Guiño a la historia

36 LA VANGUARDIA
T E N D E N C I A S
DOMINGO, 17 ABRIL 2011
vive de espaldas a las grandes cumbres,
con toda seguridad para protegerse de
sus inclemencias, y el Everest se descubre cuando ya hemos dejado la población atrás. Desde ese punto, lugar culminante del trekking, el camino ya demuestra su altivez planeando por lo alto, y dando la cara al Everest. Quisiera
dejar que la pluma se deslizara con la
misma indolencia con la que hemos paseado estos días. Nepal es una delicia de
harmonía, de ambiente rural, de vida
Actualmente se vuela hasta Lukla y simple, de vegetación generosa, de agua
urante nuestro día de des- que te esperan en todos los rincones.
La expedición de 1953 partió mayori- desde ese punto en seis jornadas se lle- y de luz. Pero la calidez se acaba a partir
canso en Periche, he conocido a Ang Chiri Sher- tariamente de Londres en barco hasta ga al campo base por el recorrido de los de Tyangboche, donde toma testimonio
pa. Regenta un bonito lod- Bombay, cruzó India en tren y recorrió británicos. Así que es inevitable que, a el ambiente estepario y frío del Tíbet,
ge en esta pequeña aldea a pie a el último tramo hasta Katmandú. cada paso que doy, aflore en mi mente los anchos valles, los pastos de pausasituada a 4.200 metros de altura, a sólo Aunque unos pocos lo hicieron en la lectura diaria del libro de sir John dos rumiantes, –el yak autóctono–,
dos jornadas del campo base del Eve- avión, la mayoría tardó casi un mes en Hunt. Todo ello, a pesar de que se ha deambulando en una libertad controlarest. De rasgos tibetanos, como todos llegar a la capital nepalí, llevando consi- convertido en una senda turística muy da, la misma que nos otorgan las granlos originarios de la zona, nació entre go siete toneladas de peso. Luego el tra- concurrida; las reflexiones van por den- des cumbres que nos rodean.
Somos cuatro, Edurne Pasaban, Asier
estos muros hace 37 años y mantiene yecto hasta el campo base se hizo a pie, tro y no me deja de conmover el hecho
abierto su negocio durante las dos tem- invirtiendo para ello otro mes más. Casi de que por aquellos mismos caminos pa- Izaguirre, Nacho Orviz y el que escribe.
poradas álgidas de turismo, en primave- 400 porteadores y, como anécdota, una saran todos los grandes nombres liga- Los cuatro queremos subir al Everest
ra y otoño. El resto del año lo pasa en docena de ellos dedicados tan sólo a dos a esta montaña. El paisaje no debe sin oxígeno. Yo me encargaré además
Katmandú, en compañía de uno de sus transportar las monedas con las que dia- haber cambiado tanto. El camino re- de la filmación como he venido hacienmonta el Dudh Kosi, hundido en el fon- do los últimos años. Esta vez en compamejores amigos, Tashi Tensing Norgay, riamente pagaban el sueldo.
ñía de tres compañeros de
el nieto de Tensing Norgay
la productora Arena, Mi(primer hombre junto con
gueltxo, Jorge, Itziar, los
Edmund Hillary en corocuatro con la ardua labor
nar el Everest). Además, su
de mandar imágenes que
padre conoció muy de cerse verán cada semana por
ca a Hillary, a quien le guió
televisión. Mi trabajo de fildurante el desarrollo de los
mación durante este recoprogramas de ayuda que el
rrido ha sido una delicia,
neozelandés emprendió en
una tarea que ha consistido
el valle de Khumbu. Y es
en la plasmación de una
que todo el Khumbu, que reparte de esa belleza global,
monta el río Dudh Kosi,
imposible de recoger en su
portador de las aguas del
totalidad a través de esa pehielo fundido del Everest,
queña ventana mágica. Petiene alguna relación con
ro aún así, poder recortar
esa gloriosa expedición que
esos trozos de realidad es
en 1953 puso en la cumbre a
un reto excitante y este
Hillary y Tenzing.
año, con los equipos que llePrecisamente estos días
vamos, lo estoy disfrutanestoy leyendo el libro del jedo más que nunca.
fe de esa expedición, John
Por las tardes, en los lodHunt, que en su día tuve en
ges, revisamos ensimismalas manos, de adolescente,
dos lo grabado durante el
en su primera edición en
día. La calidad y la belleza
castellano, pero que no lleaparece como un milagro
gué a leer nunca. Y es que
en nuestras pantallas. A veaunque no he profesado un
ces, entre toma y toma, me
entusiasmo particular por
parece ver la presencia fulos libros de alpinismo, deFERRAN LATORRE
gaz de unas siluetas, a vebo reconocer que los más
Camino del campo base. Yaks pastando cerca de la localidad de Periche, ya cerca del
ces recortadas por un fulsignificativos los he leído
campo base del Everest, hogar de la expedición durante las próximas semanas
gor repentino. En ellas
de un tirón. Sobre todo en
creo reconocer la sonrisa
el caso de que, como el que
do de una garganta de vertientes vertigi- de todos mis héroes, aquellas almas que
ahora nos ocupa, uno se encuentra en el
nosas, casi imposibles, donde las aldeas nos esperan en todos los rincones, aquemismo lugar de la narración. Entonces Tyangboche da paso al
hacen equilibrios para mantenerse en llas sombras que la historia ha dejado
la lectura se hace apasionada. Porque si
terrazas esculpidas con un tesón contu- transitando en la imaginación de los
hay alguna dimensión fascinante del al- ambiente estepario y frío
maz. En dos días se llega a Namche Ba- que soñamos y que ahora se cuelan enpinismo, esta es la del peso de su histo- del Tíbet: anchos valles,
zar, la ciudad principal del Solo Khum- tre los fotogramas. De vez en cuando,
ria. Todos los valles, las grandes parebu, una preciosa población ya de estirpe no puedo contenerme y les lanzo un guides y por supuesto, las grandes monta- yaks y majestuosas cimas
tibetana, lugar de paso y de comercio ño. Ese guiño a la historia, ante la mirañas, son museos vivientes donde el rascon el Tíbet, de clara influencia budista, da indiferente del resto de la gente.c
tro de los hombres, sus dudas, sus aciery desplegada en un orden perfecto a lo
tos, sus alegrías y sus tragedias, quedan
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largo de un circo que recuerda un anfiineludiblemente intricadas para siemY EL ÁLBUM DE FOTOS EN
teatro griego. Curiosamente, la ciudad
www.lavanguardia.es/fotos
pre en el paisaje, como almas vivientes
EL SUEÑO DEL EVEREST (2)
Ferran Latorre
Guiño a la historia
D
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