1. INTRODUCCIÓN La pudrición ácida fue descrita en

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1. INTRODUCCIÓN
La pudrición ácida fue descrita en nuestro país afectando uvas viníferas hace casi
un siglo atrás, reapareciendo nuevamente en la temporada 1998-1999 en uva cv.
Red Globe de parronales localizados en Ovalle, IV Región. A partir de esa fecha ha
aumentado su incidencia y severidad, y actualmente ocurre en todas las regiones
productoras, afectando especialmente a los cultivares de uva de mesa Red Globe y
Thompson Seedless (PINILLA y ÁLVAREZ, 2002a).
Esta enfermedad se caracteriza por un fuerte olor a ácido acético, chorreo de jugo
de bayas y presencia de mosquitas del vinagre. Es un importante componente del
complejo pudrición del racimo, constituyendo un grado avanzado y terminal de este
(DUNCAN y STAPLETON, 1994; UNIVERSITY OF CALIFORNIA, 2004).
En Francia, la pudrición ácida es una enfermedad que afecta esencialmente los
viñedos del sur, e implica una importante disminución de la producción y una
alteración de la calidad del vino producido (POURRITURE ACIDE, 2005).
En Chile afecta en forma severa a vides de mesa y viníferas plantadas entre la III y
VII región, aunque no existen datos precisos sobre el nivel de daño o porcentajes
de pérdidas que provoca (PINILLA y ÁLVAREZ, 2002b). No obstante, en el cv. Red
Globe que es el que posee mayor vida de post-cosecha, las pérdidas pueden
estimarse como mínimo entre un 5 y un 10% (CASTRO, 2006)*.
Desde el punto de vista fitopatológico, la manifestación de las diversas infecciones
por agentes fitopatógenos está sujeta a los procesos evolutivos, que dependen de
numerosos factores tales como las prácticas culturales y de los tratamientos
químicos. A este hecho podría estar vinculada la presencia de esta patología, que
es cada vez más frecuente, principalmente en regiones de climas más cálidos de la
*
CASTRO, D. Ing. Agrónomo. 2006. Fundación para el Desarrollo Frutícola (FDF).
Comunicación personal.
2
zona centro-norte, afectando principalmente a la variedad Red Globe, y la
temporada 1999-2000 en la zona central de Chile causando pérdidas de importancia
en cvs. de mesa Thompson Seedless, Ruby Seedless y en viníferas como
Chardonnay y Sauvignon Blanc (AUGER y ESTERIO, 1999).
Sin embargo, y como ya se mencionó, esta enfermedad ya había sido descrita con
anterioridad en Chile, en 1915, señalando que su presencia se produce por lo
general en años cálidos y húmedos, en la época de la vendimia cuando las uvas son
heridas por las picaduras de las aves o larvas de insectos. En estas condiciones se
declara una fermentación y el jugo azucarado que está expuesto a la acción
bacteriana, es luego presa del ataque de diversos microorganismos y micodermas
que convierten rápidamente el alcohol en ácido acético (ECHEVERRÍA, 1915).
La enfermedad es causada por un complejo de microorganismos tales como
diferentes especies de levaduras, bacterias y hongos. Los síntomas aparecen en
bayas aisladas o en grupos después de la pinta y se tornan más severos hacia la
cosecha. Estos consisten en una pudrición blanda con desintegración de tejidos,
vaciamiento del contenido de la pulpa, acompañado de fuerte olor a vinagre y de la
presencia de mosquitas del vinagre en los racimos. La enfermedad sólo se presenta
en bayas heridas o con microfisuras en la epidermis provocadas por diversas
prácticas de manejo (PINILLA y ÁLVAREZ, 2002a).
HEWITT (1996a) explica que la pudrición ácida del racimo puede tener diferentes
causas, pero principalmente comienza por la pudrición de una o dos bayas
infectadas de un racimo. El jugo de las uvas podridas que gotea en otras uvas
puede producir grietas en la piel de frutos maduros o servir como medio para el
crecimiento de otros hongos.
Asimismo, una pudrición por Diplodia provoca que las bayas desprendan jugo, y
este atrae a las moscas del vinagre y a otros insectos, que introducen esporas de
hongos y levaduras. Estos organismos convierten el interior del racimo en una
3
numerosa masa jugosa, putrefacta, avinagrada y maloliente, lo que se conoce como
podredumbre ácida del racimo en verano (HEWITT, 1996b). En el valle de San
Joaquín, en California, la pudrición del racimo a menudo termina en pudrición ácida
(UNIVERSITY OF CALIFORNIA, 2004).
En general, la pudrición ácida ha sido asociada a uva para vinificación, en donde la
fruta es cosechada con un mayor grado de madurez. En cambio, en California se
habla mayoritariamente del complejo pudrición del racimo para señalar la pudrición
que afecta a la uva de mesa.
Teniendo en cuenta la gran importancia de este complejo que causa enormes
pérdidas económicas, probar la efectividad de distintos productos químicos que
puedan hacer disminuir la incidencia de pudrición ácida en viñas y parronales
constituye un gran avance hacia la solución de dicha problemática, al tratarse de
una herramienta clave en el control de la enfermedad.
De esto se desprende el objetivo de este estudio:
-
Evaluar el efecto de diferentes tratamientos químicos para el control de
pudrición ácida en uva de mesa cv. Red Globe, en cuatro distintas regiones
de Chile (IV, V, VI regiones y Región Metropolitana).
4
2. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
La enfermedad conocida como pudrición ácida de la vid está muy relacionada con el
complejo pudrición del racimo, siendo muchas veces confundidas ambas
enfermedades. Lo cierto es que la pudrición ácida constituye un grado muy
avanzado de la pudrición del racimo, es decir, se desarrollaría como consecuencia
de ella. Es por esto que a continuación se presenta una descripción de ambas
enfermedades, con el fin de aclarar sus similitudes y diferencias.
2.1. Pudrición Ácida:
2.1.1.
Agentes causales asociados
La pudrición ácida de la vid ocurre preferentemente entre la pinta y la cosecha,
desarrollando una secuencia sintomatológica en la que participan varios
microorganismos fitopatógenos incluyendo hongos filamentosos, levaduras y ciertas
especies de bacterias. En Chile se han descrito Botrytis cinerea, Rhizopus stolonifer,
Aspergillus niger, Alternaria alternata, Cladosporium herbarum, Mucor racemosus y
Penicillium expansum, además de levaduras y bacterias acéticas (LATORRE et al.,
2002).
LISPERGUER, PIONTELLI y CAMPOS (2003) explican que la enfermedad ha sido
asociada a un complejo de microorganismos que incluye bacterias, levaduras y
hongos filamentosos, sin embargo su origen etiológico no es claro. Se determinó los
microorganismos presentes en uvas Red Globe, cultivadas en predios ubicados
entre Copiapó y Rancagua. De un total de 193 aislamientos se determinaron
bacterias de los géneros: Acetobacter, Bacillus, Curtobacterium, Erwinia y
Cellulomonas,
levaduras
como:
Candida,
Pichia,
Issaschtenia,
y
Zygosaccharomyces, y hongos filamentosos pertenecientes a los géneros:
Aspergillus, Penicillium, Cladosporium, Aerobasidium, Mucor, Rhizopus y Alternaria.
