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Lorcí?, 13 de Febrero de 1916
Año I
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DIARIO DE LA MAÑANA
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Francisco Carrasco
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ítica y Administración
La supresión del Impuesto de Consumos en Lorca
Siempre fuimos enemigos decidi- les, tan funesta competencia se hi- mos, porque es presunción de una
dos^ de la desaparición del impuesto cieron entre sí, que muchos de ellos lógica indubitable que entre la riquede Consumos, por entender que con se labraron su ruina, sin ventaja za y el consumo, los haberes y los
ello se perjudicaba^ en primer térmi- ninguna para el pueblo. Y no se dis- gastos existe la más estrecha y esenno, el comercio mismo y, después, la minuyó de manera apreciable el valor cial correlación. Únase á esto, su
población en general.
de las especies gravadas, según se máxima elasticidad, que le permite
Cuando por el año 1908, fascinada nos dijo, por no haber moneda frac- gravar, sin apreciable menoscabo,
gran parte de la opinión ante el vo- cionaria que permitiera llegasen los ni sensible desprendimiento, á las
cerío de ciertas gentes, se clamaba beneficios de la rebaja al consumidor, pequeñas fortunas, donde no encacontra el odioso impuesto, y al grito lo que con anterioridad ocurrió, preci- jan los métodos rígidos de las convibrante de «Abajo los consumos», samente cuando la desgravación de tibuciones directas, en forma de pa«Viva el reparto vecinal»^ partidos las harinas. Y surgieron millares de go voluntario y casi inadvertido,
políticos deponían su actitud belicosa, establecimientos de comestibles, por envuelto en el precio de los produccomisiones populares marchaban á que siendo á todos lícito el ejercicio tos que se compran, y tendremos
Madrid,' y se organizaban al regre- del comercio, no se iba á consentir completo el cuadro de las venjatas que
sar piiblicas manifestaciones para ce- que el provecho de la supresión re- lo recomiendan. Por algo en Franlebrar el triunfo de su gestión en la cayera en contados individuos, á cia se conserva el impuesto de conCorte, no faltaron labios que, apar- guisa, sin duda, de monopolio. Pensar sumos á pesar de su republicanismo
tándose entonces del común sentir, otra cosa era delirar sencillamente. democrático.
presagiaran con la anticipada seguriCon esta decantada conquista desEl proletariado, sobre todo, que
dad del vidente lo que, fatalmente hízose la Hacienda municipal de abi- es la masa viva que constituye el
para desgracia de la ciudad, había de nicio quebrantada por sus malas ad- pueblo, encuentra dificultades para
sobrevenir.
ministraciones. Así, por lo menos, lo poder soportar esta contribución que
Y con efecto, á los entusiasmos de demuestra el estado actual de nues- lo agobia cuando más estrecha y peaquellos días, al regocijo del pueblo tro municipio y el de todos los ayun- nosa es la situación porque atraviesa.
crédulo siempre, y siempre burlado, tamientos de España, á quienes alClaro está que con el sistema acal natural contento de unos cuantos canzó la famosa ley de sustitución tual hay gente beneficiada, pero esos
soñadores de venturas y prosperida- del impuesto de consumos.
beneficios recaen como demostraredes sin fin, siguió más tarde lo que
En todo tiempo, recordaremos con mos, en artículos posteriores, en los
de antemano teníamos ya desconta- pena, aquellas célebres sesiones dic- distintas clases acomodadas que
do, lo que no podía por menos de tatoriales de la llamada Junta Popu- aquí, como en todas partes, son las
suceder, que los supuestos benefi- lar, donde olvidando sagrados res- que llevan la dirección é imponen
cios se trocaron en daños inmensos, petos se hacía objeto de pública con sus iniciativas el movimiento en,
en perjuicio evidente y positivo para controversia la situación financiera la opinión. En esa opinión que no se
comerciantes é industriales que tanto de las familias, sus recursos y me- para á reflexionar, que marcha suesperaban de la reforma, y en grado dios de fortuna, deudas y obligacio- gestionada por las evoluciones resumo, para el sufrido vecindario de nes que tenían contraídas y mil co- formatorias, por suponer siempre que
Lorca.
