Porque no podemos estar con el candidato de la Falange.

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Por qué no podemos estar con eí candidato oe ia Falange
Creo, sin vanidad, que,, cuantos me han visto trema izquierda solicitaron autorización para verMiactuar a través de veinte años de permanencia en car un mitin. El Intendente de Santiago, entonces
el Congreso de roí patria, saben que no llevo en el don Washington Bairnen, dio la autorización. Em él
alma odios, emulaciones, envidias, pasiones bajas, 69 profitaron toda clase de insultos al régimen legal
habiéndome señalado el duro deber de decir siempre establecido y, por último, se disparó con arma? da
la verdad en esta época en que el éxito se obtiene fuego contra los modestos carabineros que deten •
con mentiras, equilibrismo, demagogia, ahogando dian el orden. Estos, movidos por el más elemente!
asi, lo que permanentemente señala la conciencia.
instinto de conservación, y exacerbados pói el v<;Para responder, una vez más, a esta norma, jamen de la masa incitada por parlamentarios c©
siento el deber inexcusable aunque también muy du- munistas, repelieron el ataque con sus armas, ejerro, de escribir estas líneas dirigidas a la conciencia emendo el sagrado derecho de ''legítima defensa". El
de los hombres de bien, a aquellos que c r e e r á n la Gobierno cumplió el deber de respaldar Ja actitud
vida pública, igual que en la >ida privada, deben asumida por los Carabineros. De iodo esto quedi
existir normas de rectitud, porque, sin ellas, se en- veras y absoluta constancia en el sumario milita:/,
vilece el hombre en la vida privada, y, en la política, E r a don Eduardo Maldonado Mercado Director Gelo que es más grave, se atenta contra la patria.
neral de Carabineros, hombre católico y ciudadano
Durante esos veinte años de vida parlamenta- intachable. Frente a los hechos acaecidos ese día y
ria, como les consta a las conciencias de quienes al respaldo que el Gobierno dió a los Carabineros,
lean estas páginas, en cada día, en cada sesión y en don Eduardo Frei, entonces Ministro de Obras Púcadr, votación del Congreso hemos velado, desinte- Micas, protestando por aquella actitud, presentó la
resada y patrióticamente, por el interés nacional, renuncia de su cargo, la que el Gobierno cumplió
con i rescindencía absoluta de todo interés de par- también e! deber de aceptaría inmediatamente,
tido, pensando, como tanto lo hemos dicho, que
Pregunto a las conciencias bien puertas del
"nunca será conveniente para el partido lo que no p a í s : ¿Qué otra actitud habría podido tomar un Golo sea para el país".
bienio consciente de su responsabilidad?
En este camino, patriótico y desinteresado,
¿No habrían hecho lo mismo Portales, Moistt,
nunca tuvimos el apoyo de la Falange; por eil con- Varas, Balmaceda v todos los estadistas que forjatrario, siempre estuvo ella en el bando opuesto, en r o n y enaltecieron a la República?
aquél, que a nuestra conciencia de chilenos y de
No quiero ser yo quien califique el proceder
católicos, estaba atentando contra eí inferes del q |Ue entonces tuvo Eduardo Freí. Lo dejo a la ccnpaís, alertas sólo al interés partidista, al interés ciencia de los hombres honrados y sinceros,
electoral.
P
Pero, si, afirmo que, si como gobernante, de
Sería larga, inacabable la enumeración de to- ser elegido Presidente, continuara actuando en esa
dos los actos y votaciones que, a juicio de nuestras forma, traicionaría su juramento constitucional y
conciencias, ellos votaron contra el interés nacional, llevaría al país al más terrible caos, a !a anarquía
En este momento en que su abanderado máxi- completa,
mo, mi distinguido amigo don Eduardo Frei, talenIIÍ.—En 1947, el Partido Comunista, como lo 1
toso, culto, agradable y simpático, pretende nuestro demostraron las elecciones municipales de abril fe
apoye para llegar a la Presidencia de la República, ese año, había pasado a ser el partido mayoritario
siento, repito, la amarga, la dura necesidad, el de- de Chile, E s dsfícil que sobre un país pudiera cerber de recordar a los hombres de bien algunos de- nirse, entonces, un peligro mayor. El comunismo, ío
litos a mi juicio, de ,1a mayor gravedad y trascen- sabemos, es un régimen salvaje, expresión de las
dencia para Chile, que cometió ese Partido, de quien más bajas pasiones humanas: el odio, la envidia el
él ha sido el gran mentor, su cerebro gris, su diri- resentimiento; "intrínsecamente perverso", para dsgente máximo.
cirio todo de una vez, empleando las palabras texSon hechos públicos y notorios, que nadie po
tóales de Santo Padre, guía espiritual de los catódrá negar ni discutir, que pertenecen ya a la his- lieos.
toría contemporánea del país.