Además, se observó una clara predominancia de Acetobacter, Candida, Aspergillus
5
y Penicillium en aquellas muestras con síntomas evidentes y en los distintos estados
fenológicos.
La secuencia de los patógenos asociados a la pudrición ácida de la vid planteada
por LATORRE et al. (2002), indica que luego de presentarse los factores
predisponentes (B. cinerea, trips, avispas, daños), ingresan hongos filamentosos
(Aspergillus sp., Penicillium spp., Rhizopus sp, Cladosporium sp, etc), los cuales
son considerados patógenos primarios. Luego aparecen los patógenos secundarios:
levaduras
(Kloeckera
apiculata,
Candida
stellata)
y
bacterias
acéticas
(Gluconobacter, Acetobacter). Junto con las bacterias acéticas aparece la mosquita
del vinagre (Drosophila spp.).
Sin embargo, estudios realizados en el sudoeste de Francia involucran a levaduras
y bacterias acéticas en la iniciación y desarrollo de la enfermedad, probado tanto por
los aislamientos como por las inoculaciones (GRAVOT et al., 2001). Estos
microorganismos serían transportados por insectos vectores (Drosophila spp.), sin
que necesariamente dicho transporte asegure una transmisión efectiva de la
enfermedad por el insecto (FERMAUD, GRAVOT y BLANCARD, 2002).
2.1.2.
Sintomatología
AUGER y ESTERIO (1999), indican que en las fases iniciales de la enfermedad, la
alteración de color no es tan clara y se puede confundir con facilidad con las
lesiones provocadas por Botrytis y por otros microorganismos. A menudo, aunque
también se presenta en los otros hongos, el cambio de color de la baya comienza
alrededor de la base del pedicelo y se extiende progresivamente a toda la baya y
bayas adyacentes. Este fenómeno está relacionado con la existencia de heridas
microscópicas, que se producen normalmente al aproximarse la madurez de las
bayas en la zona de inserción del pedicelo; esta situación es particularmente
frecuente en los racimos apretados.
6
Generalmente los síntomas se presentan antes de la cosecha, cuando algunas
bayas de los racimos exhiben pequeñas fisuras, de origen mecánico y/o fisiológico,
y que se localizan en la zona de inserción de la baya con el pedicelo o en otros
sitios de la epidermis. A partir de esta microheridas se inicia una pudrición de
apariencia acuosa y de consistencia blanda. Luego la pudrición se extiende al resto
de la baya y las vecinas. En esta fase es posible observar síntomas de piel suelta y
un cambio de coloración de la epidermis (ÁLVAREZ y PINILLA, 2000). Además se
presenta un característico olor a vinagre (ácido acético) producido por bacterias
(HELLMAN, 2004; GRAVOT et al., 2001). Esta última fase del desarrollo de la
enfermedad corresponde a lo que realmente es la pudrición ácida (LATORRE et al.,
2002).
Alrededor o sobre los racimos se encuentran siempre gran número de moscas del
vinagre (Drosophila spp.) (AUGER y ESTERIO, 1999; FERMAUD, GRAVOT y
BLANCARD, 2002) en todas sus fases de desarrollo; en el interior de las bayas
vacías se pueden observar colonias lechosas de microorganismos (AUGER y
ESTERIO, 1999).
Según LATORRE (2005), se pueden distinguir cuatro fases en el desarrollo de la
pudrición ácida:
Fases I y II:
- sin olor
- exudados azucarados
Fase III:
- olor a fermentación
- producción de etanol
- primeras mosquitas del vinagre
Fase IV:
- fuerte olor a vinagre
- producción de ácido acético
- abundantes mosquitas del vinagre
7
2.1.3.
Factores predisponentes
La temperatura, humedad relativa, períodos con agua libre sobre los racimos y los
daños y heridas producidos en las bayas, al mismo tiempo que la sobremadurez de
los racimos, particularmente en el caso de uvas Red Globe, y una conservación en
frío muy prolongada, son factores predisponentes al desarrollo de esta enfermedad
(LATORRE et al., 2002).
La presencia de heridas de cualquier naturaleza que dañe la piel de las bayas, está
correlacionada positivamente con la frecuencia y la intensidad de la enfermedad.
Las partiduras provocadas por ataques de oídio (Uncinula necator), daños de
insectos como trips, hiperhidratación de las bayas, etc., constituyen factores
predisponentes a la pudrición ácida (AUGER y ESTERIO, 1999).
2.1.4.
Estrategias de control.
LATORRE et al. (2002) sugieren iniciar el control de la pudrición ácida en terreno
con un estricto control de B. cinerea, lo que debe incluir tratamientos culturales tales
como deshoje y desbrotes que permitan mantener una óptima aireación bajo el
parrón. Adicionalmente son indispensables los tratamientos químicos realizados en
los momentos críticos (floración y pre-cosecha) para el desarrollo de Botrytis.
Es fundamental determinar las causas de las partiduras de la epidermis, si estas
obedecen a factores fisiológicos, a heridas de tipo mecánico provocadas por pájaros
e insectos y arreglo de racimos (ÁLVAREZ y PINILLA, 2000), así como garantizar
una adecuada protección contra mildiú y oidio para disminuir las lesiones en los
racimos (POURRITURE ACIDE, 2005). Otras causas se relacionan con las prácticas
de manejo destinadas al aumento de calibre, como utilización de hormonas y
fitorreguladores, aplicación excesiva de fertilizantes nitrogenados y el estrés hídrico
seguido de riegos abundantes, pues este aumento de calibre disminuye la firmeza
de la cutícula (ÁLVAREZ y PINILLA, 2000).
8
Del mismo modo es importante eliminar los granos afectados apenas se detecten
los primeros focos de la pudrición en el patronal. Es aconsejable usar guantes de
goma y desinfección periódica de manos y tijeras en una solución clorada
(hipoclorito de sodio o dióxido de cloro al 1%). El control de la mosquita del vinagre
mediante insecticidas evita la diseminación de los agentes causales desde racimos
enfermos a racimos sanos (ÁLVAREZ y PINILLA, 2000).
FERMAUD, GRAVOT y BLANCARD (2002) plantean la posibilidad de controlar esta
enfermedad mediante la lucha directa contra insectos vectores (Drosophila spp.) de
los microorganismos asociados, aunque esto no ha sido comprobado en cuanto a
reducción de la incidencia de pudrición ácida.
Finalmente, la rápida refrigeración y conservación de la uva a 0 ºC permitirá reducir
la incidencia y severidad de estas pudriciones en post-cosecha, ya que la mayoría
de los agentes causales no crece o bien lo hace muy lentamente a 0 ºC. Cualquier
interrupción en la cadena de frío que provoque condensaciones sobre la fruta
favorecerá el desarrollo de estas pudriciones, sea por proporcionar la humedad
necesaria para la infección, por provocar heridas en las bayas o por inducir una
rápida liberación de anhídrido sulfuroso, el cual a su vez puede dañar las bayas,
favoreciendo el desarrollo de estos patógenos (LATORRE et al., 2002).
2.2. Pudrición del racimo:
2.2.1. Agentes causales asociados
El complejo pudrición del racimo, causado por especies de los géneros Aspergillus,
Penicillium, Botrytis, Rhizopus u otros hongos solos o en combinación con
Acetobacter y varias especies de levaduras, es la forma de pudrición del racimo más
predominante en el centro y sur del valle San Joaquín, en California. Un importante
componente de este complejo es la pudrición ácida (DUNCAN y STAPLETON,
1994).
