SERMÓN DEL VIERNES 21-01-2011 Hazur dijo que actualmente un tema muy debatido en el mundo entero tanto islámico como no islámico, en la prensa, en los medios digitales y en Internet, es la ley sobre la blasfemia de Pakistán. Su nombre en urdu es "Námoos e Risálat “. Es una ley que relacionada con los que cometen ultraje contra el honor del Santo Profeta (s.a.w.), la paz y las bendiciones de Dios sean con él). Para un verdadero musulmán, reconocedor de todos los profetas desde Hadhrat Adán (a.s.), la paz sea con él) hasta el Santo Profeta (s.a.w.) es motivo de gran preocupación que se intente ofender a cualquier profeta de Al-lah, o que se lance un ataque en contra de su honor, y cuando se trata de la persona del Santo Profeta (s.a.w) -el Sello de los Profetas y el mejor de todos los enviados según Al-lah Taala- esta preocupación y aflicción se multiplica, ya que un verdadero musulmán puede ofrecer su cuello para ser decapitado, ver como asesinan a sus hijos delante de sus ojos, o como saquean sus bienes, pero no puede aceptar que el honor de su Señor y Maestro (s.a.w) sea ultrajado lo más mínimo. Tampoco puede escuchar palabras irrespetuosas en contra del Santo Profeta (s.a.w.). Hoy en día, en el mundo musulmán en general, y particularmente en Pakistán, la ley sobre la blasfemia está en una delicada situación. El mundo mira hacia Pakistán además de otras razones, por esta en particular. Algunos líderes occidentales, e incluso el Papa están presionando al gobierno Pakistaní al respecto. Hoy, en los países occidentales – que se erigen como países desarrollados- la prensa y los medios de comunicación muestran una cara deformada del Islam y de los musulmanes. Presentan a los musulmanes como extremistas e intolerantes, y al Islam como una religión de fanatismo, tomando como referente especialmente a Pakistán, Afganistán y otros países musulmanes. No voy a hablar de la importancia de la ley sobre la blasfemia para los musulmanes, ni cómo los no musulmanes se aprovechan para sacar ventaja de este asunto, ni de cómo -en algunos casos- juegan con los sentimientos de los musulmanes. Hoy simplemente voy a decir que si alguien intenta difamar el honor y respeto de mi Maestro el Santo Profeta (s.a.w), esa persona caerá bajo el castigo del versículo coránico: “En verdad, te bastaremos contra quienes se burlan “ (Al Hillr, 96) y de esta forma Él mismo destruirá su vida tanto aquí como en el más allá. Dios mismo está protegiendo a cada instante el honor del Santo Profeta (s.a.w.) que supera la comprensión de la gente de este mundo. El honor y el grado del Santo Profeta (s.a.w.) están siendo exaltados por Dios. El 1 Sagrado Corán dice: “ Al-lah y sus ángeles envían bendiciones al Profeta“. Éste es pues el grado otorgado únicamente al Santo Profeta (s.a.w.) y éstas palabras no han sido utilizadas a favor de otros profetas. En esta época, el Mesías Prometido (a.s) , amante sincero del Santo Profeta (s.a.w.) fue el más conocedor de este grado y nos lo explicó diciendo: “Contemplad la veracidad y la fidelidad de nuestro señor y maestro Mohammad (s.a.w.) él afrontó todo tipo de ofensa y soportó toda clase de desgracias y sufrimientos, pero no le prestó importancia, pues gracias a esta veracidad y fidelidad Dios derramó su favor sobre él (s.a.w.) y pronunció estas palabras a su favor: “ Al-lah y sus ángeles envían bendiciones al profeta, ¡Oh vosotros, los que creéis! Invocad también bendiciones sobre él y saludadle con el saludo de la paz” Este versículo nos muestra que las obras del Santo Profeta (s.a.w.) eran tan altivas que Dios no utilizó ninguna expresión especial para definirlas. Se podían haber usado palabras adecuadas para ello, pero Dios no lo hizo de forma intencionada, es decir que sus buenas obras estaban por encima de ser definidas o limitadas por una descripción. Este tipo de versículos no se han utilizado para ningún otro profeta. Esta veracidad y fidelidad fueron los atributos de su espíritu (s.a.w.) y las obras y acciones del