políticas públicas y de bienestar social

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POLÍTICAS PÚBLICAS Y DE BIENESTAR SOCIAL: ACCIONES Y
PROCESOS EN EL MUNICIPIO DE PUERTO BERRÍO
ANDRÉS MAURICIO MARULANDA GUTIÉRREZ
DOCENTE
LUZ DARI RUIZ BOTERO
CURSO
Políticas y bienestar social
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
DEPARTAMENTO DE TRABAJO SOCIAL
SECCIONAL MAGDALENA MEDIO
PUERTO BERRIO (ANT)
2008
POLÍTICAS PÚBLICAS Y DE BIENESTAR SOCIAL: ACCIONES Y
PROCESOS EN EL MUNICIPIO DE PUERTO BERRÍO
Al momento de suscitarse el tema sobre las políticas publicas, se erigen
reluciendo temas y controversias a cerca de su pertinencia, veracidad y
aplicabilidad en las ya constantes y comunes problemáticas sociales, y
mas aun, procesos, procedimientos y funcionamiento de las políticas
frente a los problemas y ante la construcción, seguimiento y evaluación
que hacen las instituciones gubernamentales y no gubernamentales a
estas.
Teniendo como foco el contexto colombiano, las políticas publicas y de
bienestar social en la mayoría de los casos han tomado la imagen de
novelas a premiar
por la real academia de la lengua, pero a decir
verdad, solo han quedado en la simple nominación, ya que se han
estancado simplemente en el proceso de formulación o implementación.
Desde un principio estas se consideran como una labor propuesta y
desarrollada por toda la comunidad interesada, formando planes
articulados de solución encaminados al cumplimiento de las metas
trazadas y el beneficio de la población.
Desafortunadamente, tanto las políticas públicas como las de bienestar
social se han estado convirtiendo en simples y poco profundos planes
de acción ante eventualidades o desajustes frente a la calidad de vida de
las personas; las cuales en ocasiones resultan eficaces (temporalmente)
pero
quedan
en
un
entrevero
su
pertinencia,
continuidad
y
aplicabilidad. Claro esta que no se desmerita la enorme contribución
lograda por los programas temporales de ayuda, promoción, atención,
prevención o comunes campañas instauradas por instituciones y
administraciones municipales y departamentales para el beneficio de la
comunidad, pero que una vez concluidas, allí han de quedar, sin tener
en cuenta el seguimiento de los resultados o la pertinente evaluación
conjunta de los procesos realizados, los cuales han ganado un amplio
terreno de trascendencia material, pero que en esencia han estado
carentes de valor, significado y trascendencia social.
Actualmente hablar de políticas públicas y de bienestar social es
adentrarse
en
la
onda
verbal
instaurada
por
los
sistemas
administrativos nacionales, que pretenden dar una estructura uniforme
a las acciones que han de desarrollarse en las administraciones locales
(municipales, departamentales y nacionales) con el fin de suplir las
necesidades sociales; y por parte de sistemas mundiales que pretenden
encaminar
de
forma
controlada
las
naciones
tercermundistas
basándose en ideas, teorías y procedimientos descontextualizados de
las realidades de las distintas localidades, y las cuales, países como
Colombia los han copiado y aplicado erróneamente.
