TRABAJO FIN DE ESTUDIOS Título Función ejecutiva en la alta capacidad intelectual Autor/es Lourdes Viana Sáenz Director/es Sylvia Sastre Riba Facultad Facultad de Letras y de la Educación Titulación Master universitario en Investigación en Bases psicológicas de la Actividad Físico-deportiva Departamento Curso Académico 2014-2015 Función ejecutiva en la alta capacidad intelectual, trabajo fin de estudios de Lourdes Viana Sáenz, dirigido por Sylvia Sastre Riba (publicado por la Universidad de La Rioja), se difunde bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported. Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden solicitarse a los titulares del copyright. © © El autor Universidad de La Rioja, Servicio de Publicaciones, 2015 publicaciones.unirioja.es E-mail: [email protected] TRABAJO FIN DE MASTER FUNCIÓN EJECUTIVA EN LA ALTA CAPACIDAD INTELECTUAL Lourdes Viana Sáenz Directora: Dra. Sylvia Sastre i Riba Logroño, 2015 DEPARTAMENTO CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN Índice ÍNDICE I. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………….. Págs.1 1. La Alta Capacidad Intelectual………………………………………………… 1 1.1. Naturaleza y concepto de la Alta Capacidad: desde Galton hasta el paradigma actual…………………………………………………........... 1 1.2. Desarrollo de la Alta Capacidad……………………………………........ 8 1.3. Manifestaciones y perfiles de la Alta Capacidad……………………….. 10 1.4. Funcionamiento y regulación de los recursos cognitivos: Funciones Ejecutivas……………………………………………………………….. 11 2. Las funciones ejecutivas y el funcionamiento cognitivo…………………........ 13 2.1. Una aproximación al concepto de funciones ejecutivas……………........ 13 2.2. Neuroanatomía de las funciones ejecutivas……………………………... 17 2.3. Teorías y modelos del funcionamiento ejecutivo…………………..…… 20 2.4. Componentes y modalidades de las funciones ejecutivas………………. 25 2.5. Desarrollo de las funciones ejecutivas……………………………….….. 27 ii Índice 2.6. Evaluación de las funciones ejecutivas…………………………….…… 30 3. De la investigación actual al planteamiento del problema……………………. 32 II. MÉTODO……………………………………………………………………… 37 1. Participantes………………………………………………………........…. 37 2. Instrumentos………………………………………………………………. 38 3. Procedimiento…………………………………………………………….. 42 4. Análisis de datos………………………………………………………….. 45 III. RESULTADOS……………………………………………………………….. 47 IV. DISCUSIÓN/CONCLUSIONES……………………………………………... 55 V. REFERENCIAS………………………………………………………………… 61 iii Índice ÍNDICE DE FIGURAS Figura1. Modelo del desarrollo de la Alta Capacidad……………………….. 9 Figura 2. Córtex prefrontal…………………………………………………… 18 Figura 3. Pantalla de TOL de PEBL………………………………………….. 39 Figura 4. Pantalla de BCST de PEBL………………………………………… 39 Figura 5. Pantalla de Go/Nogo Task de PEBL………………………………. 40 Figura 6. Pantalla de Corsi block-tapping Task de PEBL……………………. 41 iv Índice ÍNDICE DE TABLAS Tabla 1. Diferencias entre el paradigma tradicional y el actual en la educación de los superdotados………………………………………………………… 6 Tabla 2. Funciones ejecutivas frías y calientes………………………………….. 26 Tabla 3.Componentes ejecutivos y sus principales instrumentos de medida……... 30 Tabla 4. Instrumentos de medida de las F.E. en niños…………………………… 31 Tabla 5. Resultados por edades, perfiles intelectuales y género…………………. 49 Tabla 6. Comparación de medias por grupos de edad……………………………. 50 Tabla 7. Correlación de Pearson entre tareas ejecutivas y edad…………………. 51 Tabla 8. Plan de Optimización Flexibilidad/Participantes……………………….. 52 Tabla 9. Plan de Optimización Memoria de trabajo /Participantes………………. 53 Tabla 10. Plan de Optimización Inhibición/Participantes………………………… 54 Tabla 11. Plan de Optimización Planificación/Participantes…………………….. 54 v Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad I. INTRODUCCIÓN 1. La Alta Capacidad Intelectual 1.1. Naturaleza y concepto de la Alta Capacidad: desde Galton hasta el paradigma actual No existe una única definición de la alta capacidad, como no existe una única definición de inteligencia, talento, experticia o creatividad (Cramond, 2004; Kalbfleisch, 2008) como conceptos constituyentes de la primera. El uso sin distinción ni límites precisos de palabras tales como superdotación, genio, precocidad, talento, brillante, prodigio o eminencia, etc. durante largo tiempo, ha contribuido, entre otros factores a la confusión conceptual del término. Históricamente, el concepto de superdotación y alta capacidad se ha vinculado a la capacidad mental o la capacidad de resolver problemas, considerando la inteligencia como monolítica e identificándola con rendimiento académico (Acedera y Sastre, 1998). Galton (1869), pionero en el estudio científico de la alta capacidad, postuló que el genio (término con el que se la nombraba) se manifiesta en un alto grado de eminencia y es atribuible a la herencia. Estos postulados iniciales tuvieron una significativa repercusión 1 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad en autores como Terman (1954) que llevó a cabo un amplio estudio longitudinal entre 1921 y 1958 con el objetivo de identificar niños altamente dotados. Para ello utilizó como medida de inteligencia el test de Stanford- Binet (Terman, 1916), estableciendo como criterio de identificación en la alta dotación la obtención de una puntuación de CI de 130 o superior. Entre las conclusiones de su estudio (Terman, 1954) señala que aunque la herencia constituye un aspecto básico en la superdotación, es necesaria una interacción entre la herencia y el ambiente para su construcción. El planteamiento monolítico de Terman (1954) fue revisado a partir del modelo de la estructura del intelecto de Guilford (1967) que incluye 150 factores, superando conceptos unidimensionales e incluyendo componentes no contemplados anteriormente como el pensamiento divergente o creatividad. El pensamiento divergente, se concibe como la capacidad para producir respuestas novedosas alternativas originales y posee cuatro componentes básicos: fluidez, flexibilidad, originalidad y elaboración. La contribución de Guilford (1967) ha sido determinante puesto que abrió el camino a valorar la importancia de la creatividad en la alta capacidad intelectual, contribución que se ha mantenido hasta nuestros días. En 1972 el informe Marland de la Oficina de Educación de los Estados Unidos (USOE) presentó la primera definición oficial de superdotación considerando a los niños superdotados y talentosos como aquellos que por sus capacidades superiores alcanzan logros extraordinarios. Esta capacidad superior estaba determinada por el alto cociente intelectual. Otras aportaciones teóricas e investigaciones aparecidas a partir de los años 80 provocaron una reorientación teórica y conceptual de la denominada superdotación. Entre ellas destaca la de Renzulli (1971, 2012) y su “teoría de los tres anillos”. Según este autor, para que exista superdotación es necesaria la interacción de tres componentes 2 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad interdependientes, ya que un único factor como el CI, no puede explicar este fenómeno; en concreto, estos componentes son (Renzulli, 1977): a) capacidad mental por encima de la media; es suficiente con un percentil igual o superior a 75. Esta habilidad mental se puede referir a capacidad general (capacidad para procesar la información, para su integración y selección y elaboración de pensamiento abstracto) o a competencias específicas (capacidad para aprender o rendir en un ámbito especializado); b) altos niveles de compromiso con la tarea, entendida como la energía dedicada a una actividad o problema específico; es decir, la motivación para implicarse completamente en un área de trabajo durante un largo periodo de tiempo, y c) creatividad o pensamiento divergente. Es la capacidad de producir ideas originales o nuevas, permitiendo estar abiertos a nuevas experiencias o a actividades especulativas. Más adelante, y a partir de estas ideas, Gagné (1985) propuso un modelo para la distinción entre superdotación y talento. La premisa base de este autor es la consideración de que la superdotación se produce cuando la capacidad está por encima de la media en uno o más dominios intelectuales, y el talento se refiere a un rendimiento superior en uno o más campos de la actividad humana (destrezas). Por lo tanto, los talentos son producto del trabajo sistemático y de la interacción entre las aptitudes y los catalizadores interpersonales y ambientales como el lugar de nacimiento, contexto social o suerte (Gagné, 1985, 2003, 2009, 2015). Su aportación no solo apunta hacia la distinción entre superdotación y talento, sino que aporta una aproximación a la relevancia de lo social. Dentro de la atribución de la importancia que los factores sociales, culturales y de personalidad pueden tener en el desarrollo del potencial de la persona, Tannenbaum (1997) postuló que el entorno social y familiar es fundamental para favorecer o dificultar la transformación de una superdotación, entendida como potencialidad, en 3 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad una realidad manifiesta. Según el autor, hay cinco factores a considerar en la superdotación: capacidad general superior, aptitudes específicas excepcionales, factores no intelectuales como características sociales o personales, ambientes estimulantes y suerte u oportunidad. Estos cinco factores, que a su vez constan de factores estáticos y dinámicos, presentan unas características mínimas como requisito necesario para un alto rendimiento. Dentro de esta línea, Mönks (1992) amplió el modelo de los tres anillos de Renzulli (1977) considerando la superdotación como un fenómeno dinámico resultante de la interacción entre las características individuales como alta capacidad, creatividad y motivación, factores sociales como colegio, iguales y familia, además de oportunidades ambientales. Sternberg (1986) enmarcó el concepto de superdotación dentro la “Teoría Triárquica de la Inteligencia” (Sternberg, 1985) postulando que la inteligencia se organiza en tres subteorías: la componencial, la experiencial y contextual. La subteoría componencial se refiere a las relaciones entre el mundo interno de la persona y la inteligencia que se organiza en metacomponentes como procesos de control de alto nivel, diferenciando los componentes de ejecución y los de adquisición de conocimientos. La subteoría experiencial describe las relaciones entre la capacidad cognitiva y la experiencia del individuo a lo largo del ciclo vital. La experiencia influye en el desempeño de las tareas mediante los procesos de novedad y automatismo que se utilizan para resolver situaciones nuevas y automatizar la información. El autor señala la relevancia del proceso de “insight”, característico en aquellas personas que son muy eficientes en resolver situaciones nuevas de manera creativa y en aportar ideas originales. Finalmente la subteoría contextual contempla la inteligencia en función de 4 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad las relaciones de la persona con su entorno; es una inteligencia práctica que permite la adaptación, selección y configuración del medio (Sternberg, 1985). A partir de este marco explicativo, Sternberg (1993) propone la Teoría Pentagonal de la Superdotación, conceptualizando la alta capacidad mediante la existencia de unos criterios básicos de rareza, de productividad, de valor, de demostrabilidad y de excelencia. De acuerdo con ello, las personas con alta capacidad se caracterizan por una mayor calidad y eficacia en el uso de los metacomponentes, así como los componentes de adquisición y de ejecución (selección de estrategias, rapidez en la ejecución de la estrategia, codificación, relación y adquisición de conocimientos). Además, son superiores en resolver aspectos novedosos y en automatizar el procesamiento de la información destacando el “insight” con gran originalidad. Todo ello facilita que no sólo se adaptan al contexto sino que son capaces de modificarlo. Por último es preciso señalar el papel del modelo de las inteligencias múltiples de Gardner (1983, 2011) en el avance del concepto. Desde esta perspectiva se postula que la inteligencia no es algo monolítico o estático sino que consiste en la capacidad de resolver problemas y de crear resultados culturalmente valorados, señalando la influencia de factores sociales y culturales en su desarrollo como potencialidad variable que puede cristalizar en diferentes dominios. El autor, a lo largo de su obra, identifica al menos ocho formas de competencias intelectuales que denomina inteligencias: inteligencia cinética-corporal, inteligencia lógico-matemática, inteligencia musical, inteligencia lingüística, inteligencia espacial, inteligencia interpersonal, inteligencia intrapersonal e inteligencia científica. Cada una ellas constituye un sistema independiente, aunque pueden interactuar, y se corresponde con un tipo de superdotación que puede mostrar una persona en un momento determinado. Las condiciones sociales son fundamentales para desarrollar este 5 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad potencial, destacando la creatividad y la originalidad de las personas superdotadas en desarrollo desde la infancia (Noonan y Gardner, 2014). En la actualidad todavía no hay una única definición de alta capacidad debido a múltiples razones como la posición teórica adoptada, los aspectos considerados claves o la falta de claridad del propio concepto de inteligencia. En la Tabla 1, tomada de Dai (2005), se resumen las principales diferencias existentes entre el paradigma tradicional y el actual en el concepto de superdotación. Tabla 1 Diferencias entre el paradigma