trabajo social y criminología

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trabajo social y criminología
Lucy Alvarez de González
La evolución y desarrollo de la Criminología
exige, cada vez con mayor insistencia, la participa
ción del Trabajo Social. Hasta ahora se fe ha situado,
principalmente, a nivel de acción concreta dentro del
campo ele la prevención 3^ del tratamiento de la de
lincuencia, para lograr establecer un diagnóstico, pro
poner un programa de tratamiento y formular un
pronóstico social de cada caso en particular. La in
vestigación en este caso es de tipo clínico y está orien
tada hacia la solución de los problemas específicos
del delincuente, su familia, el vecindario, y la co
munidad y hacia la manera de cómo los hallazgos
de la investigación pueden mejorar los servicios
prestados. Mediante este tipo de investigación se
trata de llegar a comprender la conducta criminal 3r
nuestro país) llamados probation y parole. Estas úl
timas tratan de hacer participar a la comunidad en
la solución de los problemas del delincuente12.
La formación profesional del trabajador social
hacia el conocimiento de la realidad social 3^ hacia
los medios y métodos para la acción le permiten te
ner un mayor contacto y un enfoque realístico de
los problemas sociales y de las relaciones existentes
entre ellos, lo que le da una mayor acuciosidad en
la observación y análisis de los hechos y lo capaci
ta para que a través de esta observación directa
pueda realizar investigación aplicada llegando in
cluso a la formulación de teorías criminológicas.
De esta manera el trabajo social, no solo está
los factores cjue motivaron dicha conducta. Este ti
colaborando en el
po de investigación aj-uda a la formulación de pro
nósticos y predicciones del fenómeno criminal, los
cuales facilitan la tarea de establecer políticas pre
ventivas a nivel individual en cualquier fase del tra
sino que está contribuyendo a la investigación so
ciológica del crimen para llegar a una mayor com
tratamiento de la
delincuencia
prensión del problema e idear la forma más ade
cuada de acción para prevenir el delito.
tamiento.
El tratamiento marcha de acuerdo a las insti
tuciones jurídicas existentes, tales como la prisión
o reclusión, tratamiento en semilibertad, libertad
condicional o los más recientes (no aplicados en
1 TIZIO GZ BARBA, Georgelina, "Delincuencia y Ser
vicio Social, Ed. Hurnanit'as, Buenos Aires, 1966, pp. 12-61.
2 Leo DE BRAY. Trabajo Social y Delincuencia, Ed.
Aguilar. 1973, pp. 211-342
43
Tanto en el plano preventivo como en el clí
nico la investigación criminológica del trabajo so
cial está unida a la de los especialistas de diversos
El trabajo social tiene como objetivo el estu
dio del individuo, de los grupos, de las comunidades
y de la sociedad en general y de su mutua influen
cia, o interacción; su investigación por lo tanto es
principalmente aplicada, empírica; su metodología
campos pues la delincuencia es un fenómeno com
plejo, y el resultado de la interacción de muchos
factores: físicos, sociales y culturales.
es esencialmente analítica y experimental.
El trabajo social no puede nunca investigar as
pectos individuales sin relacionarlos con los aspectos
Podemos considerar la investigación criminoló
gica efectuada por el Trabajo Social como científica
sociales que rodean al individuo (factores familiares,
económicos, culturales, áreas delictivas, estigma, eco
logía del delito, etc.); siempre estudia al individuo
o grupo de individuos desde un punto de vista biosocial, su reacción frente al sistema de normas y
valores, el porqué de su conducta desviada, las ca
racterísticas de su personalidad, la estructura misma
del sistema social que puede estar provocando lo
que consideramos como "actos sociales anómalos".
En el campo de la criminología jurídica trata
por todos los medios de orientar las reformas pena
les y penológicas tratando de ejercer influencia so
bre la actitud de la justicia en relación con el de
lincuente3, mediante investigaciones sobre adminis
tración de la ley, tribunales, sentencias, prevención,
etc.
3 Leo DE BRAY, Ibíd. pp. 7. "En esta nueva perspec
tiva, la sentencia y el tratamiento del delincuente deben ba
sarse en el conocimiento y la valoración del ser humano, 'au
tor de un delito y no en un acto aislado del individuo, acto
que ha motivado la intervención de la justicia; deben consi
derar la situación del individuo, las experiencias que ha vi
vido, los 'acontecimientos formativos de su infancia, su com
portamiento habitual y sus reacciones características, sus emo
ciones y sus aspiraciones. En resumen, tienen que considerar
sus características biológicas, psicológicas y sociales".