De forma indiscriminada, el bienestar con el que deben cumplir las
políticas públicas y de bienestar social se ha tergiversado al punto de la
superficialidad de la labor sin distinguir las actividades de los procesos,
debido a la falta de resultados, continuidad y significado de estas, que
en la mayoría de los casos es poca la comunidad participante de estas
(desde la formulación hasta la evaluación), volviéndose común verlas
como
propuestas
propias
(formulada
y
construida)
de
las
administraciones de turno, y una vez terminado el periodo, terminado el
proceso. Viéndose como un juego en el que “la responsabilidad era de
todos y cualquiera pudo haber participado, algunos ignoraron el trabajo,
todos se chutaban la responsabilidad y al final nadie hizo nada”
Para aclarar, Colombia ha sido testigo fiel de miles de actividades que
han pretendido tratar inconformismos sociales y requerimientos
comunitarios,
desarrollar
planteamientos
o
planes
positivos
encaminados al desarrollo local y a la conservación de los recursos
materiales, naturales, económicos y otros más. Pero muy pocas veces
ha sido testigo de verdaderas y propiamente estructuradas (no siempre)
políticas
públicas
o
de
bienestar
social
contextualizada
a
las
necesidades reales de las localidades, promoviendo en estas el
desarrollo y el bienestar social, tal es el caso de los planes maestro de
vivienda con la creación
del Instituto de Crédito Territorial (ICT)
creado en el año de 1939 y reorientado con la Ley 3ª de 1991,
alcantarillado y la extensión de las redes del acueducto para el
suministro de agua potable (sin incluir las de Quibdo) desarrollados en
las diferentes administraciones locales y departamentales. O a tener en
cuenta también, la política, pero en este caso privada de la fundación
minuto de Dios otorgando casas a las familias necesitadas del
departamento de Cundinamarca.
Claro esta que no cabe la menor duda en que las acciones faltas de
seguimiento
han
resanado
algunas
inconsistencias
abiertas
por
acontecimientos ocurridos, y han permitido en alguna medida expresar
y desarrollar planteamientos beneficiosos para las comunidades, pero
de allí no pasan, o aun peor, las inconsistencias retornan con mayor
fuerza y efec6tos negativos mas visibles. Tal es el caso de la Reinserción
que ahora es un conflicto invisible que el estado colombiano “no ha
visto”, o las bien llamadas “negociaciones de paz” o mitos como la
reforma del sistema político y los aumentos salariales dignos.
Lo que realmente se requiere, y con urgencia, es que las políticas
públicas y de bienestar social se conviertan en procesos evolutivos,
tanto en lo que se piensa de ellas como en lo que son de forma tangible
desde su formulación hasta su implementación, y que cada una de
estas sea construida para acoplarse perfectamente a los requerimientos
y necesidades sociales.
La importancia de las políticas públicas y de bienestar social, a
diferencia de las actividades y acciones políticas o institucionales sin
proceso, se centra desde el principio de su formulación en el profundo
análisis situacional del contexto y de las condiciones de vida de la
comunidad, estudiando lo que existe, lo que falta y lo que puede
requerir la población. Esta debe verse entonces como una decisión e
implementación grupal entre las administraciones locales, instituciones
públicas y privadas, ONGs, y representantes legitimados provenientes
de la comunidad conocedores de su realidad.
Esta es entonces un mecanismo participativo de decisiones conjuntas
con objetivos y criterios unificados, deseables, claros y realizables,
llevado a cabo como un proceso holístico guiado por un trabajo de
diagnostico investigativo previo por medio de una labor teórico-práctica.
Será entonces posible en la actualidad, con la falta de verdaderas
políticas públicas y de bienestar social y con los pocos conocidos
antecedentes de resultados positivos obtenidos en la implementación de
las políticas hablar de un estado de bienestar, o como lo cita Jens Alber
“Welfare State”1
Pues de acuerdo con la exigencia conceptual del bienestar actual,
multívoco y tornasolado 2como lo expresa G. A. Ritter, refiriéndose al
grado
en
que
se
han
satisfecho
las
necesidades
humanas
fundamentales como empleo, ingresos, educación, salud, vivienda y
servicios públicos, e igualmente, aspectos como la seguridad social, la
cultura y las posibilidades de participar en la toma de decisiones3; es
mucho el camino que falta por recorrer y lograr ello, Ya que aun, dentro
de la construcción de las políticas no se concibe al hombre como
protagonista de su futuro ni se plantea el desarrollo como generador de
leyes y organizador de servicios indispensables para proporcionar el
bienestar humano4.
ALBER Jens en ALVAREZ R, Adolfo. Diseño de Proyectos de Bienestar Social: un
enfoque estratégico
2
G. A. Ritter en JIMENEZ Franco, Emmanuel. El estado de bienestar: orígenes,
alternativas y nuevas perspectivas.
