Carta de Adhesión a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona

Carta de Adhesión a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona del Ejército
Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) - México
A las cinco Juntas de Buen Gobierno, la Comandancia del Comité Clandestino Revolucionario
Indígena, la Comandancia General del EZLN, la Comisión Sexta del EZLN, al Subcomandante
Galeano, al Subcomandante Moisés.
Queridoas Compañeroas Zapatistas:
Desde el Grupo de Reflexión Rural (GRR) nos acercamos a ustedes de cuerpo presente para hacerles
llegar en forma personal, el deseo de adherir formalmente a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona.
Decimos formalmente porque, en lo que refiere a nuestras formas de actuar y pensar nuestros países y el
mundo, hace tiempo que estamos adheridos por la simpatía y la admiración por la lucha de ustedes los
Zapatistas.
Ante todo nos queremos presentar. Somos el Grupo de Reflexión Rural (GRR). Nos organizamos como
grupo de afinidad y espacio de diálogo y debate para llegar a entender los impactos del neoliberalismo y
para comprender y desenmascarar las diversas formas con que el sistema cambia de caras y se camufla
hasta ingresar en los ámbitos políticos, ya no solamente en las derechas, sino que también en las
izquierdas urbanas extractivistas de la Argentina y el resto de nuestra región.
Desde nuestro orígen (segunda mitad de los años 1990), hemos sido implacables críticos, desde
perspectivas ecológicas y contestatarias, del Modelo de los Agronegocios basado en la exportación de
commodities como sojas y maíces transgénicos. El nuevo reparto de roles, llevado a cabo por las
Empresas Transnacionales y los mercados globales, le ha asignado a enormes partes del territorio
argentino el papel de producción de cultivos agrobiotecnológicos y de plantaciones forestales,
conviertiendonos en una verdadera zona de sacrificio. Los venenos necesarios para esta producción de
monocultivos han llevado a que la vida en el campo se haya vuelto un calvario para cientos de miles de
pobladores que sufren diversas y graves enfermedades crónicas, abortos espontaneos y malformaciones
en sus recién nacidos, entre las formas más visibles de las consecuencias, más otras formas de daño que
permanecen invisibilizadas para las poblaciones urbanas. Mientras tanto, desde tales empresas, se nos
exige la prueba científica de lo que pueden ver los que saben mirar.
Desde el sistema educativo estatal, las empresas forman a sus futuros lacayos y nos marcan cómo hay que
entender su “ciencia” y cómo hay que despreciar el mero sentido común del pueblo “ignorante”. Por ello,
estamos también con los estudiantes y los académicos que entienden lo irrespetuoso y perverso de esta
forma de manejar y desvirtuar la comprensión de la realidad. Pretendemos además, desmantelar el
pensamiento único de la modernidad y de la neocolonialidad disfrazados de diferentes formas. A partir de
este pensamiento fragmentado, se ha venido justificando y legitimando, tanto desde las derechas como
desde las izquierdas extractivistas, el saqueo de las tierras, el subsuelo, los bosques, las montañas, los
ríos, las lagunas, los mares, el aire y todo aquello que perciben susceptible de convertir en mercancía.
En el GRR entendemos que la Argentina ha venido siendo gobernada por neoliberales desde el mismo
comienzo de esta etapa capitalista actual, tal como fue el caso de México. Vemos que si bien la Dictadura
Cívico-Militar de los años 1970’ y 1980’, con su régimen de terror y muerte, fue la que sentó las últimas
bases para que nuestro país “progresara” hacia este modelo depredador y genocida, todos los gobiernos
que le siguieron, sólo continuaron y profundizaron en “democracia” lo que ustedes llaman las “4 ruedas
del capitalismo: explotación, despojo, represión y desprecio a los de abajo por los de arriba”. Una prueba
de ello es la continuidad del Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva Lino Barañao,
quien fuera designado ya desde el principio de las administraciones del Estado kirchnerista para llevar a
cabo las políticas agrobiotecnológicas asociadas a las Transnacionales de las semillas, los agrotóxicos y
las medicinales. El nuevo gobierno de derecha de Mauricio Macri ha elegido conservar a este Ministro
que había sido el orgullo del gobierno de izquierda y quien volvió ahora a asumir su cargo con el
beneplácito de la misma Cristina Fernández de Kirchner. Esto indica la continuidad de las Políticas
Estratégicas que el Estado argentino implementa desde su papel de administrador de los intereses de las
Transnacionales. Esta continuidad de Barañao la pudimos ver en el GRR mucho antes de estas últimas
elecciones, por eso para nosotros fue una elección entre “la Coca y la Pepsi”. Anunciamos esta
continuidad, no porque fuéramos profetas, sino porque desde nuestra forma de ver y entender la realidad
de nuestro país, advertimos su logica inmutable.