Santo profeta (s.a.w.) agradaron tanto a Dios, que ordenó a la gente venidera, que enviara saludos y bendiciones al profeta (s.a.w.) para la eternidad en señal de agradecimiento. Hoy en día el Santo Profeta (s.a.w.) estableció para nosotros un modelo de veracidad y fidelidad, pero ¿hacia quién (s.a.w.) mostró estas cualidades? Pues él (s.a.w.) lo mostró hacia Dios, su creador. Por lo tanto, si deseamos seguir al Santo Profeta (s.a.w.) y pertenecer a los miembros de su Umma que cumplen con sus deberes de creyentes, entonces debemos demostrar esa veracidad y fidelidad obedeciendo a todos los mandamientos de Dios, y dulcificar nuestras lenguas enviando saludos y bendiciones (Durud) al Santo Profeta (s.a.w.) con efusión, a fin de que podamos gozar de la proximidad de Dios y sacar provecho de Sus bendiciones que están ligadas a las bendiciones de su bien amado el Santo Profeta (s.a.w.) El Mesías Prometido (a.s) dijo que la descripción de las buenas obras del Santo Profeta (s.a.w.) están por encima de todos los límites y restricciones, y que gracias a esas obras logró una posición tan alta, que Dios y sus ángeles le envían saludos, y por eso los musulmanes han sido instados también a mandarle saludos y bendiciones, y que mientras lo hacen deben tener presentes los favores que se le han otorgado gracias al Santo Profeta (s.a.w.) Él (s.a.w.) nos enseñó una religión que nos lleva hacia Dios, estableció para nosotros un modelo de las virtudes que agradan a Dios, fue un servidor perfecto de Al-lah, e hizo honor a los deberes de la adoración de Dios, demostró un excelente modelo de temor de Dios, así como un ejemplo insuperable de la alabanza y la glorificación de Dios. En el Sagrado Corán, Dios ordena a los creyentes aferrarse a la veracidad en 2 cualquier situación, a mantener la verdad y la fe, a cumplir las promesas, a respetar los lazos de parentesco, a tener compasión por la creación de Dios, a ser firmes y perseverantes, a perdonar, a ser humildes y tener confianza en Dios en cada situación, y otros muchos mandamientos. El Santo Profeta (s.a.w.) fue un modelo sumamente excelente de todas estas cualidades. Cuando un verdadero creyente envía saludos al Santo Profeta (s.a.w.) debe aunar esfuerzos en seguir su modelo, pues ésta es la mejor manera de expresar el amor y la lealtad que cada musulmán siente hacia el Santo Profeta (s.a.w.). Si cada creyente actuara así, su Durud se consideraría como un Durud que emana de su corazón a consecuencia de su agradecimiento y gratitud. Ésta es la relación de amor y fidelidad hacia el Santo Profeta (s.a.w.) y ésta es la defensa de su honor. Para silenciar a los enemigos, debemos tratar de seguir su modelo, no debemos reducir en lo más mínimo el derecho a la justicia a cambio de intereses personales, y así - a causa de nuestros hechos- proporcionar la ocasión a otros de señalarlo con dedos acusadores. Tampoco debemos ofrecer a los detractores la ocasión de difamar la memoria de Hazrat Mohammad (s.a.w.) o pronunciar palabras profanas hacia él (s.a.w.). Si los enemigos del Islam tienen la ocasión de decir algo en contra del Santo Profeta (s.a.w.) a causa de nuestras debilidades, entonces seremos culpables ante Dios y tendremos que rendir cuentas, pues tal acción de nuestra parte, constituye una ocasión al enemigo para pronunciar esas palabras en contra de nuestro Profeta (s.a.w.) Pensáis que podéis demostrar vuestro amor al Santo Profeta (s.a.w.) expresando vanas consignas, pues estas acciones no agradan a Dios. Él desea acciones de vuestra parte. Este es un serio motivo de preocupación para los musulmanes. En cuanto a la hostilidad y el rencor de los enemigos, y el hecho de que intentan difamar la memoria del Santo Profeta (s.a.w.) ridiculizarlo y burlarse de él, Dios declaró previamente que le protejerá de este tipo de personas. En cuanto a la verdadera posición del Santo Profeta (s.a.w.) pues el Mesías Prometido (a.s.) nos mostró una gran luz, por lo que todo ahmadí debe estar agradecido hacia