tradicional y el actual en la educación de los superdotados (tomado de Dai, 2005) Paradigma tradicional Paradigma emergente La superdotación se equipara a alto CI Definiciones basadas en rasgos; estabilidad; invariabilidad Existen diferentes tipos de superdotación Definiciones orientadas a los procesos y al desarrollo Orientación elitista Se enfatizan las excelencias individuales La superdotación se expresa a pesar de que no haya una identificación educativa El contexto es crucial en la manifestación de la superdotación Identificación basada en los test Identificación autoritaria o polarizada en los extremos de ser o no ser superdotado Identificación a través del rendimiento y de los actos del superdotado Identificación colaborativa en todos los niveles Orientada hacia la escuela Orientada hacia un área o dominio Etnocentrismo Diversidad En este sentido, la idea de la alta capacidad como un rasgo simple, innato y estable ha sido abandonada por la idea de que la alta capacidad es un fenómeno multidimensional que se expresa de múltiples formas, se modifica con el curso del desarrollo y no se identifica solo mediante un alto CI, por lo que para su identificación se deben emplear medidas variadas de procesos intelectuales multidimensionales incluyendo necesariamente la creatividad, y medidas actitudinales. En suma, en el 6 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad origen y el desarrollo de la alta capacidad es imprescindible la interacción entre lo innato y lo adquirido, entre la herencia y el medio (Sastre-Riba, 2008). Es interesante destacar una de las aproximaciones más actuales apuntada por Subotnik, Olszewski-Kubilius y Worrell, (2011) que abordan la alta capacidad contemplada desde una perspectiva de desarrollo. En concreto, los autores afirman: “La alta capacidad es la manifestación del rendimiento que se encuentra claramente en el extremo superior de la distribución en un dominio de talento específico, incluso en relación con otros individuos de alto nivel de funcionamiento en ese dominio. Más aún, la alta capacidad puede verse como un proceso de desarrollo en el que, en las primeras etapas, el potencial es la variable clave; en etapas posteriores, el rendimiento es la medida de la alta capacidad; y en los talentos completamente desarrollados, la eminencia es la característica que hace acreedor a esta denominación. Tanto las variables cognitivas como las psicosociales juegan un papel esencial en la manifestación de la alta capacidad en cualquiera de los estadios del desarrollo, son maleables y necesitan ser deliberadamente cultivadas”. (p.7) Por último, podemos concluir que la alta capacidad intelectual ha se ser comprendida y conceptualizada desde una perspectiva multidimensional, de manera que, partiendo desde una potencialidad intelectual elevada puede cristalizar a lo largo del desarrollo en talentos específicos o en superdotación. Por otra parte, no es algo estático y determinado por la genética, sino que el desarrollo y múltiples factores personales y ambientales van a influir en el alcance de su expresión diferencial. Finalmente, la medida del C.I. no puede ser el único determinante en la identificación de las altas capacidades, sino que es preciso conocer otros componentes como la creatividad o factores actitudinales. 7 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad 1.2. Desarrollo de la Alta Capacidad Las propuestas sobre el desarrollo de la alta capacidad remarcan la idea de que este se inicia como un potencial que se va manifestando con mayor o menor riqueza en función de diversos factores, desde las capacidades individuales, los factores psicosociales, el compromiso con la tarea, el trabajo duro o la influencia de profesores expertos (Subotnik et al., 2011) hasta la influencia del azar (Gagné, 2005; Tannenbaum, 2003). Dentro de esta línea, Feldman (2012) concibe el desarrollo de la alta capacidad como un proceso con múltiples dimensiones definido por la interrelación compleja de factores cognitivos, socioemocionales, familiares, de dominio del talento, aspectos educativos y preparación. Además, hay otras variables de caracteres socio-históricas y culturales, así como la creatividad que son determinantes para la sucesiva cristalización. Desde otra vertiente, explicar las altas capacidades expresadas en los dominios de talento, ha supuesto una gran contribución a la comprensión de su desarrollo. Para ello, los autores diferencian dos grandes tipos de talento: el de performance (danza, deporte, interpretación, instrumentista musical o canto), o el de producción de ideas o productos (coreógrafos, compositores, escritores, poetas o científicos) que se diferencian en la realidad por el mayor reconocimiento social de los primeros o las actividades más difusas que entrañan los segundos, aunque ambos para manifestarse han de dominar la materia y las habilidades de su dominio, y dedicar gran cantidad de horas de trabajo o práctica intencional (Tannenbaum, 1983), para su expresión óptima. La propuesta de Subotnik et al. (2011) es un relevante modelo del desarrollo de la alta capacidad intelectual que se recoge en la Figura 1. Los autores señalan como principios básicos: a) la capacidad general y las capacidades específicas de los distintos dominios son muy importantes en la consecución de un logro excepcional; b) las 8 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad trayectorias del desarrollo de los dominios del talento son diferentes a lo largo de la vida y pueden comenzar y terminar en diferentes edades; c) es necesario proporcionar oportunidades para el desarrollo del talento y éstas deben ser aprovechadas: el esfuerzo juega un papel determinante; d) las variables psicosociales contribuyen de forma sustancial en el desarrollo de la capacidad y el éxito, y d) la educación de los más capaces tiene que tener como objetivo la preparación para la eminencia. Figura 1. Modelo del desarrollo de la Alta Capacidad (Subotnik et al., 2011) El desarrollo del potencial, que comienza en la primera infancia y se prolonga hasta la edad adulta dependiendo del ámbito del que se trate, se divide en tres etapas: a) el proceso de convertir el potencial en competencia, b) la transformación de la competencia en pericia, y c) la modificación de la pericia en excelencia. En cada una de las etapas existen factores limitadores y facilitadores. Entre los limitadores se señalan factores psicosociales como la baja motivación, modos de pensamiento improductivos, bajo nivel de fortaleza psicológica o habilidades sociales pobres, y factores externos y aleatorios como por ejemplo, el acceso tardío al dominio o la falta de coincidencia entre intereses y oportunidades. 9 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad Entre los factores facilitadores hay factores psicosociales como: motivación óptima, oportunidades aprovechadas, mentalidades productivas, fuerza psicológica o habilidades sociales desarrolladas y factores externos; y también hay factores aleatorios como oportunidades ofrecidas dentro y fuera de la escuela, capital social y cultural, y recursos financieros (Subotnik et al., 2011). 1.3. Manifestaciones y perfiles de la Alta Capacidad La manifestación de la alta capacidad es un fenómeno que aún no está totalmente comprendido. Siguiendo los modelos de Castelló (1995) y Castelló y Battle (1998) hay dos modos de expresar la alta capacidad intelectual: la superdotación y el talento, de manera que se diferencian entre ellos y ayudan a difuminar la confusión terminológica aún vigente. La superdotación corresponde a perfiles intelectuales disponen que de una elevada capacidad que garantiza un alto nivel de funcionamiento en todos los recursos cognitivos tanto convergentes como divergentes. No existe un único tipo de superdotado ya que se expresa con amplias diferencias interindividuales, como resultado de la interacción entre factores neurobiológicos, motivacionales y ambientales (Sastre-Riba, 2008). El superdotado puede obtener un alto rendimiento en todas las áreas cognitivas como efecto de los elevados recursos en todos los ámbitos de procesamiento y su combinación, operativizándose mediante la existencia de un percentil igual o superior a 75 en todas las habilidades intelectuales (lógico-deductivas y creatividad) (Castelló y Battle, 1998). El talento se identifica mediante una puntuación igual o superior al percentil 90 en uno o varios recursos intelectuales, pero no en todos, por lo que no se puede hablar de generalidad sino de especificidad. Los talentos son heterogéneos y pueden ser 10 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad simples o combinar varios de ellos (talento múltiple, por ejemplo, talento académico o artístico-figurativo) (Castelló y Batlle, 1998; Sastre-Riba, 2008). Ambos tipos de perfiles tienen un funcionamiento distinto condicionado por su configuración que conducirán hacia expertos (en el caso de la superdotación) o especialistas (talento) condicionado como se explica en el apartado siguiente. Por último, es necesario hacer una precisión con el término de precocidad, dado que no debe ser confundido con los dos conceptos anteriores. Se refiere a la aparición en el inicio del desarrollo de manifestaciones precoces de alta competencia, pero no a la configuración cognitiva estable con elevados niveles en los recursos intelectuales que se alcanzan una vez terminado el desarrollo cognitivo (Castelló y Batlle, 1998). 1.4. Funcionamiento y regulación de los recursos cognitivos: Funciones Ejecutivas A pesar del interés que suscita, el funcionamiento de la alta capacidad no está en la actualidad suficientemente estudiado ni existe una opinión consensuada acerca de cuáles son los aspectos relevantes y diferenciadores respecto a la capacidad intelectual media. Las investigaciones se dirigen a desentrañar las implicaciones que el funcionamiento y la regulación de los recursos cognitivos tienen en la alta capacidad. La superdotación y el talento pueden presentar funcionamientos diferentes tanto a nivel cuantitativo (mayor número de recursos intelectuales o conocimientos) como a nivel cualitativo (gestión de recursos y de la información). Si bien, la superdotación destaca por la eficacia en la gestión de recursos y una amplia disponibilidad de los mismos, así como por una gran capacidad cognitiva global, el talento se caracteriza por una mayor disponibilidad de información en función de su configuración (Sastre-Riba, 2008). El manejo adecuado de los recursos cognitivos, es decir el funcionamiento ejecutivo y metacognitivo es característico en la alta capacidad. 11 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad En los últimos años la neurología ha tratado de dar respuesta al funcionamiento del cerebro del superdotado mediante su estudio con las técnicas de neuroimagen (anatómica y funcional) y las técnicas de registro de la actividad cerebral (potenciales evocados o resonancia magnética funcional). Shaw et al. (2006) en un estudio longitudinal mostraron que la maduración del córtex en los niños con altas capacidades sigue un patrón diferente de los niños con inteligencia media. Por otra parte, existe una correlación negativa entre inteligencia y espesor cortical en la primera infancia que evoluciona hacia una correlación positiva en la infancia tardía, especialmente en los lóbulos frontales. Según la teoría de la eficiencia neural los cerebros de los más dotados consumen menos energía y actúan con más eficiencia en la ejecución de las tareas. Los resultados concluyen en torno a que el cerebro tiene un funcionamiento selectivo y eficaz tanto en las tareas creativas como en la elaboración de hipótesis (Jin, Kwon, Jeong, Kwon y Shin, 2006). Estos correlatos estructurales se acompañan de manifestaciones funcionales en la resolución de tareas. Por ejemplo, se ha demostrado (Synder, Nietfeld y LinnenbrinkGarcia, 2011) que los alumnos con alta capacidad intelectual son mejores desde la infancia en la resolución de problemas difíciles utilizando estrategias más variadas, flexibles y novedosas y más adecuadas a la situación. Dedican más tiempo a la planificación de la solución, discriminando las informaciones relevantes de las irrelevantes, y poseen mayor resistencia a la interferencia. En suma, la administración de los recursos cognitivos y personales es superior indicando que su funcionamiento ejecutivo y metacognitivo puede ser óptimo (Sastre-Riba, 2014) Además, obtienen mayores puntaciones en la medida de la memoria de trabajo que los de capacidad media, que han sido atribuidas a la mayor eficiencia en la 12 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad codificación y recuperación de la información y a la eficacia de las estrategias utilizadas (Howard, Johnson y Pascual-Leone, 2013). También aparecen evidencias de que son superiores en los procesos inhibitorios, mostrando su eficacia en la inhibición de información o estímulos irrelevantes en las tareas de procesamiento, en la resistencia a la interferencia, en la transferencia de estrategias de una situación a otra y en la capacidad para activar información relevante (Jonhson, Im-Bolter y Pascual-Leone, 2003). La alta capacidad está también relacionada con una mayor velocidad en el procesamiento de la información (Duan, Dan y Shi, 2013), encontrándose mayores diferencias cuando la complejidad de la tarea se incrementa (Paz-Baruch, Leikin, Aharon-Peretz y Leikin, 2014). Todos estos estudios muestran indicios de que el funcionamiento y la gestión de los procesos cognitivos en la alta capacidad son diferentes respecto a las personas de capacidad media y que su eficiencia en el empleo de los recursos intelectuales es excelente. No obstante, esta mejor disposición para la gestión de los recursos, está condicionada por diversos factores como el perfeccionismo o hábitos de trabajo o motivación que explican el mayor o menor grado de excelencia logrado. Por ello es importante conocer con precisión la calidad de la gestión cognitiva y los procesos directamente involucrados en ella, siendo de especial interés las funciones ejecutivas que se describe a continuación. 