10.1. La guerra de Sucesión y el sistema de Utrecht. Tras la muerte de Carlos II sin sucesión los candidatos a ocupar el trono español eran Felipe de Anjou, nieto de Luís XIV, y el archiduque Carlos de Habsburgo, segundo hijo del emperador Leopoldo I de Prusia. Un mes antes de morir, Carlos II deja a Felipe de Anjou como heredero, con el compromiso de renunciar a sus derechos en la corona francesa para evitar una posible unión entre Francia y España. Luis XIV acepta el testamento y Felipe de Borbón será reconocido como rey de España, con el nombre de Felipe V. Sin embargo Luis XIV adoptó una serie de decisiones que provocaron el descontento dentro y fuera de España: Mantuvo los derechos sucesorios de Felipe V al trono francés; Asumió el gobierno de los Países Bajos; Consiguió importantes privilegios para Francia en el comercio con América. Además influyó en la política española, poniendo a gente de su confianza que van a influir en las decisiones del joven rey. (17 años) En España, Castilla acepta el testamento, pero los reinos de la Corona de Aragón no aceptan a un Borbón como rey (tienen fama de centralistas y temen perder los privilegios respetados por los Austrias). A este testamento se van a oponer: Austria Inglaterra, Países Bajos y Dinamarca. Estos países crearon la Gran Alianza de la Haya. Más tarde se unieron a la alianza Portugal, Prusia y Saboya. Declaran la guerra a Francia y proclaman rey a Carlos de Austria, iniciándose la guerra de Sucesión española. La guerra fue favorable a la Alianza de la Haya pero la muerte del hermano de Carlos de Austria alteró el curso de la guerra en 1711, ya Carlos de Austria pasó a convertirse en el nuevo emperador austriaco. Esto significaría que si Carlos de Austria subiera al trono Español se unirían las coronas de España y Austria, lo que sería muy perjudicial para el equilibrio europeo, por lo que las potencias antiborbónicas, para evitarlo, aceptaron a Felipe V. Tras esto en Europa comenzaron las negociaciones de paz. En 1713 se firma la paz de Utrecht: Felipe de Borbón fue reconocido como rey de España tras renunciar a sus derechos en el trono de Francia, las posesiones territoriales de España en el continente europeo que fueron repartidas entre los aliados. Inglaterra consiguió territorios de España y obtuvo beneficios comerciales como el asiento de negros y el navío de permiso. España perdió territorios, prestigio y capacidad de influencia en el mercado internacional.