Con esta depredación y destrucción de la Naturaleza, los de arriba han logrado, en gran parte de nuestro
territorio, que las culturas que se han desarrollado desde lo físico hasta lo espiritual, observando,
comprendiendo y aprendiendo de ella, hayan desaparecido de sus lugares de origen, forzados a
abandonarlos para garantizar así la profesía autocumplida de la urbanización. Pareciera que en el
imaginario de la modernidad progresista, la urbanización se ha determinado como el objetivo de la
“civilización” contra la “barbarie inculta” de lo rural. Muchos de los que resisten están seriamente
amenazados de desaparecer por la invisibilización y tergiversación de los medios masivos de paga.
Esta desaparición de las culturas que surgieron, existieron y permanecieron a partir de estar situadas en su
geografía local, y que supieron forjar y vivir una consmovisión respetuosa de las vidas y los lugares que
habitan en lo que nuestro pensador Rodolfo Kusch llamó el “estar” americano, está dejando un territorio
vaciado de observadores-guardianes que al alertar sobre los acontecimientos mencionados, permitan el
permanente despliegue de un cuidado colectivo. Este vacío y desprotección de los territorios, los vuelve
aptos para que las empresas extractivas tengan toda la libertad y tranquilidad de seguir saqueando lo que
no se llega a ver desde lo urbano. Porque en la ciudad sólo se ve lo que los medios muestran, y el resto
deja de existir en el imaginario de sus pobladores a quienes se manipula fácilmente desde la “educación”
con pérdida de identidad o desde los planes “sociales” asistenciales.
Las Dictaduras Cívico-Militares de nuestro país tuvieron origen en la mentalidad que se generó en
nuestros continentes a partir de la colonización europea y que ha dado lugar a contradicciones muy
profundas en la forma de entender nuestra realidad. A través del sistema educativo, y hasta en los festejos
de los “héroes” patrios, se ha profundizado la idea de la “civilización” contra la “barbarie”, fenómeno que
va arriando nuestros pensamientos hacia un ideal de vida que necesariamente lleva a la depredación de la
Naturaleza. Estas contradicciones no dejaron nunca de estar plenamente vigentes en todos los Gobiernos
“electos” que les siguieron a los años del terror.
Es posible que la particularidad que tiene la Argentina a partir de su historia, la haga más vulnerable que
México al saqueo y la depredación sin mayores resistencias. En este sentido, el GRR ha tratado de
mantener un pensamiento complejo, que vaya más allá de lo que se nos presenta y permita ver lo que
intencionalmente se nos invisibiliza. Al principio pudimos compartir nuestra forma de ver la realidad
desde el programa semanal Horizonte Sur en la Radio Nacional, donde además de hacer conocer nuestras
ideas, llevábamos a los muchos que nos escuchaban, los pensamientos de otros luchadores y pensadores
que compartían y querían intercambiar cosmovisiones y planes de lucha contra el neoliberalismo que
estaba comenzando a terminar con todo lo que la Argentina hubiera heredado de orgullo y dignidad de las
décadas de lucha anteriores. Fue, sintomáticamente, la izquierda clásica argentina durante el gobierno
pasado (2011-2015), la que nos comenzó a ver como una provocación o una amenaza para sus políticas
extractivistas y asistencialistas, la que terminó censurándonos y cerrando nuestro programa en la Radio
Nacional.