2. Las funciones ejecutivas y el funcionamiento cognitivo 2.1. Una aproximación al concepto de Funciones Ejecutivas Las funciones ejecutivas (F.E.) se definen como un conjunto de operaciones cognitivas que orquestan otros procesos para el control y regulación del 13 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad comportamiento hacia el logro de un objetivo (Duncan, 1995; Miller y Cohen, 2001; Burgess y Simons, 2005). El origen del concepto se sitúa a mediados de los años 60. Luria (1966) fue el primer autor que conceptualizó una serie de procesos implicados en el funcionamiento cognitivo, sin denominarlos con el término actual de F.E. El significado del término se derivó de las alteraciones que manifiesta la conducta de pacientes con lesiones en el córtex prefrontal, relacionada con la aparición de dificultades en una serie de habilidades resolutivas como la planificación, el control y la verificación de conductas y la motivación. Luria (1966) se refirió a ellas como a un grupo de funciones reguladoras del comportamiento humano, estudiándolas a partir de la idea de la existencia de tres unidades funcionales en el cerebro: la primera se encarga de los estados de alerta y motivación en colaboración con el sistema límbico y reticular; la segunda, relacionada con el funcionamiento de las áreas corticales post-rolándicas, es la encargada de la percepción, el procesamiento y el almacenamiento de la información; y la tercera posee un papel ejecutivo de la actividad: gestiona la programación, el control y la verificación de dicha actividad y se relaciona funcionalmente con la activación de la corteza prefrontal (Luria, 1980). Es esta tercera unidad la que conceptualiza el significado de F.E. como una serie de procesos cognitivos implicados en conductas que requieren conseguir un objetivo y son funciones relacionadas con el mantenimiento de la meta en la mente, la planificación de los diferentes pasos para conseguir el objetivo y la regulación del comportamiento. Años más tarde, Lezak (1983) acuñó el término de F. E. para distinguirlo de las funciones cognitivas que explican el “como” de las conductas humanas. Las define como las capacidades mentales esenciales para llevar a cabo una conducta eficaz, 14 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad creativa y adaptada socialmente y las agrupa en una serie de componentes directamente relacionados con las funciones descritas anteriormente por Luria (1980). Estos componentes son: a) las capacidades necesarias para formular metas (motivación, conciencia de sí mismo y modo en el que percibe su relación con el mundo); b) las facultades empleadas en la planificación de los procesos y las estrategias para lograr los objetivos (capacidad de adoptar una actitud abstracta, valorar las diferentes posibilidades y desarrollar un marco conceptual que permita dirigir la actividad); c) las capacidades implicadas en la ejecución de planes (capacidad de iniciar, proseguir y detener secuencias complejas de conducta de un modo ordenado e integrado) y, d) las aptitudes para llevar a cabo esas actividades de un modo eficaz (controlar, corregir y autorregular el tiempo, la intensidad y otros aspectos cualitativos de la ejecución). En una línea similar, Baddeley (1986) señaló que los dominios cognitivos que están incluidos en las F.E. tienen que ver con la planificación y organización de conductas, la desinhibición, la perseverancia, la fluidez y la iniciación de conductas. Introdujo además el término “síndrome disejecutivo” como un patrón de alteraciones funcionales que conllevan problemas en la planificación, la toma de decisiones, el pensamiento abstracto o el control del comportamiento. Todas estas disfunciones están relacionadas con lesiones en el lóbulo frontal (Baddeley y Wilson, 1988). Estos trabajos fueron enriqueciéndose con las aportaciones de otros autores como Sholberg y Mateer (1989) que definieron las F.E. como una serie de procesos cognitivos relacionados con la anticipación, la elección de objetivos, la planificación, la selección de la conducta, la autorregulación, el autocontrol y el uso de retroalimentación (feedback), o los de Duncan (1995) que se refiere a ellas como las funciones que nos ayudan a conservar en la mente las estrategias para resolver problemas para alcanzar un objetivo. Por su parte, Elliott (2003) las define como un constructo complejo en el que 15 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad están incluidas habilidades de autorregulación, coordinación y conductas dirigidas a lograr la meta de manera flexible. También son definidas como las habilidades que se ponen en marcha a la hora de hallar soluciones para un problema teniendo en cuenta las diferentes consecuencias de cada una de las soluciones (Tirapu, Pérez, Erekatxo y Pelegrín, 2007). En suma, las interesantes aportaciones sobre su naturaleza no han logrado todavía un consenso en su definición debido a la complejidad de su conceptualización y a que dentro del mismo término se engloba un amplio conjunto de procesos cognitivos, relacionados con la regulación de aspectos tan determinantes como la capacidad de organizar y planificar una tarea, la selección adecuada de los objetivos, el inicio de un plan y su mantenimiento en la mente mientras se ejecuta, la inhibición de distracciones, la capacidad de detectar errores, los cambios flexibles de estrategia si la situación lo requiere o la autorregulación y control del curso de la acción para asegurar que la meta propuesta está consiguiéndose, o la memoria de trabajo como capacidad para mantener la información bajo nuestra atención (Anderson, 2002; Diamond, 2006; Fisk y Sharp, 2004; Lezak, 1983; Rosselli, Ardila, Lopera y Pineda, 1997; Soprano,2003; Zelazo y Müller 2002). Para operativizar su conceptualización Miyake et al. (2000), analizaron los diferentes componentes de las funciones ejecutivas mediante análisis factorial y determinaron que existen tres variables latentes independientes que correlacionan moderadamente: a) el Shifting o cambio que es la capacidad de cambiar de tarea o esquema mental, b) el Updating o actualización que está relacionado con la memoria de trabajo y la capacidad de actualizar y monitorizar la información y, c) la Inhibition o inhibición: capacidad para inhibir las conductas automatizadas o predominantes. Examinando la correspondencia con test tradicionales de medida de las funciones 16 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad ejecutivas los autores señalaron que el shifting o cambio estaría operativamente relacionado con los procesos relacionados en la resolución del Wisconsin Card Sorting Test (WSCT), la ejecución en la Torre de Hanoi estaría vinculada a la inhibición y las pruebas atencionales correlacionarían con la actualización en la memoria de trabajo. En los últimos años, se han añadido otros componentes relacionados con las F.E. Uno de ellos es la toma de decisiones que.se define como la capacidad de elegir, de entre todas las alternativas posibles, la conducta que mejor se adapte a nuestras necesidades. Funciona de manera independiente al resto de los componentes del funcionamiento ejecutivo implicando aspectos cognitivos, probabilidades de recompensa o castigo asociadas a cada una de las posibilidades y señales emocionales relacionadas con cada una de las respuestas (Verdejo, Aguilar de Arcos, Pérez-García, 2004). La complejidad y amplitud del término de F.E. ha dificultado el consenso en su conceptualización. En la actualidad, son consideradas un amplio conjunto de procesos cognitivos de autorregulación que permiten el control, organización y coordinación de otras funciones cognitivas, respuestas emocionales y comportamientos. En la línea de mejorar el conocimiento de estas funciones y profundizar en su naturaleza, diversos investigadores han dirigido sus estudios hacia el cerebro como base neuroanatómica de los procesos cognitivos y por lo tanto de las F.E.; investigaciones que se van a abordar en el apartado siguiente. 2.2. Neuroanatomía de las funciones ejecutivas Los estudios clínicos de lesiones cerebrales iniciados a finales del siglo XIX ponen de manifiesto que el sustrato neuroanatómico de las FE se sitúa en el lóbulo frontal y más concretamente en la corteza prefrontal (CPF). Harlow (1868) presentó un estudio pionero, el caso de Phineas Gage, describiendo las alteraciones en la conducta 17 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad de este operario tras haber sufrido una importante lesión frontal. A este trabajo pionero han ido sumándose otros mediante la observación de personas con daño en la corteza prefrontal, describiéndole déficits asociados a ellas como dificultades en la planificación del comportamiento, en el razonamiento abstracto, en la formación de conceptos e integración temporal, en la solución de problemas, en el mantenimiento de la información en la memoria de trabajo, en la deshibición de comportamientos, en la metacognición, en la cognición social, en la regulación afectiva o en la capacidad para regular e integrar otras conductas (Ardila y Ostroksy-Solís, 2008). Por lo tanto, el lóbulo frontal es considerado una importante área de integración heteromodal, cuya función principal es la organización de la conducta a través de la regulación de distintas estrategias conductuales en respuesta a señales internas y externas (Fuster, 1989). Esta área cerebral tiene una importante red de conexiones con estructuras corticales y subcorticales, prueba del importante papel que desempeña en el control de nuestros comportamientos. Se divide estructuralmente en el córtex motor primario, el córtex promotor o área motora suplementaria, el córtex prefrontal y la corteza cingulada anterior, como puede observarse en la Figura 2. Figura 2. Córtex prefrontal (tomado de Tirapu-Ustárroz y Luna-Lario, 2008). Nota. 1. Orbitofrontal; 2.Dorsolateral; 3. Ventromedial; 4. Cingulado anterior A nivel funcional, la evidencia científica demuestra que los lóbulos frontales están implicados en la ejecución de operaciones cognitivas como la memorización, 18 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad metacognición, aprendizaje, razonamiento y resolución de problemas (Tirapu-Ustárroz y Muñoz-Céspedes, 2005). La corteza prefrontal se sitúa en las superficies lateral, media e inferior del lóbulo frontal y es considerada como una región cerebral de asociación e integración gracias a la información que envía y recibe virtualmente de todos los sistemas sensoriales y motores. Incluye casi una cuarta parte de toda la corteza cerebral y se subdivide funcionalmente en: a) corteza prefrontal dorsolateral y b) corteza orbitofrontal segmentada en la zona lateral y ventromedial. Mientras que la corteza prefrontal dorsolateral es un área asociativa heteromodal, la corteza orbitofrontal se relaciona con el manejo del conocimiento social y el control emocional (Junqué, 1995; Mesulam, 2000). Aunque ambas regiones forman parte de un único sistema y trabajan de forma coordinada, se ha vinculado especialmente, la actividad de la zona dorsolateral con tareas que se relacionan con aspectos cognitivos tales como la memoria de trabajo, la atención selectiva, la selección de metas, la conceptualización o la flexibilidad en el pensamiento (Tirapu-Ustarroz y Muñoz-Céspedes, 2005). Lesiones en esta área se asocian con dificultades en la atención selectiva y excluyente, alteraciones en la planificación e integración temporal de la conducta, deterioro de la resistencia a la interferencia y déficit en la memoria de trabajo (Buselas-Herreras y Santos-Cela, 2006). Por otro lado, la corteza orbitofrontal está relacionada con aspectos afectivos y motivacionales de las funciones ejecutivas. La zona orbiofrontal lateral gestiona la inhibición de conductas socialmente inadecuadas y la zona ventromedial procesa las señales somáticas y emocionales que guían la conducta y se relaciona con la toma de decisiones de contenido emocional (Bechara, Damasio y Damasio, 2000; Kerr y Zelazo, 19 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad 2004). Las lesiones en esta zona influyen en la adaptación y el cambio relacionados con estímulo-respuesta en contextos sociales habituales. Durante mucho tiempo se ha considerado a la corteza prefrontal como el único sustrato neuroanatómico de las F.E., sin embargo en la actualidad se ha probado que estas funciones están mediadas por redes dinámicas y flexibles en otras áreas cerebrales. Los estudios de neuroimagen señalan la participación de otras estructuras cerebrales en el funcionamiento ejecutivo, por ejemplo, regiones posteriores del cerebro (parietal y occipital), regiones corticales y subcorticales están implicadas de forma importante en el control ejecutivo de las conductas (Elliott, 2003). Por lo tanto, a pesar de su papel destacado, la corteza prefrontal dorsolateral (CPFDL), mantiene conexiones con otras partes del córtex asociativo sensorial y paralímbico y con otras regiones subcorticales como los ganglios basales, tálamo e hipocampo. Todas estas conexiones permiten al CPF procesar la información a distintos niveles de profundidad con el fin de controlar y regular nuestra conducta (Tirapu-Ustárroz, García-Molina, Luna-Lario, Roig-Rovira, y Pelegrín-Valero, 2008). 