9
En Chile, severos estallidos de pudrición del racimo han ocurrido recientemente
durante la cosecha de uva de mesa, y en 2000-2002 los síntomas han sido
asociados a mohos negros, especialmente causados por Rhizopus stolonifer y
Aspergillus niger. Esto luego de que anteriormente la pudrición del racimo había
sido exclusivamente asociada a Botryits cinerea (LATORRE, VIERTEL Y
SPADARO, 2002).
Las pudriciones de racimos inicialmente causadas por hongos pueden culminar en
pudrición ácida. El daño a los cultivos puede ser extenso, porque las infecciones
que comienzan en una sola baya pueden rápidamente esparcirse a las bayas
adyacentes y destruir la mayoría o todo un racimo (HELLMAN, 2004).
En general, los organismos asociados a podredumbres de uvas pueden dividirse en
dos grandes grupos: aquellos que infectan directamente las bayas, o invasiones
primarias y los que entran a las bayas a través de heridas o que siguen a una
invasión primaria. Dentro de los invasores primarios se pueden mencionar Alternaria
alternata, Cladosporium herbarum, Botrytis cinerea, Diplodia natalensis y Phomopsis
viticola, entre otros; mientras que dentro de los invasores secundarios se pueden
nombrar Aspergillus niger, Penicillium spp., Rhizopus solonifer, R. arrhizus,
Botriospheria dothidea, Candida sp., Saccharomyces cerevisiae, entro otros.
Alternaria geophila, Aspergillus niger, Rhizopus arrhizus y R. stolonifer se convierten
en invasores primarios cuando se ven abastecidos por gotas de agua o jugo de la
uva a temperaturas de 18-30 °C (HEWITT, 1996a).
2.2.2.
Importancia internacional y nacional
La pudrición del racimo puede causar serias pérdidas en variedades de uva
altamente susceptibles. Aunque todas las variedades de uva son susceptibles a la
pudrición del racimo, las pérdidas generalmente son mayores en variedades de
racimos apretados (ELLIS, 2005).
10
McMAHON et al. (2001) señalan que la pudrición causada por Botrytis cinerea es
una seria enfermedad de la uva particularmente en zonas que presentan clima
húmedo entre pinta y cosecha. En Hunter Valley y en los climas fríos de Victoria del
sur y Australia del sur, la enfermedad causa pérdidas del 10% o más en algunas
temporadas.
2.2.3.
Sintomatología
La pudrición comienza en
una o varias bayas, usualmente en el lugar de una
herida. Generalmente los tejidos se ablandan y colapsan y la pudrición puede
extenderse rápidamente a las bayas adyacentes. Los tejidos afectados pueden ser
al principio de color bronceado y suaves y luego pueden volverse café, firmes y
coriáceos. Algunos patógenos producen una pudrición húmeda con bayas muy
suaves que pueden gotear jugo. Los patógenos específicos a veces pueden ser
identificables si el hongo produce esporas. Penicillium produce esporas verdosas,
Aspergillus y Rhizopus producen esporas negras, Botrytis produce esporas grises
(HELLMAN, 2004).
2.2.4.
Factores predisponentes
Para HELLMAN (2004), a medida que las bayas van madurando y el contenido de
azúcar excede el 8%, la fruta dañada se hace cada vez más susceptible a los
patógenos involucrados en la pudrición del racimo. Cualquier daño en la piel de las
bayas maduras, grande o pequeña, es un potencial punto de entrada para esos
patógenos. La pudrición del racimo puede desarrollarse rápidamente en lesiones
provocadas por pájaros, granizos, lluvia, heridas mecánicas o por abscisión de la
fruta causada por aumento de la presión en variedades de racimo apretado.
Las heridas que comúnmente se encuentran en las bayas son grietas en la piel
producidas por presión interna asociada con la lluvia o debida a enfermedades tales
como el oidio y la yesca (HEWITT, 1996a).
11
El daño provocado por trips causa escaras en la piel que reducen la elasticidad,
ocasionando pequeñas grietas. El tiempo húmedo durante la madurez de la fruta
favorece la pudrición del racimo y por lo tanto, las plantas con canopias densas que
se secan lentamente y mantienen alta humedad tienen mayor riesgo de pudrición
(HELLMAN, 2004).
RENDICH, SALGADO y BESOAIN (2005), realizaron un estudio dirigido a analizar
diversas variables que pudieran predisponer a racimos del cv. Red Globe a
desarrollar pudrición, en cuyos resultados aparecen la incidencia de oidio, el
contenido de nitrógeno en el suelo, el número de horas con racimo mojado (mayor a
90% de humedad), número de aplicaciones de insecticida, contenido foliar de cobre,
incidencia de Botrytis y número de aplicaciones de fungicida contra Botryitis como
factores predisponentes para el desarrollo de esta enfermedad.
2.2.5.
Estrategias de control
HEWITT (1996a) plantea que algunas técnicas de cultivo pueden ayudar a reducir la
pudrición, tales como:
-
Podar para regular la cosecha adelantándole la madurez y prevenir la
agrupación de racimos.
-
Entresacar si es necesario para aflojar los racimos.
-
Limpiar el huerto y los alrededores de residuos, de material de poda y de
vegetación innecesaria.
-
Regular la época y duración del riego por aspersión de tal forma que las
uvas no permanezcan mojadas más de 18 horas y no regar una vez que los
frutos contienen 15% de azúcar.
-
Mantener la cepa bien abierta para que los frutos estén bien aireados.
-
Controlar los agentes que dañen al fruto así como el hongo oidio, los pájaros
e insectos.
12
A partir de los resultados obtenidos en ensayos de inoculaciones desafiadas
destinados a aclarar la real etiología de la pudrición ácida, BESOAIN et al. (2005)
proponen que para el cv. Red Globe la enfermedad sea conocida como “pudrición
acuosa” o “pudrición del racimo”, y que sus agentes causales serían: Botrytis
cinerea, Aspergillus spp., Rhizopus stolonifer y Penicillium expansum. Además se
destaca que sólo las especies fungosas estudiadas en estas inoculaciones, fueron
capaces de causar daño en forma independiente o al ser inoculadas con otras
especies fungosas, mientras que ni bacterias y ni levaduras fueron capaces de
causar daño. Cabe considerar que estos experimentos fueron realizados con uvas
entre 16 y 19º Brix.
13
3. MATERIAL Y MÉTODO
3.1. Aplicación de tratamientos químicos:
3.1.1. Ubicación del ensayo
Los ensayos se realizaron durante la temporada 2004-2005, en cuatro predios
distintos, ubicados desde la IV a la VI región, cuya elección se hizo en base a
antecedentes de alta incidencia de pudrición ácida en la temporada anterior,
además de registros de buenas prácticas agrícolas (BPA). Estos predios estuvieron
ubicados en Ovalle (IV región), Llay-Llay (V región), Melipilla (Región Metropolitana)
y Rengo (VI región). En los Anexos 1 y 2 se presenta un resumen de los análisis de
suelo y foliar y de los registros de temperatura y humedad relativa de cada predio,
respectivamente.
