Resolución de 10 de marzo de 2016 de la Sección Segunda del Jurado por la que se estima la reclamación presentada por la mercantil Calidad Pascual, S.A.U. contra una publicidad de la que es responsable la entidad Corporación Alimentaria Peñasanta, S.A. (CAPSA). La Sección estimó la reclamación, declarando que la publicidad infringía la norma 14 (principio de veracidad) del Código de Conducta Publicitaria de AUTOCONTROL. Frente a dicha resolución Corporación Alimentaria Peñasanta, S.A. (CAPSA) interpuso recurso de alzada que fue desestimado por el Pleno en su resolución de 25 de abril de 2016. Resumen de la Resolución: Calidad Pascual, S.A.U. vs. Corporación Alimentaria Peñasanta, S.A. (CAPSA) “La desnatada que mejor sabe” Resolución de 10 de marzo de 2016 de la Sección Segunda del Jurado por la que se estima la reclamación presentada por la mercantil Calidad Pascual, S.A.U. contra una publicidad de la que es responsable la entidad Corporación Alimentaria Peñasanta, S.A. (CAPSA). La reclamación se formuló frente a un etiquetado del producto “Leche Desnatada Central Lechera Asturiana”, el cual contenía la siguiente información: encabezando el frontal del envase, se mostraba el logotipo de “Central Lechera Asturiana”, acompañado del claim “Lo mejor por naturaleza”. A continuación, y como mensaje central del pack, aparecía la alegación: “¡La desnatada que mejor sabe!*” y debajo un sello en el que figuraban las menciones: “Aprobado”, “Producto probado por consumidores”, “Sabor del año” y “2016”, destacándose estas dos últimas mediante caracteres de mayor tamaño. En el reverso del envase se reproducían el logotipo y el claim de la marca, así como la alegación “¡La desnatada que mejor sabe!*”. Por último, en la parte inferior de uno de sus laterales, podía leerse en caracteres de menor tamaño la indicación: “Reconocido Sabor del Año 2016. Producto probado y aprobado por consumidores. Exámenes gustativos realizados en laboratorios especializados en pruebas sensoriales. Otoño 2015”. El Jurado concluyó que la publicidad reclamada vulneraba la norma 14 del Código de Conducta Publicitaria de AUTOCONTROL (principio de veracidad) en la medida en que la documentación aportada al expediente no resultaba suficiente para acreditar la veracidad del mensaje de supremacía transmitido en el etiquetado respecto al sabor del producto promocionado. Concretamente, declaró que el etiquetado reclamado, considerado en su conjunto, era susceptible de trasladar al público de los consumidores un mensaje objetivo de que el producto leche desnatada “Central Lechera Asturiana” había sido escogido, entre distintos productos competidores, como la leche desnatada con mejor sabor del año 2016, de tal modo, que la expresión “La desnatada que mejor sabe”, unida al sello “Sabor del Año” y a la nota explicativa anteriormente trascrita, no sería percibida por el consumidor medio, normalmente informado y razonablemente atento y perspicaz como un mero juicio estimativo del anunciante, sino como una alegación de tono excluyente y, por ende, debía quedar sometida a criterios de veracidad y prueba. Sentado lo anterior, y tras el análisis de la documentación aportada por las partes – a saber, la metodología del reconocimiento del sello “Sabor del Año” disponible en la página web de la Organización, el Reglamento de uso de la marca y su Libro de estilo –, la Sección entendió que los estudios conducentes a la obtención del mencionado Sello no eran por sí solos 1 suficientes para acreditar el mensaje de supremacía transmitido en la etiquetado y, por consiguiente, que la publicidad resultaba contraria a la norma 14 del Código de AUTOCONTROL. Recurso de alzada Frente a dicha resolución Corporación Alimentaria Peñasanta, S.A. (CAPSA) interpuso recurso de alzada, siendo desestimado por el Pleno en su resolución de 25 de abril de 2016. 2 Texto completo de la Resolución del Jurado: Calidad Pascual, S.A.U. vs. Corporación Alimentaria Peñasanta, S.A. (CAPSA) “La desnatada que mejor sabe” En Madrid, a 10 de marzo de 2016, reunida la Sección Segunda del Jurado de AUTOCONTROL, Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial, presidida por Dª. María José Morillas Jarillo, para el estudio y resolución de la reclamación presentada por la mercantil Calidad Pascual, S.A.U. contra una publicidad de la que es responsable la entidad Corporación Alimentaria Peñasanta, S.A. (CAPSA), emite la siguiente RESOLUCIÓN I.- Antecedentes de hecho. 1.