpretación errónea y seguidamente, demuestre la trascendencia del yerro en
el sentido de la decisión impugnada.
Mientras que la falta de aplicación opera cuando el juzgador deja de emplear el
precepto que regula el asunto, la aplicación indebida, deviene de la errada elección
por el fallador de una disposición que no se ajusta al caso, con la consecuente
inaplicación de la norma que recoge de forma correcta el supuesto fáctico. La
interpretación errónea, en cambio, parte de la acertada selección de la disposición
aplicable al asunto debatido, pero conlleva un entendimiento equivocado de la
misma, que le hace producir efectos jurídicos que no emanan de su contenido.
Ahora, cuando se invoca algún defecto de selección, como el postulado en esta
censura, por falta de aplicación del artículo 30 del Código Penal, en lo relativo a la
complicidad en tanto grado de participación, el demandante debe demostrar que,
pese al expreso reconocimiento, en la parte motiva del fallo, de que el procesado
participó en el injusto en calidad de cómplice, el sentenciador no le confirió la
consecuencia jurídica del caso, esto es, no le atribuyó el delito en esa condición y/o
no le concedió el descuento punitivo correspondiente.
En cambio, se debe acudir a la vía indirecta, en alguna de sus modalidades de
ataque, cuando la falta de reconocimiento de la calidad de cómplice se produce
como consecuencia de la errada valoración de los hechos y la prueba.
El censor se equivocó al escoger la ruta de ataque, pues aquí no se trata de que
los juzgadores hayan admitido la complicidad del acusado en los reatos endilgados
pero hubieren omitido declararlo así en la fase resolutiva de las sentencias, toda
vez que siempre fue considerado autor, sino del disenso frente al análisis probatorio
de los juzgadores, al no conferirle esa calidad, pese a que estaría acreditado que
su proceder fue producto de las órdenes impartidas por sus superiores (comité de
seguridad de la central mayorista y jefe de seguridad), lo cual ha debido ser
intentado por la senda de la infracción mediata de la ley sustancial».
CASACIÓN - Interés para recurrir: identidad temática con la apelación
«A lo dicho se suma que el censor carece de legitimidad en la causa para alegar,
en sede de casación, el reconocimiento de la calidad de cómplice, teniendo en
cuenta que, este tema no fue objeto de impugnación ante la segunda instancia,
privando de esta manera, a esa colegiatura de pronunciarse sobre el particular».
AUTORÍA - Teoría del dominio del hecho
«En todo caso, está bien resaltar, de acuerdo con las consideraciones de los
falladores, que el aporte de HO en la comisión de los secuestros no corresponde a
una simple ayuda posterior, sino a su participación concomitante en los injustos
penales respecto de cuya ejecución tenía pleno dominio del hecho, pues
independientemente de que no hubiere participado en la conducción de los
secuestrados -conducta no reprochada en las sentencias- o no supiera de los
punibles sino hasta cuando se produjeron las retenciones en las instalaciones de la
portería que custodiaba, mantuvo, con conciencia y voluntad, bajo privación ilegal
de la libertad a F.A.C.E., FJC y EJM, durante varias horas».
CAUSALES DE AUSENCIA DE RESPONSABILIDAD - Orden legítima de
autoridad competente: caso de orden ilícita
«Ninguna orden del consejo o del jefe de seguridad de naturaleza ilícita, como lo
sería la de impedir la libre locomoción de los presuntos infractores de la central
mayorista, mientras se daba paso a una solución coercitiva del problema
(suscripción de actas de compromiso, devolución de dineros, prohibición de ingreso
al lugar) puede ser admitida como justificante del delito de secuestro».
FALTA DE MOTIVACIÓN DE LA SENTENCIA - Técnica en casación
/ CONCIERTO PARA DELINQUIR - Delito autónomo / CONCIERTO PARA
DELINQUIR - Se configura: basta con el acuerdo de voluntades y la puesta en
peligro del bien jurídico
«Aunque el censor acude a la ruta del error de hecho por falso raciocinio por
vulneración del principio de razón suficiente, su demostración se alindera más con
alguno de los motivos de nulidad, concretamente, con los de motivación
insuficiente.
[…]
En ese orden, ha debido postular su reproche conforme a la causal segunda,
identificando los aspectos específicos de la providencia que impiden conocer con
claridad sus fundamentos. En efecto, para tener por acreditado un vicio de
motivación, no es suficiente manifestar cabal conformidad con la sentencia de
primera instancia y reprobar, en abstracto, la de segunda.
Un disenso comprometido con la demostración de falencias argumentativas impone
demostrar que el soporte fáctico jurídico de la decisión es tan deficiente que es
inviable estructurar los extremos típicos, antijurídicos y culpables del injusto.
No es esto lo que ocurre en la demanda, pues solamente se aduce que el proveído
acusado no es más que una amalgama de ideas deshilvanadas, pero no se
relaciona, verdaderamente, cuáles son las deficiencias del fallo, salvo por la
afirmación de la defensora, según la cual el Tribunal señaló que el a quo desconoció
la realidad probatoria que ubica a los procesados como ejecutores de muchos
delitos, siendo que C y C fueron absueltos por los de secuestro.
Ignora, en este punto, el jurista que el juicio de reproche por la ejecución del delito
de concierto para delinquir, no demanda como presupuesto de su esencia, la
atribución coetánea de responsabilidad por los punibles objeto del convenio
criminal, en tanto es una conducta autónoma que únicamente requiere la
concertación para la comisión de la infracción penal, independientemente de que
esta alcance o no su consumación.
Lo dicho sirve además para desechar la validez argumentativa del segundo
reproche, en tanto, la absolución por el delito de secuestro de la que fueron
favorecidos C y C, de manera alguna incide en la eliminación de la circunstancia de
agravación específica de que trata el inciso 2º del artículo 340 del Código Penal,
pues, se insiste, no es necesario que el punible para el que se conciertan los actores
sea efectivamente ejecutado».
CASACIÓN OFICIOSA - Deber de decretarla cuando se afecten garantías
«Si bien el recurso extraordinario de casación no constituye una oportunidad para
rebatir el criterio del juzgador como si se tratara de una instancia adicional, sí
comporta un control de legalidad y constitucionalidad concreto frente al fallo
recurrido, que propende por la eficacia de los fines previstos en el artículo 180 del
ordenamiento procesal penal vigente, estos son, la guarda de las garantías de los
intervinientes, la reparación de los agravios, la unificación de la jurisprudencia y la
realización del derecho material.
En ese orden, el artículo 184, inciso 3º de la Ley 906 de 2004, faculta a la Corte a
actuar oficiosamente, cuando aun inadmitiendo la demanda de casación advierta
la necesidad de hacer efectiva alguno de esos propósitos.
Esta es la ocasión, pues la Sala advierte que, al parecer, respecto de la mayoría de
los coprocesados -LYRL, JALG, WGQV,DMSP, J DM, NACH, JARC, JBHO, JFC, MDB
Y YAOR- habría lugar a restablecer los principios de congruencia y legalidad de la
pena, así como probable la necesidad de declarar la extinción de la acción penal
por prescripción a favor de DB por el delito de constreñimiento ilegal, lo que de
manera eventual amerita la casación oficiosa y parcial del fallo, a fin de restablecer
las garantías probablemente trasgredidas a los enjuiciados.
De manera que una vez proferida esta decisión y cumplido con el rito de la
insistencia, el expediente regresará al despacho del Magistrado Ponente con el
propósito de que la Sala se pronuncie oficiosamente acerca de la posible
vulneración de derechos fundamentales, conforme se ha indicado».
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