El ingeniero que divide a su familia

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LATERCERA Domingo 13 de diciembre de 2015
Nacional
OO Anguita fue formalizado el viernes por el parricidio de su esposa y se le acusó de ser el autor intelectual del crimen. FOTO: AGENCIAUNO/ARCHIVO.
[PERFIL] Jaime Anguita, formalizado porque habría planificado y ordenado el crimen de su esposa
Viviana Haeger, viajó desde Quillota a Puerto Montt para iniciar a su carrera. La misma ciudad que
le dio esa oportunidad, hoy lo acusa. Por Victor Rivera
El ingeniero que divide a su familia
J
aime Anguita Medel
(58) acaba de escuchar
que la jueza Ximena
Bertín lo ha dejado en
prisión preventiva. Se
paró, se llevó la mano
a la frente y se despidió
de su madre y su hermano, quienes lo acompañan en la primera
fila del tribunal, donde fue formalizado por la fiscalía por el presunto parricidio de su esposa, Viviana Haeger, ocurrido el 29 de
junio de 2010, en Puerto Varas.
El ingeniero estaba incómodo,
pero mantuvo la calma. Esa tranquilidad en su actuar es uno de los
rasgos que siempre lo ha caracterizado, según señalan sus amigos y familiares más cercanos.
Hijo de Francisco Anguita Gajardo y Marta Medel de La Barra,
es el quinto de nueve hermanos,
todos oriundos de Quillota, en la
Región de Valparaíso. Tres hombre y seis mujeres componen la
familia, donde los lazos más fuertes los generó con su hermano,
Gonzalo, un año menor que él.
“Un excelente hermano, nada
que decir. Siempre muy atento
con la familia y nosotros con él”,
dice Gonzalo, quien viajó desde
su ciudad natala para acompañarlo en la audiencia de formalización.
Anguita egresó del Instituto Rafael Ariztía de Quillota, donde
siempre destacó por sus habilidades en matemáticas. Sin embargo, en lo social, “era más bien
hosco. Serio, de muy pocos amigos”, describe uno de sus compañeros de curso que prefiere guar-
dar su nombre en reserva.
La habilidad con los números y
las ecuaciones lo llevó a estudiar
Ingeniería Civil en la Universidad
Federico Santa María, desde donde egresó en 1979. De la Quinta
Región salió en busca de su práctica, la que lo llevó hasta Puerto
Montt, Región de Los Lagos, la
misma que hoy alberga las sospechas en su contra por el fallecimiento de su esposa Viviana.
Tras hacer su primer trabajo en
la repartición zonal del Ministerio de Obras Públicas, se quedó
ahí. A fines de los 80, uno de sus
compañeros de labor le presentó
a la hermana de su novia, Viviana Haeger. Quienes conocieron a
la víctima señalan que era alegre
y sociable, lo contrario a Anguita. Recuerdan que pese a sus diferencias de personalidad, al inicio del romance se veían contentos y felices, reconoce una
cercana a la familia Haeger.
En 1991 la pareja contrae matrimonio. Se casan en Puerto Montt
y arriendan una casa en esa localidad, pues él comenzó a trabajar
en una constructora llamada Mónaco. Ese mismo año, coincidentemente, el ingeniero habría conocido a José Pérez Mancilla, carpintero que prestaba servicio
para esa empresa, y que 24 años
después lo acusaría de contratarlo para matar a su mujer.
“Era una persona callada. No
era raro, sólo un poco más callado que el resto”, dice un trabajador de la empresa Puerto Octay,
firma a la que Anguita llegó en
2005. El hombre no quiere iden-
OO Anguita junto a su entonces esposa, Viviana Haeger. FOTO: ARCHIVO
tificarse, todos quienes lo conocieron y prestan testimonio, prefieren resguardar su nombre. Todos, menos su familia.
Además de su hermano Gonzalo, una de esas personas es Vivian
Anguita (19), hija mayor del matrimonio, quien el mismo día que
detuvieron a su padre publicó un
mensaje de apoyo, criticando
además a quienes lo acusan del
homicidio de su madre. “Podrán
decir que el amor ciega, y más
aún el d e una hija a su papá, pero
yo y sus realmente cercanos sabemos que es inocente”, dijo en Facebook. Cuando Jaime firmó
como socio de la constructora,
ese mismo año construyó junto a
su esposa una casa en el exclusivo condominio Parque Stocker,
ubicado a las afueras de Puerto
Varas, camino a Ensenada. Allí
llegó junto a sus hijas Vivian, Susan (quien entonces tenía 2 años)
y su esposa Viviana. En la parcela de al lado vivía la hermana de
Viviana, Mónica, quien no quiso
referirse al caso.
División
Cercanos a la familia dicen que
aún existe un distanciamiento,
el que se habría acrecentado par-
tir de 2007, año donde las discusiones entre los Haeger y Jaime
Anguita hicieron frecuentes, según cuenta un cercano. En la carpeta investigativa del caso, abundan una serie de declaraciones
de familiares y conocidos del matrimonio. Quienes han accedido
al expediente, dicen que los testimonios de las hermanas de Viviana señalan que Anguita le habría sido infiel. A la historia se
agregó un nuevo antecedente, según relató el mismo fiscal Nain
Lamas en la audiencia del viernes.
Dos años después de esa infidelidad, Viviana se enamoró de un
jefe que tuvo cuando ingresó a
trabajar a la empresa de bebidas.
El 29 de junio de 2010, sin embargo, cambio todo. Viviana desapareció y 42 días después apareció muerta en el entretecho de su
casa. el ingeniero fue quien la encontró y se convirtió en uno de los
sospechosos de crimen. Hasta el
día de hoy reclama inocencia; sin
embargo, su delator dice que el
profesional le habría pagado para
hacer desaparecer a su esposa.
La vida de Anguita siguió su curso. Arrendó un departamento junto a sus hijas en calle San Pedro. El
año pasado su hija emigró a estudiar a Alemania, donde la fue a ver
en su viaje por Europa. Incluso, el
ingeniero viajó a China por más de
un mes. Hasta el lunes 7 de diciembre vivía con su hija Susan,
pero después de su detención ella
quedó al cuidado de su abuela, lo
que podría extenderse por el plazo de investigación fijado por el
tribunal en ocho meses.b
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