El concepto de muerte en un nuevo paradigma

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La visión de la muerte en un nuevo paradigma
Canals Gustavo Adolfo
PhD.math., Dr. Física Teórica
[email protected]
La Vida es una lucha contra la entropía, comparable con la del héroe
griego que muere luchando contra el rayo. Él sabe que éste lo
acabará fulminando, sin embargo, muere con el brazo en alto y
amenazándolo con el puño, sin rendirse, porque, aunque no esté
conciente de ello, su lucha y su muerte son su contribución al
Conocimiento Universal.
Para entender cómo funciona la Vida es necesario buscar el
significado de la muerte de los organismos y aceptar que no es
privativa de lo biológico. En todo proceso, parte de la energía del
sistema "muere", se entropiza. En los albores del siglo XXI, parece
vivirse una nueva revolución del pensamiento, comparable con las
otras dos grandes revoluciones científicas de los últimos 300 años.
En el siglo XVII, se da la comprensión de la absoluta magnitud
tridimensional del espacio y el lugar excéntrico del planeta Tierra.
En el siglo XIX y principios del XX, surgen la concepción darvinista
de la evolución, del tiempo con la teoría de la Relatividad y del
espacio con base en la física cuántica.
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Duración: la cuarta dimensión
En el siglo XX, se inicia la comprensión de las implicaciones reales
de lo que significa descubrir que el continuum espacio-tiempo no es
una serie de estados sino de procesos, en los cuales aparece una
clara dicotomía entre procesos de la materia y procesos abstractos de
la Información, aunque entre ellos existe una interacción íntima y
directa. Todos los procesos de la materia, desde los que se dan en
partículas elementales hasta el del propio Universo, funcionan en
cuatro dimensiones, tres espaciales y una temporal. La cuarta
dimensión es la cantidad de tiempo en que los sistemas funcionan
como tales. Así se dice que la duración es al tiempo, lo que el lugar
que ocupan los sistemas es al espacio.
La muerte es el final de la duración de la interacción de los
elementos de un sistema que lo definen como tal. Al ocurrir la
muerte, la Información fisiológica definitoria del sistema, orgánico
en este caso, cesa su función y se libera uniéndose con la
Información abstracta que el sistema ha liberado a lo largo de su
Vida útil. Ésta propiedad ontológica de todo lo material no significa
un fin, sino un cambio dentro de un proceso más Complejo, en el
cual debe permanecer hasta que éste a su vez llegue a su fin y en
turno se integre de manera fractal en otro sistema.
La materia de un sistema biológico está obligada a luchar contra la
entropía. Sin embargo, finalmente se somete a la segunda ley de la
termodinámica, por lo que al cumplir su duración el sistema termina
en el equilibrio y sus elementos tienden al desorden, la ignorancia y
la mínima complejidad. No así la Información del sistema, que
alcanza la máxima complejidad y accede a los campos cuánticos
correspondientes.
Se insiste sobre el hecho de que en los sistemas biológicos, la
Información, al tener que equilibrar la ecuación energética, debe
alcanzar su máximo potencial y llevar al orden y a una creciente
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complejidad las estructuras emergentes. Así se llega a la conclusión
de que la Vida tiene en el proceso de la muerte una vía para
transmitir su Información fisiológica, aumentando así el
Conocimiento y Complejidad del Universo. La muerte tiene un
papel biológico muy importante al completar los ciclos vitales y
generar nueva Vida. Sin embargo, es aún más importante la
participación que la muerte tiene en el aumento del Conocimiento.
Al morir, los organismos liberan toda la Información adquirida en su
interactuar con el medio.
Más allá de la muerte biológica
A lo largo de su historia, el ser humano se ha cuestionado sobre su
trascendencia ¿Qué pasa más allá de su muerte biológica? El instinto
de conservación siempre le ha sugerido que de alguna manera "algo"
trasciende al morir, reencarnado, viajando a regiones ignotas o en
una especie de letargo, esperando el momento en que resucitase.