Nunca ha sido como entonces más negro el
L—En 1938, había un candidato a la Presiden- horizonte de Chile,
cía, que contaba con el apoyo del Partido ConserDon Gabriel González Videla, entonces Presívador, —al que entonces pertenecían unidos todos dente de la República, —traicionado por Ies coran
los que políticamente actúan como católicos—, y nistas, quienes, después de haberle prometido fcranel Partido Liberal, formado por católicos en su in- quilizar al elemento obrero y colaborar democrátimensa mayoría y, en todo caso, por quienes siem- camente a su Gobierno, fueron sorprendidos en acpre han apoyado decididamente al catolicismo. Su tos de sabotaje y de permanente incitación a la recontendor, radical y masón, contaba con el apoyo beldía—, se decidió, con entereza a enviar ai COÍV
radical, socialista marxista y comunista, fuerzas greso la Ley de Defensa Permanente de la Deino
antagónicas al catolicismo y repudiadas, natural- eraría, por la cual, sobre todo, los comunistas, "los
mente, por él. La Falange declaró su "libertad de intrínsecamente'perversos", quedaban al margen da
acción", faltando al reiterado compromiso que ha- la legalidad.
t í a contraído con el Partido Conservador; y es púNada podía justificar a una conciencia catoliblico y notorio porque así se empeñaron en hacerlo ea no estar decididamente con esa ley, dirigida,
saber ail país muchos de sus miembros que hicieron, casi exclusivamente, contra el comunismo. Pero la
el día del acto^electoral, dejación absoluta de sus Falange rasgó frenéticamente sus vestiduras cont r a b a j o s y sufragaron la inmensa mayoría de los tra ella. Nunca he oído un discurso más dramático
afiliados por el. candidato radical y masón, apoya- que el que en su contra pronunció en la Cámara de
do por socialistas y comunistas, a quien, así, hizo 3a Diputados mi distinguido y elocuente amigo don
Falange Presidente de la República.
Radomiro Tomic.
Ese movimiento contaba entonces con 7.000 vaE s a ley fué promulgada y vino a tranquilizar
tos y el candidato liberal-conservador fué derrotado a! país frente a su peor amenaza. Se puso atajo a
apena, por 4.000 votos. Hubo entre los falangistas i a pavorosa inquietud que significaba el avance, ca
algunas excepciones, pero fueron rarísimas.
da vez mayor del comunismo.
¿Cabe mayor responsabilidad que haber contriEn nada esa ley atentó contra los ciudadanos
burdo al triunfo del Frente Popular en Chile?
verdaderamente democráticos, leales a la libertad y
Fué ese el punto de partida, el aceleramiento a a la democracia, que viven sobre esta tierra excepfondo del desquiciamiento moral y económico en cionalmente democrática y libre,
que vive el país.
¿Quién de buena fe, se atrevería a decir que
Como liberal, no me gusta hacer mención en ella ha limitado las libertades en Chile?
cuestiones políticas, a la inversa de Ies falangistas,
Sólo la lia limitado para los comunistas quiea mi f e de eatólico, —dejando a Dios, con temor, la nes, por doctrina, son enemigos permanentes de la
, facultad de juzgarme como tal—. Creo que es la libertad y de ía democracia.
primera vez que lo hago. Pero, no puedo menos de
Pero la Falange olvidando la insistente súplica
preguntar: ¿Cabe delito mayor para un católico, de quien ha dicho que no se puede estar directa ni
une actúa en política, que haber contribuido al triun- indirectamente en nada que favorezca a los enemif o iV! Frente Popular?
"intrínsecamente perversos",
g o s ¿^ D¡ o s , a los
Cualesquiera que hubiesen sido los inconveníen- nunca ha dejado, hasta hoy, de propiciar su aerofes. que para los falangistas tuviera el candidato li- gación. Tal cosa significaría dar carta blanca, inberal-conservador, nada justifica una claudicación . muñidad al comunismo, a los enemigos de Dios, pa
semejante.
r a conspirar contra el Estado, contra la demoer^iII.—El 28 de enero de 1946, dirigentes de ex- cia, contra las libertades y, muy en especial c o n ü a
IB Iglesia de Cristo, su más jurada enemiga.