3.1.2. Metodología de aplicación
El ensayo consistió en la aplicación de seis productos químicos diferentes más un
testigo (azufre sólo), constituyéndose un total de siete tratamientos con cuatro
repeticiones cada uno. Sin embargo, algunas cajas con racimos procedentes del
tratamiento testigo fueron gasificadas con anhídrido sulfuroso, originándose
entonces dos tratamientos testigos: testigo con gas (T7) y testigo sin gas (T8) (Anexo
3).
El tratamiento testigo fue azufre sólo debido a que los predios de uva realizan
aplicaciones regulares de azufre en el control de otras enfermedades, como oidio, y
además como agente acarreador de aplicaciones de fungicidas en polvo. Sin
embargo, aún así la pudrición ácida se desarrolla causando grandes daños a la
fruta, y por ende, grandes mermas en la producción.
14
Cuadro 1.
Ingrediente activo, dosis y forma de aplicación de cada uno de los
tratamientos probados para el control de pudrición ácida en vid cv. Red
Globe.
TRATAMIENTO
T1
INGREDIENTE
PRODUCTO
FORMA DE
ACTIVO
COMERCIAL
APLICACIÓN
dicloran
Botran
espolvoreado
18 kg/ha
espolvoreado
18 kg/ha
espolvoreado
23 kg/ha
tebuconazole +
T2
tolylfluanid +
azufre
T3
DF-100
Horizon Mix
Dust
BC-1000
DOSIS
8 kg/ha + 13
T4
Bacillus subtilis
Serenade
espolvoreado
kg/ha de
azufre
boscalid +
T5
pyraclostrobin
Bellis
asperjado
1 kg/ha
en 600 lt/ha
1 kg/ha + 17
T6
benomilo
Polyben
espolvoreado
kg/ha de
azufre
T7
azufre
azufre
espolvoreado
18 kg/ha
Las aplicaciones fueron realizadas con espolvoreadora para todos los tratamientos,
a excepción de boscalid + pyraclostrobin que fue aplicado con pulverizadora de
espalda.
En cada uno de los predios se estableció una zona de experimentación, ubicada en
un cuartel con antecedentes de alta incidencia de pudrición ácida en la temporada
anterior. Cada zona se subdividió en 28 parcelas, conformadas por 18 plantas (seis
plantas de largo por tres plantas de ancho) (Anexo 4). Las evaluaciones de
incidencia se restringen a las cuatro plantas centrales de cada parcela.
15
En cada predio, el experimento se realizó en un diseño completamente al azar
(DCA), con siete tratamientos y cuatro repeticiones obteniéndose el esquema de
aplicación indicado en el Anexo 5.
Las aplicaciones se efectuaron en el momento en que la fruta alcanzó 14° Brix, y las
fechas correspondientes para cada zona fueron las siguientes:
- Ovalle (IV región):
27 de enero de 2005.
- Llay-Llay (V región):
01 de febrero de 2005.
- Melipilla (RM):
16 de febrero de 2005.
- Rengo (VI región):
01 de marzo de 2005.
3.1.3. Cosecha
La labor de cosecha se llevó a cabo de la siguiente manera: en cada una de las 28
parcelas se cosecharon 20 racimos pertenecientes a las cuatro plantas centrales.
De estos, 10 se embalaron para ser evaluados a los 60 días, y los otros 10 para ser
evaluados a los 120 días. Además, con 10 de estos racimos se estimó la incidencia
e índice de daño al momento de cosecha.
A medida que la fruta fue cortada se fue depositando en cajas cosecheras, las
cuales se trasladaron a la planta embaladora en donde los racimos fueron
depositados en cajas tipo Corea-GCK8 (Anexo 6).
En las parcelas correspondientes al tratamiento testigo se cosecharon 40 racimos
en cada una, embalándose cajas con y sin aplicación de gas (anhídrido sulfuroso).
De esta manera el tratamiento testigo se dividió en dos tratamientos: testigo con gas
(T7) y testigo sin gas (T8).
16
Luego de embaladas las cajas fueron llevadas a cámara de frío, permaneciendo
almacenadas a 0 °C hasta el correspondiente período de evaluación.
3.1.4. Evaluaciones
La efectividad de los productos aplicados fue medida en tres evaluaciones: la
primera al momento de cosecha, la segunda 60 días después de cosecha y la
tercera 120 días después de la cosecha, en términos de la incidencia de la
enfermedad en los racimos cosechados. En las evaluaciones de 60 y 120 días los
racimos fueron examinados en dos instancias: a salida de cámara y a las 48 horas
después, siendo mantenidas las cajas a temperatura ambiente. Para esto se utilizó
la siguiente fórmula:
Incidencia:
I=
n° de racimos enfermos
× 100
total de racimos evaluados
Además, se calculó un índice de daño para cada caja evaluada según la siguiente
fórmula:
Índice de daño:
ID =
∑ (n × v) × 100
V×N
Siendo:
n = n° de racimos por grado de daño de la escala
v = grado de ataque
N = n° total de racimos observados
V = rango máximo de la escala
17
Para medir el estado de los racimos se estableció una tabla de evaluación, la que a
través de un número indica el grado de ataque en los racimos. Las categorías
dentro de la tabla son las siguientes:
0: racimo sano
1: racimo con 1-2 bayas afectadas.
2: racimo con 3-5 bayas afectadas.
3: racimo con más de 5 bayas afectadas.
4: más de un hombro afectado hasta la mitad del racimo dañado.
5: más de la mitad del racimo afectado hasta daño completo.
Bajo estos parámetros fueron evaluados los seis tratamientos químicos aplicados, el
tratamiento testigo con gas y el tratamiento testigo sin gas.
3.1.5. Análisis de datos
A partir de los resultados obtenidos en las evaluaciones se obtuvo un valor de índice
de daño y de incidencia por tratamiento para cada predio. Esto fue analizado según
diseño completamente al azar, con medias separadas según Duncan (α = 0.05).
18
4. PRESENTACIÓN Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS
4.1.
Observación de síntomas y desarrollo de la enfermedad:
Como primera consideración cabe destacar que en los cuatro ensayos realizados se
observa desarrollo de pudrición del racimo, que en algunos casos derivó a pudrición
ácida. A su vez, es posible apreciar un alto grado de ataque, con racimos
severamente dañados y que se traduce en altos niveles de incidencia e índice de
daño (Cuadros 2 y 3).
Cuadro 2. Incidencia de pudrición ácida en vid cv. Red Globe, en los testigos con y
sin gasificación (promedio), por región y para cada evaluación.
IV región
V región
RM
VI región
Cosecha
28,75
38,75
8,75
4,91
60 días
36,11
33,33
47,15
47,22
60 días, 48 horas
38,89
46,67
58,82
69,45*
120 días
51,43
62,50
73,27
97,22
70,00
77,78
84,07
98,61
120 días, 48
horas
*Para la VI región, la evaluación 60 días, 48 horas se hizo a las 72 horas después
de salida de cámara.
Cuadro 3. Índice de daño de pudrición ácida en vid cv. Red Globe, en los testigos
con y sin gasificación (promedio) por región y en cada evaluación.
IV región
V región
RM
VI región
Cosecha
6,75
13,00
2,00
4,91
60 días
9,44
10,00
14,01
13,06
60 días, 48 horas
12,50
16,95
17,26
22,50*
120 días
12,28
20,83
23,73
33,36
20,04
28,89
28,77
47,56
120 días, 48
horas
*Para la VI región, la evaluación 60 días, 48 horas se hizo a las 72 horas después
de salida de cámara.