Quizá estás fueron las formas más generalizadas de una reflexión
que llevó a la sabiduría y al incremento de una conciencia de
pertenencia a una determinada cultura. Sin embargo, de esta
necesidad de respuesta a esta pregunta ontológica, hubo quien se
aprovechó para beneficio de sus propios intereses, iniciando culturas
de simulación y engaño que han trascendido hasta el mundo
contemporáneo.
Se ha postulado la existencia de una energía directriz, la
Información, que se inició con el cosmos y ha evolucionado hacia la
Complejidad hasta llegar a constituir la conciencia. Literalmente,
"inmortalidad" significa inmunidad a la muerte. Algunos filósofos y
religiones apocalípticas han sugerido la posibilidad de Vida después
de la muerte. Tal concepto implica mucho más que un tipo de
existencia reciclada, ya sea que se identifique con la creencia en la
reencarnación, la resurrección o teorías cibernéticas o tecnologías
criónicas. En lugar de esto, y sin involucrar discusiones de la
naturaleza que tal Vida pudiera tener, se tratará de arrojar alguna luz
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en la confusión causada por la colisión de viejos paradigmas,
explorando la posibilidad de concebir una post-vida en términos que
tengan más sentido dentro de un marco de visión evolucionista.
Paradigmas sobre de la muerte
De acuerdo con el filósofo de la ciencia Thomas S. Kuhn, un
paradigma es "una constelación completa de creencias, valores,
técnicas, etc., compartidas por una comunidad entera." De esta
aseveración se deduce que la constelación social determina la
manera de pensar de los grupos inmersos en determinadas culturas y
los hace resistentes a cualquier cambio en su modo de ver las cosas.
Históricamente hablando, la creencia de vida después de la muerte
se ha dado desde dos perspectivas diferentes. Cada uno de ellas se
asocia con una distinta visión del mundo o paradigma de la realidad,
que no por ingeniosas dejan de ser confusas. Aunque junto con sus
combinaciones, ambos tipos de creencias han perdurado y
coexistido.
Creencia en el alma
La primera aproximación que, según Kropf, podría llamarse
"creencia en el alma" (soul-belief), ha sido generalmente asociada
con una visión cíclica del tiempo. Esta visión es usualmente
entendida como un fluir constante dentro de un universo eterno y
finalmente espiritual. Esta aproximación proporciona un permanente
punto de referencia en este mundo del "eterno retorno", donde el
"alma" humana o "espíritu", después de habitar y animar sucesivos
cuerpos, alcanza la existencia en un plano separado, inmaterial.
Aparentemente, esta creencia tuvo su origen en antiguas prácticas
chamanísticas, quizá las más antiguas y universales formas de
pensamiento en cuanto a la posibilidad de la trascendencia
ontológica. Un alma inmortal e inmaterial es elemento fundamental
del modo filosófico de pensamiento conocido como "platonismo",
derivado de los relatos de Platón sobre las enseñanzas de Sócrates.
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Esta corriente filosófica ha sufrido múltiples variaciones en formas
de pensamiento "idealista". En las religiones gnósticas, las ideas,
formas, patrones o espíritu son vistos como una realidad más
permanente y fundamental que los fenómenos físicos. Adaptada, al
menos parcialmente por muchos pensadores Cristianos, esta postura
filosófica penetró la espiritualidad New Age y la mayoría de los
conceptos contemporáneos de "paraíso" o de algún tipo de post-vida
por vía del pensamiento religioso Oriental.
La resurrección
La segunda forma básica de posibilidad de Vida después de la
muerte es la "creencia en la resurrección" y tiene sus orígenes en una
perspectiva de la realidad completamente diferente, generalmente
asociada con una visión más "lineal" del tiempo. Muchos
especialistas creen que esta visión se originó en el pensamiento
persa (especialmente el zoroastrismo), pasando de allí al relato
bíblico de la creación. Esta visión toma al mundo físico como valor
primordial y sostiene que la función biológica del cuerpo humano es
condición básica para las actividades psicológicas de la existencia
humana. Cuando tal vida física o biológica cesa, cesa todo lo demás.