2.3. Teorías y modelos del funcionamiento ejecutivo A los estudios de los correlatos estructurales de las F.E. se interrelacionan estudios funcionales que muestran la implicación de las F.E. en nuestra conducta cotidiana. Se han descrito varios modelos teóricos que tratan de explicar el funcionamiento ejecutivo desde distintas perspectivas y que se describen a continuación. 2.3.1. Modelo de Memoria de Trabajo El término memoria de trabajo se refiere a un sistema de capacidad limitada, que permite mantener y manipular la información durante un periodo de tiempo (TirapuUstárroz, Garcia-Molina, Luna-Lario, Verdejo-Garcia y Ríos-Lago, 2012). Está 20 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad asociada con el sistema atencional voluntario e interviene en tareas como comprensión de lenguaje, lectura o pensamiento (Ardila y Ostrosky, 2012). Baddeley y Hitch (1974) proponen un modelo de memoria de trabajo, ampliado en el año 2000, consistente en un sistema ejecutivo central (S.E.C.) encargado de supervisar y coordinar tres sistemas subordinados: el bucle fonológico, la agenda visoespacial y el buffer episódico. El bucle fonológico actúa como un almacén fonológico que puede mantener la información durante unos segundos y es asistido por un proceso de ensayo articulatorio como un lenguaje subvocal, para mantener la información en la conciencia durante el tiempo deseado. La agenda visoespacial es un sistema que se encarga de crear y manipular imágenes visoespaciales. Se utiliza concretamente en la creación y utilización de mnemotécnicas de imágenes visuales. El buffer episódico consta de un sistema de capacidad limitada y temporal que almacena información contenida en un código multimodal (fonológico, visual, espacial) en una representación única que es capaz de enlazar los subsistemas que integran la memoria de trabajo con la parte de la memoria a largo plazo especializada en la memoria episódica, es decir, el recuerdo de eventos específicos que integran tiempo, lugar y emociones. El S.E.C., según Baddeley (1993), funciona más como un sistema atencional que como un almacén de información, ejerciendo un papel de control, supervisión y coordinación de los procesos cognitivos y realizando tareas cognitivas en las que intervienen la memoria de trabajo, o la planificación de estrategias y la construcción de planes para conseguir una meta. 2.3.2. El modelo Jerárquico Stuss y Benson (1986, citado por Tirapu- Ustárroz et al., 2012), proponen una organización jerárquica de las funciones mentales. El córtex prefrontal es el encargado 21 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad de controlar las funciones mentales básicas a través de las F.E. que se distribuyen de forma jerárquica, de manera independiente, pero con relaciones interactivas entre ellas. En el vértice de la pirámide se encontraría la autoconciencia. Resultado de investigaciones previas, Stuss (1992) redefine su modelo indicando que el córtex prefrontal procesa la información de manera independiente en diferentes procesos de forma interactiva. Cada uno de los componentes contendría subsistemas y un mecanismo de control que utiliza tres elementos básicos: entrada de información, un sistema comparador y un sistema de salida. El primer componente de este sistema jerárquico corresponde al sistema sensorial y perceptual. Su análisis es perceptual y las respuestas son siempre conductas sobreaaprendidas y rápidas. El segundo componente, relacionado con el control ejecutivo, es llevado a cabo por las F.E. divididas en subfunciones como la anticipación, selección de objetivos y elaboración de planes. Se activa ante situaciones novedosas, recibiendo la información de las conexiones entre las áreas de asociación retrorrolándicas, el sistema límbico y el cerebro anterior. El tercer componente añade el concepto de autoconciencia (ser consciente de uno mismo) y la capacidad de reflexionar sobre nuestro propio pensamiento y el propio yo. Depende de los inputs de los sistemas sensoriales-perceptuales y del control ejecutivo, y su output influye en el tipo y el nivel de control ejecutivo. Las F.E. desempeñan por lo tanto un importante papel en la regulación de nuestro comportamiento al controlar la propia actividad mental, empleando el conocimiento previo para solventar nuevos problemas y tomar decisiones, controlando el resto de los procesos cognitivos, relacionándose con los estados emocionales, y ejerciendo un control ejecutivo sobre el resto de procesos cognitivos. 22 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad 2.3.3. Sistema Atencional Supervisor (S.A.S) Norman y Sallice (1986) presentan un modelo denominado de atención en el contexto de la acción en el que las conductas están condicionadas por ciertos esquemas mentales organizados en secuencias de acción, que se ponen en marcha (o no) en función de las circunstancias y las subsiguientes respuestas. Un aspecto central del modelo es la distinción entre los procesos automáticos o rutinarios y los controlados o no rutinarios, en los que el sistema atencional supervisor se activa cuando una situación es novedosa y precisa tomar una decisión. El modelo se compone de cuatro elementos: 1) las unidades cognitivas, localizadas en la corteza posterior y funcionalmente asociadas a sistemas anatómicos concretos; 2) los esquemas como conductas rutinarias y automáticas producidas por el aprendizaje y la práctica dirigida a un fin, de manera que el esquema establece el tipo de acción que se realiza y está determinado por el grado de activación del mismo; 3) el dirimidor de conflictos que valora la importancia relativa de distintas acciones y ajusta las conductas rutinarias a esa valoración, muy útil para realizar acciones habituales, incluso complejas; 4) el sistema atencional supervisor (S.A.S.) se activa ante tareas novedosas donde no hay solución conocida y es necesario planificar, tomar decisiones o inhibir una respuesta habitual. Este sistema modula al dirimidor de conflictos y requiere la presencia de un mecanismo de retroalimentación que permita realizar ajustes en caso necesario. Entre los sistemas descritos destaca el último, ya que el S.A.S. participaría al menos en ocho procesos: memoria operativa, monitorización, inhibición de esquemas inapropiados, generación espontánea de esquemas, adopción de modos de procesamiento alternativo, establecimiento de metas, recuperación de la información de 23 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad la memoria episódica y el marcador para la realización de intenciones demoradas (Tirapu- Ustárroz et al., 2012). Las funciones del S.A.S. se verían afectadas por lesiones en áreas prefrontales de la corteza cerebral, explicando algunas de las conductas asociadas al síndrome disejecutivo como la perseveración (falta de inhibición de los esquemas dominantes) o la distracción (falta de inhibición en la atención a estímulos irrelevantes) (Norman y Sallice, 1986). 2.3.4. Modelo del Marcador Somático Damasio (1994) postula un nuevo modelo neurocognitivo denominado “el marcador somático” tratando de explicar el papel de las emociones en el razonamiento y en la toma de decisiones. Según este autor, la corteza ventromedial forma parte de un mecanismo emocional cuya función es orientar al individuo en el proceso de toma de decisiones, mediante la generación de estados emocionales que le informan anticipadamente de las posibles consecuencias de una acción de resultado incierto. Esta hipótesis trata de explicar numerosas observaciones clínicas en pacientes con daño frontal focal, con dificultades en su vida cotidiana y en el control social y personal, a pesar de conservar un buen funcionamiento cognitivo en su razonamiento, lenguaje o la memoria de trabajo. Según Tirapu-Ustárroz et al. (2012), la teoría del marcador somático ocupa un papel importante para la explicación de la toma de decisiones, a partir de cuatro supuestos básicos que se describen a continuación: 1) el razonamiento y la toma de decisiones dependen de numerosos niveles de procedimientos neurobiológicos, algunos de los cuales ocurren en la mente y otros no; 2) todas las operaciones mentales dependen de los procesos de la atención y de la memoria de trabajo; 3) el razonamiento y la toma de decisiones resultan del grado de conocimiento de las situaciones y de las 24 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad posibilidades de actuar; 4) el conocimiento puede ser innato (estados corporales, procesos de homeostasis y emociones) o adquirido en el caso de conocimientos sobre hechos, sucesos y acciones. Estos postulados permiten explicar que cuando se toma una decisión disponemos en nuestra memoria de conocimientos sobre la situación, las distintas opciones de actuación, y sobre las consecuencias de esas acciones. El marcador somático evoca determinados recuerdos y funciona como una señal de alarma automática ante lo inadecuado de algunas decisiones; esta señal es básicamente emocional y puede conducir a realizar o rechazar la acción dirigiéndose hacia otras alternativas. Es decir, los marcadores somáticos son determinantes a la hora de tomar decisiones ya que hacen destacar una opciones sobre otras (Tirapu-Ustárroz et al., 2012). A la vez, son necesarios en otros ámbitos de conducta, por ejemplo, para el proceso de razonamiento, ya que apoyan los procesos cognitivos, para una conducta social apropiada, contribuyen a la toma de decisiones ventajosas –mediante la inhibición de la tendencia a buscar un refuerzo inmediato-, y facilitan la representación de escenarios futuros en la memoria de trabajo (Bechara, Damasio, Tranel y Damasio, 2005). 2.4. Componentes y modalidades de las Funciones Ejecutivas Inicialmente el concepto de F.E. estaba relacionado exclusivamente con aspectos cognitivos. A partir de los resultados obtenidos en el estudio del desarrollo de estas funciones y la maduración de la corteza prefrontal, los investigadores postulan la existencia de dos tipos de F.E.: las funciones frías frías o “cold” y las funciones calientes o “hot” (Zelazo y Müller, 2002). Las funciones frías, relacionadas estructuralmente con el córtex frontal dorsolateral, tienen que ver con los aspectos más cognoscitivos. Son procesos 25 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad relacionados con el razonamiento y el procesamiento de información abstracta, como por ejemplo memoria de trabajo, conceptualización y categorización, entre otras (Grafman y Litvan, 1999, Zelazo y Müller, 2002, Chan, Shum, Toulopulou y Chen, 2008). En cambio, las funciones ejecutivas calientes están relacionadas con los aspectos afectivos y motivaciones y se asocian al área prefrontal ventromedial. Dentro de estas funciones se distingue el sistema ejecutivo social que incluye el control de impulsos, la interpretación de señales corporales, la toma de decisiones y el reconocimiento de la perspectiva del otro (Bechara, Damasio, Damasio y Lee, 1999). Tabla 2 Funciones Ejecutivas frías y calientes (tomado de Marino, 2010) Funciones frías Funciones calientes Monitorio Toma de decisiones Secuenciación Control de impulsos Updating Feedback emocional Planificación Volición Flexibilidad cognitiva Estrategias de cooperación Memoria de trabajo Empatía Control atencional Teoría de la mente Feedback Administración de refuerzos Razonamiento Categorización Iniciación Formación de conceptos Según McDonald (2008) y Metcalfe y Mischel (1999) la correcta interacción entre el sistema ejecutivo frío y el sistema ejecutivo caliente es imprescindible para autorregular el comportamiento y dirigir nuestras acciones a una meta. El equilibrio entre estos sistemas condiciona la capacidad del individuo para integrar los 26 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad conocimientos procedentes del mundo exterior y sus necesidades. El sistema “hot” proporciona al sistema “cool” reacciones fisiológicas que ayudan a predecir el resultado de una acción determinada y el sistema “cool” complementa al “hot” al proporcionar conocimientos en un contexto establecido que aporten una perspectiva neutral, donde las emociones pueden distorsionar la realidad (McDonald,2008). Las disfunciones en cualquiera de estos sistemas dificultan la conducta regulada y sus manifestaciones conductuales son diferentes en función del sistema alterado. Por ejemplo, un deficiente funcionamiento en el sistema ejecutivo dorsal, es decir en los componentes más cognoscitivos conlleva la aparición del síndrome disejecutivo con alteraciones en la planificación y organización de las acciones. Por otra parte, la afectación del sistema ejecutivo ventral tiene como consecuencia alteraciones comportamentales, especialmente a nivel emocional y social. La disfunción en el sistema ejecutivo caliente puede dificultar la capacidad para resolver problemas (Zelazo, Qu y Kesek, 2010). En suma, los estudios postulan la existencia de dos tipos de F.E. en la regulación y dirección del comportamiento que se relacionan, por una parte, con los aspectos cognoscitivos (sistema “cool”) y, por otra, con los aspectos más emocionales (sistema “hot”). Por otro lado, la interacción entre los dos sistemas es imprescindible para que nuestras conductas sean adecuadas y respondan a las condiciones cambiantes de nuestro entorno. 