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¿Se encuentra atomizado
el sector de la distribución
en España?
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Gráfica de la evolución de los puntos de venta cerrados en Catalunya del 2008 al 2013
El mayor número
de cierres se
produjo en los
años 2010 y 2011,
cuando la crisis
atacó con más
fuerza y cogió a
las empresas más
desprevenidas
Ramon Capdevila
Si a la implantación de las grandes superficies le sumamos la bajada de una manera clara,
rotunda e irreversible de la actividad del sector de la construcción en nuestro país, parece
lógico suponer que el sector de la distribución de materiales de construcción tradicional se
enfrenta a una reconversión de futuro incierto.
¿P
or qué incierto? Por la propia idiosincrasia de las empresas del sector. Empresas familiares,
de un tamaño pequeño, o muy pequeño, y con una capacidad lógica de “aguante” muy
alta. En este contexto, pues, es muy difícil de predecir cómo afrontará el sector su reconversión
particular.
Por otro lado, hay una cuestión para mi muy importante que, en buena medida, jugará un papel
determinante en esta reconversión. Me refiero a la ubicación geográfica del almacén. Siempre he
defendido que el almacén es un claro negocio de comercio de proximidad. Y no todas las zonas
son iguales.
Yo no sé si hay brotes verdes o no, posiblemente sí; pero lo que sí parece claro es que poco
a poco iremos recuperando la actividad hasta situarla en unos contextos normales y propios de
un país como el nuestro, tanto en lo que se refiere a la obra nueva (unas 300.000 viviendas/año)
como al mercado de la reforma, negocio que está llamado a ser el motor de cambio en el sector.
El pasado ya es historia. Pero aún recuperando lentamente la activad en nuestro sector, puede
que se vayan produciendo cierres por la propia atomización que todavía sufre el sector en estos
momentos. Una paradoja que tendremos que estar atentos a su evolución.
En Catalunya han cerrado un 20% de puntos de venta
Tomando como ejemplo la zona de Catalunya, en el periodo comprendido entre los años 2008 al
2013 han cerrado en las cuatro provincias catalanas unos 176 puntos de venta, lo que representa
alrededor de un 20% del sector. En el año 2008 había en Catalunya 870 puntos de venta, ahora
hay 690. Estos cierres no se refieren a empresas, sino a puntos de venta; una empresa con tres
puntos de venta puede cerrar dos, pero la empresa se mantiene. Hay que decir también, que en
este mismo período 20 nuevos puntos de venta han abierto sus puertas. Mencionar que la gran
mayoría de estos nuevos puntos de venta son empresas de reciente creación y muy pequeñas.
De estos, unos 5 son nuevos puntos de venta de empresas ya existentes.
También mencionar que en el año 2008, Point.P tenía 33 puntos de venta en Catalunya, llegando
a su cota máxima en el año 2009 con 42, y bajando hasta los 9 que tiene en la actualidad.
En el gráfico se puede apreciar la evolución del sector en Catalunya: 22 cierres en el año 2008;
20 en el 2009; 43 en el 2010; 40 en el 2011; 31 en el 2012; y 20 en el 2013. Se aprecia que el mayor
número de cierres se produjo en los años 2010 y 2011, que fue cuando la crisis atacó con más
fuerza y cogió a las empresas más desprevenidas.
En términos proporcionarles, posiblemente el resto de España se comporta con los mismos
porcentajes.
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La evolución del sector
¿Cuál será el volumen de negocio dentro unos 5 años cuando presumiblemente el sector estará ya
prácticamente reconducido? Aquí está la incógnita. Y por otro lado, cuatro cuestiones importantes
a tener en cuenta sobre el futuro de la distribución tradicional: el volumen de negocio que será
absorbido por las grandes superficies; el comportamiento del nuevo cliente del mercado de la
reforma; la evolución del sector del bricolaje en nuestro país; y el comportamiento de los Grupos
de Compra con nuevas estrategias y, por qué no, nuevas alianzas.
No me atrevería a decir si el sector todavía se encuentra atomizado o no, pero todo parece
indicar que aún hay margen para seguir con una cierta reconversión.
Hay opiniones que indican que, precisamente, por la propia idiosincrasia que comentábamos
antes sobre el tamaño de las empresas del sector, hará que no se produzcan los cierres que por
el volumen del mercado sería lógico que se produjeran. Una cosa es cierta, el mercado es y será
cada vez más exigente y hará su propia selección natural.
No me atrevería a decir si el sector todavía se encuentra
atomizado o no, pero todo parece indicar que aún hay margen
para seguir con una cierta reconversión.
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