Por lo que este modo de pensamiento tiene gran dificultad para
aceptar la idea de la existencia de una "alma" naturalmente inmortal
y consiguientemente las ideas de vida después de la muerte. Cada
vida humana es vista con un inconfundible inicio en el tiempo, y por
implicación, con un categórico final. De acuerdo con este patrón de
pensamiento, si los humanos tienen "alma" ésta es solamente una
figura retórica o una descripción de la suma de los procesos
mentales, carentes de cualidades naturales para sobrevivir. Pese a su
origen religioso, se puede ver en esta visión algo más afín a la
moderna mentalidad científico-materialista, en la cual la mente
humana o conciencia está caracterizada como "un manojo de
sensaciones", según el filósofo David Hume. Esta visión es
testificada por la anatta o doctrina de la negación del alma entendida
por la más antigua forma de Budismo, el theraveda. Aunque esta
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visión también ha tenido su contraparte entre los filósofos
"atomistas" del antiguo mundo griego.
Desde un punto de vista "terrenal", no es sorprendente que cuando
las ideas judías sobre alguna posibilidad de Vida después de la
muerte empezaron a cristalizarse tomaron la diferente y radical
forma de una creencia en una resurrección física. Estas ideas en las
que sólo el "espíritu o soplo Divino" es capaz de alentar nueva Vida
en un cadáver, permitiéndole trascender a un paraíso, hacen
imposible tener un concepto "natural" de Vida después de la muerte,
El Cristianismo se dispersó tempranamente hacia un mundo no
Judío donde el pensamiento de Platón estaba ampliamente
difundido. De alguna manera, esta teología trató de combinar la
creencia en la resurrección con la perspectiva del pensador griego,
con la consecuente confusión entre los paradigmas al tratar de
reinterpretar lo anterior en términos de lo posterior, la resurrección
en términos de la perspectiva griega. El hecho de que el Nuevo
Testamento se escribiese originalmente en griego fue determinante
para tratar de llevar a cabo esta combinación, tratando así de
espiritualizar el concepto de la resurrección. Téngase presente que el
término griego psyche es usado comúnmente para referirse al alma.
No obstante que la mayoría de las creencias Cristianas se movieron
en esta dirección de espiritualización, paradójicamente, su resultado
fue la sobre valoración de su propio empeño en la importancia de la
resurrección corporal de Jesús. Este dogma no sólo se dio como
prueba o justificación de la fe en Él, sino también en la resurrección
futura de todo lo susceptible de ser "salvado" como componente
esencial del destino eterno de la naturaleza humana, entendida ésta
como un todo. Eventualmente, esta misma ambivalencia condujo a
un tipo de dualismo radical, así como a varias reacciones de la
filosofía moderna. Por ejemplo, Descartes considera el alma como
"un fantasma en una maquina". No es sorprendente que a la luz de
esta situación, la duda, franca o contenida, sea endémica en cuanto a
la probabilidad de post-vida.
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Un concepto nuevo
Si Kuhn está en lo correcto acerca del paradigma que implica toda
una "constelación" de creencias, valores, etc., entonces es urgente
repensar la forma de abordar el tema. Las revoluciones científicas se
dan cuando en una sociedad determinada el paradigma vigente se ve
cuestionado en forma creciente, hasta que el desafío origina una
revolución científica y ésta a su vez un cambio de paradigma. Esto
es un evento crítico en la evolución del pensamiento. Ninguno de los
antiguos paradigmas, basados en visiones pre-científicas del mundo,
ni sus ideas asociadas con una post-vida, pueden seguir teniendo
sentido. En su lugar, este trabajo propone otra alternativa, apoyada
en el nuevo paradigma del siglo XXI, que ofrece la posibilidad de
una reconceptualización radical y una revaloración de la
trascendencia.