- El pasado día 1 de marzo de 2016, Calidad Pascual, S.A.U. (en adelante, “Calidad Pascual”) presentó una reclamación frente a una publicidad de la que es responsable Corporación Alimentaria Peñasanta, S.A. – CAPSA (en lo sucesivo, “CAPSA”). 2.- La reclamación se formula frente a un etiquetado del producto “Leche Desnatada Central Lechera Asturiana”, que contiene la siguiente información: encabezando el frontal del envase, se muestra el logotipo de “Central Lechera Asturiana”, acompañado del claim “Lo mejor por naturaleza”. A continuación, y como mensaje central del pack, aparece la alegación: “¡La desnatada que mejor sabe!*” y debajo un sello en el que figuran las menciones: “Aprobado”, “Producto probado por consumidores”, “Sabor del año” y “2016”, destacándose estas dos últimas mediante caracteres de mayor tamaño. En el reverso del envase se reproducen el logotipo y el claim de la marca, así como la alegación “¡La desnatada que mejor sabe!*”. Por último, en la parte inferior de uno de sus laterales, puede leerse en caracteres de menor tamaño la indicación: “Reconocido Sabor del Año 2016. Producto probado y aprobado por consumidores. Exámenes gustativos realizados en laboratorios especializados en pruebas sensoriales. Otoño 2015”. 3.- Según expone en su escrito de reclamación, Calidad Pascual entiende que el etiquetado descrito vulneraría la norma 14 del Código de Conducta Publicitaria de AUTOCONTROL (en adelante, el “Código de AUTOCONTROL”). Concretamente, defiende que el etiquetado, analizado en su conjunto, transmite una alegación de tono excluyente según la cual el producto “Leche Desnatada Central Lechera Asturiana” ha sido elegido por los consumidores como la leche desnatada con el mejor sabor de 2016 de entre todas las leches desnatadas más consumidas del mercado, no estando en condiciones de acreditar el anunciante la veracidad de este mensaje. Dos son los elementos que, a juicio de Calidad Pascual, se incluyen de forma destacada y en el mismo campo visual del etiquetado, trasladando dicho mensaje al consumidor: por un lado, la alegación “¡La desnatada que mejor sabe!”, unida al disclaimer al que remite mediante asterisco, esto es, “Reconocido Sabor del Año 2016. Producto probado y aprobado por consumidores. Exámenes gustativos realizados en laboratorios especializados en pruebas 3 sensoriales. Otoño 2015”; y, por otro, el logotipo de “Sabor del Año”, en el que se proclama “Aprobado”, “Sabor del Año”, “Producto probado por consumidores”, “2016”. A juicio de la reclamante, resulta indudable que, de la asociación de dicho claim principal con el logotipo de “Sabor del Año”, un consumidor medio, normalmente informado y razonablemente atento y perspicaz deducirá que son los consumidores los que han elegido que el producto promocionado es la leche desnatada con el mejor sabor en comparación con el resto de desnatadas más consumidas, sin que pueda entenderse que se trata de un mero juicio estimativo del anunciante. En este sentido, Calidad Pascual denuncia que el reconocimiento de “Sabor del Año” se fundamenta en pruebas monádicas, es decir, en estudios que no comparan las preferencias de los consumidores entre diferentes productos competidores, sino que puntúan individualmente y de forma aislada los productos analizados (a estos efectos, aporta al expediente la metodología de dicho reconocimiento). Por tanto, a juicio de la reclamante, en ningún caso el referido reconocimiento puede dar soporte a un mensaje de tono excluyente frente a los competidores como el que se incluye en el etiquetado reclamado. Asimismo, sostiene que la utilización de la alegación “La (desnatada) que mejor sabe” contravendría lo previsto en el Libro de Estilo del reconocimiento “Sabor del Año” en relación con el empleo de los términos “mejor” y “mejor sabor” toda vez que, precisamente para evitar inducir a error al consumidor, dicho Libro reconoce expresamente que dichos términos no deben utilizarse. En virtud de todo lo anterior, Calidad Pascual solicita a este Jurado que declare el etiquetado reclamado contrario a la norma 14 del Código de AUTOCONTROL e inste al anunciante la cesación definitiva e inmediata de la publicidad así como de cualesquiera otros materiales publicitarios que contengan un mensaje análogo. 4.