Entonces continuamos llegando a nuestros simpatizantes a través de internet. Desde allí continuamos
denunciando las trampas que se presentan permanentemente desde el modelo de gobierno extractivista
asistencial y desde la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y el Capitalismo Verde neoliberal de
ONG corporativas de manejo y servicios ambientales, tales como la WWF. Preferimos seguir el camino
antiguo de la militancia política independiente, no partidista, mirando y tratando de entender lo que estaba
cambiando y cómo estos cambios nos estaban llevando a los argentinos al callejón sin salida de la
dependencia y del pragmatismo, que tanto los gobiernos de derecha como de izquierda tradicional han
adoptado como propios; los primeros sin ninguna vergüenza, y los segundos sin querer darse cuenta o sin
importarles mucho si se daban cuenta o, peor aún, justificándolos como necesarios desde miradas
netamente urbanas.
A nuestro país se lo ha estado desangrando sin miramientos y sin pausa, desde los golpes militares a partir
del año 1955. Pero, por fin, cuando se reinvindicaba a los desaparecidos y muertos por el golpe CívicoMilitar de 1976, al mismo tiempo y paradójicamente, se implementaban políticas que violaban el respeto
a la Naturaleza y a los pueblos indígenas y campesinos que todavía resistían a los modelos progresistas
depredatorios basados en las prácticas extractivistas agro-minero-exportadoras. Tales acciones
permitieron repartir las “ganancias” obtenidas entre las víctimas directas del modelo que despobló el
campo, condenando a millones a vivir en bolsones de marginalidad. Mientras se destruye la Naturaleza, se
amontona a los desterrados en los cinturones de pobreza de las grandes ciudades en nombre del
“progreso”, el “crecimiento” y el “desarrollo urbano”. Los transgénicos y la industrialización de la
agricultura asociada a ellos, la megaminería, las represas hidroeléctricas, los megaproyectos turísticos, la
pesca industrializada de ríos y Mar Argentino, todo esto ha contribuído a la destrucción del tejido social
que forjó nuestra historia, nuestra cultura, nuestra memoria, nuestra identidad y nuestra dignidad como
pueblo.
Lo que queremos desde el GRR es que nuestro país se recupere para todos los que la habitan, respetando
la diversidad cultural sin que a nadie se lo considere mejor o peor por no corresponder al molde que se
presenta desde las ideas de coloniaje. Este molde basado en los principios de lo “civilizado” que viene de
la Europa del colonialismo contra lo “bárbaro” nuestro, es el fundamento ideológico que posibilita y
respalda la depredación. Deseamos un volver físico a la tierra, retomar los espacios arrebatados por las
políticas neoliberales, pero fuera de los simulacros intentados a través de la Ley de Tierras, la Ley de
Bosques, las Leyes de uso “responsable” de agrotóxicos, de la RSE, o de los modelos de Agricultura
Familiar que se suponen posibles en convivencia y connivencia con los Agronegocios y las políticas
asistenciales urbanas. Todos estos simulacros sólo garantizan un lavado verde o social que legitima y
profundiza el saqueo de nuestro pueblo y sus lugares de existencia.
Así, permitiéndonos contarles nuestra historia y nuestros deseos, queremos compartir con ustedes nuestro
vivir como un “Volver a la tierra”. Volver a la tierra como proyecto político, como cosmovisión. Volver a
la tierra como un elegir, como resistencia a la cultura de los derechos. Volver a la tierra como un vivir
diferente, como el retorno a las preguntas. Volver a la tierra como búsqueda de la raíz, de un lugar en el
mundo. Por todo esto, nuestra adhesión a La Sexta es fundamentalmente una forma de expresar nuestra
empatía con sus luchas y hacerles llegar nuestro compromiso con ellas. Desde la tierra más austral del
mundo el fuego es compartido y todavía alumbra.
Un abrazo entrañable,
GRR, Grupo de Reflexión Rural
Argentina, Julio de 2016
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