Easy Rider (Buscando mi Destino)

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Easy Rider
(Buscando mi Destino)
(EASY RIDER)
Nº 307 (FEBRERO 2010)
SINOPSIS
Dos motoristas de Los Ángeles se embarcan en un viaje hacia Nueva
Orleans intentado descubrir América. En el camino se encuentran a
un montón de inusuales personajes, entre ellos un ranchero y su
familia, o un autoestopista de una comuna hippie, antes de ser arrestados en un pueblecito por parar sin un permiso. Su compañero de
celda, un abogado borracho, les hace un gran favor sacándoles de la
cárcel y luego decide unirse a ellos.
FICHA ARTÍSTICA
Wyatt .......................................................................... PETER FONDA
Billy ........................................................................ DENNIS HOPPER
Jesus .................................................................ANTONIO MENDOZA
Connection................................................................. PHIL SPECTOR
Lisa ...........................................................................LUANA ANDERS
George Hanson...................................................... JACK NICHOLSON
FICHA TÉCNICA
Duración ......................... 94 min.
Nacionalidad ......................... USA
Año de Producción ............... 1969
(Color)
Dirección ......... DENNIS HOPPER
Productora ................. COLUMBIA
Productor ............. PETER FONDA
Guión............ TERRY SOUTHERN
DENNIS HOPPER, PETER FONDA
Fotografía ........ LASZLO KOVACS
Montaje ............. DON CAMBERN
Música .................... MIKE DEASY
D. Artística ........... JEREMY KAY
Maquillaje ................. VIRGIL FRYE
EL DIRECTOR: DENNIS HOPPER
Nacido el 17 de mayo de 1936 en Dodge City (Kansas), se trasladó con su familia a Kansas City al término de la Segunda Guerra Mundial, dónde asistiría a
clases de arte en el Instituto de Arte. Ya a la edad de trece años se trasladaría a
San Diego, dónde comenzaría a interesarse por la interpretación, afición que
trasladaría a sus estudios matriculándose en el célebre Actor’s Studio en Nueva
York. Tras intervenir en diversos montajes teatrales, debuta en el cine con un
papel no acreditado en la célebre Johnny Guitar (1954) de Nicholas Ray. Al año
siguiente, de nuevo con Ray, interviene en Rebelde sin Causa, a la que seguirían títulos como Gigante (1956), Duelo de Titanes (1957) o Los Cuatro Hijos de
Katie Elder (1965). En 1969 Hopper debuta como director y guionista con la
mítica Easy Rider, film de culto que se convertiría en emblema de toda una
generación y por la que obtendría el premio a la mejor ópera prima en Cannes y
una nominación al Oscar al Mejor Guión Original. En las décadas siguientes
continuaría dirigiendo de forma esporádica sin alcanzar jamás el éxito de su
debut, mientras continuaba su carrera como actor con trabajos destacables en
El Amigo Americano (1977), Apocalypse Now (1979) o Terciopelo Azul (1986). En
los últimos años, Hopper reconducido su carrera hacia la televisión, además de
participar en numerosos documentales como Dentro de Garganta Profunda
(2005) o Andy Warhol: a Documentary Film (2006).
FILMOGRAFÍA PRINCIPAL DEL DIRECTOR
1969
Easy Rider (Buscando mi
Destino)
1980
Caído del Cielo
(Out of the Blue)
Vigilantes de la Calle
(Colors)
Catchfire
(Easy Rider)
1988
1990
GALARDONES
FESTIVAL
DE
CANNES
1969
(22ª Ed.)
(Catchfire)
1990
Labios Ardientes
(The Hot Spot)
Mejor Dirección Novel
(Dennis Hopper)
COMENTARIO
En un libro colectivo tan imprescindible como poco leído, titulado
Dentro y fuera de Hollywood. La tradición del cine independiente en
el cine americano1, el crítico e historiador Antonio Weinrichter anota
que “la azarosa existencia [del] “Nuevo Hollywood” suele hacerse
comenzar en 1967, año de Bonnie y Clyde (Bonnie and Clyde; Arthur
Penn) y de El graduado (The Graduate; Mike Nichols), o en 1969, año
de Easy Rider (Buscando mi Destino) (Dennis Hopper), para hacerlo
concluir hacia 1975, año de Tiburón (Jaws; Steven Spielberg), o
1977, año de La Guerra de las Galaxias (Star Wars; George Lucas),
aunque a veces se extienda al final de la década, hasta 1980, año de
La Puerta del Cielo (Heaven’s Gate; Michael Cimino)… pero no más
allá. Este Nuevo Hollywood es el de Bob Rafelson, Robert Altman,
Martin Scorsese, Dennis Hopper, Terrence Malick, Monte Hellman,
Brian de Palma… la mayoría de los cuales acaban la década de los
70 en situación más precaria de lo que la empezaron”.