como la única capaz de impulsar
progreso colecIV.—El presidente radical, don Gabriel Gonzá tivo, muy en especial del sector trabajo, como lo ha
flez Videla, realizadas ya sus ambiciones de mando, demostrado Paul H. Douglas, senador demócrata
pensó en hacer un buen gobierno para su patria y norteamericano y como lo he probado yo, en el Seorganizó un gabinete que estaba a la altura de los nado, en discursos que nunca Eduardo Frei rectimejores que el país tuvo en sus días de sobria gran
ficó. ¡Qué ha sido si no la doctrina liberal, la libro
deza. Don Jorge Alessandri, Ministro de Hacienda, empresa, la eliminación del Estado interventor en
hacia el milagro, como lo haría ahora, de financiar Ha economía, lo que ha hecho la maravillosa reconsun presupuesto terriblemente desequilibrado; re- trucción en Alemania Occidental, reconstrucción dianudaba, aún en mejores condiciones, el servicio de rigida por Erhard, quien milita en el Partido Deía deuda externa y caminaba con éxito, a realizar mócrata Cristiano, porque nunca podrá ser el crisla estabilización monetaria, sin la cual no hay eco- tianismo incompatible con la doctrina económica
nomía seria, ni es posible la armonía social. Inte
'|ue hace la grandeza de los pueblos y el bienestar
graban el gabinete personas de la más alta calidad de los trabajadores!
do 'a mayor eficiencia: el almirante Holger, GerLos partidos cuyos hombres fueron los libermán Kiesco, Guillermo Varas, Luis Felipe Leterier, tadores de Chile, los grandes estadistas del país, lo»
Víctor Opazo, Ernesto Merino, Alberto Baltra. De propulsores permanentes de todas laa leyes de mepaso, sea dicho que los Ministros Varas y Letelier joramiento social, los que hicieron Ja respetabilison condecorados pontificios, lo que algo debe sig- dad de Ja nación, han recibido siempre el ataque, el
nifica! a las conciencias católicas. Este gabinete de desprecio injusto e interesado de la Falange.
verdadera restauración nacional, fué permnenteLa defensa del orden; de las tradiciones chimento hostilizado por la Falange, hasta que logra- lenas; el llamado al cumplimiento del deber, desron derribarlo, con el apoyo también de otros par- pués de haberse otorgado todos los derechos; introtidos y de gremios y sindicatos que desgraciada- ducir drásticas economías; oponerse a aumentos do
mente ignoraban el mal que se hacían a ellos mis- salarios no aparejados con una mayor producción
mos. Ese año, en que el Presupuesto debió tener del pa-'s; repudiar los actuales sistemas de previun gran superávit, junto con ponerse fin al proce- sión por ser ellos contraproducentes, superiores a
so ini'lacionista, se volvió a los antiguos déficit, que las fuerzas de nuestra realidad ecomómica; repucontinúan hasta hoy, y la inflación volvió también diar !as actuales leyes de jubilaciones, que signifia tomar un ritmo permanentemente acelerado.
can una verdadera vergüenza nacional, no da votos,
¿Cabe mayor responsabilidad cívica para los por el contrario: impopularidad.
La Falange, de la que es mentor máximo
que a esto contribuyeron?
Apelo nuevamente a las conciencias de los Eduardo Frei, ha representado, en todo sentido, la
antítesis de lo que ha sido nuestra línea poiíticá:
hombres de bien.
V.—En diciembre de 1955, la inflación había alto, patriótica, desinteresa lia.
Apoyar su candidatura a ¡a Presidencia de áa,
llegado al ritmo pavoroso de un 94 por ciento. De
República significa, lisa y llanamente, la mayor
hacerse los reajustes establecidos por la ley vigen
te, en relación con el alza del costo de la vida, la nuestra- claudicaciones: quemar todo lo que hemos
inflación habría pasado a tomar un ritmo tal que adorado y adorar todo lo que hemos quemado.
Y lo que es peor: significaría consagrar el cahabría producido inmediatamente el colapso ecomino
de la demagogia, del equilibrismo, del opornómico del país, el caos monetario. Sin duda que el
dólar habría llegado inmediatamente, entonces a tunismo, como el camino que siempre hay que se$ 1.8C0.—, lo que, unido a la psicosis del pánico, gún para obtener el éxito. Considero terriblemente
habría llegado a precios incalculables. Liberales y neiasto que, —en esta hora de desquiciamiento
conservadores —permanentemente ofendidos en las mora), de olvido de todos los principios— nosotros,
improvisaciones del Presidente de la República, por loe. legitimes representantes de las mayores glorias
el delito de fiscalizar su mal gobierno—, olvidandi de la patria, forjadas por uuestros partidos, veninjusticias e injurias gratuitas, cumplieron el deba* gamos, también por oportunismo, a consagrar a un
de contribuir con sus votos en el Congreso a tratar hombre que, aunque talentoso, y -ñorrectísimo en su
de detener el pavoroso proceso. Así evitaron el caos vid?, privada, ha cometido, en relación con nuestra
monetario que infaliblemente termina con el caos doctrina y nuestro patriótico proceder político, I«s
social y aún institucional. Pues bien, la Falange, mayores delitos.