sas íntimas que á nadie importaban el malestar que experimentan por
La odiosidad del impuesto alta- y que nadie tiene derecho á publi- falta de glóbulos rojos de la vida somente vejatorio para las clases me- car.
cial, va á experimentar mejoramiennesterosas, porque les encarecía la
Eso fué una gran vergüenza im- to en la endémica enfermedad que
hace tiempo venimos padeciendo.
vida; esa leyenda escrita en progra- propia de una población culta.
mas y credos del mayor radicalisPero lo mismo que el enfermo exEl mal se hizo y tras de sernos
mo, vino abajo, quedó deshecha por la subsistencia, más cara con el nue- perimenta una ligera mejoría, siemla fuerza abrumadora é incontrasta- vo régimen, ahí tenemos el arbitrio pre que adopta una nueva posición
ble de la realidad.
de inquilinato y nuestro flamante y en el lecho, aunque luego vuelvan
con más fuerzas los dolores causa de
El precio de los artículos de pri- equitativo repartimiento general.
mera necesidad no sufrió disminución
Contra todas las predicaciones su postración, así los pueblos tamsensible, y á los comercios existen- que se ncs hagan, seguiremos cre- bién sienten un ligero bienestar protes á la sazón se agregaron, cual yendo que el impuesto indirecto so- ducido por autosugestión, cuando se
era de presumir, cientos y cientos de bre el consumo grava los gastos del iniciíi un procedimiento nuevo que
nuevos establecimientos que, libres contribuyente en adecuada pro- modifique la forma de tributación.
Pero ya ha pasado la ligera meya de esas aborrecidas trabas fisca- porción con la riqueza de los mis-
joría, que fué una ilusión momentánea; ya sentimos otra vez, y ahora
con más fuerza bs efectos de la enfermedad y estamos convencidos de
que el remedio ha sido ineficaz.
Vuelvan las cosas á su primitivo
estado y venga en buen hora el restablecimiento de los consumos que
por muchos inconvenientes que presenten, no tendrán nunca tantos como afrece el sistema que hoy disfrutamos.
Se habla de su carácter vejatorio
y no nos fijamos, ni se quieren ver
esos constantes apremios de comisiones y agentes fiscales, que, cual
losa de plomo pesan sobre el pobre
contribuyente.
Los embargos y los apremios que
hoy sufren infinidad de familias de
Lorca, son mucho más depresivos y
repugnantes que las ligeras molestias que producían la fiscalización en
el tiempo que se hallaban gravadas
las especies.
Además, y para terminar por hoy
este artículo prenliminar de una
campaña que pensamos hacer, la
contribución de consumos llevaba
eparejada el pago de una costosa
nómina de personal, es muy cierto;
pero ese gasto enorme redundaba
en beneficio de innumerables famiUas de Lorca que cobraban de esa
nómina, y hoy están sufriendo los
rigores del hambre.
Esa era otra de sus bondades.
Y basta por hoy.
Versos de niño
La colaboración de este periódico está formada, en gran parte, por un puñado de jóvenes
casi niños, que comienzaü ahora esta vida literaria, tan triste y tan hermosa; nosotros
sentimos una gran predilección por estos jóvenes principiantes, en cuyos versos hay ya
dejos de amargura.
Entre los trabajos que tenemos en cartera,
he visto unos versos que un poeta niño nos
ha enviado y ai leerlos he meditado en lo que
sigue:
Fué el padre de este muchacho un malogrado amigo mío, poeta, pobre y triste, uno
de los mejores poetas de esta tierra levantina; fué su vida una vida intensa de trabajo