19
Dentro de los daños observados se puede señalar la presencia de lesiones acuosas
en las bayas, con abundante chorreo y síntoma de piel suelta, además de un fuerte
olor a vinagre. En algunos casos es posible apreciar la presencia de larvas de la
mosquita del vinagre. También se observa la presencia de masas blanquecinas en
las bayas enfermas, y con ello, y luego de su aislamiento e identificación, se verifica
la participación de levaduras y bacterias acéticas. Sin embargo, y de acuerdo con lo
planteado por BESOAIN et al. (2005), estos últimos microorganismos no serían
capaces de desencadenar el desarrollo de la enfermedad, sino que sólo actuarían
como comensales del tejido dañado por otros patógenos (Penicillium expansum,
Botrytis cinerea, Aspergillus spp. y Rhizopus stolonifer).
Además, se observa abundante desarrollo de micelio de hongos, especialmente de
Penicillium expansum y Botrytis cinerea, principalmente luego de los prolongados
períodos en que la fruta se mantuvo almacenada en frío (60 y 120 días).
El nivel de incidencia de cada uno de los hongos observados, para cada región, se
presenta en las Figuras 1, 2, 3 y 4.
80,00
Nivel de Incidencia (%)
70,00
60,00
50,00
Penicillium
Aspergillus
Rhizopus
Botrytis
Cladosporium
Alternaria
40,00
30,00
20,00
10,00
0,00
Cosecha
60 días
120 días
Fechas de evaluación
FIGURA 1. Incidencia de hongos asociados a pudrición del racimo en uva cv. Red Globe de
la temporada 2004-2005 procedente de la IV región, observada en tres fechas
de evaluación (a la cosecha y luego de 60 y 120 días de almacenaje a 0 °C).
20
80,00
Nivel de Incidencia (%)
70,00
60,00
50,00
Penicillium
Aspergillus
Rhizopus
40,00
Botrytis
Cladosporium
Alternaria
30,00
20,00
10,00
0,00
Cosecha
60 días
120 días
Fechas de evaluación
FIGURA 2. Incidencia de hongos asociados a pudrición del racimo en uva cv. Red Globe de
la temporada 2004-2005 procedente de la V región, observada en tres fechas de
evaluación (a la cosecha y luego de 60 y 120 días de almacenaje a 0 °C).
80,00
Nivel de Incidencia (%)
70,00
60,00
50,00
Penicillium
Aspergillus
Rhizopus
Botrytis
Cladosporium
Alternaria
40,00
30,00
20,00
10,00
0,00
Cosecha
60 días
120 días
Fechas de evaluación
FIGURA 3. Incidencia de hongos asociados a pudrición del racimo en uva cv. Red Globe de
la temporada 2004-2005 procedente de la Región Metropolitana, observada en
tres fechas de evaluación (a la cosecha y luego de 60 y 120 días de almacenaje
a 0 °C).
21
80,00
Nivel de Incidencia (%)
70,00
60,00
50,00
Penicillium
Aspergillus
Rhizopus
Botrytis
Cladosporium
Alternaria
40,00
30,00
20,00
10,00
0,00
Cosecha
60 días
120 días
Fechas de evaluación
FIGURA 4. Incidencia de hongos asociados a pudrición del racimo en uva cv. Red Globe de
la temporada 2004-2005 procedente de la VI región, observada en tres fechas
de evaluación (a la cosecha y luego de 60 y 120 días de almacenaje a 0 °C).
La observación de las Figuras 1, 2, 3 y 4 permite ver la clara predominancia de los
hongos Botrytis y Penicillium, principalmente en las evaluaciones de 120 días, lo
que coincide con la tendencia de la enfermedad de aumentar a medida que se
extiende el período de almacenaje, y también al avanzar de norte a sur. Esto podría
estar señalando a estos hongos como importantes agentes causales de la
enfermedad, tal como lo plantean BESOAIN et al. (2005). Cabe señalar que ambos
hongos son capaces de desarrollarse a 0°C (FRANCK y LATORRE 2003), que es la
temperatura a la que es sometida la fruta durante su almacenaje.
LISPERGUER, PIONTELLI y CAMPOS (2003), observaron alta predominancia de
Penicillium en muestras tomadas desde la IV a la VI región, pero también
mencionan a Aspergillus como predominante, lo que difiere con lo observado en
este estudio, en donde destaca la escasa o nula presencia de Aspergillus, así como
de Rhizopus, Cladosporium y Alternaria.
DÍAZ y KRAUSZ (2001) también
identificaron a Penicillium como importante agente causal de pudrición ácida, sin
22
embargo destacan la presencia de Rhizopus y Cladosporium, contrariamente a lo
observado en la temporada 2004-2005.
Además, el hecho de que algunos hongos como Rhizopus y Aspergillus no hayan
sido observados luego del almacenaje refrigerado puede deberse a que estos
microorganismos no se desarrollan a los 0 °C, como señalan FRANCK y LATORRE
(2003), o bien por presentar una baja incidencia durante esta temporada.
4.2.
Análisis de productos y su efectividad:
4.2.1. Evaluación IV región
Los datos obtenidos en esta región no corresponden totalmente a lo que tal vez
debiera haber ocurrido, dado que en el predio, antes de la cosecha se realizó
limpieza de los racimos en el cuartel donde se ubicó el ensayo. Con esto se alteró el
posible desarrollo de la enfermedad, puesto que se eliminaron bayas con algún tipo
de herida o presencia de hongos, además de aquellas que impedían tener un
racimo suelto.
A continuación, en la Figuras 5, 6, 7 y 8 se presentan los resultados obtenidos en la
IV región, en términos de incidencia e índice de daño, y sus diferencias estadísticas.
23
90
a
80
70
ab
Incidencia (%)
60
ab
b
b
b
50
b
40
30
c
20
10
0
dicloran
tebuconazole +
tolyfluanid +
azufre
DF-100
Bacillus subtilis
boscalid +
pyraclostrobin
benomilo
testigo C/gas
testigo S/gas
Tratamientos
*Tratamientos con una misma letra no difieren estadísticamente entre sí (Duncan 5%).
FIGURA 5. Incidencia de pudrición del racimo en uva cv. Red Globe de la temporada 20042005 procedente de la IV región sometida a ocho tratamientos diferentes,
observada luego de 120 días de almacenaje a 0 °C.
100
a
ab
90
abc
abc
abc
80
Incidencia (%)
bc
70
60
cd
50
d
40
30
20
10
0
dicloran
tebuconazole +
tolyfluanid +
azufre
DF-100
Bacillus subtilis
boscalid +
pyraclostrobin
benomilo
testigo C/gas
testigo S/gas
Tratamientos
*Tratamientos con una misma letra no difieren estadísticamente entre sí (Duncan 5%).
FIGURA 6. Incidencia de pudrición del racimo en uva cv. Red Globe de la temporada 20042005 procedente de la IV región sometida a ocho tratamientos diferentes,
observada luego de 120 días de almacenaje a 0 °C y 48 horas a temperatura
ambiente.
24
25
ab
ab
20
Índice de Daño
abc
15
ab
ab
abc
bc
10
5
c
0
dicloran
tebuconazole +
tolyfluanid +
azufre
DF-100
Bacillus subtilis
boscalid +
pyraclostrobin
benomilo
testigo C/gas
testigo S/gas
Tratamientos
*Tratamientos con una misma letra no difieren estadísticamente entre sí (Duncan 5%).