4)
Rosa DEL OLMO en su artículo sobre "el conflicto
ideológico de la Criminología", Curso de Postgr'ado Maracaibo,
C.I.C., Pac. de Derecho, Universidad de Zulia, 1973, hace un
análisis muy realístico y certero, sobre la investigación cri
minológica actual, los problemas que confronta para su evo
lución y los intentos que se están haciendo para subsanar es
tas dificultades Allí expone el punto de vista de Manheim
con respecto a la evolución de la criminología. Me parece que
dicho criterio se ajusta a lo que se hace en investigación en
Trabajo Social. Dice, hablando de la evolución de la crimino-
logia, "En la etapa precientífica no aparece ninguna de las
porque cumple con las tres variables mencionadas
por Manheim para que un trabajo de investigación
tenga validez científica:
a)
hipótesis,
b) técnicas de investigación y
c) métodos de interpretación4,
Es de lamentar que a esta especialidad no se
le haya dado aún la importancia que tiene a nivel
de investigación clínica, jurídica o sociológica5. Esta
situación ha impedido que se tomen en cuenta las ac
ciones que el trabajo social ha propuesto para el cam
bio social a nivel de las diferentes estructuras.
Tal vez ello se deba a que la Criminología es
una disciplina reciente y en formación6 en cuyo sedar una interpretación correcta. Y en la etapa ya científica,
los elementos del sistema están bien equilibrados y las técni
cas de investigación pueden servir para determinar hasta qué
punto los datos cuidadosamente recolectados son importantes
para la hipótesis".
5 Leo DE BRAY, "Servicio Social y Delincuencia", op.
cit. pp. 3. "Hemos lamentado en numerosas ocasiones que,
en los congresos y reuniones cuya finalidad era el tratamiento
de los delincuentes y la evitación de la reincidencia, no se
haya otorgado al servicio social un lugar más importante, con
siderándole siempre como el "pariente pobre" cuando se tra
ta en realidad de un instrumento indispensable en la lucha con
tra la delincuencia".
6 "Futuras líneas de desarrollo de la Investigación Cri
minológica y sus aplicaciones" (Palabras del Profesor Franco
Ferracuti en la ceremonia de inauguración del año académico
1969-1970 de la Escuela de Aplicación de los Carabineros de
Roma. Traducido por la Dra. Lola Aniyar de Castro para el
Curso de Post-Grado en Criminología de la Facultad de De
recho, Universidad del Zulia, 1973). "Se trata de una disci
tres variables, sino que simplemente se recolectan datos con
plina joven en su formación y en su autonomía de difícil y
cado o importancia. En la etapa semi-científica domina la hi
a lo biológico y viceversa, en una continua, poliédrica, visión
diferentes grados de precisión sin saber muy bien su signifi
pótesis, tan amplia que no puede dejarse a tiempo, es dema
siado ambiciosa para la validez de las técnicas disponibles, y
como resultado, añade Manheim, a Tos datos no se les puede
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controversial identificación, cuyos parámetros van de lo social
global de la persona humana, y por lo cu'al el interés y la
acción de los círculos académicos y gubernativos está en
constante aumento".
no entran a formar parte cada vez más disciplinas.
El hecho de que no existe una metodología propia
de la criminología y que esta toma diferentes di
recciones según las corrientes de pensamiento pre
dominantes hace aún más difícil ubicar al trabajo
social dentro del panorama criminológico, pues el
Trabajo Social como disciplina multidisciplinaria es
tá, también, en busca de su propia metodología.
Dedicarse a la investigación empírica ha sido
a menudo menospreciado por aquellos que se dedi
can a la investigación teórica. Esto ha hecho surgir
una brecha entre ambos tipos de investigaciones,
por lo que muchas investigaciones empíricas no pro
fundizan en teorías. Quizá al Trabajo Social le está
pasando esto último. No debemos olvidar que teo
ría v hecho están inextricablemente
relacionados.
Este problema también lo vemos en la investiga
ción criminológica. Bosa del Olmo en el artículo ya
citado, dice que este divorcio no solo existe a nivel
de investigación especulativa o empírica, sino que
él existe además "entre lo que se señala como cri
minología y lo que se hace en la práctica con los de
lincuentes".
James M.
Hensiin dice que "las dificultades
para la investigación no están solo en la falta de
una 'teoría maestra, en las diferencias ele concep-
tualización, en la falta de acuerdo sobre la etiolo-
g;a del delito o en las diferentes posiciones sobre el
mejor método de prevenir el delito, sino ellas se re
fieren más bien a la falta de consenso sobre la te
mática central de la Criminología". Se da demasia
do énfasis al estudio del delincuente en sí y poco a
la forma de como se crea la ley, y a cómo se cata
logan ciertas conductas como delictivas, o a cómo
algunas conductas de determinados grupos no son
catalogadas como tal. Los criminólogos que se han
dado cuenta de esta tendencia la mencionan en sus
eserres en
forma
breve
(Sutherland y Cresse3^,
1966), o incluso en los estudios más profundos de
autores como Quinney (1970) caen en el mismo pro
blema "tomar la ley como un hecho dado", no como
una problemática7.
Para Hensiin hay solo tres estudios que no co
rren esta suerte, son ios de Hall (1935-1952), Radzinowicz (1948-1957) y Turk (1964).
Muchos se preguntarán y con justa razón en
tonces qué es la criminología y cuál es su utilidad
si se tiene aún dudas para considerarla como una
ciencia, si carece de una metodología definida, si
existen tan diferentes corrientes de pensamiento, si
la teoría no concuerda con la práctica de la admi
nistración de justicia y viceversa, etc.