En vez de pensar en términos de meros arreglos de "átomos" o
pedacitos de "materia" como lo propone el concepto atomista, es en
las relaciones o patrones dinámicos o alternativamente en los quanta
de Información donde es más probable encontrar la explicación,
tanto de la existencia de la materia como del fenómeno de la
conciencia ¿Por qué no pensar que electrones y protones son
Información pura y sólo se convierten en materia cuando se unen a
través de la partícula de Higos? Es necesario repensar íntegramente
el concepto "atomista" de la naturaleza, tanto en su estructura como
en su desarrollo. Si se ha postulado que en el fondo de todo se
encuentra la Información, entonces materia y energía no solamente
son lo mismo, sino que ambos son Información en estados
diferentes.
De acuerdo con la cosmología contemporánea, el universo puede
llegar a su fin de acuerdo con dos opciones principales.
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El universo se colapsa en sí mismo en un gigantesco agujero negro,
en el evento conocido como Big Crunch. Para nosotros, al suceder
este evento toda la materia con su inherente Información, se
transforma en conocimiento puro.
El universo se sigue expandiendo indefinidamente. Sin embargo,
nosotros consideramos que al hacerlo, la materia decaerá, con lo que
eventualmente, la Información inherente se convertirá en
conocimiento puro tal y como sucede en el Big Crunch.
Ambas alternativas garantizan la trascendencia de la Información y
su correspondiente conciencia, considerada ésta como el producto
más evolucionado de la Información.
De acuerdo con mi interpretación de la física de partículas y la teoría
de los sistemas dinámicos no lineales, el pensamiento debe verse
como campos de Información auto-reflexiva que una vez emergida
de quanta elementales, se extiende y complejifica a partir de un
evento inicial en el cual tuvo su origen, el Big Bang. Desde esta
perspectiva, lo que la filosofía y la teología por mucho tiempo han
tomado como "espíritu" no debe seguir considerándose como un
opuesto a la materia sino como su dimensión energética
complementaria, la Información, en la cual se enraíza la naturaleza
de la energía y la materia misma. El dualismo filosófico, la
dicotomía entre la interpretación espiritual y material de la realidad
debe ser radicalmente suprimido.
Mayor complejidad biológica conlleva infraestructura apropiada
para más altos niveles de conciencia y por lo tanto mayor grado de
libertad. Pese a las pretensiones neodarwinistas de que la evolución
es ciega y fruto del azar, se puede dar una definición de evolución
biológica de acuerdo con el paradigma propuesto. [ Nota 6 ] La
evolución es el proceso universal por excelencia, con propósito y
dirección irreversible hacia la Complejidad, generando novedad,
diversidad, y altos niveles de organización. La "irreversibilidad",
cuestionada por los neo-darwinistas, se explica en términos de la
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teoría de los sistemas dinámicos no lineales. De ella se deduce que
la mayor complejidad de la Información del ser humano llega a su
cúspide con la muerte, evento en el cual los campos cuánticos de
Información de los sistemas orgánicos se unen con los campos de
Información mentales. La fractalidad indica que este fenómeno se da
en la muerte de toda una especie, que permite que sus características
den lugar a nuevas combinaciones en formas de Vida más
complejas. Por lo que se puede decir que la muerte de un individuo o
de una especie es un evento crítico que utiliza la Información que se
libera para integrarse en una conciencia más compleja. Así, se ve
que la Información se auto-organiza, no sólo en términos de sus
estados físicos fundamentales, sino en términos de sus estructuras
mentales y de la retroalimentación que recibe de todos los sistemas
que integran su contexto. De acuerdo con las leyes del Caos, parece
que lo más aleatorio de la naturaleza, el "juego de la oportunidad",
es en sí mismo un prerrequisito teleológico para el incremento de la
libertad que se da en el ser humano. Libertad que a su vez explica lo
necesario e inevitable de la muerte, pese a ser considerada lo más
malo o trágico que le ocurre. Visto así, la muerte es prerrequisito
para la reorganización de los campos de la Información humana,
conduciéndolos no sólo a su prolongación sino a estados de
Información más complejos con el consecuente
incremento de los grados de libertad. Por lo que, en lugar de
representar su aniquilación, la muerte es el umbral para acceder a un
mayor grado de conciencia.