él. Si él (a.s.) no nos hubiera guiado hacia el camino recto, nuestra relación con el Santo profeta (s.a.w.) se hubiera limitado a los mandamientos superficiales, a las reuniones anuales y a las manifestaciones aparentes. Cuando invocamos el Durud al Santo Profeta (s.a.w.) diciendo: “Wa ále Mohammad“, es decir, y los que pertenecen a Mohammad (s.a.w.) debemos tener presente en nuestra conciencia la persona del Mesías Prometido (a.s.) aquél que nos guió en esta época . Ahora os voy a presentar algunos escritos del Mesías Prometido (a.s.) de los cuales veremos que él (a.s.) fue el más conocedor del grado tan elevado del Santo profeta (s.a.w.) y ciertamente él (a.s.) nos informó en este sujeto. El 3 Mesías Prometido (a.s.) dice: " Esta luz sublime que se ha conferido al hombre, es decir el hombre perfecto, no encontramos esta luz ni en los ángeles ni en las estrellas, ni en la luna ni en el sol, ni en los océanos que recubren la tierra ni en los ríos, ni en rubíes, esmeraldas, zafiros, diamantes, perlas, etc. En fin, esta luz no se halla en ningún objeto terrenal o celestial, tan sólo está en el hombre perfecto, el hombre más completo, más perfecto, más altivo y más sublime de toda la humanidad, nuestro amo y señor, el sello de los Profetas, el señor de todos los seres vivos, Muhammad (s.a.w.) el elegido. Esta luz fue otorgada a este hombre y, proporcionalmente a sus aptitudes, fue acordada a todos los que tienen las mismas afinidades y a todos los que intentan seguir su ejemplo (s.a.w.) .... Esta dignidad se manifiesta en su forma más alta y más perfecta en la persona de nuestro señor y guía, el Profeta Ummi, el justo Muhammad (s.a.w.) el elegido. ( El reflejo de las perfecciones del Islam, Al Jazáin Al Ruhánilla, vol, 5, pág: 160162) Ahora observad otro ejemplo del gran afán de este fiel amante del Santo Profeta (s.a.w.) y la manera de mostrar las emociones de su corazón. El Mesías Prometido (a.s.) dice: "Me quedo siempre asombrado frente a la eminencia de este profeta árabe, cuyo nombre es Muhammad (s.a.w.) miles de saludos y bendiciones sean con él. ¡ Cuán grande es su grado ! Uno no puede discernir los confines de su alta posición, y el hombre no puede estimar correctamente su efecto espiritual. Es una lástima que el mundo no haya podido reconocer justamente su rango, como debería haber sido. Él (s.a.w.) fue el único héroe que restauró la unicidad de Dios en el mundo, que había desaparecido. Él (s.a.w.) experimentó hacia Dios un amor profundo y su alma se fundió extremadamente por simpatía hacia la humanidad. Por esta razón, Dios, que conocía el secreto de su corazón, le otorgó supremacía frente a todos los Profetas y prominencia a todos los que le antecedieron y sucedieron, y por eso, Dios realizó en su vida todos sus deseos. Él (s.a.w.) es la fuente de toda gracia. La persona que proclama una superioridad sin reconocer que la logró a través del Santo Profeta (s.a.w.) no es un hombre sino que es el engendro de Satanás, porque al Profeta Santo (s.a.w.) se ha concedido la clave de toda exaltación, y se le ha otorgado el tesoro de todo el conocimiento. El que no recibe a través de él (s.a.w.) se priva eternamente. ¿Quiénes somos, y cuál es nuestra verdad ? Pues no somos nada, y seríamos unos ingratos si no reconocemos que hemos hallado la verdadera unicidad de Dios a través de este profeta (s.a.w.) que hemos reconocido al Dios vivo gracias a él (s.a.w) y a su luz, y que el honor de la conversación con Dios que hemos alcanzado y Su contemplación, no son más que la gracia de este magnífico Profeta (s.a.w.) Los rayos de este sol de la orientación caen sobre nosotros como una luz luminosa, y seguiremos iluminados siempre que nos mantengamos frente a los rayos de este sol. (La 4 esencia del Islam, vol. I ) El Mesías Prometido (a.s.) también declara: "Cuando examinamos con equidad, descubrimos que hay un único profeta poseedor del grado supremo de entre toda la cadena de profetas, un único profeta vivo, el más querido por