iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforma la fracción

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INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO POR EL QUE SE REFORMA LA FRACCIÓN III DEL
ARTÍCULO 2-A DE LA LEY DE CORDINACIÓN FISCAL A FIN DE RECONOCER LA APORTACIÓN DE
LOS PUEBLOS INDÍGENAS AL DESARROLLO DE SUS COMUNIDADES Y MUNICIPIOS.
El suscrito SALOMÓN JARA CRUZ, senador por el Estado de Oaxaca a la LX Legislatura de la Cámara de
Senadores del Congreso de la Unión, con fundamento en lo dispuesto por los artículos 71, fracción II, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 55, fracción II, del Reglamento para el Gobierno Interior
del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, tengo a bien presentar ante esta Soberanía la presente
iniciativa con PROYECTO DE DECRETO POR EL QUE SE REFORMA LA FRACCIÓN III DEL ARTÍCULO
2-A DE LA LEY DE COORDINACIÓN FISCAL con base en la siguiente:
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
La aprobación de la reforma constitucional en materia de derechos y cultura indígenas publicada en el Diario
Oficial de la Federación en agosto de 2001 y las reformas legales sucesivas, constituyeron un avance en el
reconocimiento de la pluralidad étnica y cultural del país.
Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer para que dicha pluralidad sea parte activa de nuestras
instituciones y sea plenamente reconocida en todos los ámbitos de la vida nacional.
Hoy por ejemplo, muchas de las aportaciones de las comunidades indígenas al desarrollo de sus comunidades,
municipios y regiones, mediante la construcción de infraestructura, ni siquiera son reconocidas.
Tal es el caso del Tequio, una forma de organización social que ha contribuido durante siglos al desarrollo de
pueblos y comunidades enteras. El Tequio, representa una de las instituciones más vigorosas para la cohesión y
persistencia de la comunidad, sustentada por un discurso igualitario y equitativo.
El Tequio que proviene del náhuatl téquitl, que quiere decir trabajo o tributo, y es la tarea o trabajo personal que se
imponía como tributo a los indios (esta definición ya consta en la vigésima primera edición, 1992, del Diccionario
de la Real Academia Española). Dicho vocablo sigue designando al trabajo que los pobladores hacen en beneficio
de su comunidad.
Tenemos como antecedentes que en las "Ordenanzas sobre el tequio" y tareas que desarrollaban los indígenas,
dadas por el Virrey Don Juan de Mendoza, marqués de Montesclaros, en México, el 13 de septiembre de 1605, se
dice:
"Por cuanto he sido informado que las personas a quienes se dan y reparten indios para cortar y sacar madera han
hecho y hacen muchos agravios y vejaciones, dando a los indios excesivos tequios y trazas (tareas)" .
Así pues, tenemos que los indígenas habían sido repartidos a particulares y tenían la obligación de hacer tequios o
tareas para ellos, se supone que en lugar de pagar su tributo.
Otro dato sobre la trascendencia del tequio, la encontramos en las Actas de Cabildo de Tlaxcala de 1547 a 1567 en
donde se establece que el téquitl, trabajo o tributo, se hacía algunas veces por encargo o a beneficio de la
comunidad, pero siempre subsistiendo la idea de que el téquitl, españolizado como tequio, es un tributo que se paga
con trabajo.
En mi estado natal Oaxaca, según lo han hecho del conocimiento público el doctor Silvio Zavala y Andrés
Henestrosa, se denomina aún hoy en día al tequio como el trabajo en beneficio de la comunidad.
Así, es a través de ésta forma de organización que cada habitante de una comunidad coopera, en especie o en
trabajo, en beneficio de todo el pueblo; realizando obras y/o aportaciones importantes en infraestructura necesaria
para poder satisfacer las necesidades del pueblo o de la región.
Arturo Warman al analizar las "instituciones de reciprocidad" como la que nos ocupa señala: "El tequio es la
obligación de realizar jornadas de trabajo gratuitas para el mantenimiento y construcción de obras públicas como
caminos, calles, edificios públicos e iglesias, o para la introducción de nuevos servicios como educación,
electrificación, agua potable, construcción de clínicas; fue esencial para las comunidades marginadas por la
inversión pública, pero pocas veces se usó para redistribuir la riqueza o los recursos dentro de ellas. El tequio es
una de las instituciones más vigorosas para la cohesión y persistencia de la comunidad, incluso está sustentado por
un discurso igualitario y equitativo que es importante".
Es importante recordar que la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Oaxaca señala a la letra en su
artículo 12: "Las autoridades municipales preservarán el tequio como expresión de solidaridad comunitaria, según
los usos de cada pueblo y comunidad indígenas. Los tequios encaminados a la realización de obras de servicio
social común, derivados de los acuerdos de las asambleas, de las autoridades municipales y de las comunitarias de
cada pueblo y comunidad indígena, podrán ser considerados por la ley como pago de contribuciones municipales;
la ley determinará las autoridades y procedimientos tendientes a resolver las controversias que se susciten con
motivo de la prestación del tequio."
