Abstract Título: Políticas económicas y gobernabilidad en el Ecuador. Periodo 1997 - 2007 Autoría: María Daniela Bonilla Estrella Año: 2009 El trabajo pretende abrir el camino de la investigación económica y los temas de gobernabilidad que aporten a la construcción de un conocimiento más pertinente para la realidad nacional en el país. Este documento, por tanto, busca ser un apoyo y una crítica a los procesos que impulsen el involucramiento de la ciudadanía y la institucionalidad con el quehacer político y económico. El objetivo principal del estudio es establecer la importancia de la gobernabilidad en la toma de decisiones macroeconómicas para el desarrollo del país entendido como el cumplimiento de los objetivos de desarrollo para el milenio. Es decir, en un primer término determinar causas y efectos de las políticas macroeconómicas tomadas en los últimos diez años. Luego, definir la importancia de las toma de políticas macroeconómicas correctas en el fortalecimiento de la gobernabilidad e institucionalidad. Y, finalmente precisar las áreas más debilitados en cuanto a la satisfacción de necesidades y oportunidades en la generación de desarrollo. Todo esto en el marco las características institucionales mantenidas en el país. Durante los últimos años, el Ecuador ha sufrido una gran crisis de gobernabilidad, el ejemplo más sencillo se ve reflejado en los continuos cambios de presidentes y representantes. Desde enero de 1997 se pueden contabilizar siete presidentes hasta el actual. Estos gobiernos no perseveraron políticas que garantizaran una estabilidad macroeconómica y aseguraran un crecimiento suficiente y sostenido de la economía, de lo que dependía la reducción de la pobreza y el mejoramiento de los niveles de vida. La credibilidad de los múltiples gobiernos es cada vez menor. Gobernantes, grupos de interés y ciudadanos se ven constantemente involucrados en conflictos políticos que no permiten una continuidad en el ejercicio del poder. La severa inestabilidad en el país y la desconfianza en las instituciones aunada a la deslegitimación de las políticas hablan de la necesaria presencia de los ciudadanos en los asuntos públicos como condición necesaria para alcanzar la una mejor gobernabilidad. A medida que el ejercicio del poder se legitima en la voluntad obtenida a través de un consenso social, mayores son las posibilidades de visualizar las aspiraciones de los diferentes sectores sociales y ciudadanos. Aun así, prevalece en nuestro país una marcada exclusión de los ciudadanos y ciudadanas, respecto a la toma de decisiones sobre los asuntos públicos y económicos; de manera que, el consenso en estas decisiones se reduce a minorías no representativas del interés común. En el país, las decisiones políticas se han visto influenciadas por los diferentes grupos que ejercen presión, ocultan información y, maximizan su beneficio. La falta de transparencia en los vigentes procesos económicos, jurídicos y sociales causa inseguridad en la ciudadanía y no permite generar nuevos procesos que involucren metodologías en cuanto a mejoras en sistemas de la comunicación y confianza en las relaciones de poder. Es así, que en la relación crecimiento, gobernabilidad y desarrollo el Ecuador no ha experimentado mayor mejora. De hecho, esta década se considera como perdida en cuanto a la disminución de la pobreza, los indicadores muestran que de 1995 al 2006 solo ha existido una mejoría aproximada de un punto porcentual en la disminución de la pobreza y extrema pobreza. Los abismos entre el sector rural y el urbano siguen siendo grandes sin permitir que los derechos básicos de la población sean cumplido, y menos aún sus derechos civiles y políticos directamente relacionados con la gobernabilidad y la participación ciudadana. De acuerdo con los datos, las políticas no parecen estar dando resultados en la disminución de la pobreza y la inequidad en el Ecuador. La inefectividad de las mismas está estrechamente ligada con las condiciones institucionales y de gobernabilidad en las que se desarrollan. Los indicadores sociales y económicos son también resultado de externalidades negativas y positivas que el gobierno no ha logrado eliminar o potenciar. 1 La gobernabilidad está sujeta a la distribución del poder, y luego al manejo de los recursos económicos que convierten a los actores en tomadores de decisiones transcendentales para el porvenir de la nación. Este proceso se da con poca o ninguna participación activa de aquellos quienes tienen tanto el derecho como la obligación de empoderarse y llevar a cabo la formulación de su propio desarrollo, los ciudadanos. De hecho, a los largo de la historia se observa que la ingobernabilidad producida en el país es creada por la desconfianza y la incertidumbre causada por previas y erróneas decisiones o prácticas políticas y económicas. El ambiente político es respuesta a la falta de legitimidad en las decisiones, tomadas muchas veces unilateralmente sin generar la satisfacción de necesidades y oportunidades que fundan el desarrollo en el país. 2