- Trasladada la reclamación a CAPSA, esta compañía ha presentado escrito de contestación, defendiendo que la mención “La desnatada que mejor sabe” incluida en el etiquetado reclamado no constituye una alegación de tono excluyente. De un lado, CAPSA sostiene que si el consumidor medio percibiera la publicidad de manera global, asociando la alegación “La desnatada que mejor sabe” y el sello “Sabor del Año”, el etiquetado simplemente trasladaría un mensaje objetivo y plenamente acreditado sobre la preferencia de los consumidores por la leche promocionada que, consecuentemente, únicamente quedaría sujeto a las exigencias de veracidad impuestas por la citada norma 14. En particular, alega que, pese a que las pruebas tomadas como referencia para la concesión del distintivo “Sabor del Año” tienen carácter monádico y los consumidores no comparan dos productos entre sí sino que los puntúan de manera individual, el producto promocionado ha obtenido dentro de la categoría de leche desnatada – y, por lo tanto, dentro de un grupo de productos competidores – la calificación más alta y, por esta razón, el mensaje trasladado en la publicidad puede considerarse, a su juicio, plenamente veraz. En respaldo de tal argumentación, adjunta diversos documentos, entre ellos: (i) el estudio de consumidores “Sabor del Año 2016” para el producto leche desnatada Central Lechera Asturiana; (ii) un informe 4 cuantitativo de resultados en la percepción del sello “Sabor del Año” y (iii) el Reglamento de uso de la marca colectiva “Aprobado Sabor del Año” 2016. De otro lado, incluso en el hipotético supuesto de que la alegación “La desnatada que mejor sabe” no se acompañara de ninguna remisión al reconocimiento “Sabor del Año”, CAPSA razona que, en atención a las conclusiones alcanzadas por el Jurado al resolver otros asuntos similares, dicha alegación – individualmente considerada y no vinculada con el sello “Sabor del Año” – podría entenderse como un mero juicio estimativo del anunciante, no quedando sometido a criterios de veracidad, al no ser tomada en serio por los consumidores por ser el sabor una característica subjetiva sujeta a múltiples valoraciones (edad del consumidor, gustos, hábitos, etc.). Por todo lo anterior, CAPSA solicita a este Jurado que desestime la reclamación presentada por Calidad Pascual. II.- Fundamentos deontológicos. 1.- A la vista de los antecedentes de hecho hasta aquí expuestos y teniendo presentes los términos en los que ha sido planteada la reclamación, esta Sección debe determinar en primer lugar si las alegaciones del etiquetado reclamado constituyen un supuesto de publicidad de tono excluyente. Pues bien, este Jurado ya ha definido en multitud de ocasiones la publicidad de tono excluyente como toda aquella publicidad en la que el anunciante pone de manifiesto una posición de preeminencia o supremacía en el mercado, posición de preeminencia o liderazgo que no es alcanzada por ninguno de sus competidores. Así, en opinión del Jurado, será publicidad de tono excluyente cualquier alegación con un contenido informativo y comprobable que es tomada en serio por el público al que se dirige o alcanza, y a través de la cual se manifiesta que la empresa, producto o servicio anunciado ocupan la posición preeminente en el mercado. 2.- Aclarado lo anterior, procede que esta Sección analice cuál es el mensaje que el etiquetado reclamado traslada a un consumidor medio normalmente informado y razonablemente atento y perspicaz, para así poder determinar si dicho mensaje puede ser calificado como un supuesto de publicidad de tono excluyente. Al acometer esta tarea interpretativa, debemos recordar que la publicidad debe analizarse en su conjunto, de conformidad con las reglas establecidas en la norma deontológica 3 del Código de AUTOCONTROL, que dispone lo siguiente: “3.1. Los anuncios y las expresiones publicitarias deben ser analizadas en su conjunto, sin descomponer sus partes integrantes y atendiendo a la impresión global que generen en sus destinatarios”. Es este análisis de conjunto el que determina, a juicio de esta Sección, que la publicidad reclamada sea susceptible de trasladar al consumidor el mensaje objetivo de que la leche desnatada Central Lechera Asturiana ostenta una posición de supremacía en el mercado por razón de las preferencias de los consumidores en lo que respecta a su sabor. Más en particular, el etiquetado transmite el mensaje de que la leche promocionada ha sido elegida por los 5 consumidores como la de mejor sabor tras su comparación con el resto de leches desnatadas del mercado. Dos son los elementos que avalan esta conclusión: (i) Por un lado, ha de tenerse en cuenta que el frontal del envase – parte del pack que recibe el primer impacto visual del consumidor – presenta como mensaje central la alegación “¡La desnatada que mejor sabe!