2.5. Desarrollo de las Funciones Ejecutivas Tradicionalmente se ha considerado que las F.E. tienen un desarrollo tardío a lo largo de la infancia y la adolescencia, a partir de los postulados de Luria (1988) que estimaba que la corteza prefrontal no adquiere la madurez necesaria para controlar su actividad hasta los 4 años de edad. La idea se ha mantenido a lo largo de los años 27 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad considerando que los niños pequeños eran incapaces de coordinar de forma consciente acciones, planes, pensamientos y emociones, pero los resultados de la investigación actual sobre el desarrollo de las F.E. han demostrado que su despliegue se inicia temprano a partir de los 0,5-0,7 años (Gerstadt, Hong, y Diamond, 1994) y se mantiene a lo largo de toda la niñez e incluso hasta la edad adulta (Passler, Isaac y Hynd 1985; Welsh, Pennington y Groisser, 1991; Zelazo y Müller, 2002; Zelazo, Craik y Booth, 2004; Diamond, 2006). El desarrollo de las F.E. se acelera de forma no lineal en la infancia, existiendo etapas de grandes incrementos asociados a cambios estructurales y funcionales de la corteza prefrontal (Diamond, 2001) comportando que son las funciones que más tardan en desarrollarse. Los lóbulos frontales no terminan su desarrollo hasta entrada la adultez con aumento de la mielininización.y la pérdida de materia gris cortical, responsables de una rápida y eficaz comunicación entre las diferentes zonas cerebrales (Tsujimoto, 2008). Sin embargo, no solamente los cambios estructurales y funcionales de los lóbulos frontales van a garantizar el adecuado desarrollo de las funciones cognitivas, sino que la cantidad y la calidad de las experiencias de aprendizaje van influenciar de manera directa este desarrollo (Hackman y Farah, 2009). Atendiendo a todo ello, se señalan dos grandes etapas en el desarrollo de las F.E. La primera comprendería el periodo durante los tres primeros años, en el que van emergiendo de forma progresiva las representaciones de objetos, la acción dirigida hacia una meta y la habilidad de suprimir respuestas dominantes (Reznick, Morrow, Goldman y Snyder, 2004; Kochanska, Tjebkes y Forman, 1998), acompañados por correlatos estructurales que permiten la puesta en funcionamiento de las F.E. evidentes a la búsqueda de objetos desaparecidos de la vista del bebé (Diamond, 2002). 28 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad En la segunda etapa, entre los 3- 9 años, emergen de forma paulatina la capacidad para inhibir respuestas automáticas, la flexibilidad, la capacidad de evaluación y de regulación de los propios procesos cognitivos (Kochanska y Aksan, 2006), junto con el progresivo el desarrollo de la capacidad de planificación y organización (Luciana y Nelson, 2002) en proceso diferencial de conclusión. Por ejemplo, la planificación continúan su desarrollo más allá de la adolescencia, mientras que la capacidad para cambiar de una estrategia a otra o shifting alcanza niveles de adulto a la edad de 10 años (Rosselli, Jurado y Matute, 2008). En concreto, se considerar que a los 5 años los niños han desarrollado, aunque no totalmente tres componentes básicos de las funciones ejecutivas: la memoria de trabajo, la inhibición y la flexibilidad cognitiva (Diamond, 2006). Por otro lado, Anderson (2002) señala la existencia de tres etapas críticas en las que se produce un aumento acelerado de las F.E. En la primera desde el nacimiento hasta los 5 años se produce un desarrollo en los procesos asociados al control atencional: atención selectiva, sostenida, automonitorio e inhibición. La segunda, entre los 7 y los 9 años, implica el desarrollo acelerado de la flexibilidad cognitiva, memoria de trabajo y planificación de metas. En el tercer periodo de los 11 a los 13 años se alcanzan los dominios ejecutivos cercanos a la madurez. En suma, el desarrollo de las F.E. se produce desde el nacimiento y a lo largo de toda la infancia y adolescencia postulando una relación con los cambios estructurales que ocurren en el lóbulo frontal y que son la base física de su despliegue (Roselli et al., 2008). 29 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad 2.6. Evaluación de las funciones ejecutivas Para algunos investigadores las F.E. son consideradas como un constructo unitario, mientras que para otros son difíciles de operativizar (McCabe, Roediger, MackDanie, Balota y Hambrick, 2010), lo cual dificulta su medida. En la Tabla 3 se resumen los distintos componentes ejecutivos y sus principales instrumentos de medida, según la clasificación realizada por Verdejo-García y Bechara (2010). Tabla 3 Componentes ejecutivos y principales instrumentos de medida (tomado de Verdejo-García y Bechara, 2010.) Componentes ejecutivos Instrumentos de medida Actualización: actualización y monitorización de contenidos en la memoria de trabajo. Escala de memoria de trabajo (Escalas Wechsler). N-back. Generación aleatoria. Fluidez verbal (FAS, Animales) y de figuras (RFFT). Razonamiento analógico (Semejanzas Escalas Wechsler). Tests de Inteligencia (p.e., Matrices de Raven). Inhibición: cancelación de respuestas Tareas de inhibición motora: Stroop, automatizadas, predominantes o guiadas por Stop-Signal, Go/No Go, CPT, Test de los recompensas inminentes que son inapropiadas Cinco Dígitos. para las demandas actuales. Tareas de inhibición afectiva: Tests de descuento asociado a la demora. Flexibilidad: habilidad para alternar entre distintos Test de Clasificación de Tarjetas de esquemas mentales, patrones de ejecución o tareas Wisconsin. en función de las demandas cambiantes del Test de Categorías. entorno. Test de Trazado. Test de “reversal learning”. Planificación/ Multitarea: habilidad para anticipar, Torres de Hanoi/ Londres. ensayar y ejecutar secuencias complejas de Laberintos de Porteus. conducta en un plano prospectivo. Seis Elementos (BADS). Mapa del Zoo (BADS). Test de Aplicación de estrategias. Toma de decisiones: habilidad para seleccionar la Iowa Gambling Task. opción más ventajosa para el organismo entre un Cambridge Gamble Task (CANTAB). rango de alternativas disponibles Tarea de Recolección de Información (CANTAB). Juego del dado. Tarea de ganancias con riesgo Nota. BADS: Behavioural Assessment of the Dyxecutive Syndrome; CANTAB: Cambridge Neuropsychological Test Automated Battery; CPT: Continuous Performance Test; FAS: test de fluidez verbal; RFFT: test de fluidez de constructos de Ruff 30 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad El estado de la cuestión se caracteriza por la existencia de diversos instrumentos para evaluarlas a diferentes edades (Rothbart, Posner y Kieras, 2006; Carlson, 2005). Sin embargo, no existe ninguna herramienta que permita una valoración de la totalidad de sus componentes lo que implica la necesidad de disponer de baterías “fijas o flexibles” (Drake, 2007) para medir el funcionamiento ejecutivo. Hoy en día las características de las pruebas existentes complican la valoración dado que no se corresponden específicamente con cada función a medir (Myyake et al., 2000). Por otra parte, la evaluación de las F.E. en niños se realiza adaptando las pruebas diseñadas para los adultos o planteando instrumentos nuevos (Carlson, 2005; Bull, Espy y Wiebe, 2008). En la Tabla 4 aparece un resumen de los principales instrumentos utilizados para evaluar el funcionamiento ejecutivo en la edad escolar (Carlson, 2005; Kerr y Zelazo, 2004). Tabla 4 Instrumentos de medida de las F.E. en niños (Carlson, 2005; Kerr y Zelazo, 2004) Instrumentos de medida de las funciones ejecutivas en niños Reverse Categorization (Carlson, Mandell y Willians, 2004) Snack Delay (Kochanska, Murray y Harlan, 2000) Mulitilocation Search (Zelazo, Renick y Spinazzola, 1998) Day/Night Stroop (Gerstadt, Hong y Diamond, 1994) Grass/Snow (Carlson y Moses, 2001) Hand Game (Hughes, 1998) Spatial Conflict (Gerardi-Caulton, 2000) Gift Delay (Kochanska, Murray, Jacques, Koening . y Vandeceest, 1996) Motor Sequencing (Carlson y Moses, 2001; Welsh et al., 1991) Count and Label (Gordon y Olson, 1998) Backward Digit Span (Davis y Pratt, 1996) Delay of Gratification Task (Prencipe y Zelazo, 2005) 31 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad Una crítica relevante sobre los test de medida de las F.E. es la ausencia de validez ecológica (Miyake et al., 2000), resultado de la artificialidad de las tareas requeridas para su evaluación. Esto implica que los resultados obtenidos en las pruebas clásicas tengan un escaso valor predictivo sobre la capacidad funcional de una persona en la vida real (Chaytor, Schmitter-Edgecombe y Burr, 2006) por lo que su generabilización, significado y aplicaciones prácticas se ven limitadas (ClimentMartínez et al., 2014). Por último, tenemos que señalar que la evaluación de las F.E. constituye una tarea compleja debido a que los procesos que subyacen en este término son bastante diferentes, sus componentes no están todavía claramente definidos ni delimitados y los tiempos evolutivos son muy distintos. Además, los propios test de medida no valoran aspectos cognitivos simples, existiendo solapamiento entre las funciones evaluadas y, por lo tanto, distintas interpretaciones de los resultados, lo que conduce a una gran variabilidad en las conclusiones de los estudios (Soprano, 2003). 3. De la investigación actual al planteamiento del problema Tal como se ha expuesto, las F.E. están relacionadas con los procesos cognitivos más elevados tales como el pensamiento, la creatividad, la conciencia de sí mismo y la autorregulación, todos ellos implicados en la toma de decisiones, la planificación de conductas dirigidas a metas, persistencia en la tarea, resolución de problemas, generación de soluciones, y conciencia del proceso y de si mismo que permite corregir los errores (Sohlberg y Mateer, 2001). Las investigaciones que exploran las relaciones entre inteligencia y funciones ejecutivas realizadas hasta la fecha arrojan resultados inconsistentes. Damasio y Anderson (1993) mostraron que las lesiones en el lóbulo frontal no influían en las 32 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad medidas de inteligencia mientras que otras investigaciones apuntan a que las medidas de las funciones ejecutivas no están sustancialmente relacionadas con la capacidad intelectual (Mahone et al., 2002). Otros (Friedman et al., 2006) indican que las F.E. y la inteligencia son constructos separados, encontrando en cambio evidencias de relación entre inteligencia y memoria de trabajo en adultos jóvenes, pero no entre la inhibición y cambio de estrategias o flexibilidad, sugiriendo que los instrumentos empleados para la evaluación de la inteligencia no incluyen componentes de las F.E., y que la inteligencia general se podría relacionar fundamentalmente con la memoria de trabajo, pero no con otros aspectos de las funciones ejecutivas. Estos resultados corroboran otros de estudios con adultos en los que las F.E. no están relacionadas con el Cociente Intelectual ( Johnstone, Holland y Larimore, 2000) como aproximación de medida. Sin embargo, Obonsawin et al. (2002) en un estudio con 123 participantes de inteligencia media encontraron que existe una correlación significativa entre los test ejecutivos y la medida de la inteligencia general mediante el WAIS-R, afirmando que la medida de la función ejecutiva obtenida con pruebas formales es un buen indicador de la inteligencia. En cambio, otros investigadores consideran que inteligencia y funciones ejecutivas son procesos de orden superior y han de estar fuertemente relacionados. Ardila, Pineda y Rosellini (2000) informaron de relaciones significativas entre Cociente Intelectual y F. E. y aunque las correlaciones globales son bajas se comportan mejor en unos componentes que en otros (Willner, Bailey, Parry y Dymond, 2010). En un estudio de Polderman et al. (2009) que examinaba las relaciones entre inteligencia y control inhibitorio en tres grupos de participantes de 9, 12 y 18 años de edad se encontraron relaciones significativas entre ellas en todos los grupos de edad; sin 33 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad embargo, Duan y Shi (2011) indicaron que la correlación entre inteligencia y función inhibitoria medida mediante el Test Stroop (Stroop, 1935) sólo era estadísticamente significativa en el rango de edad de 11 a 12 años, pero no a los 7 a 8 y de 9 a 10 años. Las causas de estas discrepancias pueden ser pueden ser múltiples, por ejemplo, la existencia de diversos modelos teóricos, diferentes metodología y tipos de análisis estadístico de los datos, o entre los participantes (niños, adultos, pacientes con lesiones cerebrales, etc.) que condicionan los resultados obtenidos (Arffa, 2007). Si las F.E. están relacionadas con la conducta inteligente el funcionamiento ejecutivo en la alta capacidad será óptimo. La eficiencia en la codificación y en la recuperación de la información, en la memoria de trabajo y en la eficacia en las estrategias, en los niños superdotados y talentosos está fundamentada en evidencias científicas (Howard et al., 2013). Igualmente los estudios señalan su superioridad en procesos inhibitorios, en la resistencia a la interferencia, en la trasferencias de estrategias y en la capacidad de activar información relevante (Jonhson et al., 2003). La alta capacidad está también relacionada con una mayor velocidad en el procesamiento de la información (Duan et al., 2013), encontrándose mayores diferencias cuando la complejidad de la tarea se incrementa (Paz-Baruch et al., 2014). Por lo tanto podríamos suponer que una alta inteligencia lleva aparejada un alto nivel de organización, planificación y monitoreo de conductas. El estudio de las funciones ejecutivas en la alta capacidad en la infancia no es frecuente y sus resultados contradictorios. Arffa, Lovell, Podell y