Dios, el único héroe, es decir el señor de todos los Profetas, el orgullo y la corona de los Mensajeros, cuyo nombre es Muhammad el elegido y Ahmad el distinguido (s.a.w.) Aquél que si alguien caminase bajo su sombra durante diez días, obtendría una cantidad de luz que no se podría conseguir en mil años "( La esencia del Islam, vol, I ) El Mesías Prometido (a.s.) dice: Mi fe es, que si reuniésemos a todos los profetas que han acaecido en un lado, salvo el Santo Profeta (s.a.w.) y les pidiésemos hacer las obras y traer la reforma que Él (s.a.w.) trajo, ciertamente no lo hubieran podido hacer. Todos estos profetas juntos no tendrían el poder de realizar lo que Él (s.a.w) ha realizado, pues ellos no han tenido el corazón y la fuerza que se otorgó al Santo Profeta (s.a.w.) y si alguien osa decir que esto es una falta hacia el resto de profetas, pues dicha persona será culpable de calumnia hacia mí, pues yo considero el respeto y aprecio de todos los profetas parte de mi fe. Pero la superioridad del Santo Profeta (s.a.w.) a todos los enviados constituye la parte mayor de mi creencia, y ello está mezclado con cada partícula de mi ser, y no está en mis manos despojar mi corazón de esta fe. Los enemigos desgraciados y ciegos pueden balbucear lo que quieran, pero nuestro Santo Profeta (s.a.w.) ha llevado a cabo obras que todos los profetas juntos no hubieran podido realizar, ya sea individualmente o en colectivo, y esto no es más que la gracia y favor de Al-lah. Y dice: “Ahora no hay más libro para la humanidad que el Sagrado Corán, y no hay más Profeta e intercesor para los descendientes de Adán que Mohammad (s.a.w.) el elegido. Esforzaos en cultivar un amor sincero hacia éste Profeta tan distinguido y majestuoso, y no preferaís a nada ni nadie a Él (s.a.w.) para que en el cielo estéis entre los salvados. Recordad que la salvación no es un privilegio que aparece después de la muerte. La verdadera salvación es aquélla cuyo brillo aparece en este mismo mundo, pero ¿a quién está destinada la salvación? Pues se destina a aquél que cree con certeza que Dios existe y que Mohammad (s.a.w.) es el intercesor de todos los hombres, que no hay bajo el firmamento mensajeros iguales al él (s.a.w.) en cuanto a rango, ni libros más excelentes que el Sagrado Corán. Dios no quiso dar la inmortalidad a nadie, pero este Profeta elegido vive para la eternidad. ( El Arca de Noé, Al Jazáin Al Ruhánilla, vol, 19, pág: 13-14 ) Y dice sobre la eternidad del Santo Profeta (s.a.w.): es un hecho extraño que el 5 mundo está próximo a su fin, pero los favores de este Profeta (s.a.w.) perduran hasta la actualidad. Si el Sagrado Corán no lo hubiera prohibido, podría decir que es el único Profeta que sobrevive en el cielo hasta ahora con su cuerpo material, ya que encontramos signos muy evidentes de su vitalidad. Su religión está viva, el que lo sigue encuentra la vida, y a través de él, hallamos al Dios vivo. Hemos constatado que Al-lah ama a este Profeta (s.a.w.) ama su religión y a ama a aquéllos que le aman. Pues debéis saber entonces que este Profeta (s.a.w.) vive. En el cielo él es quien goza de la posición más elevada, aunque no vive con este cuerpo material y efímero. Él (s.a.w.) está en cielo cerca de Dios con un cuerpo eterno, hecho de luz. Si alguien valora con justicia, no tendrá mas remedio que confesar que nadie reconoció la verdadera posición del Santo Profeta (s.a.w.) como el Mesías Prometido (a.s.) lo hizo. Él (a.s.) fue el único héroe que replicó primero y con vigor y efectividad a los ataques lanzados contra la persona del Santo Profeta (s.a.w.). En 1897, sacerdotes cristianos publicaron un libro en contra del Islam. Esto fue publicado en la prensa de Gullra-Wála. En este libro se usó un lenguaje despreciable y extremadamente irreverente hacia el Santo Profeta (s.a.w.). Intentaron exacerbar los sentimientos de los musulmanes, y con el fin de herir aún más a estos, distribuyeron 1000 copias gratuitas de este libro a los ulemas y enviaron también