3
ALVAREZ R, Adolfo. de Proyectos de Bienestar Social: un enfoque estratégico. El
bienestar social, Cáp. 1
4
REINA De Zuluaga, Julia. Diseño de Proyectos de Bienestar Social. Proyectos de
bienestar social en el desarrollo de un país
1
No se trata entonces de descargar todo el peso de la responsabilidad en
el ente administrativo municipal, departamento o nacional para lograr
alcanzar el bienestar de las comunidades. El tener en cuenta La
participación e inclusión generalizada de una sociedad en los planes,
programas y proyectos es lo que permite fortalecer un verdadero
desarrollo de lo social, lo cultural y lo económico de la territorialidad,
logrando convertir los “anhelos en realidades” (Julia Reina de Zuluaga).
De acuerdo a esta situación, y centrando la problemática de las
políticas públicas y de bienestar social en el municipio de Puerto Berrío
son
muchas
las
acciones
que
deben
tomarse
como
vitales
e
indispensables construir y desarrollar actitudes de producción tales
como
el
comportamiento
individual,
el
comportamiento
de
los
individuos en grupo, la interrelación de los individuos y grupos con el
contexto local y la valoración de este. Dicha valoración local significa el
principio de la reconstrucción y despertar del desarrollo de las políticas
públicas y de bienestar social.
Por ello, el municipio de Puerto Berrío, a partir de esa valoración de lo
local, en la construcción de políticas en la actualidad, tiene el deber de
combatir los diversos problemas presentados en las distintas etapas de
una política, tales como:
Diseño: El desconocimiento de mecanismos informativos por parte de la
sociedad que les permita participar en los espacios que el gobierno les
ha estado negando, lo que razonablemente fomenta el desinterés dando
pie a dos fenómenos: la concentración de los poderes municipales. Esta
situación conlleva a la mala focalización de necesidades reales y el
desconocimiento de la comunidad de los procesos facilitando la
desviación de los recursos por parte de las administraciones
Implementación: Aquí los problemas inician en la implementación de
los recursos, ya que regularmente su uso no es propiamente
planificado, prestándose a demora en las acciones y la desviación de los
mismos. Esto genera rechazo de las acciones en la comunidad, pues
sienten que las necesidades no han sido satisfechas. A lo que se le
suma las pocas articulaciones de las posibles políticas públicas y de
bienestar social planteadas con los planteamientos gubernamentales, el
incumplimiento de los planes y la exagerada visión paternalista y
asistencialista descontextualizada por parte del estado y la comunidad.
Evaluación: Se evidencia primordialmente la falta de seguimiento a los
procesos, al igual que la inexistencia y desorganización de las
rendiciones de cuentas y participación de la comunidad en las
veedurías ciudadanas a la hora de evaluar los procesos, la cual se hace
de manera poco conciente, facilitando la no publicación de resultados
de los procesos.
Estos son los problemas más punzantes en la estructura del municipio
en cuanto a las políticas públicas y de bienestar social requiriendo la
actuación inmediata de organismos, instituciones y profesionales que
promuevan la participación y veeduría constante de la comunidad en
los procesos desarrollados por el municipio a mediano y largo plazo,
promoviendo a través de dichas acciones el estado de bienestar de la
población.
En estos momentos actuales, el municipio posee varios antecedentes de
políticas públicas y de bienestar social que superficialmente dieron
frutos, pero que a profundidad no llegaron a su propósito. Entre estas
se puede mencionar la Reubicación del Barrio Oasis, construido sobre
el antiguo basurero urbano municipal y recuperación de zonas de alto
riesgo en el año 2001, la cual quedo en la etapa de diseño debido a la
exclusión de la comunidad residente en dicho barrio, viéndose solo
como “beneficiarios” de una política no concretada en consenso. (Anexo
1)
Se puede encontrar también el plan maestro de restauración del
alcantarillado municipal en el casco urbano en 1998, restaurando cajas
de desagüe y modificando tubería de concreto a PVC; este se haría por
etapas pero quedo en la etapa de implementación debido a la desviación
(desaparición) de los recursos financieros dejando la mayor parte del
municipio
sin
la
restauración.