Golgberg (1998) encontraron que las puntuaciones en las medidas de las funciones ejecutivas se incrementaban en los niveles superiores del Cociente Intelectual. En otra relevante investigación en la que se compraban niños con inteligencia media, superior a la media y talentosos, Arffa (2007) apreció relación significativa entre la inteligencia superior y 34 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad los errores perseverativos y no perseverativos del Wisconsin Card Sorting Test (WCST), la inhibición del Test de Stroop Color-Word y medidas de fluidez verbal y no verbal. Otros (Tanabe, Whitaker, O'Callaghan, Murray y Houskamp, 2014) estudiaron las relaciones entre inteligencia y funciones ejecutivas en un grupo de 165 niños y adolescentes encontrando mejor desempeño en tareas ejecutivas en niños con alta capacidad que en niños con inteligencia media y no hallando diferencias entre diferentes perfiles de los primeros Sin embargo, los análisis desvelaron que la inteligencia predecía la eficacia en las FE en el rango de edad de 9 a 11 años y no era una variable significativa en las edades de 5 a 8 años y de 12 a 16 años. Sin embargo, Montoya-Arenas, Trujillo-Orrego y Pineda-Salazar (2009) en un estudio con 62 niños entre los 7 y los 11 años de edad con talento y con inteligencia promedio, sólo encontraron una correlación estadísticamente significativa entre fluidez verbal fonológica y C.I. verbal. En el mismo sentido, Finch, Neumeister, Burney y Cook (2014) en una muestra de niños jardín de infancia identificados como superdotados, observaron una gran variabilidad en los resultados de las comparaciones entre las medidas de evaluación cognitiva, académicas, neuropsicológicas y ejecutivas. El conocimiento de la naturaleza y las características de los niños con alta capacidad intelectual es imprescindible para apoyar sus necesidades educativas y potenciar sus capacidades. Conocer si se relaciona con una alta eficacia en la gestión de los recursos intelectuales, o si unas F.E. altamente eficientes sustentan un comportamiento inteligente ayudará a profundizar en la comprensión de los componentes cognitivos que subyacen a la inteligencia y en su desarrollo diferencial. Por todo lo anteriormente expuesto y dada la escasez de estudios en el campo de las relaciones entre los constructos inteligencia y F.E. en niños con alta capacidad 35 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad intelectual en España y otros países, este trabajo tiene como objetivo general estudiar las funciones ejecutivas de planificación, flexibilidad o cambio de estrategia, memoria de trabajo e inhibición como componentes básicos, en un grupo de niños de entre 9 y 11 años con alta capacidad. Los objetivos específicos derivados del objetivo general son los siguientes: 1) Conocer el funcionamiento ejecutivo en las tareas de planificación, flexibilidad, memoria de trabajo e inhibición del grupo de niños y niñas intragrupo de edad, de perfiles intelectuales y de género. 2) Explorar la posible relación entre la edad y las puntuaciones obtenidas en los diferentes componentes del funcionamiento ejecutivo en estudio. 3) Estudiar las interacción entre la edad, el género el perfil intelectual y los distintos componentes de las FE en estudio. 36 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad II. MÉTODO 1. Participantes Los participantes son treinta niños y niñas (56,7% niños y 43,3% niñas) de: 9 años (n= 8), 10 años (n= 11) y 11 años (n= 11) con diagnóstico previo de alta capacidad intelectual. De ellos, n=5 presentan un perfil intelectual de superdotación y n=25 de talento. Los perfiles se obtuvieron anteriormente mediante la administración de instrumentos formales de medida de funcionamiento intelectual siguiendo las propuestas de Castelló y Batlle (1998) y Sastre (2008). Se evaluaron las aptitudes de razonamiento verbal, numérico, lógico y espacial, mediante la batería de aptitudes diferenciales y generales (Yuste, 1989). La medida de la creatividad se obtuvo mediante el Test de Pensamiento Creativo de Torrace (1979). Todos los participantes asisten al Programa de Enriquecimiento Extracurricular de la Universidad de la Rioja y se extrajeron por muestreo no probabilístico intencional según el criterio de edad 37 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad 2. Instrumentos Los instrumentos de medida han consistido en: a) Medida de la planificación: Torre de Londres (TOL). b) Medida de shifting o flexibilidad cognitiva: Berg's Card Sorting Test (BCST), versión de PEBL de Wisconsin Card Sorting Test (WCST). c) Medida de la inhibición: Go/No-go Task. d) Medida de la memoria de trabajo: Corsi block-tapping Test. Para administrar las medidas a, b, c y d se ha utilizado la versión digital mediante la plataforma Psychology Experiment Building Language (PEBL) (Mueller y Piper, 2014) (versión 0.14). Este software es libre y su empleo ha sido bien documentado (Piper et alt., 2012). Cada participante ha utilizado un ordenador personal con sistema operativo Windows de Microsoft. Se describen a continuación cada una de ellas: La tarea de la Torre de Londres (TOL) fue creada por Shallice (1982) a partir de una modificación de la Torre de Hanoi, (versión A de Phillips, 1999). Es una tarea de planificación y resolución de problemas que consta de un conjunto de discos de distinto color que los participantes tienen que pasar de una columna a otra desde la posición inicial hasta conseguir el modelo que aparece en la parte superior de la pantalla. El test, con 8 ensayos de dificultad progresiva, emplea 5 discos y presenta dos restricciones que consisten en: 1) sólo se puede mover un disco cada vez y 2) no se puede colocar un disco un una columna en la que no haya más espacio (indicado por un recuadro blanco). No existen limitaciones en el número de movimientos seguidos para resolver cada problema. En la Figura 3 se observa una visión de la pantalla de la tarea Torre de Londres. 38 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad Figura 3. Pantalla de TOL de PEBL (tomada de http://pebl.sourceforge.net/) El test BCST es una versión libre del Wisconsin Card Sorting Test de PEBL. (Breg, 1948) test de medida de la capacidad de razonamiento, aprendizaje y cambio de estrategias cognitivas, especialmente sensible a la aparición de dificultades en el cambio de estrategias, o a la falta de flexibilidad cognitiva.. La prueba consiste en clasificar 64 cartas según criterios de color, forma y número que se van modificando, con un número máximo de 128 tiradas. Los estímulos tiene tres propiedades: color (rojo, verde, amarillo y azul), forma (triángulo, estrella, cruz y circulo) y número (uno, dos, tres y cuatro). La tarea consiste en clasificarlos según un criterio desconocido, marcando con el ratón el montón al que se cree que pertenece la carta que se muestra. Tras cada elección se presenta un feedback, apareciendo en la pantalla la palabra “correcto” (en verde) o “incorrecto” (en rojo) durante 500 ms. Cuando el participante realiza diez respuestas correctas consecutivas consigue una categoría y en la siguiente tirada se modifica el criterio sin previo aviso. 39 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad Figura 4 .Pantalla del BCST del PEBL (tomada de http://pebl.sourceforge.net/) La tarea Go/No-go es una prueba de medida de la inhibición y el control atencional, y de respuesta. Requiere que los participantes den una respuesta ante la aparición de un determinado estímulo (un simple número o letra) entre otros estímulos varios, y no respondan o inhiban esa respuesta ante la presencia de otro estímulo (número o letra). Consiste en la rápida presentación de pantallas con una matriz 2x2 donde aparecen tres estrellas y una letra (P o R) durante 500 ms., con un intervalo entre ellos de 1500 ms. Hay un bloque de prácticas y de tarea para la primera condición (Go) y un segundo bloque de prácticas y de tarea para la segunda condición (No-go). Durante las prácticas aparece una X para indicar los errores. En la primera condición (Go) los participantes deben responder apretando una tecla (botón de mayúsculas del lado derecho del teclado) cuando aparezca la letra P e inhibiendo la respuesta cuando aparece R. El número de ensayos en esta condición es de 160, siendo la ratio de aparición de los estímulos 4:1 (128 ensayos con P y 32 ensayos con R). En la segunda condición (No-go) los participantes deben inhibir la respuesta ante la aparición de la letra P (letra ante la que aprendieron a actuar en la condición Go) y responder ante la presencia de R. El número de ensayos en esta condición y la ratio de aparición de estímulos son los mismos que en la anterior: 160 ensayos y 128 apariciones de la letra P y 32 de la R. La totalidad de los ensayos en las dos condiciones es de 320. 40 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad Figura 5.Pantalla de Go/Nogo Task de PEBL (tomada de http://pebl.sourceforge.net/) La tarea de Corsi (Corsi, 1972) mide la memoria de trabajo visoespacial, basada en la tarea de memoria de dígitos. La prueba está normalizada y estandarizada por Kessels, van Zandvoort, Postma, Kappelle, y de Haan, (2000), y consiste en repetir una secuencia de bloques que se colorean progresivamente. En la pantalla aparecen nueve recuadros azules que se van coloreando en amarillo en una secuencia concreta. Cuando la secuencia termina aparece otra pantalla con los mismos recuadros y el participante debe marcar con el ratón encima de los recuadros en el mismo orden en que se colorearon. La secuencia comienza de manera simple (tres cuadros) con un intervalo de presentación de estímulos de 1000 ms. El intervalo entre ensayos es de 1000 ms. durante el cual el participante debe señalar con el ratón sobre la palabra “DONE” que aparece en la parte inferior de la pantalla. Se administran dos ensayos de cada longitud independientemente de la precisión en el primer juicio. La prueba tiene un rango de longitud de tres a nueve y la longitud se va incrementando a medida que avanza. Cuando el participante falla dos ensayos de la misma longitud la prueba se interrumpe. Existe un bloque de práctica y otro de prueba. Durante las prácticas si la secuencia es correcta aparecerá la palabra “CORRECTO” y si es incorrecta aparecerá “INCORRECTO”. Figura 6. Pantalla de Corsi block-tapping Task de PEBL tomada de http://pebl.sourceforge.net/) 41 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad 3. Procedimiento Los participantes completaron las pruebas computarizadas en una sala conocida, divididos en tres grupos de 10 participantes cada uno, acompañados por dos investigadores. Cada uno disponía de un ordenador personal y para evitar distracciones visuales o la posibilidad de copiar la pantalla de los ordenadores vecinos estaban separados entre sí. La sesión de administración tenía una duración 50 minutos y el orden de administración fue: .TOL, tarea de Corsi,-BCST y Go/No-go. Antes del inicio de cada tarea, el investigador expone a todo el grupo la consigna mediante la presentación en power-point, de acuerdo con lo que sigue: a.- Tarea TOL: “En este juego tienes que pasar un conjunto de discos desde su posición inicial hasta conseguir la forma en la que están colocados en el modelo que aparece en la parte superior de la pantalla. Sólo puedes mover un disco cada vez y no puedes colocar un disco en una columna en la que no haya más espacio (el tope está marcado por el recuadro blanco). Para mover un disco debes hacer clic sobre el disco que quieres mover y, a continuación, hacer clic sobre el lugar en el que lo quieres colocar”. A continuación se mostraba el ejemplo: “Si quieres mover el disco naranja para colocarlo sobre el disco amarillo, tienes que hacer clic sobre el naranja y luego sobre el amarillo, de ese modo el disco naranja quedará sobre el disco amarillo. Cada vez que termines un modelo tienes que darle al botón izquierdo del ratón para continuar con el juego. ¿Lo has entendido? El juego termina cuando dejan de salir discos en la pantalla. Cuando esto suceda, espera en silencio a que pase el evaluador. No toques nada. ¿Estás preparado? Dale al botón izquierdo del ratón para comenzar”. 42 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad b.- Tarea Corsi la consigna consistía en: “En la pantalla van a aparecer nueve recuadros azules” (a continuación se mostraba una imagen del monitor del ordenador con nueve recuadros azules) y añadió: “En cada prueba, algunos de estos recuadros se van a ir coloreando en una secuencia concreta. Primero aparecerá una pantalla en la que los recuadros se colorearán en amarillo en un orden que deberás recordar. Tienes que estar muy atento y recordar qué recuadros se han coloreado y en qué orden”. Se muestra un ejemplo precisando: “Cuando la secuencia haya terminado, aparecerá otra pantalla para que tú puedas señalar los cuadros que viste coloreados y en el orden en el que se colorearon. Recuerda, tienes que hacer click con el botón izquierdo del ratón sobre los cuadrados que se colorearon en amarillo, en el mismo orden en el que se colorearon, empezando por el primero en ponerse amarillo. Cuando hayas marcado los cuadrados que viste colorearse, haz click con el ratón sobre “DONE” que aparece en la parte inferior de la pantalla”. “Al principio se colorearán dos cuadrados y en los siguientes niveles el número de recuadros coloreados aumentará poco a poco. Si no recuerdas el orden de los cuadrados coloreados en amarillo, marca la secuencia más aproximada a la original que puedas. ¿Lo has entendido? Dale al botón izquierdo del ratón para pasar a la siguiente pantalla. Vamos a hacer unas prácticas para ver cómo lo haces. ¿Estás preparado? Dale al botón izquierdo del ratón para comenzar”. Tras ello, se inicia la resolución individual: “¿Estás preparado? Dale al botón izquierdo del ratón para comenzar. Cuando termines aparecerá una pantalla en blanco; espera en silencio. c.