FIGURA 7. Índice de daño de pudrición del racimo en uva cv. Red Globe de la temporada
2004-2005 procedente de la IV región sometida a ocho tratamientos diferentes,
observado luego de 120 días de almacenaje a 0 °C.
30
a
a
a
ab
25
Índice de Daño
ab
20
ab
bc
15
c
10
5
0
dicloran
tebuconazole +
tolyfluanid +
azufre
DF-100
Bacillus subtilis
boscalid +
pyraclostrobin
benomilo
testigo C/gas
testigo S/gas
Tratamientos
*Tratamientos con una misma letra no difieren estadísticamente entre sí (Duncan 5%).
FIGURA 8. Índice de daño de pudrición del racimo en uva cv. Red Globe de la temporada
2004-2005 procedente de la IV región sometida a ocho tratamientos diferentes,
observado luego de 120 días de almacenaje a 0 °C y 48 horas a temperatura
ambiente.
25
4.2.2. Evaluación V región
En este ensayo, en cuanto a índice de daño, no se obtuvo diferencias significativas
en ninguna de las evaluaciones. Sin embargo, en cuanto a incidencia, se obtuvo
diferencias significativas en la evaluación de 60 días, 48 horas (Figura 9).
a
70
a
a
a
60
a
a
Incidencia (%)
50
ab
40
30
b
20
10
0
dicloran
tebuconazole +
tolyfluanid +
azufre
DF-100
Bacillus
subtilis
boscalid +
pyraclostrobin
benomilo
testigo C/gas
testigo S/gas
Tratamientos
*Tratamientos con una misma letra no difieren estadísticamente entre sí (Duncan 5%).
FIGURA 9. Incidencia de pudrición del racimo en uva cv. Red Globe de la temporada 20042005 procedente de la V región sometida a ocho tratamientos diferentes,
observada luego de 60 días de almacenaje a 0 °C y 48 horas a temperatura
ambiente.
4.2.3. Evaluación Región Metropolitana
En esta región sólo se observaron diferencias significativas entre los tratamientos en
las evaluaciones de 60 días, tanto en incidencia como en índice de daño (Figuras 10
y 11).
26
a
ab
60
abc
Incidencia (%)
50
abcd
40
30
abcd
cd
bcd
20
d
10
0
dicloran
tebuconazole +
tolyfluanid +
azufre
DF-100
Bacillus subtilis
boscalid +
pyraclostrobin
benomilo
testigo C/gas
testigo S/gas
Tratamientos
*Tratamientos con una misma letra no difieren estadísticamente entre sí (Duncan 5%).
FIGURA 10. Incidencia de pudrición del racimo en uva cv. Red Globe de la temporada 20042005 procedente de la Región Metropolitana sometida a ocho tratamientos
diferentes, observada luego de 60 días de almacenaje a 0 °C.
25
a
Índice de Daño
20
ab
abc
15
bcd
bcd
10
bcd
cd
d
5
0
dicloran
tebuconazole +
tolyfluanid +
azufre
DF-100
Bacillus subtilis
boscalid +
pyraclostrobin
benomilo
testigo C/gas
testigo S/gas
Tratamientos
*Tratamientos con una misma letra no difieren estadísticamente entre sí (Duncan 5%).
FIGURA 11. Índice de daño de pudrición del racimo en uva cv. Red Globe de la temporada
2004-2005 procedente de la Región Metropolitana sometida a ocho
tratamientos diferentes, observado luego de 60 días de almacenaje a 0 °C.
27
4.2.4. Evaluación VI región
En este ensayo, la evaluación de 60 días 48 horas se realizó a las 72 horas después
de salida de cámara, y sólo en esta evaluación se obtuvo diferencias significativas
(Figuras 12 y 13).
a
90
ab
ab
80
Incidencia (%)
70
abc
abc
abc
bc
60
c
50
40
30
20
10
0
dicloran
tebuconazole +
tolyfluanid +
azufre
DF-100
Bacillus subtilis
boscalid +
pyraclostrobin
benomilo
testigo C/gas
testigo S/gas
Tratamientos
*Tratamientos con una misma letra no difieren estadísticamente entre sí (Duncan 5%).
FIGURA 12.
Incidencia de pudrición del racimo en uva cv. Red Globe de la temporada
2004-2005 procedente de la VI región sometida a ocho tratamientos
diferentes, observada luego de 60 días de almacenaje a 0 °C y 72 horas a
temperatura ambiente.
28
a
30
a
ab
Índice de Daño
25
ab
ab
ab
20
bc
c
15
10
5
0
dicloran
tebuconazole +
tolyfluanid +
azufre
DF-100
Bacillus subtilis
boscalid +
pyraclostrobin
benomilo
testigo C/gas
testigo S/gas
Tratamientos
*Tratamientos con una misma letra no difieren estadísticamente entre sí (Duncan 5%).
FIGURA 13. Índice de daño de pudrición del racimo en uva cv. Red Globe de la temporada
2004-2005 procedente de la VI región sometida a ocho tratamientos
diferentes, observada luego de 60 días de almacenaje a 0 °C y 72 horas a
temperatura ambiente.
En general, se puede mencionar que no hubo efecto de los tratamientos a la
cosecha, dado que las infecciones probablemente ya estaban en desarrollo al
momento de la aplicación de los productos en estudio.
Del estudio realizado por BESOAIN et al. (2005) se concluye que las especies
fungosas capaces de provocar pudrición del racimo en uva de mesa cv. Red Globe
son: Botrytis cinerea, Aspergillus spp, Rhizopus stolonifer y Penicillium expansum.
Luego, esto debe contrastarse con la incidencia de los patógenos involucrados
observada en los predios en estudio (Figuras 1, 2, 3 y 4), en donde se destaca a
Penicillium expansum y a Botrytis cinerea como las especies fungosas con mayor
incidencia en racimos afectados, durante la temporada 2004-2005, además de una
escasa o nula presencia de los hongos Aspergillus sp. y Rhizopus stolonifer.
29
De los resultados obtenidos se puede mencionar que el producto a base de dicloran
mostró un control sólo parcial de la pudrición, lo que concuerda con lo observado
por BRICEÑO y LATORRE (2004), igualándose a los testigos en algunas de las
evaluaciones, infiriéndose con esto que el producto posiblemente no es capaz de
controlar los principales hongos involucrados. Esto concuerda con lo expuesto por
FRANCK, LATORRE y ZOFFOLI (2003), quienes señalan que es probable que
dicloran no posea acción fungicida contra Penicillium expansum.
Los ingredientes activos tebuconazole (PINILLA y ÁLVAREZ, 1999; NAVIA, 1999) y
tolylfluanid (PINILLA y ÁLVAREZ, 1999) son descritos como efectivos controladores
de la infección causada por Botrytis cinerea, en pre-cosecha. Sin embargo, al probar
el efecto de tebuconazole + tolylfluanid+ azufre en el control de pudriciones en la
post-cosecha, se observó que este producto no consiguió evitar altos niveles de
daño en los racimos tratados. No obstante, se debe considerar que el producto se
recomienda aplicar a inicios de floración (BAYER CROPSCIENCE, 2005), actuando
como tratamiento preventivo y evitando pudriciones en pre-cosecha. Además,
ESTERIO et al. (2003) en un estudio de eficacia comparativa de tratamientos
químicos señalan que tebuconazole + tolylfluanid no logra una alta eficacia en el
control de Botrytis cinerea al ser aplicado en las épocas de plena flor y cierre del
racimo.