Como dejan bien claro las más de 500 páginas del libro citado, suceden otras muchas cosas en el ámbito del cine americano durante en
esas fechas. Por ejemplo, “sucede” Faces (1968), la obra maestra de
John Cassavettes, un completo outsider radicado en Nueva York
cuya filmografía tanto recuerda a esa primera nouvelle vague francesa que, sin embargo, nunca imitó. En el lugar de la cinefilia adolescente que movía a Godard, Truffaut o Rivette, el de Cassavettes es
un cine con raíces en el teatro moderno americano, pero que además
integra los hallazgos del direct cinema documental y algo de la libertad de “escritura” del underground neoyorquino. La cámara de 16
mm. y los nuevos equipos ligeros de registro sonoro toman la realidad “por asalto”. Son los años de las nuevas vanguardias, también y
sobre todo en los USA (de Jonas Mekas a Andy Warhol, de Ken Jacobs o Stan Brakhage a Michael Snow). Son los años del cine político; los años de las protestas anti-Vietnam; los años que ven florecer
y marchitarse el “flower power”, y en los que el rock (como sus ídolos) brilla fugazmente y muere: surgen los “rockumentaries”, como el
film Woodstock (de Michael Wadleigh, 1970), que celebra la contracultura mientras otro documental contemporáneo, Gimme Shelter
(de los Hnos. Maysles, 1970) anuncia su fin cuando muestra a un
asombrado Mick Jagger ante la moviola, viendo morir apuñalado fotograma detenido- al joven negro que a su vez le apunta a él con
una pistola, entre el público que asiste a un concierto de los Rolling
Stones…
En ese período que nos hemos acostumbrado a llamar “convulso”,
también los viejos clásicos realizan sus últimas películas o se buscan
los garbanzos como pueden: John Ford dirige su última ficción en
1966, y Howard Hawks en 1970. Vincent Minnelli, George Cukor,
Elia Kazan, Nicholas Ray o Sam Fuller hacen voluntariosos esfuerzos
por mantenerse, si no en la industria –Cukor o Minnelli no podrían
ser nada fuera de ella- al menos sí en la profesión de cineastas.
Mientras tanto, Hollywood yerra al insistir nostálgicamente en el
producto familiar: La Leyenda de la Ciudad sin Nombre (1969, Joshua Loga) fue un gran éxito, pero representaba una vía muerta y,
vista hoy, algo ridícula como reinvención de un “país de nunca
jamás”. En el mismo año en que se presenta esta película, Dennis
Hopper dirige con muy bajo presupuesto y en condiciones de independencia casi absoluta, Easy Rider (Buscando mi Destino).
Y para sorpresa de la industria, Easy Rider se convierte en un éxito
formidable. Con su canto a la cultura rock, a los espacios abiertos,
al sueño de abrir las “puertas de la percepción” con la llave del LSD,
a la utopía de la libertad plena, con su mezcla de iconografía western, carretera y canciones de los Credence Clearwater Revival o de
Jimi Hendrix, el nervio del público joven resulta tocado. Ese público
al que Hollywood sólo había podido dar un cine cada vez más autoparódico (las numerosas variantes del exploit o cine de géneros de
bajísimo presupuesto y vocación cuasi-gamberra, con su mezcla
domesticada de asuntos escabrosos y temas de moda, su práctica
bastarda del subgénero en versión concentrada y su culto implícito o
explícito a la idiotez). Paradójicamente, Roger Corman, rey del exploit, tuvo entre sus discípulos grandes nombres del cine –de autorque llegaría; por ejemplo, Scorsese. El primer largo de Spielberg fue,
de hecho, un telefilme a la Corman, con atributos exploit y gestos de
estilo (El Diablo sobre Ruedas, 1971). Para cerrar el círculo, el propio Corman se indignará cuando vea Tiburón unos años después:
“han invadido mi terreno”, proclama al comprobar cómo la fórmula
“monstruo come chica” es de pronto adoptada por el cine de gran
producción. En el fondo, Easy Rider también era algo así como una
película exploit, pero destinada al hermano mayor: con coartada
hippy y pretensiones de apología contracultural. El film, por si fuera
poco, mandaba al cuerno todas las normas narrativas para funcionar, en cambio, como una película-experiencia. Desde ese momento,
la tendencia del cine moderno hacia el relato abierto e itinerante, sin
final previsible y plagado de personajes errabundos, se convertirá
casi en norma. Hopper no era precisamente un cineasta habilidoso,
y el hallazgo sería perfeccionado muy pronto por Coppola en Llueve
sobre mi corazón (1969) y, ya sin ensueños juveniles, por Monte
Hellman en la fundamental Carretera Asfaltada en Dos Direcciones
(1971). Luego llegará El Padrino, y los nuevos –y estimulantes“bárbaros” se dejarán asimilar por la industria: el Imperio (de Hollywood) contraataca…
Roberto CUETO y Antonio WEINRICHTER, eds.: Dentro y Fuera de
Hollywood. La Tradición del Cine Independiente en el Cine Americano, Valencia: IVAC, Festival Internacional de Cine de Gijón, CGAI,
1
Filmoteca de Andalucía, Filmoteca Española, 2004.