Hasta hoy, Eduardo Frei, casi ;i'n excepción!,
por razones ocultas, votó contra los proyectos que
evidentemente aminoraron entonces el mal e im- votó en el Senado contra todo lo que nosotros propidamos, habiendo sido, así, cómplice, a nuestro
pidieron el inmediato caos económico y social.
juicio, de ia situación gravísima en qu© se sume el
¿Tiene ello justificación ailguna para los hom país.
bres sensatos, que piensen sin ambiciones persona
Aunque sean muchas las posibilidades que c4
les, en la suerte del país?
tenga de alcanzar por el camino que ha seguido, el
VI.—Frente al Comunismo, el problema polí- éxito a que aspira, no somos nosotros lea que potico esencial de la época en que hemos nacido, co- dernos apoyarlo con decencia.
mo es público y notorio, la Falange siempre ha teSiento muy clara y terminante ía voz de mi
nido una actitud débil. Como hemos dicho, ha com- conciencia y de mi dignidad que ate impiden habatido y es partidaria de la derogación de la Ley de cerlo.
Defensa de la Democracia, que tanto ha contribuíQuienes me conocen —que ya son muchos—
do, para defender al país de ese cáncer moral. En saben que no estoy movido por odiosidades pequenuestro criterio, en nuestra formación católica, esto ñas y 'Misiones indignas de la rectitud que he que eg absolutamente incomprensible.
rido sea la norma de mi vida. Me mueve sólo la
Cuando murió Stalin, uno de los monstruos lealtad a principios, a los que he cjjfisagrado, con el
morales más grandes de la historia de la Humani- m i s profundo desinterés, las mejores energías d«
dad, descrito así por sus propios correligionarios, mi existencia.
los dirigentes falangistas manifestaron a la prensa
No es grato, lo sé bien, porque soy afectivo,
¿rases de condolencia, de respeto, de comprensión y hacerse de enemigos, desagradar a mis amigos que
hasta de admiración por aquel hombre que más mal están haciendo buena carrera; pero para mí es aún
ha hecho en la tierra a la civilización, al cristianis- más ingrato silenciar la verdad y no hacer nada
mo y a ¡la Iglesia de Cristo.
para evitar la claudicación de nuestros partidos,
En los días en que fué desplazado Arbenzs, en que hasta hoy han cumplido tan noble y abnega
Guatemala, vimos a Eduardo Frei junto a Pablo ¿ámente con su deber.
Neruda, encabezar un mitin contra el Presidente
Si Eduardo Frei llega a triunfar y, demostrai
anticomunista Castillo Armas, desfile que terminó en el Gobierno las condiciones de gobernante que le
con la quema de la bandera norteamericana.
suponen sus admiradores, llamando patrióticamenE n cambio, siempre han manifestado su repu- te a colaborar con él a nuestros partidos, —como lo
dio, por demás injusto, al Gobierno de España. hizo Gabriel González Videla durante tres años—
Aquel país se desangró a consecuencia de la Repú- pare, hacer junto a él un buen Gobierno, jamás seblica. Su fracaso lo reconocieron los más eminen- ria yo el que me opusiera a prestarle nuestra colates republicanos: Unamuno, Ortega y Gasset, Ma- boración, siempre patriótica y desinteresada.
rañón, Benavente, Menéndez Pidal, Pérez de Ayala,
Pero después de los hechos públicos, a que m«
Lerroux, Cambó. Franco estableció en España, ho referido, consagrarle, desde luego, nuestro apo—no el régimen democrático, el que, como se probó yo, sería, repito, lisa y llanamente, una claudicación
es, desgraciadamente, incompatible con su idiosin- oportunista, vergonzosa.
cracia—, el orden cristiano y la paz social. Para
No podemos, en nombre de la patria mal traél, sí, que a la Falange no le faltan frases condena- tada, que nosotros tanto hemos defendido, otorgar
torias mientras Su Santidad lo llena de homenajes. un perdón que no se nos ha solicitado.
La Falange, sobre todo, ha vivido en permanente ataque a la doctrina liberal, a la que la ex(Ultimo discurso del Senador por Ataeama y
periencia económica del mundo entero reconoce hoy Coquimbo, señor Raúl Marín Balmaceda).
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