En los racimos en que se aplicó DF-100 se observó un alto grado de daño en las
evaluaciones de post-cosecha. PINILLA y RIVEROS (2003) señalan a BC-1000 (DF100) como eficiente en reducir el número de racimos con síntomas severos de
pudrición ácida, pero estos autores evaluaron su efecto sobre la pudrición de precosecha, aplicado tres veces con intervalos de 15 días entre pinta y pre-cosecha;
estas mismas tres aplicaciones no han conseguido controlar las pudriciones en postcosecha, mostrando una escasa acción curativa. AGUIRRE y PINILLA (2005)
mencionan además que BC-1000 posee una muy buena acción preventiva en el
control de Botrytis cinerea y pudrición ácida, indicando similares resultados en
Argentina, pero también con tres aplicaciones del producto. Algo similar fue lo que
30
ocurrió con Bacillus subtilis, en donde el escaso control observado puede deberse a
que se requieren un mayor número de aplicaciones del producto, realizadas a partir
de la floración para el control de la pudrición gris (ÁLVAREZ y PINILLA, 1999) o
desde pinta para el control de pudrición ácida (RIVEROS y PINILLA (2003).
Por los resultados obtenidos se puede inferir que el producto boscalid +
pyraclostrobin, único aplicado en forma líquida, actuaría sólo controlando
infecciones incipientes deteniendo el desarrollo de estas, debido a que es un
producto sistémico. Además, esta mezcla logró la mayor eficacia en el control de la
pudrición de los racimos dentro de todos los productos evaluados, lo que concuerda
con lo señalado por BRICEÑO y LATORRE (2004), quienes evaluando diferentes
estrobirulinas en el control de hongos asociados a pudrición ácida, observaron que
boscalid + pyraclostrobin posee un amplio espectro de acción.
En cuanto a la eficacia de benomilo puede decirse que logró un control parcial. En
donde no logró controlar puede que exista algún problema de resistencia, tal como
lo plantean FRANCK, LATORRE y ZOFFOLI (2003), quienes además destacan la
alta sensibilidad de Penicillium a los fungicidas bencimidazólicos, por lo que parte de
la efectividad de benomilo puede deberse a su acción sobre este hongo.
En cuanto a los testigos, se constató un alto desarrollo de la enfermedad, sin
grandes diferencias entre el testigo con gas y el testigo sin gas.
Cabe destacar las observaciones realizadas por BESOAIN et al. (2005), quienes
descartan a bacterias y levaduras como agentes causales de la pudrición del racimo
en cv. Red Globe, por lo que estrategias de control dirigidas hacia estos patógenos
no contribuirían a disminuir la incidencia de este tipo de pudriciones. En este
contexto,
las
aplicaciones
de
fungicidas
en
pre-cosecha
pueden
reducir
efectivamente el daño causado por Penicillium expansum y Botrytis cinerea en fruta
almacenada en frío por largos períodos de tiempo (FRANCK et al., 2005),
31
considerando que estos hongos se encuentran dentro de los principales agentes
causales de la pudrición del racimo en uva cv. Red Globe.
32
5. CONCLUSIONES
En general, el tratamiento constituido por boscalid + pyraclostrobin fue el que mostró
la mayor efectividad en el control de pudrición del racimo, en aplicaciones realizadas
una semana antes de la cosecha, y por ende de pudrición ácida durante la postcosecha, distinguible en todas las evaluaciones.
Dicloran y benomilo mostraron un control parcial de la enfermedad. Los ingredientes
activos tebuconazole + tolylfluanid+ azufre, DF-100 y Bacillus subtilis, en general no
mostraron diferencias entre sí, logrando un control no significativo de la pudrición.
33
6. RESUMEN
La pudrición ácida es una enfermedad que afecta en forma severa tanto a vides de
mesa como viníferas, especialmente a los cultivares Red Globe y Thompson
seedless, causando grandes pérdidas económicas. Esta enfermedad está muy
relacionada con el complejo pudrición del racimo, constituyendo un grado muy
avanzado de éste. Con el objeto de evaluar la efectividad de diferentes tratamientos
químicos para el control de pudrición ácida en uva de mesa cv. Red Globe, se
realizaron ensayos en cuatro distintas regiones de Chile (IV, V, VI y Región
Metropolitana), en donde se probaron los fungicidas dicloran (18 kg/ha),
tebuconazole + tolylfluanid + azufre (18 kg/ha), DF-100 (23 kg/ha), Bacillus subtilis
(8 kg/ha + 13 kg/ha de azufre), boscalid + pyraclostrobin (1 kg/ha en 600 lt/ha),
benomilo (1 kg/ha + 17 kg/ha de azufre) y dos testigos (azufre con aplicación de
anhídrido sulfuroso en el embalaje y azufre sin aplicación de gas). Las aplicaciones
se efectuaron cuando la fruta alcanzó 14° Brix y fueron realizadas con
espolvoreadora para todos los tratamientos a excepción de boscalid + pyraclostrobin
que fue aplicado con pulverizadora de espalda. Se realizaron tres evaluaciones, la
primera al momento de cosecha, la segunda 60 días después de cosecha y la
tercera 120 días después de la cosecha, midiéndose el porcentaje de racimos
afectados (incidencia) y grado de ataque en los racimos (índice de daño). Los
resultados obtenidos demuestran que no existió efecto de los tratamientos a la
cosecha. La mezcla boscalid + pyraclostrobin logró la mayor efectividad en el control
de la pudrición, dicloran y benomilo alcanzaron un control parcial y tebuconazole +
tolylfluanid+ azufre, a los 60 y 120 días post-cosecha. DF-100 y Bacillus subtilis no
lograron un control significativo de la enfermedad (Duncan 5%).
34
7. ABSTRACT
Sour rot is a disease that severely affects both wine and table grapes, especially the
cultivars Red Globe and Thompson seedless, causing important economic losses.
This disease is related to the bunch rot complex, constituting a very advanced
degree. With the objective of testing different chemical treatments to manage sour
rot in Red Globe grapes, experiments were run in four different regions of Chile (IV,
V, VI and RM). The following fungicides were tested: dicloran (18 kg/ha),
tebuconazole + tolylfluanid + sulfur(18 kg/ha), DF-100 (23 kg/ha), Bacillus subtilis (8
kg/ha + 13 kg/ha of sulfur), boscalid + pyraclostrobin (1 kg/ha in 600 lt/ha), benomyl
(1 kg/ha + 17 kg/ha of sulfur) and two control treatments (sulfur with a sulfur dioxide
application at packing, and sulfur without gas application). The applications were
done when the fruit reached 14º Brix, using a fumigator for all treatments except the
boscalid+pyraclostrobin treatment, where a back-pack sprayer was used.