un ejemplar al Mesías Prometido (a.s.) y él publicó un anuncio sobre este asunto e informó al gobierno de que es cierto que la ley nos permite publicar un libro en respuesta a éste, y eso no se considera una ofensa ni una humillación, así que ustedes también tienen derecho de publicar libros, pero la realidad es que los musulmanes creen en todos los Profetas, por eso no pueden escribir palabras ineptas en contra de Jesús o algún otro enviado de Dios, y no pueden usar un lenguaje vulgar a propósito de ellos. El Mesías Prometido (a.s.) sugirió al gobierno decretar una ley según la cual las personas tendrían el derecho de presentar sólo los aspectos positivos de su religión, y que no tendrían el derecho de calumniar o ofender la religión de los demás, pues sólo así se podría establecer la paz y la fraternidad en la sociedad, pues aparte de esto no hay ningún otro camino. El Mesías Prometido (a.s.) fue un apasionado defensor de la posición del Santo Profeta (s.a.w.) y del Islam. Estaba dispuesto a defenderlo en cualquier circunstancia, y estaba siempre en primera línea para defender el Islam. Explicó a los musulmanes cuáles son las acciones que deberían emprender a fin de reducir a la nada los esfuerzos del enemigo, y les explicó que la defensa del Santo Profeta (s.a.w.) era una misión en la cual se tenían que solidarizar, independientemente de su escuela de pensamiento. Todos los enemigos del Islam han criticado a diestra y a siniestra esta religión 6 con el objetivo de convertirla en abominable delante de los demás. Debemos esforzarnos para presentar la belleza y perfección de esta religión, que es una religión sin faltas ni errores. Debéis saber con certitud que la verdadera compasión hacia los extraviados, consiste en hacerles ver la falsedad y la vanidad de sus objeciones, y enseñarles la cara pura e iluminada del Islam. Nuestro primer deber es erradicar esta falsificación e impostura a causa de la cual las naciones se ven empujadas a pensar mal del Islam. Este trabajo tiene primacía sobre cualquier otro, pues si somos negligentes en este propósito, seremos considerados como culpables ante Dios y su Profeta Mohammad (s.a.w.) La verdadera simpatía hacia el Islam y el Santo Profeta (s.a.w.) es demostrar a los demás que él (s.a.w.) y el Islam están exentos de esas imperfecciones que se le atribuyen. No debemos dar la ocasión a los inventores de engaños de lanzar palabras ineptas en los corazones de los demás, y debemos parar sus ataques. Todo el mundo intenta seguir sus propias ideas, pero Dios nos hace comprender hoy que para ayudar al Islam, hará falta desarraigar esta infamia y estas críticas que han sido implantadas en Europa y en Asia, y tendremos que demostrar a los demás pueblos la luz y la belleza del Islam con la finalidad de abrir sus ojos, y para que sus corazones estén atentos antes esos falsos que intentan engañar a la gente y que están publicando estas mentiras. Estamos llenos de tristeza, pues escuchando a algunos decir que no merece la pena responder a estas objeciones y críticas, y que sólo bastará levantar demandas judiciales e informar al estado. No hace falta arrestar al culpable ni informar al estado. Pero habrá que hacer esfuerzos continuos en este asunto. Levantaos y responded a estos ataques y a estas calumnias, pues es así como debe actuar un verdadero musulmán, no debemos contentarnos con lanzar objeciones, hacer manifestaciones en las calles o protestar. Podemos comprender los sentimientos del Mesías Prometido (a.s.) a través de sus escritos, él dice: ¿ Pero cómo podemos establecer la paz con aquéllos, que sin fundamento ni temor de Al-lah, difaman a nuestro bien amado el Santo Profeta (s.a.w.) aquéllos que no cesan de calumniarlo y profanarlo? Os digo claramente, nos es posible reconciliarnos con las serpientes del desierto, y con los leones de las selvas, pero no podremos jamás nos podremos con aquéllos que acusan vilmente a nuestro Santo Profeta (s.a.w.) por quien sentimos un amor más alto