- Tarea BCST: “En este juego tienes que clasificar unas cartas basándote en las figuras que aparecen en ellas. En la parte superior de la pantalla van a aparecer cuatro montones de cartas. Dale al botón izquierdo del ratón para pasar a la siguiente pantalla (aparecen los cuatro montones de cartas y la indicación: como ves, cada montón tiene un color, una forma y un número de objetos diferente). Debajo de esas cartas aparecerá 43 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad una carta que debes decidir a qué montón pertenece. Para colocar la carta en uno de los cuatro montones debes hacer clic con el botón izquierdo del ratón sobre el montón de cartas al que pertenece”. Se explica un ejemplo: “Se hace clic sobre este montón con el ratón donde crees que va la carta, la respuesta correcta depende de una determinada regla que no conoces, el ordenador te dirá si tu elección es correcta o incorrecta y, de ese modo, descubrirás la regla. Aparecerá la palabra “correcto” en verde, o la palabra “incorrecto” en rojo. Haz clic para pasar a la siguiente pantalla La regla puede cambiar durante la tarea y debes responder según ella. El juego termina cuando dejan de salir cartas, espera en silencio y no toques nada. ¿Estás preparado? Dale al botón izquierdo del ratón para comenzar”. d.- Tarea Go/ No-go: “En este juego vas a ver aparecer la letra P y la letra R en la pantalla (se muestra un ejemplo de la tarea). Si ves la letra P tienes que presionar el botón de mayúscula de la derecha del teclado (aparece la imagen de un teclado de ordenador donde está rodeado en rojo la tecla mayúscula de la derecha), pero si aparece la letra R no debes responder. La mayoría de las letras que verás serán P. Vamos a empezar con una sesión de prácticas. Cuando falles aparecerá una X indicando que te has equivocado. Es muy importante que intentes responder muy rápido, pero sin equivocarte. Recuerda, presiona el botón de mayúscula de la derecha del teclado cuando veas una P, y no respondas cuando veas una R. ¿Estás preparado? Dale al botón para empezar”. Tras la práctica, se indica: “¡Muy bien!, vamos a empezar el juego, ya no verás la X que te indicaba que te habías equivocado. Recuerda es muy importante que respondas muy rápido, pero sin equivocarte. ¿Estás preparado? Dale al botón para empezar”. Tras el primer bloque de tarea: “¡Muy bien!, descansa un poquito y continuamos con el juego. Ahora vas a hacer lo contrario, sólo debes responder cuando veas una R, 44 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad pero no cuando veas una P. Cuando falles aparecerá una X indicando que te has equivocado. Recuerda, presiona el botón de mayúscula de la derecha del teclado cuando veas una R, y no respondas cuando veas una P. Coloca tu dedo índice en el botón de respuesta. ¿Estás preparado? Dale al botón para empezar”. Tras las prácticas, vuelve a repetirse la consigna anterior pero indicando que ya no aparecerá la letra X. Cuando termines aparecerá una pantalla en blanco. Espera en silencio a que pase el evaluador. No toques nada”. 4. Análisis de datos El análisis de datos consistió en: 1.- Cálculo de los estadísticos descriptivos de media y desviación típica de la medida de ejecución de los participantes en las diferentes tareas de planificación, shifting o flexibilidad, inhibición y memoria de trabajo. 2.-Cálculo del ajuste de los datos a la curva normal mediante la prueba de Kolmogov- Smirnov (K-S). 3.-Comparación de las medias de desempeño intragrupo de la tareas de las F.E. entre los distintos grupos de edad, género y perfiles intelectuales 4.-Cálculo del coeficiente de correlación lineal de Pearson r (p< 0,05) para un análisis exploratorio de regresión entre la edad y las diferentes tareas del funcionamiento ejecutivo estudiadas. 5.-Análisis multivariado de la varianza (MANOVA) para analizar la faceta género, perfil y edad en las medidas de planificación, flexibilidad, inhibición y memoria de trabajo obtenidas por los participantes. Las variables dependientes fueron las puntuaciones de las distintas tareas, y los factores fijos el género, el perfil y la edad. Se calculó el valor Lambda de Wilks para observar si existían diferencias significativas en todas las variables dependientes tomadas en conjunto). 45 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad 6.- Cálculo del coeficiente de generalizabilidad mediante la Teoría de la Generalizabilidad (TG) (Cronbach, Gleser, Nanda y Rajaratna, 1972) mediante dos pasos: a.-Los participantes constituyen la faceta de “instrumentalización o generalización” distribuidos en los tres grupos de edad (np=11) para las facetas edad, participantes, categorias (respuestas), y sus correspondientes interacciones. b.-Se calculó el Plan de Optimización, consistente en conocer qué tamaño debiera tener la muestra de participantes para poder generalizar los resultados obtenidos a la población de pertenencia. Así se calcula el esfuerzo que exigiría la ampliación de la muestra de estudio para aumentar la precisión. Para el análisis estadístico de los datos se utiliza el programa informático SPSS (19.0) y el programa SAGT (v1.0) para la generalizabilidad de los resultados. 46 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad III. RESULTADOS Tras el análisis realizado se exponen a continuación los resultados obtenidos. 1.-Cálculo de los estadísticos descriptivos En la Tabla 5 se muestran los resultados de los participantes en las distintas tareas de medida de las F.E. estudiadas: planificación, shifting o flexibilidad, inhibición y memoria de trabajo, para cada uno de los grupos de edad (9, 10 y 11 años), para cada uno de los perfiles intelectuales (superdotación y talento), y para chicos y chicas. En la mayoría de las pruebas el número de aciertos se incrementa y el número de errores disminuye con la edad. Se observa que la media de las puntuaciones de aciertos en planificación, inhibición y flexibilidad es mayor en los perfiles de superdotación que en los perfiles de los talentos y las puntuaciones de los errores menores. En el componente ejecutivo, memoria de trabajo, apenas se observan diferencias entre los dos perfiles: ni en la puntuación de la memoria de trabajo ni en la capacidad de recordar la secuencia de números y repetirla. La actuación de los niños es mejor en planificación y en flexibilidad que las niñas, pero éstas puntúan más alto en respuestas correctas en 47 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad inhibición realizando menos errores. Las diferencias de actuación en la memoria de trabajo son mínimas entre chicos y chicas. 2.- Cálculo del ajuste de los datos a la curva normal Para comprobar que los datos se distribuyen de acuerdo a la curva normal se realizó la prueba de Kolmogorov- Smirnov (K-S) obteniéndose una distribución normal en todas las variables con excepción de errores perseverativos de la tarea BCST del componente de flexibilidad (nivel de significatividad p ≤ 0.05). Sin embargo, cuando esta misma prueba se aplicó por grupos de edad las distribuciones obtenidas reflejan en la mayoría de las medidas una asimetría negativa. 48 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad Tabla 5 Resultados por edades, perfiles intelectuales y género Funciones Ejecutivas Edad 9 años (n=8) Planificación Movimientos totales Tiempo total Flexibilidad Categorías completadas Respuestas correctas Errores totales Respuestas perseverativas Errores perseverativos Errores no perseverativos Inhibición Total respuestas correctas Total errores Exactitud media Media de errores MEMORIA DE TRABAJO Block span Memoria de trabajo Perfil 10 años (n=11) 11 años (n=11) Superdotados (n=5) Género Talentosos (n=25) Media D.T. Media D.T. Media D.T. Media D.T. Media 69,25 178,45 12,92 53,63 68,64 173,56 11,02 34,35 66,82 142,99 8,47 22,58 64,80 151,25 7,10 32,28 68,80 166,14 4,50 70,32 29,69 35,16 35,74 12,70 2,07 10,52 10,52 7,85 53,03 6,06 5,82 76,48 23,79 32,25 13,00 10,82 1,83 9,21 8,92 6,20 2,91 9,01 5,91 76,54 23,46 28,82 11,80 10,21 1,87 6,93 6,93 6,13 4,50 7,64 6,60 80,00 20,00 30,16 11,60 5,20 1,95 2,25 2,25 7,77 5,64 2,71 283,25 36,75 0,89 0,16 14,03 14,03 0,04 0,12 264,09 55,91 0,83 0,18 34,02 34,02 0,11 0,11 273,09 46,91 0,85 0,15 22,08 22,08 0,07 0,07 289,40 30,60 0,90 0,10 5,13 4,69 0,99 0,88 5,27 4,68 0,91 0,90 5,55 4,77 1,21 0,71 5,20 4,90 Nota. D.T.: desviación típica. Block spam:secuencia más larga recordada y reproducida inmediatamente 49 D.T. Masculino (n=17) Femenino (n=13) Media D.T. 10,89 40,55 70,29 165,11 12,24 65,31 36,72 161,76 5,28 73,83 26,29 32,09 14,03 12,28 1,90 9,46 9,31 6,85 5,30 7,76 5,77 75,99 24,19 30,74 11,95 11,31 21,46 21,46 0,067 0,07 269,12 50,88 0,84 0,17 25,80 25,80 0,081 0,097 266,00 54,00 0,83 0,17 1,10 0,89 5,36 4,68 1,04 0,80 5,53 4,85 2,11 9,08 8,89 7,34 4,29 8,95 Media D.T. 6,78 43,69 5,15 73,38 26,62 33,11 15,81 10,82 1,73 8,93 8,93 6,31 5,93 5,78 24,41 281,00 24,41 39,00 0,08 0,88 0,08 0,15 26,37 26,37 0,08 0,12 0,94 0,58 5,08 4,54 1,12 1,03 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad 3.-Comparación de las medias intragrupo: edad, género, perfil. La comparación intragrupo en las tareas ejecutivas entre los grupos de 9, 10 y 11 años se recogen en la Tabla 6. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en el rendimiento de las pruebas de función ejecutiva entre los grupos de 9, 10 y 11 años. Tabla 6 Comparación de medias por grupos de edad Función Ejecutiva Suma de cuadrados Intergrupo Intragrupo Grados de libertad Intergrupo Intragrupo F p >0.05 Planificación Movimientos totales Tiempo total Flexibilidad Categorías completadas 31,785 3099,682 2 27 ,138 ,871 7528,020 37031,322 2 27 2,744 ,082 10,955 98,545 2 27 1,501 ,241 Respuestas correctas 225,239 2102,071 2 27 1,447 ,253 Errores totales 216,391 2049,462 2 27 1,425 ,258 Respuestas perseverativas 189,839 1191,347 2 27 2,151 ,136 3205,412 19973,109 2 27 2,167 ,134 29,951 1653,522 2 27 ,245 ,785 Inhibición Total correctas 1706,182 17829,318 2 27 1,292 ,291 Total errores 1706,182 17829,318 2 27 1,292 ,291 Exactitud media ,017 ,174 2 27 1,292 ,291 Media de errores ,004 ,264 2 27 ,228 ,798 Memoria de trabajo Block span Memoria de trabajo ,883 29,784 2 27 ,400 ,674 ,055 18,787 27 ,039 ,961 Errores perseverativos Errores no perseverativos 2 Nota. Block spam: secuencia más larga recordada y reproducida inmediatamente Tal como se observa, al comparar la ejecución en las tareas de planificación, flexibilidad, inhibición y memoria de trabajo entre niños y niñas, sólo se hallaron diferencias significativas (p< 0,05) en errores perseverativos (porcentaje de respuestas 50 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad incorrectas en las que el participante ha utilizado la misma regla incorrecta que en el ensayo anterior a pesar del feedback negativo) del componente ejecutivo de flexibilidad (p= 0,048; η² = 0,131). Por último, los análisis realizados para comparar la ejecución de superdotados y talentosos en las medidas de las puntuaciones de las funciones ejecutivas nos indican una diferencia estadísticamente significativa en los errores no perseverativos (porcentaje de respuestas incorrectas distintas de los errores perseverativos) de la función de flexibilidad (p=0,042; η² = 0,124). 4.-Analisis de la regresión. La relación entre la edad y ejecución se realiza mediante un análisis de la regresión obteniéndose el coeficiente de correlación lineal de Pearson r (p< 0,05) que se puede observar en la Tabla 7. Las puntuaciones de los componentes ejecutivos estudiados muestran diferencias estadísticamente significativas en el componente de planificación (tiempo total empleado en resolver los problemas de la Torre de Londres) y en flexibilidad (respuestas perseverativas y errores perseverativos en la tarea BCST). Tabla 7 Correlación de Pearson entre las tareas ejecutivas y edad Pruebas funciones ejecutivas Planificación Total movimientos Total tiempo Flexibilidad Categorías completadas Respuestas correctas Errores totales Respuestas perseverativas Errores perseverativos Errores no perseverativos Inhibición Total correctos Total errores Exactitud media Media de errores Memoria de trabajo Coeficiente correlación de Pearson (r) (sig. bilateral p< 0,05) -0,097 -0,379 * (0,611) (0,039) 0,276 0,263 -0,268 -0,370 * -0,379 * -0,077 (0,140) (0,160) (0.152) (0,044) (0,039) (0,687) -0,132 0,132 -0,132 -0,052 (0,488) (0,488) (0,488) (0,786) Continua 51 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad Block spam Memoria de trabajo 0,045 0,0045 (0,812) (0,406) Nota. Block spam: secuencia más larga recordada y reproducida inmediatamente Se hanseñalado los coeficientes significativos con un * 5.-Análisis multivariado de la varianza (MANOVA) El valor λ de Wilks reveló la existencia de diferencias estadísticamente significativas para el factor edad (λ Wilks = 0,000 F (24,16) = 31,945, p = 0,000), el factor género (λ Wilks = 0,001 F (12,8) = 1202,025, p = 0,000) y el factor perfil (λ Wilks = 0,001 F (12,8) = 1297,999, p = 0,000). Igualmente se encontró significatividad en las interacciones edad x género (λ Wilks = 0,000 F (24,16) =38,941, p = 0,000), edad x perfil (λ Wilks = 0,001 F (24,16) = 33,893, p = 0,000), género x perfil (λ Wilks = 0,001 F (12,8) = 1184,829, p = 0,000) y genero x perfil x edad (λ Wilks = 0,001 F (12,8) = 1175,634, p = 0,000) 6.