Measurements were taken at harvest, 60 days after harvest and 120 days after
harvest, for the percentage of infected bunches (incidence) and the infection level in
the bunches (damage index). There was no effect of the treatments at harvest. The
boscalid+pyraclostrobin mixture was the most effective in controlling sour rot, while
dicloran and benomyl achieved partialcontrol, and the tebocunazole + tolyfluanid +
sulphur mix, at 60 and 120 days post-harvest. DF-100 and Bacillus subtilis did not
achieve a significant control of the disease (Duncan 5%).
35
8. LITERATURA CITADA
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40
Anexos
41
Anexo 5. Esquema de aplicación de los siete tratamientos iniciales y sus cuatro
repeticiones realizado en cada uno de los predios.
T4R2
T3R2
T4R3
T2R1
T7R2
T5R2
T2R4
T7R1
T7R3
T1R3
T5R4
T7R4
T6R3
T2R3
T6R4
T5R3
T3R1
T4R1
T1R1
T1R2
T4R4
T2R2
T5R1
T6R2
T3R3
T6R1
T1R4
T3R4
01
-0
1
03 - 20
-0 05
1
05 - 20
-0 05
107 20
-0 05
1
09 - 20
-0 05
1
11 - 20
-0 05
113 20
-0 05
1
15 - 20
-0 05
1
17 - 20
-0 05
1
19 - 20
-0 05
1
21 - 20
-0 05
1
23 - 20
-0 05
1
25 - 20
-0 05
1
27 - 20
-0 05
129 20
-0 05
1
31 - 20
-0 05
1
02 - 20
-0 05
2
04 - 20
-0 05
206 20
-0 05
2
08 - 20
-0 05
210 20
-0 05
2
12 - 20
-0 05
214 20
-0 05
2
16 - 20
-0 05
218 20
-0 05
2
20 - 20
-0 05
220
05
Temperatura (°C)
Temperatura (°C)
40
35
30
25
60,00
50,00
20
40,00
15
30,00
10
5
0
35
30
60,00
20
50,00
15
40,00
10
30,00
20,00
5
10,00
0
0,00
Fechas de medición
Figura 15. Registros obtenidos en la V región.
Humedad Relativa (%)
Anexo 2.
Humedad Relativa (%)
01
-0
1
03 -20
-0 0 5
105 20
-0 0 5
107 20
-0 0 5
109 200
-0
5
1
11 -20
-0 0 5
113 20
-0 0 5
1
15 -20
-0 0 5
117 200
-0
5
1
19 -20
-0 0 5
121 200
-0
5
1
23 -20
-0 0 5
125 200
-0
5
1
27 -20
-0 0 5
129 20
-0 0 5
131 200
-0
5
1
02 -20
-0 0 5
204 20
-0 0 5
2
06 -20
-0 0 5
208 200
-0
5
2
10 -20
-0 0 5
212 20
-0 0 5
2
14 -20
-0 0 5
216 200
-0
5
2
18 -20
-0 0 5
220 200
-0
5
2
22 -20
-0 0 5
220
05
42
Humedad relativa media diaria y temperaturas máxima, media y mínima
diaria registradas en los predios en donde se realizó la aplicación de los
tratamientos químicos, desde inicios de pinta hasta la cosecha.
90,00
80,00
70,00
T° mínima diaria
T° máxima diaria
T° media diaria
HR media diaria
20,00
10,00
0,00
Fechas de medición
Figura 14. Registros obtenidos en la IV región.
90,00
80,00
25
70,00
T° mínima diaria
T° máxima diaria
T° media diaria
HR media diaria
24
-0
126 200
-0
5
128 200
-0
5
130 200
-0
5
101 200
-0
5
203 200
-0
5
205 20
-0 05
207 200
-0
5
209 200
-0
5
211 20
-0 05
213 200
-0
5
215 200
-0
5
217 200
-0
5
219 200
-0
5
221 200
-0
5
223 200
-0
5
225 20
-0 05
227 200
-0
5
201 200
-0
5
303 20
-0 05
305 200
-0
5
307 200
-0
5
309 20
-0 05
311 200
-0
5
313 200
-0
5
320
05
Temperatura (°C)
Temperatura (°C)
35
70,00
25
60,00
20
50,00
15
40,00
30,00
5
0
40
35
25
70,00
60,00
20
50,00
15
40,00
10
30,00
5
20,00
10,00
0
0,00
Fechas de medición
Figura 17. Registros obtenidos en la VI región.
Humedad Relativa (%)
40
Humedad Relativa (%)
01
-0
1
0 3 -2
-0 0 0
1 5
0 5 -2
-0 0 0
1 5
0 7 -2
-0 0 0
1 5
09 -20
-0 0 5
1
1 1 -2
-0 0 0
1 5
1 3 -2
-0 0 0
5
1 5 1 -2
-0 0 0
1 5
17 -20
-0 0 5
1
1 9 -2
-0 0 0
1 5
2 1 -2
-0 0 0
5
2 3 1 -2
-0 0 0
1 5
25 -20
-0 0
1 5
27 -20
-0 0 5
1
2 9 -2
-0 0 0
5
3 1 1 -2
-0 0 0
1 5
02 -20
-0 0
2 5
04 -20
-0 0
2 5
06 -20
-0 0 5
0 8 2 -2
-0 0 0
2 5
10 -20
-0 0
2 5
12 -20
-0 0
2 5
14 -20
-0 0
2 5
16 -20
-0 0 5
2
18 -20
-0 0
2 5
20 -20
-0 0
2 5
22 -20
-0 0
2 5
24 -20
-0 0 5
2
26 -20
-0 0
2 5
28 -20
-0 0
2 5
02 -20
-0 0
3- 5
20
05
43
100,00
90,00
30
80,00
T° mínima diaria
T° máxima diaria
T° media diaria
HR media diaria
10
20,00
10,00
0,00
Fechas de medición
Figura 16. Registros obtenidos en la Región Metropolitana.
100,00
90,00
30
80,00
T° mínima diaria
T° máxima diaria
T° media diaria
HR media diaria
44
Anexo 1. Resúmenes de los análisis de suelo y foliar de los predios en donde se
realizó la aplicación de los tratamientos químicos.
Resumen de análisis de suelo por región.
3,81
N (mg/kg) P (mg/kg)
*
*
48,98
80,91
K (mg/kg)
**
1243,48
1,19
4,14
57,14
66,71
350,44
8,17
2,71
4,38
85,71
28,19
430,04
8,10
1,34
5,17
20,41
117,31
631,20
pH
CE (dS/m)
MO (%)
IV región
8,41
1,25
V región
8,25
RM
VI región
*Nitrógeno y Fósforo Disponibles
** Potasio de Intercambio
mg/kg = ppm
Resumen del análisis foliar por región.
P (%)
K (%)
Ca
(%)
Mg
(%)
Zn
(ppm)
Mn
(ppm)
IV región 2,45
0,21
1,20
2,68
0,28
58,50
105,00 93,50
V región
1,98
0,16
1,27
2,53
0,51
RM
2,03
0,15
1,04
2,82
VI región 0,61
0,09
11,14
1,71
N (%)
Fe
Cu
B
(ppm) (ppm) (ppm)
9,00
34,95
185,00 234,00 94,50
13,00
41,94
0,34
530,00 49,50
85,00
8,50
76,70
0,47
70,00
41,00
11,50
38,40
41,00
45
Anexo 6. Embalaje tipo Corea-GCK8.
46
47
Anexo 3. Gasificación con anhídrido sulfuroso
48
Anexo 4. Delimitación de área de experimentación.
49
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