Aunque
cabe
decir
que
la
descentralización de la administración de los servicios públicos a
empresas privadas a permitido continuar con esta política, en especial
con barrios construidos en zonas no adecuadas como las antiguas
lagunas que se ubicaban en el municipio, tales como los barrios San
Francisco,
Buenos
Aires,
Antioquia
y
Kennedy,
en
los
cuales,
actualmente se esta trabajando. (Anexo 2)
Para los años 2000 se inicio con la política de rehabilitación del muelle
Multimodal y el transporte de carga por medios fluviales. Esta política
se construyo en común acuerdo entre el municipio de Puerto Berrío,
apoyado por la Gobernación de Antioquia, la Presidencia de la
Republica y empresas como IDEA y CORMAGDALENA. Esta política
inicio con fuerza arrolladora y ofrecía la oportunidad de empleo directo
a más de 500 personas. Lastimosamente la política se debilito debido a
falta de la voluntad política para continuar con el proceso. Actualmente
esta política ofrece no más de 20 empleos a personas del municipio y
fuera de este. (Anexo 3)
Cabe igualmente mencionar proyectos que han llegado a trascender en
Puerto Berrío en la actualidad por su tangible materialización ante la
comunidad (beneficiaria y testigo) como la construcción de barrios como
Tulipanes y Portón de la Vega beneficiando a más de 1000 familias del
municipio y desplazadas. (Anexo 4)
La política más actual que maneja el municipio en asociación con la
Gobernación Departamental es la que en estos momentos encuentra
manejando la adecuación, adjudicación y potencialización de los
terrenos del resguardo indígena Emberá ubicado en el corregimiento de
Virginias, proporcionándoles redes de acueducto y alcantarillado y
energía eléctrica dentro de su comunidad. Aunque titulo personal, la
energía eléctrica esta un poco desviada de las costumbres de vida de la
población indígena.
Así pues, Puerto Berrío es un municipio con historia pasada y actual en
el diseño e implementación de políticas públicas y de bienestar social,
pero con muy graves antecedentes de culminarlas con éxito y
aceptación dentro de la población.
Entonces, si es cierto que el bienestar
es sinónimo de progreso y
desarrollo social, de la calidad de vida, pero es al mismo tiempo un
concepto abstracto y genérico, sobre los niveles promedios de vida
alcanzados en una determinada sociedad, en la cual en estricto sentido,
coexisten distintos niveles de bienestar5 (Adolfo Álvarez R.), entonces la
tarea que queda por hacer es bastante larga, tratando de unificar y
enlazar las necesidades requeridas por el pueblo y promover en la
mayor medida una política publica o de bienestar social clara,
estructurada, contextualizada y aplicable al municipio.
Por ello, lo que espera a trabajadores sociales en esta labor esta en una
intervención fundamentada6, contribuyendo al cumplimiento de los
derechos sociales a través de la concreción de los derechos sociales de
manera eficaz, para dar cumplimiento a las necesidades materiales y
posmateriales inmersas en la sociedad actual.
5
ÁLVAREZ R, Adolfo. Diseño de Proyectos de Bienestar Social: un enfoque estratégico
6
VEGA, De La Red Natividad; en El trabajo social en la era de la incertidumbre
ANEXOS
Anexo 2. Cajas de desagüe a modificar. Barrio Buenos Aires
Anexo 3. Monta y descarga de mercancías en el muelle multimodal
Anexo 4. Proyectos de vivienda e interés social. Barrios Tulipanes
(abajo) y Portón de la Vega (Arriba)
BIBLIOGRAFÍA
ALBER Jens en ALVAREZ R, Adolfo. Diseño de Proyectos de Bienestar
Social: un enfoque estratégico
G. A. Ritter en JIMENEZ Franco, Emmanuel. El estado de bienestar:
orígenes, alternativas y nuevas perspectivas.
ALVAREZ R, Adolfo. de Proyectos de Bienestar Social: un enfoque
estratégico. El bienestar social, Cáp. 1
REINA De Zuluaga, Julia. Diseño de Proyectos de Bienestar Social.
Proyectos de bienestar social en el desarrollo de un país
VEGA, De La Red Natividad; en El trabajo social en la era de la incertidumbre
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