502 ANALES DE HISTORIA NATURAL. y calizas concordantes entré sí, casi verticales, buzando lige­ ramente al. NO., de 4 á 5 k m . de espesor. No he hallado fó­ siles, pero la facies de las rocas me lleva á considerarlas como cámbricas ó silúricas; casi se puede asegurar que son un miembro viejo de la edad paleozoica (1). Al-concluir el palezóico se entra en el verdadero Tiris, ó sea la meseta central rígida y más elevada del Sahara occi­ dental, cuya altura oscila alternativamente y con gran sua­ vidad entre 300 y 350 m. Es una inmensa meseta, una pla­ nicie sin límites, salpicada de cuetos y muelas de granito de 44 m. de alto sobre la llanura, granito cuyo exterior está ennegrecido, pulido y estriado. Á los 250 k m . de la costa próximamente, empieza el g r a ­ nito á pasar insensiblemente á gneis que encierra en su masa glándulas de feldespato. Este gneis, granitoideo y glan­ dular, conserva las formas exteriores y superficie del granito, sin más que desaparecer casi por completo las colinas, exis­ tiendo sin embargo numerosas lapas; buza ligeramente al SE., sin que en una extensión casi de 100 km. haya visto nin­ g u n a variación en su buzamiento. Tan insensible como fué en el centro del Tiris el paso de granito á gneis, tan repentino y brusco es á los 340 km. de la costa. Vuelven á aparecer las colinas de 40 m. de ele­ vación sobre la meseta y se pierde todo vestigio de estrati­ ficación. Este contacto anormal se anuncia tanto en-el gneis como en el granito por una gran riqueza de filones de rocas epidotífera-s, orientados casi sin excepción NNE.-SSO.' La facies de este nuevo granito es la misma que la del a n ­ terior y debe tener una gran extensión, tanto en la direc­ ción SE. como en la del S. hacia el Adrar-et-Tmarr, según los datos que me dieron los árabes (2). (1) La existencia de esta banda de paleozoico hace más probable la del macizo de pizarras y cuarcitas (silúrico?) que sitúa el Dr. Lenz en su mapa geológico ya citado, al S. de Atar y constituyendo toda la región SO. del Adrar-et-Tmarr. Acaso aquella banda prolongándose hacia el E. venga á unirse á este macizo por su lado occidental. (2) Caillé en 1828 halló granito al O. de № Dschaf, en la prolongación occidental de nuestro itinerario y también más al N. entre el Harib y Majara. fNordmest-A/rika von A. Petermann en el Stieler's Hand-Atlas núm. 69.1881). Estos hallazgos, y particu­ larmente el primero, vienen á confirmar la estructura que yo supongo al Sahara occidental y que indico más adelante.