que para nosotros mismos o nuestros padres. Rogamos a Dios que nos haga morir siendo musulmanes. Nosotros jamás haremos algo que perjudique a nuestra fe. El Mesías Prometido (a.s.) hablando de las calumnias de los enemigos del Islam dice: no hay nada que me haya herido tan profundamente en mi corazón como 7 sus burlas hacia la persona del Santo Profeta (s.a.w.) y sus ofensas al honor del mejor de toda la creación. Juro por Dios que si todos mis hijos, nietos, amigos y defensores, fuesen asesinados delante de mis ojos, si me cortasen las manos y los pies y me arrancasen las pupilas de los ojos, si me privasen de todos mis deseos y alegrías, todo ello no supondría nada frente al sufrimiento que padezco cuando se ataca así a mi maestro (s.a.w.) ¿ Oh, Dios, concédenos tu gracia, tu ayuda, y tu apoyo y libéranos de esta prueba.! (Dáfiu-lwasáwis, Ruháni Jazáin, vol, 5, pág:10 Hoy en día también hay algunos sacerdotes cristianos, hostiles al Islam que no dejan de calumniar al Islam y al Santo profeta (s.a.w.) Había un sacerdote estadounidense que quiso quemar el sagrado Corán, y ahora también tiene las mismas ideas, y quería venir aquí, al Reino Unido, hace algunos días anunciaron esto. Algún miembro del parlamento lo invitó a venir aquí. De todas formas, ayer anunciaron que el gobierno británico le ha prohibido la entrada al país. Le han dicho que aquí hay gente de varias religiones y que no querían desorden en el país, y por esta razón le dijeron que no tenía derecho de entrar en el territorio británico. Es un paso muy encomiable por el gobierno británico, que Dios les permita cumplir la justicia en el futuro y que los demás países tomen ejemplo para que no haya más desorden en el mundo. Ahora voy a presentar las acciones prácticas del Mesías Prometido (a.s.) que conciernen su sentido del honor del Santo Profeta (s.a.w.) Conocemos el incidente de Lekrám. El Mesías Prometido (a.s.) estaba en la estación, estaba haciendo sus abluciones y Lekrám se acercó a él y le saludó, pero él (a.s.) no le prestó atención. Pensando que el Mesías Prometido (a.s.) no le había oído, se acercó por el otro lado y le saludó de nuevo, pero él (a.s.) tampoco respondió sus saludos. Después de algún tiempo, alguien dijo al Mesías Prometido (a.s.) que Lekrám había venido y que le había saludado, pero el Mesías Prometido (a.s.) contestó: ¿él insulta a nuestro maestro y viene a saludarnos? Éste es pues el recelo que sentía el Mesías prometido (a.s.) por el honor del Santo profeta (s.a.w.) un sentido de honor que deben expresar todos los musulmanes. Shéij Alí Irfáni relata un suceso a este propósito y dice: conocí al sacerdote Waithe Breik en Londres en 1925, en aquéllos días se llamaba Dr. Stansten. Había trabajado como misionero cristiano en la ciudad de Batála y se había reunido con el Mesías Prometido (a.s.) en varias ocasiones y había participado en el debate que hubo entre el misionero Fathe Masih y el Mesías Prometido (a.s.) sobre el tema de la revelación divina. Éste sacerdote, hasta cierto punto, tenía relación con la historia de la comunidad, así que fui a verlo a Londres y hablamos sobre la vida del Mesías Prometido (a.s.). Durante la conversación, el 8 sacerdote dijo: hubo algo que observé en Mirza Sáhib y que no me gustaba, pues cuando se criticaba al Santo Profeta (s.a.w.) el color de su cara cambiaba y se enfadaba. Es decir cuando se usaban palabras irrespetuosas hacia el Santo Profeta (s.a.w.) y cuando se sobrepasaban los límites de la decencia en este asunto, en ese caso, el Mesías prometido (a.s.) se enfadaba. El señor Irfáni le dijo: yo estoy dispuesto dar mi vida por esto que a usted le desagrada, porque ello demuestra un aspecto muy importante del Mesías Prometido (a.s.). Muestra su sentido de honor por la religión y su amor por el Santo Profeta (s.a.w.). Usted considera esto como un fallo, pero yo lo veo como una acción muy elogiable. Escuchando estas palabras de vuestra boca, siento una mayor afinidad al Mesías Prometido (a.s.). Pues