A primera vista, esto parece ser un asunto de cuestionable
probabilidad, especialmente en vista de la perspectiva
contemporánea sobre la evolución biológica, la cual inclusive
enfatiza los viejos dogmas darvinianos de "la supervivencia del más
apto", del concepto completo del "avance" evolucionista, etc. Sin
embargo, las evidencias científicas, analizadas imparcialmente,
apoyarán la teoría que señala a la Información como una energía, la
cual, retro-alimentándose en un proceso evolutivo, se ha hecho más
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compleja y ha propiciado la aparición de la Conciencia. Por otro
lado, el incremento de la duda de que nada podría sobrevivir al
colapso del proceso evolutivo, hace que el enfoque que se presenta
se considere viable.
La muerte y la termodinámica
Si se está convencido que, pese a ocasionales retrocesos, la
evolución es irreversible a la larga, la única alternativa lógica debe
ser el considerar una energía en un estado de Conciencia permanente
que trascienda el espacio-tiempo. Para nosotros, esta energía sólo
puede ser el conocimiento potenciado, la Información, que deberá
permanecer de acuerdo con la primera ley de la termodinámica, la
cual postula que la energía ni se crea ni se destruye, sólo cambia de
forma. De otra manera nada, al menos nada de importancia para el
ser humano sobrevivirá, tampoco se podrá explicar la génesis del
universo, cuando menos racionalmente. Entendida a la luz del
paradigma aquí propuesto, la irreversibilidad de la creciente
Complejidad de la Información conduce a una forma de
inmortalidad de la Información de todo organismo viviente. Las
propuestas opuestas sólo caen en un "nihilismo" filosófico
exacerbado.
Como ya se dijo, la vida es una lucha permanente contra la entropía,
concepto enunciado en la segunda ley de la termodinámica. A pesar
de las afirmaciones hechas por los científicos positivistas en el
sentido de que esta ley es inflexible, nosotros sostenemos que si bien
a largo plazo ésta es determinista y conduce a la muerte de los
organismos y extinción de los sistemas, ofrece igualmente grados de
libertad por lo que puede ser infringida en los eventos críticos. Sin
embargo, es necesario apuntar que esta ley rige sólo la materia, no la
Información. Cuando parece que la Información, se desordena, es
decir se sujeta a la entropía, en realidad quien sufre los efectos de la
segunda ley es el emisor y/o el medio y/o el receptor de la
Información.
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Conclusión.
Al morir un organismo de forma natural, los sistemas que lo integran
decaen con su propio ritmo, ya que la naturaleza tiene sus tiempos.
La Información que como energía liberan estos sistemas se va
uniendo para que a la desaparición del último sistema, la
Información total del organismo se integre fractalmente en otro nivel
energético con otras Informaciones, las cuales a su vez llevarán a
cabo el mismo proceso. De esta manera la muerte no significa
destruir sino desarmar para que así la Información liberada,
eventualmente, adquiera la potencialidad para integrarse en sistemas
más globales y poder ser utilizada por ciertos sistemas en los
eventos críticos. Algo que se debe tener presente es que la
Información permanece como tal y que aquello que los sistemas que
evolucionan adquieren es una réplica. Como en todo, el agente que
posee la Información al emitirla no la pierde, como sucede con su
contraparte, la materia. Esto justifica la existencia de la corriente que
se opone a la cremación, ya que ella interrumpe el ritmo natural de
decaimiento y destruye el organismo, con la consecuente
imposibilidad de que la Información de sus sistemas se una.
Es cierto que cualquier cambio inquieta y frecuentemente atemoriza
en diferente grado al sujeto que lo vive. Un cambio de trabajo, de
domicilio, de pareja, de amistades, etc. no deja de causar inquietud y
estrés. Sin embargo, de acuerdo con la teoría de los sistemas
dinámicos no lineales, el ser humano normal supera con éxito todos
estos cambios. Por lo que respecta al cambio ontológico que
significa el cese de las funciones biológicas, el ser humano como
organismo físico es incapaz de superarlo por lo que el temor y la
duda son ineludibles. Pero de acuerdo con el paradigma propuesto
su Información y conciencia trascenderán, por lo que es importante
aprender a morir.
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