SOBRE EL REPARTO
PETER FONDA
JACK NICHOLSON
Hijo del famoso actor Henry Fonda, Peter H. Fonda nació en Nueva
York el 23 de Febrero de 1940. Estudió interpretación en el pueblo
natal de su padre en Nebraska, dónde más tarde asistiría a la universidad y se uniría a la sala de teatro de la comunidad de Omaha.
Tras este periodo se traslada primero a Broadway, donde aparecería
en obras como Blood, Sweat and Stanley Poole, para finalmente
comenzar su carrera cinematográfica en Tammy and the Doctor
(Harry Keller, 1963), a la que seguirían interpretaciones notables
como su papel en The Wild Angels (Roger Corman, 1966). Sin embargo, su primer gran éxito llegaría con la road movie Easy Rider, en
la que además participaba como productor y guionista y por la que
obtendría el Globo de Oro al Mejor Actor y dos nominaciones al Oscar. Sin embargo, su irregular carrera posterior le apartaría del éxito
en las décadas siguientes hasta que en 1997 recupera el respaldo de
la crítica por su papel en Ulee’s Gold (Víctor Nuñez), obteniendo su
segundo Globo de Oro y una nueva nominación al Oscar. Entre sus
últimos trabajos destaca su aparición en el western El Tren de las
3:10 (James Mangold, 2007).
John Joseph Nicholson nació en Nueva York el 22 de abril de 1937,
iniciándose en el mundo de la interpretación gracias al cineasta
Roger Corman, apareciendo en la que más tarde sería considerada
película de culto The Cry Baby Killer (Joe Addis, 1958). Tras participar como actor y guionista en varias películas de bajo presupuesto,
se daría a conocer con su papel en Easy Rider, que le supondría
además su primera nominación al Oscar. Durante realizaría notables apariciones en Chinatown (Roman Polanski, 1974), Alguien Voló
sobre el Nido del Cuco (Milos Forman, 1975) -por la que recibiría su
primera estatuilla en la categoría de Mejor Actor Principal- y El Resplandor (Stanley Kubrick, 1980), consolidándose como uno de los
actores con más talento de su generación. En los siguientes años,
Nicholson continuaría cosechando actuaciones memorable y nominaciones al Óscar por Rojos (1981, Warren Beatty) o Algunos Hombres Buenos (1992, Rob Reiner), obteniendo el premio en dos ocasiones más como Mejor Actor de Reparto y Mejor Actor Principal en
La Fuerza del Cariño (James L. Brooks, 1983) y Mejor… Imposible
(James L. Brooks, 1998) respectivamente.
LA CRÍTICA OPINA
Justo antes de la explosión que el cine sufriría con el cambio generacional que empezó con la realización de Easy Rider (1969) de Dennis
Hopper, los primeros setenta fueron un torrente de buen cine y nuevos realizadores que peleaban por hacerse un hueco en el que les dejaran
expresarse libremente, cultivando un tipo de cine que rompía con el pasado y caduco sistema de estudios de antaño. (…) Ellos fueron los que
cambiaron la visión de hacer cine.
Emilio Martínez Borso-Miradas de Cine
www.auladecine.ulpgc.es
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