él (a.s.) tenía un gran amor por el Santo Profeta (s.a.w.) y no soportaba que se le falte el respeto. Éste es pues el sentido de honor del Mesías Prometido (a.s.) hacia el Santo Profeta (s.a.w.) Él (a.s.) hacía ver a los demás que habían sobrepasado los límites de la decencia, y que tenían que ser decentes al hablar del Santo Profeta (s.a.w.) Por sus acciones, discursos y por sus escritos, el Mesías Prometido (a.s.) enseñó al mundo lo que es el amor al Santo Profeta (s.a.w.) y ha insuflado el mismo espíritu en su comunidad. Él (a.s.) les ha dicho que hay que demostrar ese sentido del honor pero respetando la ley y se siguió esta instrucción, cuando se publicó un libro difamador del Santo Profeta (s.a.w.). Ese libro fue escrito por un hindú, y también se publicó un artículo en Warthmane. Después de éstas dos publicaciones el segundo califa hizo todos los esfuerzos para responder a estos ataques, pero también aconsejó a los miembros de la Yama´at que los musulmanes deben mostrar su celo por el honor del santo Profeta (s.a.w.) pero deben demostrar también que refrenan sus sentimientos y que no pierden la razón. Si demuestran esto al mundo, su camino no sería obstaculizado, y la gente se evadiría. El Mesías prometido (a.s.) también escribió un anuncio en este asunto, y su lectura nos muestra el celo que sentía por el Santo Profeta (s.a.w.) y ha instado a los musulmanes a hacer lo mismo, dice: ¿ puede haber para el Islam una sombra aún mayor que este día, nuestra pena puede ser aún mayor, a caso nuestro vecinos no saben que consideramos el Santo Profeta Mohammad (s.a.w.) más querido que nuestra vida, que le amamos más que a ningún otro, que cada partícula de nuestro cuerpo es fiel incluso al polvo de sus zapatos? Si lo saben, entonces, su único objetivo publicando estas estupideces, es herir nuestros sentimientos y nuestros corazones, y descubrir nuestros desaires y defectos, y mostrarlos delante de nuestros ojos de una manera horrible. Ellos no prestan ningún respeto a los sentimientos de un musulmán, de la misma forma que un rico no presta ningún interés a un viejo zapato roto. 9 ¿No han encontrado otro método para humillar a los musulmanes? Nuestras vidas están dispuestas, y las vidas de nuestros hijos, pueden herirnos como les plazca. Pero, que no destruyan sus vidas aquí en esta vida y en la otra, siendo impertinentes hacia el Santo Profeta (s.a.w.). No nos podemos reconciliar con los que actúan así. Repito de nuevo: podemos reconciliarnos con los animales salvajes, con las serpientes, pero no lo podremos hacer con aquéllos que insultan al santo Profeta s.a,w. Pueden aprovecharse de la ley - y el tribunal de Punjab emitió un veredicto en contra de los musulmanes- y pueden insultar a nuestro Profeta (s.a.w.) como quieran, pero deben saber que hay una ley por encima de la ley del gobierno, es la ley natural de Dios, y no podrán escapar de esta ley de la naturaleza. Pues según esta ley nosotros no podemos reconciliarnos con la persona que vilipendia al Santo Profeta (s.a.w.) Después de este incidente, gracias a Dios hubo cambios en la ley, y esta ley se ratificó de manera que decretó la prohibición de insultar a los profetas de Dios y los líderes religiosos. Hace 25 años, cuando Salmán Rushdie publicó su libro infame, Hazrat Jalifatul Masih IV (r.a, que Dios tenga misericordia de él), respondió a través de varios sermones que fueron recopilados en un libro que se tradujo al Urdu bajo el nombre de “ Salmán Rushdie, prisionero de fantasmas”. Luego, en 2005, en Dinamarca se publicaron caricaturas del Santo Profeta (s.a.w.). Nuestra misión en Dinamarca, y yo mismo en mis sermones respondí y tomamos las medidas adecuadas respetando la ley. Cuando un miembro del parlamento holandés atacó al Sagrado Corán y al Islam, también nuestras respuestas fueron emitidas. Pues mostrar el celo dentro de los límites de la ley, es el verdadero capital de un musulmán, y si damos un solo paso fuera de los márgenes de la legalidad, ello no expresará