DESDE LA CÁTEDRA RAÍCES DE LA COLONIZACIÓN EN AMÉRICA Manuel Zevallos Vera Filósofo La colonización que llevaron a cabo los hispanos y sajones en tierras americanas han tenido semejanzas y diferencias que dejaron raíces generadoras de sociedades con rumbos, destinos y realidades distantes, producto de la idiosincrasia, la psicología y la estructura racial de los conquistadores y de las comunidades conquistadas. Los pueblos indígenas de América del Norte fueron conquistados, colonizados y dominados por los sajones en una devastadora superposición etnológica. Fue como un rastrillo, o mejor como una aplanadora que impusieron una cultura propia sobre la base del modelo ingles, pero escarmentados de las intolerancias religiosas y sociales de las que fueron víctimas, hicieron de la libertad individual toda una filosofía pragmatista. Los pueblos indígenas del norte (México), del Centro y del Sur de América, con excepción de Brasil colonizado por los portugueses, fueron dominados por España que impusieron un sistema político, social, económico y religioso idéntico al que regía en España, es decir dogmático, conservador, escolástico y prácticamente medioeval, no obstante que ya se respiraban en Europa fuertes aires renacentistas. Ambos, Sajones e hispanos, fueron inmisericordes, abusivos e inclementes destructores de los sistemas sociales de las culturas aborígenes y de sus poblaciones, pero en un análisis crítico objetivo de las características de los dos coloniajes, podemos encontrar propósitos y fines diferentes, como son: 1) Mientras los sajones venían a fundar una sociedad propia para sus deseos de hombres libres y asentarse en las nuevas tierras para quedarse en ellas, como gentes mayoritariamente procedentes de una clase media activa y emprendedora; los hispanos querían enriquecerse y volver a España, eran gentes transitorias, soldados, presidiarios, administradores y burócratas aventureros, pero sin intención de quedarse y afincarse en la tierra americana, con excepción de los Jerarcas que se posesionaron de extensas tierras para que sean servidas por los indios. 2) Ambos buscaban riqueza pero con la diferencia que mientras los sajones, su enriquecimientos era para disfrutarlo como fortuna propia en el confort que se dieron en las nuevas tierras americanas, los españoles y portugueses eran “mandatarios” de sus “coronas” y tenían que dar cuenta a sus mandantes de sus actos y remitirles toda la riqueza que los esclavos produjeran. 3) En el aspecto religioso los Sajones eran mayoritariamente protestantes, por su origen inglés; no aceptaban la intolerancia y sus templos eran sencillos de acuerdo con la austeridad inglesa; en tanto que los españoles son intolerantes y sus templos son monumentales, lujosos y hacen gala de riqueza, con altares adornados y enchapados con oro y plata como expresión del derroche palaciego de los conquistadores. 4) Los Sajones arrasaron con los aborígenes, no se mezclaron con ellos y despreciaban sus vidas, como se puede comprobar con la práctica del “Scalpino” que consistía en la costumbre de arrancar el cuello cabelludo de sus víctimas para ofrecerlos como trofeo de guerra; en cambio los conquistadores españoles trataban a los indios con un relativo humanismo, como lo demuestra la obra de Bartolome de las Casas a favor de justicia y mejor trato humano para los indígenas peruanos. Todas estas raíces han dado lugar a culturas diametralmente opuestas, como la de los EE.UU. de Norteamérica amante del sentido pragmático, utilitario, tolerante, mercantilista y de libertad de cultos y la de Latinoamérica poco pragmática, de culto religioso intolerante y amante de los privilegios, nobiliarios, palaciegos y de las burocracias políticas y corruptas acomodaticias con los regímenes del gobierno que se han sucedido en la crítica historia republicana latinoamericana. Pero ahora después de cinco siglos de la conquista y coloniaje, las cosas están cambiando de raíces en América latina y Perú no está a la zaga sino al contrario, se encuentra encabezando, junto con un grupo distinguido de países americanos, los cambios que el desarrollo contemporáneo del mundo exige, para responder al reto competitivo de la economía mundial. En este camino, con gran inteligencia, estrategia y patriotismo el empresariado peruano, macro y micro, los trabajadores de todos los niveles manuales e intelectuales, el gobierno nacional, la mayoría de los gobiernos regionales y locales y la sociedad civil como lo demuestra la Sierra Exportadora, se han puesto las “pilas” y han tirado por la borda las viejas taras de falsos orgullos, intolerancias y prejuicios anti capitalistas que nos tenían sofrenados, excluidos y frustrados. En el caso de Perú, se cumple el principio histórico que dice “que son las condiciones materiales las que determinan la conciencia”, pero a su vez la conciencia, la razón, la inteligencia pueden no sólo aprovechar las condiciones favorables, sino saber capiar con éxito las desfavorables, tal como ocurre actualmente que a pesar de la crisis económica que acusa el mundo, el Perú esta saliendo airoso y con poco daño. Este fenómeno no se debe solamente a la clase gobernante, sino a todos los sectores de la actividad productiva que están poniendo el hombro para que Perú se mantenga en pie con fortaleza y futuro seguro.