*” y, justo debajo, incluye un logotipo en el que pueden leerse las menciones “Sabor del Año”, “2016”, “Aprobado” y “Producto probado por consumidores”. Parece indudable que un consumidor medio normalmente informado y razonablemente atento y perspicaz percibirá conjuntamente la expresión de superioridad “¡La desnatada que mejor sabe!*” con la mención “Producto probado por consumidores” que se inserta justo al lado de la misma. Así como que, de dicha asociación, deducirá que los consumidores han probado varias leches desnatadas del mercado y, tras compararlas, han concluido que la leche desnatada Central Lechera Asturiana es la que mejor sabe de todas ellas. (ii) Por otro lado, la alegación “¡La desnatada que mejor sabe!*” remite a una nota aclaratoria mediante un asterisco que contiene la siguiente información: “Reconocido Sabor del Año 2016. Producto probado y aprobado por consumidores. Exámenes gustativos realizados en laboratorios especializados en pruebas sensoriales. Otoño 2015”. Nuevamente, la remisión a la cata del producto por parte de los consumidores, unida en este caso a la alusión a los “exámenes gustativos realizados en laboratorios” será inequívocamente percibida por el consumidor como indicativa de los resultados de un estudio comparativo entre varias leches desnatadas, de entre las cuales los consumidores han elegido la leche promocionada por su mejor sabor. 3.- A la anterior conclusión no cabría objetar que la expresión “¡La desnatada que mejor sabe!*” podría constituir un mero juicio estimativo del anunciante que no será tomado en serio por los consumidores al versar sobre una característica tan subjetiva como es el sabor. Cabe recordar que el Jurado ha definido como juicios estimativos aquellas alegaciones en las que simplemente se refleja la opinión subjetiva del anunciante sobre un extremo que no es ni objetivo ni comprobable. De este modo, partiendo de que sólo puede existir publicidad de tono excluyente cuando las alegaciones objeto de examen tienen un contenido objetivo y comprobable, el Jurado, en concordancia con lo defendido por la doctrina científica más autorizada, viene asumiendo que tales juicios estimativos no suponen alegaciones de tono excluyente y, consecuentemente, no deben verse sometidos a las mismas exigencias de veracidad que dicha publicidad. Sin embargo, en el caso que nos ocupa – y como se ha expuesto – no se traslada al público de los consumidores el parecer subjetivo del anunciante sobre el sabor de su producto. Antes bien, al vincular la alegación “La desnatada que mejor sabe” con el sello “Sabor del año. 6 Producto probado por los consumidores”, se traslada al público de los consumidores un mensaje objetivo de liderazgo, mensaje en virtud del cual la leche promocionada ha sido elegida por los consumidores como la que tiene mejor sabor en comparación con sus competidoras. Este mensaje de carácter objetivo constituye una alegación de tono excluyente, y no un mero juicio estimativo. No contradice esta conclusión la Resolución del Jurado de 29 de abril de 2010 (Grupo Leche Pascual SAU vs CAPSA), que consideró la expresión “el mejor sabor” como un juicio estimativo en atención al contenido de los anuncios reclamados. Y ello porque el supuesto de hecho que se analizó entonces no es equiparable al del presente caso. En aquella resolución, el Jurado analizó varios anuncios publicitarios en los que la expresión “el mejor sabor” se incluía en un contexto puramente emocional y completamente desvinculada del sello “Sabor del Año”, que aparecía en una ubicación claramente secundaria. En esas circunstancias (esto es, aislada, en un contexto claramente emocional y desvinculada por completo del sello “Sabor del Año”) la alegación “el mejor sabor” podía ser percibida por el público de los consumidores como la expresión del parecer subjetivo del anunciante sobre el sabor de su producto. Pero las circunstancias en el caso que ahora nos ocupa son claramente diferentes. Aquí, la alegación “La desnatada que mejor sabe” constituye una de las principales declaraciones de la publicidad reclamada, y aparece clara y directamente vinculada al sello “Sabor del año. Producto probado por consumidores”. En este específico contexto, el mensaje “La desnatada que mejor sabe” no será percibido por el público de los consumidores como un juicio