- Generalizabilidad de los resultados La Tabla 8, recoge el coeficiente de generalizabilidad de los resultados obtenidos con el total de participantes estudiados (N=30) distribuidos en los tres grupos de edad (NP=11) para las facetas edad, participantes y categorías (respuestas), y sus correspondientes interacciones para la tarea de flexibilidad cognitiva. Tabla 8 Plan de Optimización Flexibilidad/Participantes Faceta Participantes Coeficiente de generalizabilidad Niveles Tamaño Opt. 1 Opt. 2 Opt. 3 NP=11 NP=30 0,973 21 0,986 31 0,990 41 0,993 Nota.NP: número de participantes; Opt.: optimización Tal como se observa, el coeficiente de generalizabilidad de los resultados obtenidos es de 0,973, es decir, alto. Para conocer si esta precisión es óptima o puede mejorarse, se ha realizado un Plan de Optimización con tres proyecciones diferentes: 52 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad aumentado el tamaño de la muestra a n=21, a n=31 y a n=41 participantes por grupos de edad. Los valores obtenidos presentan una leve optimización del coeficiente de generalizabilidad que no compensa el coste que supondría aumentar el número de participantes exigidos. La Tabla 9 recoge el coeficiente de generalizabilidad de los resultados para la memoria de trabajo, distribuidos todos los participantes estudiados (N=30) en los tres grupos de edad (NP=11) para las facetas edad, participantes y categorías (respuestas), y sus correspondientes interacciones. Tabla 9 Plan de Optimización Memoria de trabajo/Participantes Faceta Participantes Coeficiente de generalizabilidad Niveles Tamaño Opt. 1 Opt. 2 Opt. 3 NP=11 NP=30 0,747 21 0,850 31 0,893 41 0,917 Nota. NP: número de participantes; Opt.: optimización Se observa que el coeficiente de generalizabilidad de los resultados obtenidos es aceptable (0,747). El Plan de Optimización con tres proyecciones diferentes aumentado el tamaño de la muestra a n=21, a n=31 y a n=41 participantes por grupos de edad para conocer si esta precisión puede mejorarse nos indica una optimización importante del coeficiente de generalizabilidad a medida que se aumenta el número de participantes exigidos. En la Tablas 10 y 11 se puede observar los coeficientes de generalizabilidad de los resultados obtenidos con el total de participantes estudiados (N=30) distribuidos en los tres grupos de edad (NP=11) para las facetas edad, participantes y categorías (respuestas), y sus correspondientes interacciones para la tareas de inhibición y planificación. 53 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad Tabla 10 Plan de Optimización Inhibición/Participantes Faceta Participantes Coeficiente de generalizabilidad Niveles NP=11 Tamaño NP=30 0,987 Opt. 1 21 Opt. 2 31 Opt. 3 41 0,993 0,995 0,996 Opt. 1 21 0,976 Opt. 2 31 0,984 Opt. 3 41 0,988 Nota. NP: número de participantes; Opt.: optimización Tabla 11 Plan de Optimización Planificación/Participantes Faceta Participantes Coeficiente de generalizabilidad Niveles Tamaño NP=11 NP=30 0,955 Nota.NP: número de participantes; Opt.: optimizació En resumen, los coeficientes de generalizabilidad son altos en las dos tareas (inhibición y planificación) y el leve aumento de participantes por grupos de edad apenas compensa el esfuerzo realizado. Esto confiere a los resultados un adecuado poder de generalización 54 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad IV. DISCUSIÓN/ CONCLUSIONES 1. Comprobación de los objetivos El objetivo general consiste en estudiar el funcionamiento ejecutivo de un grupo de niños y niñas con alta capacidad intelectual. Para ello se examina el desempeño de los participantes en las F.E. de planificación, flexibilidad, inhibición y memoria de trabajo. Para el componente de planificación se utilizan dos variables de medida: total de movimientos efectuados y tiempo empleado en resolver los problemas; el componente de flexibilidad se evalúa mediante categorías conseguidas, porcentaje de respuestas correctas, de errores totales, de respuestas perseverativas, de errores perseverativos y de errores no perseverativos; la inhibición se mide en cuatro valores: respuestas totales correctas, respuestas totales incorrectas, exactitud media y media de errores y para la memoria de trabajo se seleccionan blok span (la secuencia más larga recordada y reproducida inmediatamente) y memory span (extensión de la memoria de trabajo). De este objetivo general se desglosan tres objetivos específicos que pasamos a discutir a continuación. 55 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad El objetivo específico 1 es el de conocer el funcionamiento ejecutivo en las tareas de planificación, flexibilidad, memoria de trabajo e inhibición del grupo de niños y niñas estudiados intragrupo de edad, de perfiles intelectuales y de género. La distribución por grupos de edad de las puntuaciones obtenidas en las tareas ejecutivas seleccionadas refleja una asimetría negativa en la mayoría de las pruebas, con agrupación de puntuaciones hacia la derecha de la curva, indicando que la puntuación de los participantes se agrupa por encima de la media. Este resultado coincide con los de Tanabe et al. (2014) comparando las relaciones entre inteligencia y F.E. en un grupo de 165 niños y adolescentes mediante el Wisconsin Card_Sorting Test (WCST) mostrando que en el desempeño de las tareas la mejor resolución corresponde a. los niños con alta capacidad; asimismo como corrobora el estudio de Arffa et al. (1998). Sin embargo, otros estudios (Montoya-Arenas et al., 2010) discrepan de estos postulados dado que no encuentran relaciones significativas entre las F.E. y la capacidad intelectual. En suma, es preciso continuar investigando al respecto. Por otra parte, no hay diferencias estadísticamente significativas de intergrupo (9,10 y 11 años) en la resolución de los componentes evaluados, aunque en las distintas tareas la tendencia es que los aciertos aumenten con la edad, mientras que el número de errores disminuye. Estos resultados corroboran los de Korkman, Kemp, y Kirk (2001) respecto a los efectos significativos de la edad en el desarrollo de las F.E., entre 5- 8 años, aunque de menor relevancia entre los 9-12 años, sugiriendo que el desarrollo neurocognitivo es más rápido de los 5 a los 8 años que de los 9 a los 12 (Zelazo, 2013). Asimismo los resultados coinciden con Pineda (2000) y los estudios de Rosselli et al. (2004) que señalan que aunque los niños alcanzan el desarrollo de algunas F.E. hacia los 10 años, se observan rendimientos similares entre los niños de 8, 9 y 10 años. 56 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad Según Knapp, Morton, (2013) estos avances están relacionados con el desarrollo del sustrato cerebral. Respecto a la noción de eficacia resolutiva y género hay diferencias estadísticamente significativa en la tarea de flexibilidad cognitiva (porcentaje de errores perseverativos) de manera que esta es mayor entre las niñas en los niños, siendo la no significativa en el resto de medidas obtenidas.Este resultado corrobora los de Arffa et al., 1998, Ardila et al., 2000 y Arffa, 2007 que muestran la escasa influencia del género en la eficacia ejecutiva. Tampoco hay diferencias estadísticamente significativas en: planificación, inhibición y memoria de trabajo respecto a los perfiles intelectuales de superdotación o talento, aunque sí que existen en la medida de los errores no perseverativos cometidos (porcentaje de respuestas incorrectas distintas de los errores perseverativos) dentro de la flexibilidad cognitiva. En concreto, los participantes con perfil de superdotación cometen menos errores que aquellos con perfil de talento. La no demostración de diferencias significativas entre perfiles de superdotación y perfiles de talento, significa que su nivel de funcionamiento es similar, con un manejo adecuado de los recursos cognitivos, esperable en la alta capacidad (Sastre-Riba, 2008). El objetivo específico 2 consiste en: explorar la relación entre la edad y las puntuaciones obtenidas en los diferentes componentes del funcionamiento ejecutivos en estudio. La relación exploratoria entre edad y resolución en las pruebas ejecutivas, muestra globalmente diferencias estadísticamente significativas en el componente de planificación y en el de flexibilidad. Por otra parte, destaca que a medida que aumenta la edad, disminuye el tiempo empleado en resolver la Torre de Londres, lo cual puede indicar una mejora en las tareas de planificación en el curso del desarrollo. 57 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad Igualmente el componente de flexibilidad cognitiva presenta un progreso en relación con la edad, mostrando una disminución en el porcentaje de respuestas perseverativas o respuestas incorrectas que se ordenan dentro de una categoría anterior correcta a pesar del feedback negativo, y el porcentaje de errores perseverativos, entendidos como las respuestas en las que el participante ha utilizado la misma regla incorrecta que en el ensayo anterior. Estos resultados corroboran investigaciones que relacionan el incremento en el rendimiento en las F.E. con la edad, por ejemplo (Prencipe et al., 2011; Brydges, Fox, Reid y Anderson, 2014). El objetivo específico 3 es: estudiar las interacción entre la edad, el género el perfil intelectual y los distintos componentes de las FE en estudio Los contrastes multivariados obtenidos muestran que la varianza entre los resultados puede ser explicada por las facetas edad x género x perfil, pero no por cada una de ellas individualmente. 2. Principales aportaciones al estado de la cuestión La investigación presentada como aproximación al funcionamiento ejecutivo en un en un grupo de niños y niñas con alta capacidad intelectual de 9 a 11 años aporta nuevos resultados para conocer la relación para conocer la relación entre la gestión de los recursos cognitivos y la capacidad intelectual inteligencia y si esta da soporte a un óptimo comportamiento inteligente. También ayuda a comprender si la alta capacidad intelectual, como expresión óptima de la conducta inteligente implica una gestión óptima de las F.E. que facilite la resolución excelente de procesos de pensamiento de alto nivel Que ayude a ofrecer apoyo a sus necesidades, aportando experiencias educativas diferenciadas para pueda alcanzar la trasformación del potencial en una realidad óptima. 58 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad Por otro lado, este trabajo supone una nueva contribución al empleo de plataformas digitales en las medidas de las F.E. demostrando su confiabilidad y la ventaja de la reducción en el coste personal y de tiempo respecto al uso de los instrumentos tradicionales. Además, el análisis y control realizado mediante el cálculo de los coeficientes de generalizabilidad indican que los resultados obtenidos se pueden aplicar a una población general con características similares a la muestra estudiada superando así la limitación que supone su escaso número. En resumen los resultados aportan evidencias de un buen funcionamiento ejecutivo por encima de la distribución normal esperada y algunas diferencias significativas en la planificación y flexibilidad relacionadas con la edad y alguna diferencia condicionada por el perfil de alta capacidad (superdotación y talento) en flexibilidad. Respecto al género muestran mayor perserveración en los errores entre las chocas participantes 3. Limitaciones La limitación más destacada es la ausencia de un grupo apareados con niños y niñas de inteligencia media que hubiera permitido la comparación del rendimiento en las F.E. entre ellos, para analizar la posible desigualdad en el funcionamiento cognitivo entre unos y otros. Otra limitación se refiere al número de componentes ejecutivos estudiados ya que en este trabajo sólo se ha abordado los compontes “cool”. El análisis de los componentes “hot” más relacionados con los aspectos emocionales y la toma de decisiones hubieran ampliado nuestro conocimiento en el campo de nuestro estudio. 59 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad Por último, se señala que el estudio longitudinal del mismo grupo de niños desde los primeros años y a lo largo del desarrollo aportaría nuevas evidencias. 4. Proyecciones futuras Considerando los resultados obtenidos y sus limitaciones futuros estudios deberán profundizar en las relaciones entre inteligencia y F.E. Es necesario comprender cómo los diferentes componentes del funcionamiento ejecutivo se relacionan con el constructo inteligencia y si esas relaciones se producen en todos los componentes y a lo largo de todo el desarrollo. Otros estudios podrán comparar el rendimiento en las pruebas de las F.E. en diferentes personas con inteligencia por debajo de la media, dentro de la media, superior a la media y con alta capacidad. 60 Funciones Ejecutivas y Alta Capacidad V.REFERENCIAS Acedera, A. y Sastre, S. (1998). La superdotación. Madrid: Síntesis. Anderson, P. (2002). Assessment and development of executive function during childhood. Child Neuropsychology, 8 (2) ,71-82. Recuperado de http://neurociencias.udea.edu.co/revista/?action=search Ardila, A., Pineda, D. y Rosellini, M. (2000). Correlation between intelligence test scores and executive function measures. Archives of Clinical Neuropsychology, 15 (1), 31-36. Ardila, A. y Ostrosky-Solís, F. (2008). Desarrollo histórico de las funciones ejecutivas. Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y Neurociencias, 8(1), 1-21. Ardila, A., & Ostrosky, F. (2012). Guía para el diagnóstico neuropsicológico. Florida: American Board of Professional Neuropsychology. 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