A guisa de ejemplo tenemos que entre los triquis "el tequio o trabajo comunal representa una de las instituciones
jurídico-sociales que proviene del México prehispánico y que ha prevalecido dentro de la cultura triqui. Si bien
refuncionalizado dentro de la estructura socioeconómica regional, el tequio constituye un sistema de trabajo en que
intervienen básicamente los hombres de la comunidad a partir de que cumplen 16 años; el tequio es obligatorio y
no remunerado, siendo sus actividades principales las agrícolas y la construcción y conservación de las obras que
pertenecen a la comunidad".
La organización del tequio lo establecen las autoridades de la agencia municipal. Cuando se desarrollan actividades
agrícolas, el objetivo es el de recaudar fondos económicos para el pueblo. Para los triquis, la intervención en el
tequio da prestigio ante la comunidad y representa un elemento para ser considerados en la integración de los
cargos de la autoridad.
Adelfo Regino, abogado y dirigente de la organización Servicios del Pueblos Mixe, escribe: "El trabajo comunal o
tequio es la manera en que los pueblos indígenas nos relacionamos con la tierra y la naturaleza en general es
mediante el trabajo comunal. El trabajo que desempeñamos comúnmente los indígenas se da en dos niveles:
1. El primero se ubica en el nivel familiar y propicia fundamentalmente el sustento económico en ese ámbito. Aquí
observamos formas internas de colaboración como la mano vuelta o la gozona, que de alguna manera han
propiciado el fortalecimiento de la economía de las comunidades.(...)
2. En el segundo nivel podemos hablar del trabajo comunitario, denominado comúnmente tequio. Es a partir de
esta institución como se ha logrado construir en las comunidades la infraestructura hasta hoy existente. Los
servicios comunitarios de agua, luz, caminos y otras necesidades, han logrado ponerse en marcha de manera
oportuna gracias a la colaboración colectiva.
Pese a que es una institución en la forma de organización de muchas comunidades indígenas, han comenzado a
llegar del exterior ideas que pretenden socavar y destruir totalmente esta noble institución, bajo la idea de que
dicho trabajo colectivo es atentatorio contra las garantías de libre trabajo de los seres humanos. A partir de estos
argumentos muchos pretenden que los comuneros y comuneras evadan los compromisos comunitarios, y para ello
se disfrazan los problemas de otra naturaleza.
Con esta práctica se logran avances materiales y se alcanza una integración generacional trascendental en beneficio
de la persistencia cultural. Además de ser una actividad productiva, el Tequio vincula a la comunidad con la
Administración Municipal.
Frente a la globalización en todos los aspectos de la vida indígena, resulta prioritaria la creatividad de la gente en lo
individual y colectivo para que puedan diseñarse alternativas de trabajo en el plano familiar y comunitario; así pues
se trata entonces de potenciar y recuperar este tipo de mecanismos dados a nivel nacional en los ámbitos familiar,
interfamiliar y comunitario, para fortalecer la capacidad de la gente de potenciar sus relaciones sociales y de
recrear la naturaleza con equilibrio y armonía.
Por todo lo anterior, la presente iniciativa tiene el propósito de reconocer estas formas de trabajo comunitario
determinantes en el desarrollo de infraestructura, como criterio en la asignación del Fondo de Fomento Municipal,
tal como se hace con factores como la recaudación local de predial.
Por lo anteriormente expuesto y fundado, someto a la consideración de esta Honorable Asamblea el siguiente:
PROYECTO DE DECRETO
ARTÍCULO ÚNICO.- Se reforma la fracción III del artículo 2-A de la Ley de Coordinación Fiscal, para quedar
como sigue:
Artículo 2-A.- ...
I. a II...
III...
a) a b)...
1 a 2...
El Fondo de Fomento Municipal se distribuirá entre las entidades mediante la aplicación del coeficiente de
participación que se determinará para cada uno de ellos conforme a la siguiente fórmula:
Donde:
Coeficiente de participación en el Fondo de Fomento Municipal de la Entidad i en el año para el que se efectúa el
cálculo.
i
TA = Suma de A
i = cada Entidad.
TRANSITORIOS
ARTÍCULO PRIMERO.
El cálculo de la aportación de trabajo comunitario en construcción de infraestructura se realizará de conformidad
con las reglas y metodología que para tal efecto emita la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
ARTÍCULO SEGUNDO.
El presente Decreto entrará en vigor al día siguiente su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
Salón de sesiones de la Cámara de Senadores a los 30 días del mes de octubre del año 2007.
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