nuestro amor y sincera relación con el Santo Profeta (s.a.w.). La labor más necesaria, es ser fiel hacia su mensaje. Si los musulmanes comprendieran la importancia de este mensaje y se esforzaran en transmitirlo a los demás, entonces no hubiéramos pasado por tales situaciones hoy, si hubiésemos seguido realmente al Santo Profeta (s.a.w.) el enemigo no hubiera tenido nada que decir. Incluso si hubiese alguien de entre los musulmanes que se aprovechase de la ley, pues la ley los hubiese impedido de hacerlo, y hubiese terminado con su mala naturaleza. Pero todo esto depende de la Taqwa, si los musulmanes desean proteger el honor del Profeta (s.a.w.) deben buscar esa Taqwa que el Santo Profeta (s.a.w.) deseaba hacer nacer en nosotros. La historia de la Comunidad Ahmadía está repleta de incidentes en defensa del 10 honor del Santo Profeta (s.a.w.) y que no pueden ser mencionados en un solo sermón, ni incluso en una serie de sermones. Si queremos erradicar todo tipo de burlas contra la persona del Santo Profeta (s.a.w.) no lo podremos hacer por encima de la ley, pero se puede hacer si reunificamos el mundo entero bajo la bandera del santo Profeta (s.a.w.) Todo el desorden que hay sobre la tierra, se detendrá cuando su verdadera enseñanza sea llevada a cabo por nosotros. Pero si nos contentamos con hacer leyes y aprovecharnos de ellas a favor de intereses personales, seremos culpables de ultraje contra la persona del Santo Profeta (s.a.w.) El artículo de “Warthmane” que mencioné hace poco, escribió sobre él el segundo Jalifa (r.a, Dios esté contento con él), e instó a los musulmanes a protestar. Hubo un proceso judicial que tuvo también un veredicto y el culpable fue castigado. Después del veredicto, el segundo jalifa, r.a. declaró: el precio del honor del Santo Profeta (s.a.w.) no es la ejecución de un culpable, su precio está por encima de la ejecución de una sola persona o de toda una comunidad. Mi maestro ha venido a dar vida al mundo y no a quitarla. Ojala los musulmanes de hoy pudiesen comprender esto, que pudiesen entender que la ley está para remediar conflictos aparentes y que no se ocupa de lo que está en los corazones. La verdadera felicidad de los musulmanes se producirá sólo cuando el amor del Santo Profeta (s.a.w.) reine en los corazones de todos los seres humanos. Hoy los Ahmadís están actuando así, pero deben esforzarse aún más en este asunto. Si los otros musulmanes se detractan de todo tipo de extremismo y practican el amor y la indulgencia, si viven según el ejemplo del Santo Profeta (s.a.w.) podrán servir mejor el Islam. El Santo Profeta (s.a.w.) perdonó a dos enemigos del Islam, que querían revelarse antes de la conquista de la Meca, pero cuando vieron la armada musulmana, se quedaron asustados y se refugiaron en la casa de una mujer que se llamaba Umme Háni. Esta mujer se presentó delante del Santo Profeta (s.a.w.) diciendo: he acordado mi protección a estas dos personas, pero mi hermano Ali me dijo que les asesinara porque son criminales y culpables. El Santo Profeta (s.a.w.) le respondió: ¿ Oh, Umme Háni, hemos acordado nuestra protección a quién tú has dado protección! Y después el Santo Profeta (s.a.w.) fue un benefactor con estas dos personas. Viendo esto los dos tenían vergüenza de presentarse delante de él (s.a.w.). Un día Hazrat Mohammad (s.a.w.) se encontró de casualidad con uno de los dos, Hárith Ben Hishám, muy cerca de la mezquita, él (s.a.w.)y lo trató con gran cordialidad. Ese mismo Hárith murió como mártir en la batalla de Yarmuq, siendo musulmán. Ésta es pues la importancia que mostró el Santo Profeta (s.a.w.) a la protección que otorgó esa mujer, y a fin de cuentas esas dos personas han aceptado el Islam. Hoy, nosotros también debemos seguir este ejemplo, y transmitir el verdadero mensaje del Islam a los demás, no debemos contentarnos con el dictamen de leyes para 11 usarlas en fines personales. Que Dios nos ayude a nosotros y a todos los musulmanes de todo el mundo para actuar así. 12