Esta situación causa desconcierto, pesimismo y
discordias en muchos criminólogos reconocidos, más
aún en los principiantes. Sin embargo reconocer esta
situación es mirar con valentía la realidad y estu
diar la manera de
hacerle
frente.
Actualmente
existen centros de investigación, nacionales e inter
nacionales en la ma3roría de los cuales predomina
la idea de integración de las diferentes corrientes
de pensamiento. Estos centros han realizado varios
trabajos de investigación y tratan, sobre todo los
internacionales, de establecer trabajos de criminolo
gía comparada. Generalmente dichos centros siguen
una criminología tradicional, dan por sentado que
la ley es un hecho, dando énfasis al estudio del delin
cuente y al delito tipificado por la ley, pero no a la
le3r misma, no tienen una actitud critica ante la ley,
para ver porqué considera tal o cual conducta como
delictiva, o sea no sigue el pensamiento de la crimi
nología radical que cuestiona todo el sistema estable
cido para catalogar las conductas humanas, para en
carar el problema de la justicia social.
En trabajo social, a igual que en Criminología,
la investigación está esencialmente orientada hacia
el delincuente. Al dar énfasis al delincuente esta
mos aceptando a la ley como algo incuestionable y
que debemos respetarla, obedecerla y hacer que
nuestros clientes se enmarquen dentro de sus cánones,
para lograr nuestro objetivo: la tan elogiada rea
daptación, 3^ nos sentimos felices de ser los instru
mentos del Estado en tal finalidad. Al parecer nues
tra profesión ha sido creada para servir al statu quo.
de manera de hacer entrar "por el camino" a los
que se desvíen de sus normas, leyes, costumbres,
7 lames M. HENSLIN. "Hacia un nuevo enfoque de
la Criminología", "Estigmatización y conducta desviada" (Cri
minología, textos para su estudio N° 2) Recopilación de Rosa
del Olmo, Maracaibo, C.I.C., Fac. de Derecho, Universidad
del Zulia.
1973.
etc.
Cuantas veces en el ejercicio profesional nos
damos cuenta de que no podemos readaptar a un
delincuente porque hay situaciones que no están a
45
nuestro alcance resolver. Por ejemplo el tan clásico
robo por necesidad, le estamos diciendo al transgresor que no cometa más tal acción por estar esta
reñida con la ley, tratamos de solucionarle su pro
blema económico, de trabajo, etc., pero solo pode
mos darle a veces una ayuda, una limosna, pero no
resolver el hecho que motivó su conducta y por
supuesto, el individuo vuelve a robar. ¿No es justa
acaso su actitud? ¿No es monstruoso que la ley
castigue por un lado y por otro no dé los medios
necesarios para satisfacer la necesidad sentida? Nos
parece normal enviarlos a los reformatorios, a las
cárceles, actitud ésta que entraña aceptación de la
denominación de desviados sociales, creando este
reotipos de conductas desviadas o delictivas. Esta
mos en una posición similar a la del tiempo de la
inquisición, cuando parecía muy normal que los
que quebrantaban las normas religiosas fueran so
metidos a las más increíbles torturas.
Nos preocupamos demasiado de la incapacidad
del delincuente para adaptarse a la realidad, a las
leyes y a las reglas básicas de la sociedad a que
pertenece y no nos preocupamos de las personas
que hacen las leyes, de las leyes mismas, no exa
minamos si éstas están bien concebidas y no con
tribuimos al diseño de un sistema penal más justo.
El hecho de abocarse solo al estudio del delin
cuente deja de lado a aquellos individuos que come
ten delitos y no se les descubre, ya sea porque son
lo suficientemente hábiles para no ser descubiertos
o por respaldarse en el poder ¿Por qué a ellos no
se les identifica y se les hace sentir el peso de la
ley sometiéndolos a elaborados procesos de trata
miento? Esto no parece preocuparnos, así como no
parece precuparnos la violación de los derechos hu
manos y la matanza y torturas de miles de perso
nas por parte de hombres que se encuentran en el
poder Al contrario, a estos individuos se les premia
y asciende de categoría. Es hora de cuestionar el
US!rqUf
íe daqueaI recibe
poder ysuno
soI° dedicarse al es
tudio de Se
aquel
descarga.
Creo que la función actual del Trabajo Social
en un futuro, se verá como algo descabellada, in
concebible. La posición de nuestra especialidad debe
ser crítica y no convencional. Esta no es una posi
ción cómoda, es más bien difícil, como dice Tony
Gibson: "Es muy difícil para cualquier criado en
esta sociedad, sea cual fuere su clase social, tener
una visión muy diferente de esta convencional"8.
Es por eso que considero que el Trabajo Social pue
de y debe fomentar los cambios sociales no a nivel
de infraestructura sino de la supraestructura. En el
campo de la criminología su importancia queda de
manifiesto.
8 Tony GIBSON, "Hacia una criminología libertaria",
Apuntes Curso de Post-Grado, Centro de Investigaciones Cri
minológicas, Maracaibo, Fac. de Derecho, Universidad del
Zulia, 1973.
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