estimativo o parecer subjetivo del anunciante sobre el sabor de su propio producto. Antes bien, será percibido como la expresión de una posición objetiva de liderazgo, en virtud de la cual el producto promocionado ha sido elegido por los consumidores –en comparación con sus competidores- como el de mejor sabor. De hecho, si quiere trazarse algún paralelismo entre el caso que nos ocupa y otros asuntos previamente resueltos por este Jurado, aquel paralelismo ha de trazarse, no con la Resolución de 29 de abril de 2010 (en la que, como hemos visto, el supuesto de hecho era diferente al que es objeto del presente procedimiento), sino con la Resolución de 21 de febrero de 2011, en la que actuaba como reclamante CAPSA. Se analizaba allí también la alegación “con el mejor sabor” que, en aquel caso, sí se utilizaba en circunstancias similares a las de la publicidad objeto del presente procedimiento. Pues bien, el Jurado la calificó entonces como una alegación de tono excluyente. Sus razonamientos a este respecto fueron los siguientes: “al acometer el análisis de la compatibilidad de la publicidad reclamada con la norma 14 del Código de Conducta que acabamos de reproducir, han de rechazarse –ante todo- las alegaciones de la reclamada que pretenden calificar las alegaciones publicitarias objeto de controversia como meros juicios estimativos publicitarios que no están sometidos al principio de veracidad. Es cierto que, en otras resoluciones, determinadas alegaciones relativas al sabor de un producto han sido calificadas por este Jurado como simples juicios estimativos. Más no es menos cierto que, a 7 diferencia de lo que sucede en el caso que nos ocupa, dichas alegaciones figuraban entonces aisladas, y eran por consiguiente claramente percibidas por el público de los consumidores como la simple expresión del parecer u opinión del anunciante sobre el sabor de sus productos. No sucede así en el caso que nos ocupa. En él, las alegaciones relativas al sabor de los productos promocionados van acompañadas de referencias claras e inequívocas que sitúan a estos como los elegidos por los consumidores como los productos con el mejor sabor. En estas circunstancias, la publicidad en modo alguno será percibida por el público de los consumidores como la mera expresión del parecer del anunciante sobre el sabor de sus productos. Antes al contrario, la publicidad transmite al público de los consumidores un mensaje claramente objetivo, en virtud del cual los productos promocionados han sido elegidos por los consumidores como los productos de soja con mejor sabor. Y dado el carácter objetivo y verificable de este mensaje, su sometimiento al principio de veracidad es claro y evidente”. 4.- Sentado que nos encontramos ante una publicidad de tono excluyente, debe recordarse esta modalidad publicitaria es esencialmente lícita, siempre y cuando el anunciante se encuentre en condiciones de acreditar la veracidad y exactitud de la posición de preeminencia alegada. En concreto, dicha exigencia probatoria se encuentra recogida en el plano deontológico en la norma 23 del Código de AUTOCONTROL, en virtud de la cual “corresponde al anunciante la carga de probar la veracidad de las afirmaciones y alegaciones incluidas en la publicidad”. Del mismo modo, desde un prisma legal, el artículo 217.4 de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil señala que “en los procesos sobre competencia desleal y sobre publicidad ilícita corresponderá al demandado la carga de la prueba de la exactitud y veracidad de las indicaciones y manifestaciones realizadas y de los datos materiales que la publicidad exprese, respectivamente”. En este punto, debemos recordar que, en la publicidad analizada, la veracidad de la afirmación “La desnatada que mejor sabe” pretende apoyarse en los estudios conducentes a la obtención del sello “Sabor del año” que la acompaña. Sin embargo, Calidad Pascual alega que el reconocimiento de “Sabor del Año” no puede considerarse suficiente a los efectos de acreditar un mensaje de supremacía de la leche promocionada frente al resto de leches del mercado, toda vez que se basa en un estudio monádico y no en el análisis comparativo de productos de la misma categoría. Frente a ello, CAPSA defiende la veracidad del mensaje contenido en el etiquetado, precisando que la leche promocionada ha obtenido la puntuación más alta respecto al sabor en las catas en las que se confrontó a los consumidores con varios productos de la misma categoría. 