6 AL DÍA EDUCACIÓN Las empresas de catering alegan que el Gobierno Vasco les hizo creer que todo estaba en regla Se amparan en la confianza legítima al no reprocharles nunca el Departamento de Educación su actuación También argumentan que el supuesto reparto de mercado entre 2003 y 2012 estaría «prescrito», una defensa que Competencia rebate :: DAVID TABERNA SAN SEBASTIÁN. Las ocho empresas de catering sancionadas por repartirse el mercado de los comedores escolares públicos no han estado calladas durante el año y medio que ha durado la investigación de la Autoridad Vasca de la Competencia (AVC). En sus diferentes alegaciones presentadas ante la AVC y a las que ha tenido acceso este medio, las ocho empresas exponen argumentos técnicos y jurídicos para negar la existencia de un pacto. Entre ellos, rechazan la multa al amparar su comportamiento entre 2003 y 2015 en el principio de confianza legítima. En otra palabras, que dado que los diferentes departamentos de Educación nunca pusieron pegas a su modus operandi –llevarse siempre los mismo lotes ofreciendo los precios más altos–, confiaron en la legalidad de su actuación administrativa, confiando en que contaban con el visto bueno del Ejecutivo vasco. Tal y como recoge la resolución de la AVC, de acuerdo con la jurisprudencia del Tribunal Supremo, el principio de confianza legítima debe aplicarse cuando la Administración genera signos externos que resulten lo suficientemente concluyentes como para inducir razonablemente a un particular a confiar en la legalidad de actuación administrativa. Bajo este principio, las empresas rechazan la existencia de ningún pacto y para ello argumentan que el propio Gobierno Vasco ha validado año tras año las adjudicaciones, que les ha permitido llevarse los mismos lotes valorados en cerca de 850 millones de euros. En resumen, las empresas recuerdan a Competencia que si el laboratorio elegidos por el Ejecutivo ha considerado que solo ellas cumplían los requisitos para aspiar al contrato, y una vez elegidas, el Gobierno Vasco aceptaba sus ofertas, el resultado desde 2003 es una «consecuencia natural e inevitable». Sus argumentos no les han valido de mucho. La AVC rechaza la justificación de la confianza legítima. Así, recuerda que año tras año desde 2003 hasta 2012, el Departamen- Jueves 18.02.16 EL DIARIO VASCO MULTA HISTÓRICA POR EL REPARTO DE MERCADO EN LOS COMEDORES ESCOLARES to de Educación remitía cartas a las empresas homologadas solicitando sus ofertas para los lotes de su interés, por lo que, en teoría, existía un margen para la puja y la competencia entre empresas. La AVC advierte que el Ejecutivo vasco –más allá de que su falta de control ha provocado sobrecostes– no ha dado ningún paso que habría podido llevar a las empresas a no presentar ofertas competitivas en los diferentes lotes. Fecha del expediente El principio de confianza legítima figura en una larga lista de justificaciones desplegadas por las empresas, donde también se advierte que el supuesto delito contra la libre competencia estaría prescrito, al menos so- bre los contratos entre 2003 y 2012. Las cuentas de Competencia son bien diferentes. Así señala que el cómputo del plazo de la prescripción debe comenzar el día de cese de la actividad. «En nuestro caso –argumenta– como mínimo, el dies a quo es la finalización del curso 2010-2011 en junio de 2011 (la multa comprende el periodo 2003-2012 y 2013-2015). Por ello debemos concluir que el plazo de 4 años de prescripción finalizaría en junio de 2015 y el expediente sancionador se incoó en agosto de 2014. Por ello no puede considerarse que concurre la prescripción alegada por algunas empresas», zanja la AVC. Lo cierto es que Competencia va echando por tierra todos los argumentos de las empresas. Y lo hace con datos, en algunos momentos llegando a sacar los colores. Las empresas sancionadas jutifican que siempre aspiran a los mismos lotes –distribuidos por zonas geográficas– porque forman parte de su ámbito de actuación. En el caso de Auzo Lagun, aspiraría a los lotes de Gipuzkoa porque se trata de una firma con gran penetración en el territorio. Lo mismos sucedería con empresas como Tamar. Eurest, Goñi, Basca y Gasca, con cocinas en Bizkaia. Sin embargo, la AVC abre el ángulo de la foto y llega a otra conclusión observando el mercado de las empresas en los centros privados. Así, apunta que más del 40% de los clientes privados de Tamar, Eurest, Tamar, Goñi y Baska se ubican en zonas en las que estas empresas han renunciado a presentar ofertas en los contratos públicos. Algunos casos son de libro, como el de Gasca, recuerda a AVC, cuyo porcentaje llega al 93%, mientras que el de Tamar alcanza el 100%. Lo mismo ocurre, aunque en menor medida, con Auzo Lagun, que se lleva cada año los mismo tres lotes. «Alrededor del 25% de los centros escolares privados a los que sirve la firma guipuzcoana están ubicados en zonas que se corresponden con lotes a los que esta empresa no ha presentado ofertas en los contratos públicos», concluye la AVC para desmontar los argumentos de las firmas sancionadas. ALGUNAS ALEGACIONES Principio de confianza legí- tima. La Administración genera signos externos que resulten lo suficientemente concluyentes como para inducir razonablemente a un particular a confiar en la legalidad de actuación administrativa. Competencia lo rechaza y recuerda que Educación les pedía por carta que pujaran por los lotes. La supuesta infracción estaría prescrita, al menos sobre los contratos entre 2003 y 2012. Competencia recuerda que el último contrato finalizó el curso 2010-2011, en junio de 2011. Por ello debemos concluir que el plazo de 4 años de prescripción finalizaría en junio de 2015 y el expediente sancionador se incoó en agosto de 2014 Prescrito. Territorio de actuación. Siempre aspiran a los mismos lotes –distribuidos por zonas– porque forman parte de su ámbito de actuación. Competencia recuerda que un volumen importante de sus contratos en colegios privados corresponde a lotes públicos a los que pueden aspirar y no pujan. Un grupo de alumnos, en el comedor escolar. :: ALFREDO AGUILAR ELA pide que se revisen los precios de los comedores El sindicato ELA reclamó ayer que se revisen los precios de los menús de los comedores escolares teniendo en cuenta «la bajada del coste del servicio» como consecuencia del nuevo sistema de adjudicaciones tras la sanción por fraude a ocho firmas de catering. La central dijo, además, que «no va a permitir» que la multa de 18 millones de la Autoridad Vasca de la Competencia a las firmas gestoras de los comedores escolares públicos «repercuta en la calidad del servicio ni en las condiciones laborales». ELA valoró ayer la sanción a las ocho cocinas centrales que sirven menús a las escuelas por pactar precios para adjudicarse el servicio de comedores de la red pública de Euskadi. Resaltó que la multa supone entre el 3% y el 7% del total del negocio de esas firmas. El sobrecoste que durante diez años se han llevado las empresas a su bolsillo el fraude ha sido de más del 35%. La central asegura que en diciembre de 2015 ya denunció las irregularidades. «Señalábamos que la situación era muy grave». El colectivo de trabajadoras, recordaron ayer los portavoces de ELA, protagonizó una huelga en demanda de mejoras salariales. Con ese conflicto encima de la mesa, el Departamento de Educación autorizó el incremento en el precio del menú. «Se daba a entender que el sobrecoste de las mejoras salariales no podía ser asumido por las empresas. Ahora ha quedado demostrado que las firmas tenían margen más que suficiente», dijo ayer la central.