5.- Pues bien, tras analizar detenidamente la documentación aportada al expediente, esta Sección entiende que los estudios conducentes a la obtención del sello “Sabor del año” no son por si solos suficientes para sustentar la veracidad y exactitud del mensaje transmitido en la 8 publicidad, mensaje en virtud del cual la leche promocionada ha sido elegida por los consumidores como aquélla que tiene el mejor sabor, en comparación con los restantes productos competidores. Así se desprende de la metodología del reconocimiento “Sabor del Año” aportada por Calidad Pascual como Documento nº 3 de su reclamación y del Reglamento de uso de la marca colectiva “Aprobado Sabor del Año 2016” aportado por la propia CAPSA como Documento nº 5 de su contestación. En efecto, según se reconoce en la metodología del reconocimiento, las pruebas realizadas por Global Quality Iberia (en adelante, la “Organización”) para otorgar el referido distintivo sirven únicamente para puntuar de manera individual y separada los productos sometidos a examen, pero en ningún caso para comparar productos entre sí. En concreto, la metodología especifica lo siguiente: “Las pruebas son monádicas, es decir, no comparativas. Los consumidores no comparan dos productos de la misma categoría para escoger aquel que sabe mejor, sino que puntúan de manera individual cada uno de ellos (…) Los criterios son puntuados en una escala gradual de 0 a 10, yendo de “no me gusta nada” a “me gusta mucho”. Asimismo cada consumidor atribuye, de forma indicativa, mediante comentarios, cuál es su percepción, positiva o negativa con respecto al producto probado (…)”. La misma conclusión se contiene en el Reglamento de uso de la marca “Sabor del Año” aportado por CAPSA, que precisa: “Las pruebas son monádicas, es decir, no comparativas. Cada producto es evaluado de forma absoluta y calificado aisladamente por cada consumidor del jurado en base a su experiencia y en referencia a otros productos del mismo tipo consumidos anteriormente y no mediante una comparación directa”. 6.- Es más, la propia Organización que otorga el reconocimiento Sabor del Año afirma expresamente que los estudios no permiten concluir que un producto en cuestión sea el “mejor” de su categoría en los parámetros evaluados, recomendando que no se utilice este término ni otros similares que puedan comunicar erróneamente el alcance del reconocimiento al consumidor. En efecto, el Reglamento de uso de la marca “Sabor del Año” describe el objetivo de los estudios del siguiente modo: “El objetivo de los “SABORES DEL AÑO” no es determinar el “mejor” producto sino determinar el nivel de satisfacción del consumidor. En consecuencia, los productos no son inscritos ni premiados en el seno de una categoría”. Por su parte, el Libro de Estilo de “Sabor del Año” (aportado por Calidad Pascual como Documento nº4 de su reclamación) establece las condiciones de utilización de dicho distintivo, detallando una serie de términos y expresiones no permitidas de cara a la comunicación del reconocimiento dado que – siguiendo la literalidad del texto – resultan no apropiados y “se ruega no utilizarlos para evitar comunicar erróneamente y confundir al consumidor/público”. Entre ellos, se contienen las menciones “Concurso”, “Elección”, “Elegido” y “Mejor”. Asimismo, dentro de las expresiones no apropiadas y que se ruega no utilizar se incluye nuevamente la palabra “mejor”: “Votado como el mejor producto del año”, “Este galardón premia los mejores productos, el mejor 9 sabor” y “Elegido el mejor producto por los consumidores”. En suma, según se desprende de la metodología del galardón y de las recomendaciones de la propia Organización, los estudios conducentes a la obtención del sello “Sabor del Año” no son por si solos suficientes para acreditar el mensaje transmitido por la publicidad que analizamos, mensaje en virtud del cual el producto promocionado ha sido elegido por los consumidores como aquel que tiene el mejor sabor en comparación con sus competidores. En atención a todo lo hasta aquí expuesto, la Sección Segunda del Jurado de AUTOCONTROL, ACUERDA 1º.- Estimar la reclamación presentada por la empresa Calidad Pascual, S.A.U. frente a una publicidad de la que es responsable la mercantil Corporación Alimentaria Peñasanta, S.A. 2º.- Declarar que la publicidad reclamada infringe la norma 14 del Código de Conducta Publicitaria de AUTOCONTROL. 3º.- Instar al anunciante la rectificación de la publicidad reclamada. 10